Phenomenologie
Con la pregunta conductora por el sentido del ser, la investigación se encuentra ante la cuestión fundamental de toda filosofía. La forma de tratar esta pregunta es la fenomenológica. Lo que no quiere decir que este tratado se adscriba a un «punto de vista» ni a una «corriente» filosófica, ya que la FENOMENOLOGÍA no es ninguna de estas cosas, ni podrá serlo jamás, mientras se comprenda a sí misma. La expresión «FENOMENOLOGÍA» significa primariamente una concepción metodológica. No caracteriza el qué de los objetos de la investigación filosófica, sino el cómo de ésta. Cuanto más genuinamente opere una concepción metodológica y cuanto más ampliamente determine el cauce fundamental de una ciencia, tanto más originariamente estará arraigada en la confrontación con las cosas mismas, y más se alejará de lo que llamamos una manipulación técnica, como las que abundan también en las disciplinas teóricas. 176 STJR §7
El término «FENOMENOLOGÍA» expresa una máxima que puede ser formulada así: «¡a las cosas mismas!» – frente a todas las construcciones en el aire, a los hallazgos fortuitos, frente a la recepción de conceptos sólo aparentemente legitimados, frente a las pseudopreguntas que con frecuencia se propagan como «problemas» a través de generaciones. Pero, podría objetarse que esta máxima es demasiado obvia y que, por otra parte, no hace más que expresar el principio de todo conocimiento científico. Y no se ve por qué esta trivialidad haya de incluirse explícitamente como característica de una investigación. Efectivamente, se trata de «algo obvio», y esta cosa obvia la queremos ver de cerca, en la medida en que con ello podamos ilustrar el procedimiento de este tratado. Nos limitaremos, pues, a la exposición del concepto preliminar de la FENOMENOLOGÍA. 178 STJR §7
La expresión consta de dos partes: fenómeno y logos. Ambas remontan a términos griegos: phainomenon y logos. Tomado externamente, el término «FENOMENOLOGÍA» está formado de un modo semejante a teología, biología, sociología, nombres que se traducen por ciencia de Dios, de la vida, de la sociedad. La FENOMENOLOGÍA sería, pues, la ciencia de los fenómenos. El concepto preliminar de la FENOMENOLOGÍA deberá ser expuesto mediante la caracterización de lo que se quiere decir con cada uno de los componentes de aquel término – «fenómeno» y «logos» – y mediante la fijación del sentido del nombre compuesto por ellos. La historia de la palabra misma, surgida presumiblemente en la escuela de Wolff, no tiene aquí mayor importancia. 180 STJR §7
Aunque el «manifestarse» no es jamás un mostrarse en el sentido del fenómeno, sin embargo, manifestarse sólo es posible sobre la base del mostrarse de algo. Pero este mostrarse composibilitante del manifestarse no es el manifestarse mismo. Manifestarse es anunciarse por medio de algo que se muestra. Cuando se dice, entonces, que con la palabra «manifestación» [«Erscheinung»], apuntamos a algo en lo que se manifiesta una cosa que no es ella misma «manifestación», no queda circunscrito el concepto de fenómeno, sino que ese concepto queda más bien supuesto, pero en forma encubierta, porque en esta determinación de la «manifestación», el término «manifestarse» se emplea en un doble sentido. Eso en lo que algo «se manifiesta» quiere decir aquello en lo que algo se anuncia, e.d. no se muestra. Y cuando se dice que no es ella misma «manifestación», la palabra «manifestación» tiene el sentido de mostrarse. Pero este mostrarse pertenece esencialmente a «aquello en que» algo se anuncia. Por consiguiente, los fenómenos no son jamás manifestaciones, pero toda manifestación está, en cambio, necesitada de fenómenos. Si se define el fenómeno acudiendo al concepto, además poco claro, de «manifestación», entonces todo queda cabeza abajo, y una «crítica» de la FENOMENOLOGÍA sobre esta base es ciertamente una empresa peregrina. 188 STJR §7
