Heidegger, fenomenologia, hermenêutica, existência

Dasein descerra sua estrutura fundamental, ser-em-o-mundo, como uma clareira do AÍ, EM QUE coisas e outros comparecem, COM QUE são compreendidos, DE QUE são constituidos.

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en presencia

quarta-feira 13 de dezembro de 2023

Desde la época de los griegos. los entes se experimentan como lo que está EN PRESENCIA. En la medida en que el habla es - la actividad de hablar, tal como se presenta cada vez - pertenece a lo que está EN PRESENCIA. Se representa el habla desde el hablar, bajo el aspecto de los sonidos articulados, portadores de significación. El hablar es un género de la "actividad" humana. 1429 Heideggeriana  : CaminhoLinguagem  

El Decir es mostrar. En todo lo que nos habla; en todo lo que nos alcanza como lo hablado y lo acordado en lo hablado, en lo que se habla a nosotros, en lo que, en tanto que inhablado, nos espera. pero también en el hablar nuestro gobierna el mostrar que deja aparecer EN PRESENCIA, que deja des-aparecer en ausencia. El Decir no es de ningún modo la posterior expresión hablante de lo que viene EN PRESENCIA sino que todo brillo apareciente o des-apareciente reside en el Decir mostrante. Libera cada vez lo presente a su presencia y lleva lo ausente a su ausencia. El Decir prevalece de par en par y vertebra el libre espacio (das Freie) del Claro (die Lichtung  ) al que debe rendir visita todo aparecer y que debe dejar tras de sí todo des-aparecer, este Claro en el que todo venir EN PRESENCIA e ir en ausencia debe entrar y mostrarse, o sea, venir a decirse. 1519 Heideggeriana  : CaminhoLinguagem

Lleva lo que viene EN PRESENCIA y lo que de ella se ausenta cada vez a lo suyo propio desde lo cual se muestra en sí mismo y perdura a su modo. El hacer propio que trae, que aporta, el que remueve el Decir en tanto que Mostración en su mostrar, lo llamaremos apropiación (Ereignen  ). Produce el libre espacio del Claro en el que pueden perdurar las presencias y del cual pueden des-aparecer a la ausencia, manteniendo y guardando perduración en este su retirar. Lo que la apropiación por el Decir produce no es jamás el efecto de una causa ni consecuencia de un fundamento. El hacer propio aportador, la apropiación, consiente más que todo obrar, que todo hacer y todo fundar. Lo que apropia es el advenimiento apropiador mismo - y nada más [Vid. Identität   und Differenz  , 1957, p. 28 ss.]. El advenimiento apropiador percibido en el Mostrar del Decir, no se deja representar ni como evento ni como suceso sino que sólo se puede hacer su experiencia en el Mostrar del Decir, entendido como lo que consiente. No hay otra cosa a la cual aún pudiera remitirse el advenimiento apropiador, o desde la cual incluso pudiera ser explicado. La apropiación no es la suma (resultado) de otra cosa., sino la donación, cuyo gesto donante sólo y primeramente consiente algo como un Es gibt  , un "hay", del que incluso "el ser" está necesitado para alcanzar lo suyo propio en tanto que presencia. [Sein und Zeit  , 1927, párr. 44.] 1525 Heideggeriana: CaminhoLinguagem

El advenimiento apropiador confiere a los mortales la morada en su esencia para que puedan ser los hablantes. Si por "ley" entendemos el recogimiento de lo que deja venir EN PRESENCIA cada cosa en lo suyo propio, o sea, que lo deja pertenecer a su pertenecimiento, entonces el advenimiento apropiador es la más simple y gentil de todas las leyes, más gentil aún que aquella que Adalbert Stifter había reconocido como "la ley gentil". Con todo, el advenimiento apropiador no es una ley en el sentido de una norma que planea en algún lugar sobre nosotros; no es un decreto que ordena y regula un proceso. 1535 Heideggeriana: CaminhoLinguagem

Se ha denominado al habla "la casa del ser". [Vid. Brief über den Humanismus  , 1947.] Es la custodia de la venida EN PRESENCIA en la medida en que su brillo permanece confiado al mostrar apropiador del Decir. La casa del ser es el habla porque, en tanto que Decir, el habla es el modo del advenimiento apropiador. 1585 Heideggeriana: CaminhoLinguagem

