Heidegger, fenomenologia, hermenêutica, existência

Dasein descerra sua estrutura fundamental, ser-em-o-mundo, como uma clareira do AÍ, EM QUE coisas e outros comparecem, COM QUE são compreendidos, DE QUE são constituidos.

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proyecto conductor

quarta-feira 13 de dezembro de 2023

Verdad y apariencia, conocimiento y arte, no pueden, por lo tanto, haber desaparecido con la abolición del "mundo verdadero y el mundo aparente" y su contraposición. La esencia de la verdad, en cambio, tiene que haberse transformado. ¿Pero en qué sentido y en qué dirección? Evidentemente en aquella que se determina desde aquel PROYECTO CONDUCTOR de la vida, y con ella del ser y de la realidad en general, que está ya a la base de la eliminación del mundo verdadero y el mundo aparente y de su contraposición. Es de presumir que este proyecto irá tanto más hasta el extremo del pensar metafísico desde el momento en que la interpretación enraizada en él y la aparente disolución de la verdad toman precisamente este camino. En el ámbito de lo extremo sólo existe la única pregunta de cómo se lo soportará; de si se lo comprenderá de acuerdo con su esencia oculta como final y se lo salvará pasando a algo que le corresponda, es decir, a otro inicio. Pero mucho antes de ello tenemos que llegar a saber adónde llega el propio Nietzsche   en su marcha hacia el extremo. Heideggeriana  : VontadePoder  

Qué significa acabamiento, respecto de qué no se lo debe evaluar, en qué medida puede constatarse en él una "doctrina", de qué modo se mantiene dentro del PROYECTO CONDUCTOR (el ente despejado en el ser) que fundamenta y estructura la metafísica como tal, si el acabamiento cumple las posibilidades últimas del PROYECTO CONDUCTOR y de esta manera lo deja en el campo de lo incuestionado, todo esto no puede ser tratado aquí. Heideggeriana  : EternoRetorno  

Que la filosofía de Nietzsche sólo desfigura, aplana y rechaza dogmáticamente la metafísica anterior es una mera apariencia, aunque una apariencia muy persistente mientras nos representemos de modo superficial el pensamiento fundamental de Nietzsche. La superficialidad consiste en desatender la meditación histórica sobre la metafísica occidental y en repensar los proyectos llevados a cabo por las respectivas posiciones fundamentales sólo dentro de los límites de lo que ellos mismos dicen. Al hacer esto se olvida que su decir habla inevitablemente desde un trasfondo del que aquellas, aun sin interrogarlo expresamente, provienen y hacia el cual, de manera igualmente irreflexiva, vuelven su palabra. Las diferentes posiciones fundamentales comprenden la entidad del ente dentro del proyecto griego inicial que les antecede y consideran al ser del ente determinado en el sentido de la consistencia del presenciar. Si pensamos las posiciones metafísicas fundamentales en el horizonte de este PROYECTO CONDUCTOR, estamos a salvo de concebir la filosofía de Nietzsche de modo superficial y de clasificarla con las etiquetas historiográficas usuales como "heraclítismo", "metafísica de la voluntad" o "filosofía de la vida". Heideggeriana: EternoRetorno

Si pensamos desde el PROYECTO CONDUCTOR de la entidad del ente que sustenta y sobrepasa inicialmente toda la historia de la metafísica, reconoceremos el carácter metafísicamente necesario y definitivo de la doctrina de eterno retorno de lo mismo. La determinación de la conexión de esta doctrina con el pensamiento fundamental de la voluntad de poder hace que la filosofía de Nietzsche aparezca como la eminente posición histórica final de la metafísica occidental. Para un saber tal, ella se coloca a su vez en la necesidad de esa confrontación [Aus-einander-setzung] en la cual y para la cual la metafísica occidental, en cuanto totalidad de una historia acabada, se retrotrae a lo esencialmente sido [Gewesenheit  ], es decir, a su definitivo carácter futuro. Lo esencialmente sido es la liberación hacia su esencia [Wesen] de lo que aparentemente no es más que pasado, la tra-ducción del inicio, aparentemente hundido de modo definitivo, a su carácter inicial, gracias al cual sobrepasa todo lo que le sigue y es así futuro. Lo pasado que esencia [wesende], la entidad proyectada en cada caso como velada verdad del ser, predomina por encima de todo lo que en el presente, gracias a su eficacia, vale como lo efectivamente real. Heideggeriana: EternoRetorno

¿Pero - según se dice - qué podría significar la eliminación de la distinción entre ambas y la supresión de lo así distinguido sino reencontrar el camino a lo inicial y por lo tanto la superación de la metafísica? La doctrina de Nietzsche no es, sin embargo, superación de la metafísica, sino que es la más extrema y enceguecida reivindicación de su PROYECTO CONDUCTOR. Por eso es algo esencialmente diferente de una débil reminiscencia historiográfica de antiguas doctrinas sobre el curso cíclico del acontecer universal. Heideggeriana: EternoRetorno

Que ambos pensamientos piensan lo mismo, la voluntad de poder en términos modernos, el eterno retorno de lo mismo en términos de la historia final, resultará visible si sometemos a una meditación el PROYECTO CONDUCTOR de toda metafísica. En la medida en que éste representa el ente en general en dirección de su entidad, pone al ente en cuanto tal en lo abierto de la consistencia y de la presencia. Sin embargo, desde qué ámbito son re-presentados [vor-gestellt] la consistencia y el presenciar y, más aún, el volver consistente del presenciar, es algo que no le inquieta jamás al PROYECTO CONDUCTOR de la metafísica. La metafísica se mantiene simplemente en lo abierto de su proyecto y da al volver consistente del presenciar una interpretación en cada caso diferente, de acuerdo con la experiencia básica de la entidad del ente ya previamente determinada. Pero si se despierta una meditación para la cual lo despejante [Lichtende] que hace acaecer [ereignet  ] toda apertura de lo abierto entre en la mirada, entonces el volver consistente y el presenciar mismos son interrogados respecto de su esencia. Ambos muestran entonces su esencia temporal   y exigen al mismo tiempo que desaparezca de la mente lo que se comprende habitualmente con la palabra "tiempo". Heideggeriana: EternoRetorno

La voluntad de poder se torna ahora comprensible como volver consistente la sobreelevación, es decir, el devenir, y de ese modo como una determinación transformada del PROYECTO CONDUCTOR metafísico. El eterno retorno de lo mismo lleva, por así decirlo, su esencia delante de sí como el más constante volver consistente del devenir de lo constante. Aunque todo esto, por supuesto, sólo para la mirada de ese preguntar que ha puesto en cuestión la entidad respecto de su ámbito de proyección y de su fundación, un preguntar en el que el PROYECTO CONDUCTOR de la metafísica, y por lo tanto ésta misma, ya han sido superados desde su fundamento, en el que ya no se los admite como el primer y único ámbito que sirve de norma. Heideggeriana: EternoRetorno