Si en esta manera de entender el concepto de fenómeno queda indeterminado cuál es el ente que se designa como fenómeno, y queda abierta la cuestión si lo que se muestra es un ente o un carácter de ser del ente, entonces se habrá alcanzado solamente el concepto formal de fenómeno. Pero, si con la expresión «lo que se muestra» se entiende el ente que – dicho kantianamente – nos resulta accesible mediante la intuición empírica, entonces el concepto formal de fenómeno recibe una legítima aplicación. Tomado en este sentido, fenómeno corresponde al concepto vulgar de fenómeno. Pero este concepto vulgar no es el concepto fenomenológico de fenómeno. En el horizonte de la problemática kantiana lo que se entiende fenomenológicamente por fenómeno puede ilustrarse – mutatis mutandis – en la forma siguiente: lo que en los «fenómenos», es decir en el fenómeno, entendido en sentido vulgar, ya siempre se muestra previa y concomitantemente, aunque no en forma temática, puede ser llevado a una mostración temática, y esto-que-así-se-muestra-en-sí-mismo («formas de la intuición») son los fenómenos de la FENOMENOLOGÍA. Porque evidentemente espacio y tiempo tienen que poderse mostrar así, tienen que poder volverse fenómeno, si Kant pretende formular un enunciado trascendental fundado en las cosas mismas cuando dice que el espacio es el «en dónde» a priori de un orden. 200 STJR §7
Ahora bien, si se ha de llegar a comprender el concepto fenomenológico de fenómeno, cualquiera sea el modo como se determine en forma más precisa lo que se muestra, es indispensable comprender el sentido del concepto formal de fenómeno y su legítima aplicación en la significación vulgar. Antes de fijar el concepto preliminar de la FENOMENOLOGÍA, es necesario delimitar la significación de la palabra logos, con el fin de aclarar en qué sentido la FENOMENOLOGÍA puede ser una «ciencia de» los fenómenos. 202 STJR §7
C. El concepto preliminar de la FENOMENOLOGÍA 224 STJR §7
Si nos representamos concretamente lo que se ha alcanzado en la interpretación de los términos «fenómeno» y «logos», saltará a la vista la íntima relación que hay entre las cosas a las que estos términos se refieren. La expresión FENOMENOLOGÍA podría ser formulada en griego de la siguiente manera: legein ta phainomena. Pero, como legein quiere decir apophainesthai, FENOMENOLOGÍA significará entonces: apophainesthai ta phainomena: hacer ver desde sí mismo aquello que se muestra, y hacerlo ver tal como se muestra desde sí mismo. Éste es el sentido formal de la investigación que se autodenomina FENOMENOLOGÍA. Pero de este modo no se expresa sino la máxima formulada más arriba: «¡A las cosas mismas!» 226 STJR §7
Según esto, el término FENOMENOLOGÍA tiene un sentido diferente al de expresiones tales como teología y otras semejantes. Éstas nombran los objetos de las respectivas ciencias en su contenido quiditativo propio. «FENOMENOLOGÍA» no designa el objeto de sus investigaciones ni caracteriza su contenido quiditativo. La palabra sólo da información acerca de la manera de mostrar y de tratar lo que en esta ciencia debe ser tratado. Ciencia «de» los fenómenos quiere decir: un modo tal de captar los objetos, que todo lo que se discuta acerca de ellos debe ser tratado en directa mostración y justificación. El mismo sentido tiene la expresión, en el fondo tautológica, de «FENOMENOLOGÍA descriptiva». Descripción no significa aquí una manera de proceder como la que tiene lugar, por ejemplo, en la morfología botánica – una vez más, el término tiene un sentido prohibitivo: abstenerse de toda determinación inevidente. El carácter de la descripción misma, el sentido específico del logos, sólo podrá fijarse a partir de la «cosa» que debe ser «descrita», e.d. determinada científicamente en el modo de comparecencia propio de los fenómenos. La significación del concepto formal y vulgar de fenómeno autoriza a llamar formalmente FENOMENOLOGÍA a toda mostración del ente tal como se muestra en sí mismo. 228 STJR §7
Ahora bien, ¿qué es lo que debe tomarse en consideración para desformalizar el concepto formal de fenómeno y convertirlo en un concepto fenomenológico, y cómo se distingue éste del vulgar? ¿Qué es eso que la FENOMENOLOGÍA debe «hacer ver»? ¿A qué se debe llamar «fenómeno» en un sentido eminente? ¿Qué es lo que por esencia necesariamente debe ser tema de una mostración explícita? Evidentemente, aquello que de un modo inmediato y regular precisamente no se muestra, aquello que queda oculto en lo que inmediata y regularmente se muestra, pero que al mismo tiempo es algo que pertenece esencialmente a lo que inmediata y regularmente se muestra, hasta el punto de constituir su sentido y fundamento. 230 STJR §7