Fue, sin embargo, sorprendente que en el curso del semestre de invierno se me aconsejara repetidas veces, desde círculos de la Facultad de Medicina y de la Facultad de Derecho, que procediera a un cambio en los decanatos y que sustituyera por otros a los colegas von Möllendorf y Wolf. Yo había atribuido estos deseos a disputas y rivalidades dentro de ambas Facultades y no les había prestado mayor atención. Hasta que, al acabar el invierno, hacia el final del semestre del 33-34, fui llamado a Karlsruhe, donde el consejero ministerial Fehrle, EN PRESENCIA del jefe estudiantil de la región, Scheel, me manifestó que el ministro deseaba que relevara de sus puestos a estos decanos, von Möllendorf y Wolf. Heideggeriana: RepensandoReitorado  

[…] El representar y su querer choca contra el "fué". Frente a lo que fué, el querer ya no puede hacer nada. Ante todo lo que "fué" el querer ya no tiene nada que hacer. Este "fué" se subleva contra el querer de la mencionada voluntad. El "fué" llega a ser la piedra de escándalo para todo querer. Es aquella piedra que la voluntad yo no logra remover. De esta manera, el "fué" se va haciendo una pesadumbre y un rechinar de dientes de todo querer que como tal, siempre quiere avanzar; y es esto justamente lo que no puede hacer frente a lo que está ya determinado y dejado atrás en calidad de pasado. Así, pues el "fué" es la contrariedad para todo querer. De ahí que, EN PRESENCIA de esta contrariedad, surja en la misma voluntad la repugnancia contra el "fué". Pero debido a esta repugnancia, la contrariedad se va anidando en el mismo querer. […] la voluntad sufre por si misma. El querer aparece ante sí mismo como este sufrimiento por el "fué", como sufrimiento por el pasado. Mas el pasado tiene su origen en el pasar. En cuanto la voluntad sufre por el pasar, siendo ella misma lo que es precisamente como tal sufrimiento, a saber la voluntad, en tato la voluntad queda entregada en su querer al pasar. Es así como la misma voluntad quiere el pasar, queriendo en esto el pasar de su sufrimiento y consecuentemente, el pasar de sí misma. La repugnancia contra todo "fué" aparece como voluntad de pasar, la cual quiere que todo lo que es, valga que perezca. De esta manera la repugnancia que surge en la voluntad es la voluntad en contra de todo lo que va pasando. […] Así pues, la voluntad es un representar que, en el fondo acecha a todo cuanto pasa, subsiste y adviene, para degradarlo en su subsistencia y finalmente desintegrarlo. Esta repugnancia dentro de la misma voluntad, es, según Nietzsche  , la esencia de la venganza. Heideggeriana: GA8  

En la frase que precede al doble punto y que dice "la esencia del habla". el habla es el sujeto. aquello acerca de lo cual debe establecerse lo que es. Esto que algo es, to ti estin  , el "qué es" (Wassein), contiene desde Platón   lo que habitualmente denominamos das Wesen  , essentia  , la esencia de una cosa. La esencia así entendida se enmarca en lo que más tarde se denomina der Begriff  , el concepto, die Vorstellung  , la representación, con la ayuda de los que nos procuramos y asimos lo que una cosa es. Entendida menos estrictamente, la frase que precede al doble punto dice: lo que el habla es, lo comprendemos cuando entramos allá hacia donde el doble punto, por así decirlo. abre una perspectiva. Esto es el habla de la esencia. En esta frase. "esencia" asume el rol de sujeto al que le es propia el habla. Pero ahora, la palabra "esencia" no significa ya aquello que algo es. Oímos "esencia" como verbo; wesend, "esenciante", en el sentido de presente y ausente (Wesend wie anwesend und abwesend). "Esencia" significa perdurar, permanecer. Con todo, la expresión es west, es "esenciante", dice más que sólo: esto perdura y permanece. Es west quiere decir: esto "esencia" EN PRESENCIA (es west an) y perdurando nos concierne, nos en-camina y nos de-manda. La esencia entendida de este modo nombra lo que perdura (das Währende), lo que viene hacia nosotros y en todo nos concierne porque en-camina. La segunda versión de la frase rectora: "El habla de la esencia" dice, por consiguiente: el habla pertenece a esto que "esencia", es propio a lo que lo en-camina todo como su propiedad más propia. Lo que en-camina toda cosa, en-camina por el hecho de que habla. Con todo, permanece oscuro cómo debemos pensar lo que es "esenciante"; oscuro del todo en qué medida habla lo que es "esenciante", y permanece en lo más oscuro lo que entonces significa hablar. Pues es a esto a lo que se dirige nuestra meditación cuando reflexionamos acerca de la esencia del habla. Pero esta reflexión está ya encaminada en un cierto camino, esto es, dentro de la vecindad de poesía y pensamiento. La frase rectora nos hace una seña para la andanza por este camino, pero no da respuesta alguna. Mas, ¿hacia dónde puede hacer seña cuando hace seña. Solamente hacia lo que determina la vecindad de poesía y pensamiento como vecindad. Lo vecinal, el habitar en la proximidad, obtiene su determinación desde la proximidad. Poesía y pensamiento, sin embargo, son modos del decir, aún más, son modos eminentes. Si los dos modos del decir deben ser vecinales desde su proximidad, entonces la proximidad misma debe prevalecer por el modo del Decir. La proximidad y el Decir serían entonces lo Mismo. Pensar esto es una severa exigencia. Su severidad no debe en absoluto ser atenuada. Heideggeriana: EssenciaLinguagem  

