Heidegger, fenomenologia, hermenêutica, existência

Dasein descerra sua estrutura fundamental, ser-em-o-mundo, como uma clareira do AÍ, EM QUE coisas e outros comparecem, COM QUE são compreendidos, DE QUE são constituidos.

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constitución del Dasein

quarta-feira 13 de dezembro de 2023

Verfassung   des Daseins

Una mirada a la ontología usual muestra que, junto con haber errado la CONSTITUCIÓN DEL DASEIN   que es el estar-en-el-mundo, se ha pasado por alto el fenómeno de la mundaneidad. En reemplazo suyo, se intenta interpretar el mundo a partir del ser del ente que está-ahí dentro del mundo y que, además, por lo pronto no está en absoluto descubierto, es decir, a partir de la naturaleza. La naturaleza – comprendida en sentido ontológico-categorial – es un caso límite del ser del posible ente intramundano. El Dasein sólo puede descubrir al ente como naturaleza, en este sentido, en un modo determinado de su estar-en-el-mundo. Este conocimiento tiene el carácter de una determinada desmundanización del mundo. La «naturaleza», como concepto categorial global de las estructuras de ser de un determinado ente que comparece dentro del mundo, jamás puede hacer comprensible la mundaneidad. Asimismo, el fenómeno de la «naturaleza», tomado por ej. en el sentido del concepto de naturaleza del romanticismo, sólo es ontológicamente comprensible desde el concepto de mundo, es decir, desde la analítica del Dasein. STJR   §14

Ahora bien, esta estructura concierne al todo de la CONSTITUCIÓN DEL DASEIN. El anticiparse-a-sí no es una tendencia aislada en un «sujeto» sin mundo, sino que caracteriza al estar-en-el-mundo. Pero éste, junto con estar entregado a sí mismo, ya está siempre arrojado en un mundo. La entrega del Dasein a sí mismo se muestra originaria y concretamente en la angustia. El anticiparse-a-sí, más plenamente comprendido, significa anticiparse-a-sí-estando-ya-en-un-mundo. Tan pronto como esta estructura esencialmente unitaria ha sido fenoménicamente vista se aclara también lo expuesto más arriba al hacer el análisis de la mundaneidad. El resultado de ese análisis fue que el todo remisional de la significatividad constitutiva de la mundaneidad se «afinca» en un por-mor-de. La trabazón del todo remisional, de los múltiples respectos del «para-algo», con aquello que al Dasein le va, no es la soldadura de un «mundo» de objetos que esté-ahí, con un sujeto. Es, más bien, la expresión fenoménica de la constitución originariamente total del Dasein, cuya totalidad ha quedado ahora explícitamente puesta de relieve como un anticiparse-a-sí-estando-ya-en… Dicho de otra manera: el existir es siempre existir fáctico. La existencialidad está determinada esencialmente por la facticidad. STJR §41

El «vacío» y «generalidad» con que las estructuras existenciales se presentan en un plano óntico tiene su propia precisión y plenitud ontológica. La totalidad de la CONSTITUCIÓN DEL DASEIN no es, por consiguiente, algo simple en su unidad, sino que muestra una articulación estructural que se expresa en el concepto existencial del cuidado. STJR §42

¿Y qué sucede con el haber previo de la situación hermenéutica en que nos encontramos? ¿Cuándo y en qué forma se ha asegurado el análisis existencial de que, al tomar pie en la cotidianidad, hacía entrar al Dasein entero – a este ente, desde su «comienzo» hasta su «final» – en la mirada fenomenológica tematizante? Hemos afirmado, ciertamente, que el cuidado es la totalidad del todo estructural de la CONSTITUCIÓN DEL DASEIN. ¿Pero no se renuncia ya en el punto de partida de la interpretación a la posibilidad de poner bajo la mirada al Dasein como un todo? En efecto, cotidianidad es precisamente el ser «entre» el nacimiento y la muerte. Y si la existencia determina el ser del Dasein y la esencia de la existencia está co-constituida por el poder-ser, entonces, mientras exista, el Dasein, pudiendo ser, tendrá siempre que no ser todavía algo. Un ente cuya esencia consiste en la existencia se resiste esencialmente a la posibilidad de ser aprehendido como un ente entero. La situación hermenéutica no sólo no se ha asegurado hasta ahora el «haber» del ente entero, sino que cabe incluso preguntarse si este «haber» es siquiera alcanzable, y si una interpretación ontológica originaria del Dasein no tendrá que fracasar – por el modo de ser del ente temático mismo. STJR §45

