Heidegger, fenomenologia, hermenêutica, existência

Dasein descerra sua estrutura fundamental, ser-em-o-mundo, como uma clareira do AÍ, EM QUE coisas e outros comparecem, COM QUE são compreendidos, DE QUE são constituidos.

Página inicial > Hermenêutica > Grassi (1999:110-111) – Teoria de Heidegger sobre a brutalidade do ser

Grassi (1999:110-111) – Teoria de Heidegger sobre a brutalidade do ser

domingo 13 de outubro de 2024

En su interpretación de la Antfgona de Sófocles (coro, versos 332-375) Heidegger intenta recorrer el área que la poesía nos revela para averiguar desde aquí lo que el hombre es. Comenzando por los versos de Sófocles que definen al hombre como la creatura «más inhóspita», Heidegger escribe: «Entendemos lo inhóspito como lo que nos saca del hogar, de lo habitual, de lo familiar, de lo seguro. Lo inhóspito impide que nos sintamos como en casa. Por eso es sobrepoderoso». [1].

Como tener un hogar es característico del hombre, pero éste se ve expulsado constantemente de él, Sófocles ofrece la definición del hombre ya mencionada. «Tal ser sólo se abre al pensamiento poético», dice Heidegger. Lo inhóspito es lo terrible en el sentido del poder arrollador que irrumpe en el miedo de la humanidad y pasa así a lo abierto. «A este lugar pertenecen los dioses, los templos, los sacerdotes, las fiestas, los juegos, los poetas, los pensadores, el gobernante, el consejo de ancianos, la asamblea del pueblo, el ejército y los barcos.»

Con el poder arrollador que se revela en la humanidad, el hombre trastorna la paz de la tierra, es decir, del crecimiento, del prosperar y de la vida de quienes viven sin esfuerzo, a los que saca de su orden fijado y los somete a sus intereses. El hombre asume ahora el poder forzando, capturando y sometiendo mediante su trabajo, y de este modo pone las cosas al servicio de su ser histórico en el mundo. «La violencia del decir poético, de la proyección pensante, de la configuración edificante, de la acción que crea Estados, no es la activación de facultades que el hombre tiene, sino una dominación y ordenación de poderes en virtud de los cuales lo ente se abre cuando el hombre acude a él.»

El hombre, en tanto que el violento agente y creador que cae en lo no dicho, se encuentra en una situación que siempre es peligrosa, ante un abismo. En y mediante el «ponerse en práctica» del hombre, éste se ve confrontado con lo sobrepoderoso, con la historia, de tal modo que aquello en que el mundo humano aparece necesita los «lugares abiertos» para gobernar y ser un poder.

Retomando esta tesis de la primacía del arte de la palabra poética, Heidegger afirma que el arte es lo que hace posible que el poder de gobernar brote de la naturaleza. «Mediante la obra de arte, en tanto que el ser ente, todo lo demás que aparece queda confirmado como ente o no ente y se vuelve accesible, interpretable y comprensible.» Heidegger dice en otro lugar: «No aprendemos mediante una definición erudita quién es el hombre; sólo lo aprendemos cuando el hombre se enfrenta a lo ente, intentando llevarlo a su ser, es decir, al límite y a la forma, cuando proyecta algo nuevo (todavía no presente), cuando crea poesía originaria, cuando construye poéticamente».


Ver online : Ernesto Grassi


[1Martin Heidegger, Einführung in die Metaphysik, Tübingen, Niemeyer, 1953, pp. 115-116 (GA40)