¿Qué experiencia acaece al poeta? ¿Sólo ésta que, con la joya en la mano, el nombre no le llega? ¿Sólo aquella donde la joya debe ahora prescindir de nombre pero que, por lo demás, puede permanecer en la mano del poeta? No. Algo distinto, algo inquietante sucede. Con todo, no es inquietante ni la ausencia del nombre ni la desaparición de la joya. Es inquietante que con la ausencia de la palabra desaparece la joya. Así, es la palabra, y sólo ella, la que mantiene la joya en su presencia; más, que la busca y la trae y en ella la resguarda. De pronto la palabra revela otro, más alto reino. No es ya meramente un asir que confiere nombre a lo presente ya representado; no es solamente un medio de representación de lo que está ante nosotros. Al contrario: es sólo la palabra la que otorga la venida EN PRESENCIA, es decir, el ser, aquello en que algo puede aparecer como ente. Heideggeriana: Palavra1958  

Pensamos, primero, la renuncia como negar-se-algo. Gramaticalmente. "se" está en dativo y se refiere al poeta. Lo que el poeta se niega a sí está en acusativo. Es la pretensión del poeta a la soberanía representacional de la palabra. Entretanto, otra característica de la renuncia ha salido a la luz. La renuncia asienta al reino superior de la palabra, aquel que únicamente deja ser una cosa como cosa. La palabra "en-cosa" la cosa en cosa (Das Wort   be-dingt das Ding   zum Ding). Quisiéramos denominar este reino con la palabra die Bedingnis. Esta antigua palabra ha desaparecido del uso lingüístico. Goethe   todavía la conoce. En este contexto, sin embargo. Bedingnis dice algo distinto a Bedingung, condición, que Goethe todavía entiende como Bedingnis. La condición es el fundamento existente para algo que es. La condición da el fundamento v funda. Satisface al principio   de razón (Satz   vom Grund  ). Pero la palabra no da el fundamento (be-gründen) de la cosa. La palabra deja que la cosa esté EN PRESENCIA como cosa. Este dejar recibe ahora el nombre de Bedingnis, "en-cosamiento". El poeta no explica lo que es. Pero el poeta se dice, esto es, dice su decir a este secreto de la palabra. En este decir-se-a, el que renuncia se niega aquel pretender antes reivindicado. El negar-se ha cambiado su sentido. El "se" ya no está en dativo sino en acusativo v el pretender ya no está en acusativo sino en dativo. En la transformación del sentido gramatical de "negar-se el pretender" a "negarse al pretender" se oculta la transformación del propio poeta. Se ha dejado llevar a sí mismo, esto es, a su decir todavía posible en el futuro, ante el secreto de la palabra, ante el "en-cosamiento" de la cosa en la palabra. Heideggeriana: Palavra1958

La joya rica y delicada es el "esenciar" (verbal) de la palabra que, en tanto que diciente, nos pone invisiblemente, y aun en lo no hablado, EN PRESENCIA de la cosa en tanto que tal cosa. Heideggeriana: Palavra1958