Ahora bien, aquello que eminentemente permanece oculto o recae de nuevo en el encubrimiento, o sólo se muestra «disimulado», no es este o aquel ente, sino, como lo han mostrado las consideraciones anteriores, el ser del ente. El ser puede quedar hasta tal punto encubierto que llegue a ser olvidado, y de esta manera enmudezca toda pregunta acerca de él o acerca de su sentido. Aquello, pues, que en un sentido eminente y por su contenido más propio exige convertirse en fenómeno, la FENOMENOLOGÍA lo ha tomado temáticamente «entre manos» como objeto. 232 STJR §7
FENOMENOLOGÍA es el modo de acceso y de determinación evidenciante de lo que debe constituir el tema de la ontología. La ontología sólo es posible como FENOMENOLOGÍA. El concepto fenomenológico de fenómeno entiende como aquello que se muestra el ser del ente, su sentido, sus modificaciones y derivados. Y este mostrarse no es un mostrarse cualquiera, ni tampoco algo así como un manifestarse [Erscheinen]. El ser del ente es lo que menos puede ser concebido como algo «detrás» de lo cual aún habría otra cosa que «no aparece». 234 STJR §7
«Detrás» de los fenómenos de la FENOMENOLOGÍA, por esencia no hay ninguna otra cosa; en cambio, es posible que permanezca oculto lo que debe convertirse en fenómeno. Y precisamente se requiere de la FENOMENOLOGÍA porque los fenómenos inmediata y regularmente no están dados. Encubrimiento es el contraconcepto de «fenómeno». 236 STJR §7
Por su parte, el encubrimiento mismo, entendido como ocultamiento, como recubrimiento o como disimulo, tiene una doble posibilidad. Hay encubrimientos fortuitos y encubrimientos necesarios; estos últimos son los que se fundan en el modo como está descubierto lo descubierto [Bestandart des Entdeckten]. Los conceptos y proposiciones fenomenológicos originariamente extraídos, están expuestos, por el hecho mismo de comunicarse en forma de enunciado, a la posibilidad de desvirtuarse. Se propagan en una comprensión vacía, pierden el arraigo en su propio fundamento, y se convierten en una tesis que flota en el vacío. La posibilidad de anquilosamiento y de que se vuelva inasible lo que originariamente estaba al «alcance de la mano» acompaña al trabajo concreto de la FENOMENOLOGÍA misma. Y lo difícil de esta investigación consiste precisamente en hacerla crítica frente a sí misma en un sentido positivo. 240 STJR §7
El modo de comparecencia del ser y de las estructuras de ser en cuanto fenómenos debe empezar por serle arrebatado a los objetos de la FENOMENOLOGÍA. De ahí se sigue que tanto el punto de partida del análisis, como el acceso al fenómeno y la penetración a través de los encubrimientos dominantes requieran una particular precaución metodológica. La idea de una aprehensión y explicación «originaria» a la vez que «intuitiva» de los fenómenos implica exactamente lo contrario de la ingenuidad de una «visión» fortuita, «inmediata» e impensada. 242 STJR §7
Sobre la base del concepto preliminar de FENOMENOLOGÍA que hemos delimitado, puede ahora fijarse también la significación de los términos «fenoménico» y «fenomenológico». Llámase «fenoménico» [«phanomenal»] lo que se da y es explicitable en el modo de comparecencia del fenómeno; en este sentido se habla de estructuras fenoménicas. «Fenomenológico» [«phanomenologisch»] es todo lo relativo al modo de la mostración y explicación, y todo el aparato conceptual requerido en esta investigación. 244 STJR §7
Considerada en su contenido, la FENOMENOLOGÍA es la ciencia del ser del ente – ontología. Al hacer la aclaración de las tareas de la ontología, surgió la necesidad de una ontología fundamental; ésta tiene como tema el ente óntico-ontológicamente privilegiado (el Dasein), y de esta suerte se ve enfrentada al problema cardinal, esto es, a la pregunta por el sentido del ser en cuanto tal [von Sein überhaupt]. De la investigación misma se desprenderá que el sentido de la descripción fenomenológica en cuanto método es el de la interpretación [Auslegung]. El logos de la FENOMENOLOGÍA del Dasein tiene el carácter del hermeneuein, por el cual le son anunciados a la comprensión del ser que es propia del Dasein mismo el auténtico sentido del ser y las estructuras fundamentales de su propio ser. La FENOMENOLOGÍA del Dasein es hermenéutica, en la significación originaria de la palabra, significación