La posibilidad más propia es irrespectiva. El adelantarse hace comprender al Dasein que debe hacerse cargo exclusivamente por sí mismo del poder-ser en el que está radicalmente en juego su ser más propio. La muerte no «pertenece» tan sólo indiferentemente al propio Dasein, sino que ella reivindica a éste en su singularidad. La irrespectividad de la muerte, comprendida en el adelantarse, singulariza al Dasein aislándolo en sí mismo. Este aislamiento es un modo como el «Ahí» se abre para la existencia. El aislamiento pone de manifiesto el fracaso de todo estar en medio de lo que nos ocupa y de todo coestar con otros cuando se trata del poder-ser más propio. El Dasein no puede ser él mismo de un modo propio sino cuando, por sí mismo, se posibilita para ello. Sin embargo, el fracaso de la ocupación y de la solicitud no significa de ningún modo una desvinculación de estas maneras de ser del Dasein respecto del ser-sí-mismo propio. Como estructuras esenciales de la CONSTITUCIÓN DEL DASEIN, ellas forman parte de la condición de posibilidad de la existencia como tal. El Dasein es él mismo de una manera propia sólo en la medida en que en cuanto ocupado estar en medio de… y solícito estar con…, se proyecta primariamente hacia su más propio poder-ser y no hacia la posibilidad del uno-mismo. El adelantarse hasta la posibilidad irrespectiva fuerza al ente que se adelanta a entrar en la posibilidad de hacerse cargo de su ser más propio desde sí mismo y por sí mismo. STJR §53

El análisis preparatorio nos ha abierto el acceso a una multiplicidad de fenómenos que, si bien están centrados en el todo estructural del cuidado, que les sirve de fundamento, no debe, sin embargo, escapar a la mirada fenomenológica. El todo originario de la CONSTITUCIÓN DEL DASEIN no excluye sino que, en cuanto articulado, más bien exige tal multiplicidad. La originariedad de una estructura de ser no se confunde con la simplicidad y unicidad de un primer elemento constitutivo. El origen ontológico del ser del Dasein no es «menor» que lo que de él procede, sino que lo sobrepasa de antemano en poderosidad, puesto que todo «proceder» es, en el terreno ontológico, degeneración. La penetración ontológica en dirección al «origen» no conduce a cosas ónticamente obvias para el «entendimiento común», sino que para ella se abre precisamente la cuestionabilidad de todo lo obvio. STJR §67

No parece necesario puntualizar una vez más que cuando en el curso de la interpretación existencial hablamos de la determinación «espacio-tempórea» del Dasein, esto no significa un estar-ahí del Dasein «en el espacio y en el tiempo». La temporeidad es el sentido de ser del cuidado. La CONSTITUCIÓN DEL DASEIN y sus maneras de ser sólo son ontológicamente posibles sobre la base de la temporeidad, prescindiendo del hecho de si este ente se presenta o no «en el tiempo». Pero entonces también la espacialidad específica del Dasein deberá fundarse en la temporeidad. Por otra parte, la demostración de que esta espacialidad sólo es existencialmente posible por medio de la temporeidad no puede tener como finalidad la deducción del espacio a partir del tiempo, es decir, su disolución en puro tiempo. Si la espacialidad del Dasein es «abarcada» por la temporeidad, en el sentido de que queda existencialmente fundada por ella, esta relación entre espacio y tiempo, que deberá aclararse más adelante, es asimismo diferente de la primacía del tiempo sobre el espacio, en el pensamiento de Kant  . Que las representaciones empíricas de lo que está-ahí «en el espacio» transcurran «en el tiempo», en cuanto sucesos psíquicos, y que de este modo lo «físico» también se presente mediatamente «en el tiempo», no es en absoluto una interpretación ontológico-existencial del espacio como forma de la intuición, sino la constatación óntica de que el ente que está psíquicamente ahí transcurre «en el tiempo». STJR §70