SPIEGEL  : Durante largo tiempo fue Vd. amigo de Karl Jaspers  . Después de 1933 empezó a enturbiarse esta relación. Se dice que este enturbiamiento guarda relación con el hecho de que la mujer de Jaspers era judía. ¿Puede Vd. decir algo sobre esto? HEIDEGGER: Eso que Vd. dice es mentira. Era amigo de Karl Jaspers desde 1919. Les visité, a él y a su mujer, en el verano de 1933 en Heidelberg. Entre 1934 y 1938 me envió todas sus publicaciones "con un cordial saludo". Aquí las tiene. SPIEGEL: Aquí dice: "Con un cordial saludo". Pero el saludo no sería "cordial" si antes hubiera habido un enturbiamiento. Otra pregunta similar: Vd. fue discípulo de su predecesor judío en la cátedra de la Universidad de Friburgo, Edmund Husserl  . El le propuso a Vd. como sucesor en la cátedra. Su relación con él no puede haber estado exenta de agradecimiento. HEIDEGGER: Vd. tiene la dedicatoria de Ser y Tiempo. SPIEGEL: Claro. HEIDEGGER: En 1929 redacté el escrito de homenaje para su setenta cumpleaños y en la fiesta de su casa pronuncié el discurso que, también en mayo de 1929, fue impreso en las comunicaciones académicas. SPIEGEL: Pero es más tarde cuando se enturbian las relaciones. ¿Puede Vd., si lo desea, decirnos a qué hay que atribuirlo? HEIDEGGER: Las diferencias, desde el punto de vista objetivo, se habían agudizado. A comienzos de los años treinta Husserl llevó a cabo públicamente un ajuste de cuentas con Max Scheler   y conmigo en términos inequívocos. Qué movió a Husserl a pronunciarse con tal notoriedad contra mi pensamiento, no he podido saberlo. SPIEGEL: ¿Con ocasión de qué fue eso? HEIDEGGER: En la Universidad de Berlín Husserl habló ante 1.600 oyentes. Heinrich Mühsam habló en uno de los grandes periódicos de Berlín de un "ambiente de palacio de deportes". SPIEGEL: En nuestro contexto la disputa en sí misma no tiene interés. Sólo interesa que no hubo una disputa que tuviera algo que ver con el año 1933. HEIDEGGER: En lo más mínimo. SPIEGEL: Esa era también nuestra idea  . Pero, ¿no es cierto que más tarde Vd. retiró de Ser y Tiempo la dedicatoria a Husserl? HEIDEGGER: Es cierto. He explicado este hecho en mi libro De camino hacia el lenguaje. En él escribí: "Con el fin de hacer frente a falsas afirmaciones, ampliamente extendidas, hay que hacer notar aquí expresamente que la dedicatoria de Ser y Tiempo, mencionada en el texto del diálogo (p. 92), se mantuvo también en la 4. a edición de 1935. Cuando el editor vio en peligro la quinta edición del libro - por una posible prohibición - se convino finalmente, a propuesta y por deseo de Niemeyer, retirar la dedicatoria en esta edición, con la condición, que yo puse, de que se mantuviera la nota de la página 38, que es donde realmente esa dedicatoria recibe su fundamento, y que dice: "Si la siguiente investigación da algunos pasos hacia adelante por el camino que abre las ‘cosas mismas’, lo debe el autor en primera línea a E. Husserl, que le familiarizó durante los años de estudio del autor en Friburgo con los más variados dominios de la investigación fenomenológica, mediante una solícita dirección personal y la más liberal comunicación de trabajos inéditos"". SPIEGEL: Entonces ya no necesitamos preguntarle si es cierto que Vd., como rector de la Universidad de Friburgo, prohibió la entrada o la utilización de la Biblioteca de la Universidad o del Seminario de Filosofía al profesor emérito Husserl. HEIDEGGER: Eso es una calumnia. SPIEGEL: ¿Y no hay tampoco una carta en la que se expresa esta prohibición a Husserl? ¿De dónde ha salido ese rumor? HEIDEGGER: Tampoco lo sé, no encuentro para ello explicación alguna. Que todo este asunto es inverosímil, puedo demostrárselo a través de algo que tampoco se conoce: Durante