en la que designa el quehacer de la interpretación. Ahora bien, en tanto que por el descubrimiento del sentido del ser y de las estructuras fundamentales del Dasein se abre el horizonte para toda ulterior investigación ontológica de los entes que no son el Dasein, esta hermenéutica se convierte también en una «hermenéutica» en el sentido de la elaboración de las condiciones de posibilidad de toda investigación ontológica. Y puesto, por último, que el Dasein tiene una primacía ontológica frente a todo otro ente – como el ente que es en la posibilidad de la existencia – la hermenéutica cobra, en cuanto interpretación del ser del Dasein, un tercer sentido específico, filosóficamente hablando el primario: el sentido de una analítica de la existencialidad de la existencia. En cuanto esta hermenéutica elabora ontológicamente la historicidad del Dasein como condición óntica de la posibilidad del saber histórico, ella sirve, en seguida, de terreno de arraigo para aquello que sólo derivadamente puede ser llamado «hermenéutica»: la metodología de las ciencias históricas del espíritu. 248 STJR §7
Ontología y FENOMENOLOGÍA no son dos disciplinas diferentes junto a otras disciplinas de la filosofía. Los dos términos caracterizan a la filosofía misma en su objeto y en su modo de tratarlo. La filosofía es una ontología fenomenológica universal, que tiene su punto de partida en la hermenéutica del Dasein, la cual, como analítica de la existencia, ha fijado el término del hilo conductor de todo cuestionamiento filosófico en el punto de donde éste surge y en el que, a su vez, repercute. 252 STJR §7
Las siguientes investigaciones sólo han sido posibles sobre el fundamento establecido por E. Husserl, en cuyas Investigaciones Lógicas la FENOMENOLOGÍA se abrió paso por primera vez. Las aclaraciones que hemos hecho del concepto preliminar de FENOMENOLOGÍA indican que lo esencial en ella no consiste en ser una «co mente» filosófica real. Por encima de la realidad está la posibilidad. La comprensión de la FENOMENOLOGÍA consiste únicamente en aprehenderla como posibilidad. 254 STJR §7
Al mostrar cómo toda visión se funda primariamente en el comprender – la circunspección del ocuparse es la comprensión en cuanto comprensión común – se le ha quitado a la pura intuición su primacía, la cual corresponde, en un plano noético, a la tradicional primacía ontológica de lo que esta-ahí. Tanto la «intuición» como el «pensar» son derivados ya lejanos del comprender. También la «intuición de esencias» de la FENOMENOLOGÍA se funda en el comprender existencial. No es posible pronunciarse acerca de este modo del ver antes de haber obtenido los conceptos explícitos de ser y de estructura de ser, única forma posible de que pueda haber fenómenos en sentido fenomenológico. 966 STJR §31
La pregunta por el «origen» del descubrimiento teorético a partir de la ocupación circunspectiva surge dentro del curso de los análisis ontológico-existenciales; ya este solo hecho indica que el problema no es aquí la historia y evolución óntica de la ciencia, ni sus causas fácticas o fines inmediatos. Al buscar la génesis ontológica del comportamiento teorético, preguntamos: ¿cuáles son, en la constitución de ser del Dasein, las condiciones de posibilidad existenciales necesarias para que el Dasein pueda existir en la forma de la investigación científica? El planteamiento de este problema apunta a un concepto existencial de la ciencia. Distinto de éste es el concepto «lógico», que comprende a la ciencia en función de sus resultados, y la define como un «conjunto de proposiciones verdaderas, es decir, válidas, en el que unas proposiciones se fundan en otras». El concepto existencial comprende la ciencia como una forma de existencia y, por consiguiente, como un modo del estar-en-el-mundo que descubre o bien abre el ente o el ser. Una interpretación existencial de la ciencia plenamente satisfactoria sólo podrá ser realizada cuando se hayan aclarado desde la temporeidad de la existencia el sentido del ser y la «conexión» entre ser y verdad. Las reflexiones que siguen preparan la comprensión de esta problemática central; en el curso de ellas, podrá desarrollarse también una idea de la FENOMENOLOGÍA más acabada que el mero concepto preliminar dado a conocer en la Introducción. 2436 STJR §69