Heidegger, fenomenologia, hermenêutica, existência

Dasein descerra sua estrutura fundamental, ser-em-o-mundo, como uma clareira do AÍ, EM QUE coisas e outros comparecem, COM QUE são compreendidos, DE QUE são constituidos.

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Rivera (2001:38) – im-pessoal [das Man] e im-propriedade [Uneigentlichkeit]

quinta-feira 31 de outubro de 2024

Ahora bien, estando con los otros [Mitsein], el Dasein puede ser sí-mismo no desde lo más propio de sí mismo [eigentlich], no desde lo propísimo de su ser, sino desde lo im-personal que es de todos sin ser “propiamente” de nadie. Hace lo que “se” hace, dice lo que “se” dice, repite lo que todos repiten. Se comporta no desde su más propio sí-mismo, sino desde el sí-mismo que Heidegger llama el Man, el Uno, la gente. No proyecta su ser desde su ser más propio, desde su ser personal, sino desde el colectivo Uno, que son todos y ninguno, que es una suerte de Don Nadie. Desde este Don Nadie se puede vivir y existir, pero en este caso, se existe en forma im-propia [uneigentlich].

Pero, nótese: la im-propiedad [Uneigentlcihkeit] es un modo de ser sí-mismo, es decir, un modo de ser propio (ontológicamente propio). No es un modo propio de ser propio, sino un modo im-propio o inauténtico de ser cada vez yo mismo.

Por eso Heidegger añade, en el texto que estamos comentando (§ 9): “Y, por otra parte, cada vez el Dasein es mío en esta o aquella manera de ser. Ya siempre se ha decidido de alguna manera en qué forma el Dasein es cada vez mío. El ente al que en su ser le va este mismo, se comporta en relación a su ser como en relación a su posibilidad [Möglichkeit] más propia. El Dasein es cada vez su posibilidad, y no la ‘tiene’ tan sólo a la manera de una propiedad que estuviera-ahí. Y porque el Dasein es cada vez esencialmente su posibilidad, este ente puede en su ser ‘escogerse’, ganarse a sí mismo, puede perderse, es decir, no ganarse jamás o sólo ganarse ‘aparentemente’. Haberse perdido y no haberse ganado todavía, él lo puede sólo en la medida en que, por su esencia, puede ser propio, es decir, en la medida en que es suyo. Ambos modos de ser, propiedad e impropiedad — estas expresiones han sido adoptadas terminológicamente en su estricto sentido literal —, se fundan en que el Dasein en cuanto tal está determinado por el ser-cada-vez-mío. Pero la impropiedad del Dasein no significa, por así decirlo, un ser ‘menos’ o un grado de ser ‘inferior’. Por el contrario, la impropiedad puede determinar al Dasein en lo que tiene de más concreto, en sus actividades, motivaciones, intereses y goces” (p. 68).

[RIVERA  , Jorge E. Heidegger y Zubiri  . Santiago de Chile: Ed. Universitaria, 2001]


Ver online : Jorge Eduardo Rivera