mi rectorado, el ministerio pretendió retirar al director de la Clínica Universitaria, profesor Tannhauser, y al profesor de Química y Física, futuro premio Nobel, von Hevesy, ambos judíos; tras una visita al ministro, logré mantenerlos en sus puestos. Que mantuviera a estos dos hombres y que al mismo tiempo actuara, de la forma que se ha divulgado, contra Husserl, profesor emérito y mi propio maestro, es absurdo. Impedí también que estudiantes y profesores prepararan una manifestación contra el profesor Tannhauser delante de su clínica. En la esquela que la familia Tannhauser publicó en el periódico de aquí se dice: "Hasta 1934 fue el respetado director de la Clínica Universitaria en Friburgo i. Br. Brocline, Mass  ., 18.12.1962". Sobre el profesor von Hevesy informaban las Freiburger Universitätsblätter, Heft 11, febrero de 1966: "Durante los años 1926-1934 von Hevesy fue director del Instituto de Física y Química de la Universidad de Friburgo i. Br." Cuando yo dimití, ambos directores fueron cesados de sus cargos. Había entonces profesores, que se habían quedado sin cátedra, que pensaban: ahora es el momento de ascender. A toda esta gente la rechacé cuando venía a verme. SPIEGEL: Vd. no participó en 1938 en el entierro de Husserl. ¿Por qué? HEIDEGGER: Sobre esto sólo querría decir lo siguiente: el reproche de que rompí mis relaciones con Husserl carece de base. En mayo de 1933 mi mujer escribió a la Sra. Husserl, en nombre de los dos, una carta en la que le testimoniábamos nuestro inalterable agradecimiento, y se la envié a casa con un ramo de flores. La Sra. Husserl contestó enseguida, dando las gracias de manera formal   y diciendo que las relaciones entre nuestras familias se habían roto. Que durante la enfermedad y muerte de Husserl no le testimoniara una vez más mi agradecimiento y mi respeto, es un fallo humano, del que más tarde pedí disculpas por carta a la Sra. Husserl. SPIEGEL: Husserl murió en 1938. Ya en febrero de 1934 había Vd. dimitido del rectorado. ¿Cómo sucedió? HEIDEGGER: Aquí no tengo más remedio que remontarme un poco más atrás. Con la intención de superar la organización técnica de la Universidad, es decir, de renovar las Facultades desde dentro, partiendo de sus tareas objetivas, propuse nombrar como decanos para el semestre de invierno de 1933-1934 en algunas Facultades a colegas jóvenes, pero, sobre todo, destacados en su especialidad, y desde luego sin mirar cuál era su posición respecto del partido. De esta manera fueron decanos los profesores Erik Wolf en la Facultad de Derecho, Schadewalt en la de Filosofía, Soergel en la de Ciencias y von Möllendorf, que en primavera había sido destituido como rector, en la de Medicina. Pero ya durante las Navidades de 1933 estuvo claro que no podría sacar adelante la renovación de la Universidad, que yo imaginaba, contra la resistencia de mis colegas y contra el partido. Por ejemplo, los colegas tomaban a mal que metiera a los estudiantes en responsabilidades administrativas de la Universidad, justo como ocurre hoy. Un día me llamaron de Karlsruhe, donde el ministro, por boca de su consejero ministerial y EN PRESENCIA del jefe estudiantil de la región, me exigió que sustituyera a los decanos de Derecho y Medicina por otros colegas que fueran bien vistos por el partido. Rechacé estas pretensiones y ofrecí mi renuncia al rectorado, si el ministro permanecía en sus exigencias, lo que fue el caso. Esto fue en febrero de 1934; me retiré tras diez meses en el cargo, cuando los rectores permanecían entonces dos o tres años. Mientras la prensa de dentro y de fuera del país comentó de diversas maneras mi aceptación del rectorado, no dijo una palabra de mi dimisión. Heideggeriana: DerSpiegel  

Pero ¿debe entonces advertir todavía lo que está "presente"? "Advenimiento" no quiere decir aquí: haber llegado ya, sino el acontecer del advenimiento temprano. Los que así advienen se muestran en un peculiar acercamiento. En ese venir están a su manera EN PRESENCIA del poeta: los que advienen son dioses presentes, EN PRESENCIA. Los dioses presentes que lo son porque advienen así, claro que no son los dioses huidos que regresan, los dioses de la antigua Grecia, aunque también éstos permanecen presentes a su manera para Hölderlin  , en cuanto que son los huidos, y afectan al poeta. El comienzo de la segunda estrofa del himno Germanía dice así (StA II, p. 149): Dioses huidos! también vosotros, oh presentes, entonces - más verdaderos, vosotros tuvisteis vuestro tiempo! Heideggeriana: Poema1968

Demasiado cerca, acercándose demasiado, están los dioses que advienen en la dirección hacia el poeta, EN PRESENCIA de él. Patentemente, ese venir dura mucho tiempo, por eso es aún más opresivo y por tanto más difícil de decir que la presencia completa. Pues también ésta no la puede percibir el hombre inmediatamente recibiendo así el bien otorgado. Por eso se dice al final de la quinta estrofa de Pan   y vino (StA II, p. 92-93 v. 87 ss.): Así es el hombre, si está ahí el bien, y le provee de dones - un dios mismo para él, él no lo conoce ni ve. Llevarlo debe por adelantado; pero entonces nombra a su más querido, - entonces, entonces deben surgir para ello palabras, como flores. Heideggeriana: Poema1968

En la historia de la metafísica, una serie de respuestas es dada a esta cuestión. Por ejemplo: energeia  . Observamos aquí que la respuesta aristotélica a la pregunta "¿qué es el ente en cuanto ente?" es energeia y no hypokeimenon  . En efecto, el hypokeimenon es la interpretación del ente, no del ser. Más concretamente, hypokeimenon es la entrada EN PRESENCIA de una isla o de una montaña, y esta entrada EN PRESENCIA salta a los ojos cuando se está en Grecia. hypokeimenon es, efectivamente, el ente en su yacer, tal como se da a ver, es decir: lo que está ahí, bajo los ojos, llegando a extenderse ahí desde sí mismo. Es así como está la montaña en la tierra y la isla en el mar. Heideggeriana: SeminarioThor1969  

Nos resulta muy difícil, hoy que toda la lengua es comprendida de antemano a partir de la enunciación, experimentar la nominación como pura nominación, fuera de la kataphasis  , de modo tal que deje al ente entrar EN PRESENCIA como puro fenómeno. Heideggeriana: SeminarioThor1969

¿Pero qué es el fenómeno en sentido griego? En lenguaje moderno, el fenómeno griego es justamente el no-fenómeno moderno; es la cosa misma, la cosa en sí. Abismo entre Aristóteles   y Kant  . Cuidarse aquí de cualquier interpretación retrospectiva. Es necesario pues plantearse la cuestión decisiva: ¿En qué son sinónimos, para los griegos, ta onta   y ta phainomena? ¿En qué lo presente, lo que entra EN PRESENCIA (das Anwesende) y lo que se muestra por sí-mismo (das Erscheinende  , das Sichzeigende), es todo uno? Para Kant, una unidad semejante es simplemente imposible. Heideggeriana: SeminarioThor1969

Ubicándonos ahora ante la sinonimia entre ente y fenómeno, preguntamos: ¿cómo surge la filosofía desde el seno de ese morar de los griegos en medio de los fenómenos? ¿Cómo es que la filosofía no puede y no ha podido nacer más que entre los griegos? ¿De dónde le viene a la filosofía el impulso primario que la pone en camino? Brevemente: ¿cómo nace la filosofía? Estas preguntas remiten a una pregunta central: ¿Hay, en la relación de la humanidad griega al ente en cuanto revelado y fenómeno, algo que hace necesaria la filosofía (como búsqueda del ser del ente)? Por más difícil que sea para nosotros cumplir nuevamente lo hecho por los griegos al pensar al ente como fenómeno fuera del ocultamiento, como elevarse-fuera-del-ocultamiento (en el sentido de la physis  ), preguntamos: ¿qué ocurre en el hecho de elevarse-en-la-aletheia  ? ¿Qué es lo que se nombra de golpe con el verbo phyein? Es la sobreabundancia, la sobredimensión del presente. Pensemos aquí en la anécdota de Tales: él es ese hombre fascinado por una sobreabundancia estelar que lo lleva a dirigir la mirada únicamente hacia el cielo. En el clima griego (Hölderlin, Segunda carta a Böhlendorff), el hombre está sumergido por la entrada EN PRESENCIA de lo presente, que lo obliga a la pregunta por el presente en cuanto presente. Los griegos denominan thaumazein   a la relación con este aflujo de la presencia (cf. Teeteto 155 d). Heideggeriana: SeminarioThor1969

No obstante, hay libros que no son este libro y que son realmente libros. ¿Cuál es la pura esencia del libro? ¿En qué sentido puede decirse que el eidos   es el ontos on? ¿En qué consiste la excesiva sobreabundancia (Übermass) en el caso de este libro? ¿En qué medida la idea platónica se corresponde exactamente con lo que los griegos llamaban presencia, ousia  , Anwesenheit? Cambiar, alterarse, es ausentarse: abwesen. Sólo la idea es presencia pura, presencia nunca ausente; presentar-se-en-permanencia. Esto es lo que sobreabunda: la presencia entrando EN PRESENCIA, die anwesende Anwesenheit - esto es el ontos on. Sobre esto Nietzsche ha tenido el sentimiento más vivo, particularmente en el texto De cómo el mundo verdadero acabó convirtiéndose en fábula (Crepúsculo de los ídolos). Heideggeriana: SeminarioThor1969

La Destrucción apunta entonces a la puesta al descubierto del sentido inicial del ser. Este sentido inicial es la Anwesenheit - el ser-llegado-a-la-presencia. Sin saberlo, este sentido gobierna completamente la significación griega del ser. Cuando Platón determina la idea como ontos on, fija de manera determinante el ser del ente como presencia entrando EN PRESENCIA (anwesende Anwesenheit). Heideggeriana: SeminarioThor1969

Habiendo llegado a esta puesta en cuestión, surge una nueva dificultad: ¿de qué tiempo se trata, y cómo pensar el tiempo? Ahora bien, encontramos que Aristóteles ha escrito, con la Física IV, el tratado fundamental para todo el pensamiento filosófico del tiempo. ¿Se puede, mediante la puesta en cuestión de Ser y Tiempo, hacer referencia al análisis aristotélico del tiempo? No. Porque Aristóteles piensa el tiempo a partir de la interpretación griega del ser - en la que se halla sub-yacente (en cuanto entrada EN PRESENCIA) una determinación temporal  . Dicho de otro modo, Aristóteles plantea, a propósito del tiempo, la pregunta: ¿qué es ente en el tiempo?, sin tener en cuenta el hecho de que en esta reducción trabaja ya de antemano y subrepticiamente una predeterminación temporal. Heideggeriana: SeminarioThor1969

Se trata aquí de trabajar para evitar las posibilidades de confusión. Puesto que, tal como se acaba de ver, la locución Es gibt no está a salvo de una significación óntica. Señalemos en consecuencia: 1) Se está tentado de entender es gibt en el sentido de "esto deja entrar EN PRESENCIA". Y el dar del "es gibt" es ónticamente comprendido en la acentuación del entrar-en-presencia (Anwessenlassen). Así, cuando en francés digo: hay truchas en este arroyo, el "hay" es entendido en dirección a la presencia de los entes, a su proximidad en la presencia - y, en el límite, "dejar entrar EN PRESENCIA" es entendido como "hacer entrar EN PRESENCIA". Entendido así, el es gibt es ónticamente comprendido, de modo que el acento conduce hacia el hecho de ser. 2) Pero si el "es gibt" es pensado en la dirección de una interpretación del lassen   mismo, entonces cambia la acentuación. Heideggeriana: SeminarioThor1969

No es ya la entrada EN PRESENCIA lo que está subrayado, sino el dejar mismo. Es gibt, entonces, significa estrictamente: "dejar el entrar EN PRESENCIA". No es ya del todo la presencia del ente lo que llama la mirada, sino eso sobre el fondo de lo cual ella se desprende, ocultándolo - el dejar mismo, la donación de "el donar que sólo da su donación pero que, dándose de ese modo, sin embargo se retiene y se sustrae" (Tiempo y Ser). Heideggeriana: SeminarioThor1969

Para resumir, digamos que este "dejar ser" admite tres acepciones: La primera señala hacia lo que es (hacia el ente). A esta primera acepción se opondría aquella donde la atención es atraída menos por esto que hay que por la entrada EN PRESENCIA misma. Se trata por lo tanto de una interpretación del ser tal como la da la metafísica. Heideggeriana: SeminarioThor1969

Pero en el corazón de esta segunda acentuación toma lugar la tercera, en la que el acento, a su vez, está puesto decididamente sobre el dejar mismo, que deja el entrar EN PRESENCIA. Dejando (¿abandonando?) la entrada EN PRESENCIA, es decir dejando el ser, esta tercera acentuación señala hacia la epoche   del ser. En esta tercera acepción, estamos situados ante el ser en cuanto ser, y no más ante una de las figuras de su destinación. Heideggeriana: SeminarioThor1969