Heidegger, fenomenologia, hermenêutica, existência

Dasein descerra sua estrutura fundamental, ser-em-o-mundo, como uma clareira do AÍ, EM QUE coisas e outros comparecem, COM QUE são compreendidos, DE QUE são constituidos.

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afección

quarta-feira 13 de dezembro de 2023

Affektion

Y sólo por pertenecer ontológicamente a un ente cuyo modo de ser es el del estar-en-el-mundo en disposición afectiva, pueden los «sentidos» ser «tocados» y «tener sentido para», de tal manera que lo que los toca se muestre en la AFECCIÓN. Eso que llamamos AFECCIÓN no podría tener lugar ni siquiera como efecto de la máxima presión y resistencia, y la resistencia misma quedaría esencialmente sin descubrir, si el estar-en-el-mundo en disposición afectiva no se encontrase ya consignado a la posibilidad, bosquejada por los estados de ánimo, de ser afectado por el ente intramundano. En la disposición afectiva se da existencialmente un aperiente estar-consignado al mundo desde el cual puede comparecer lo que nos concierne. En efecto, desde un punto de vista ontológico fundamental, es necesario confiar el descubrimiento primario del mundo al «mero estado de ánimo». Una pura intuición, aunque penetrase en las fibras más íntimas del ser de lo que está-ahí, jamás podría descubrir algo así como lo amenazante. STJR   §29

Sólo un ente que por el sentido mismo de su ser se encuentra [afectivamente dispuesto], es decir, sólo un ente que, mientras existe ya siempre   ha sido, y que constantemente existe en algún modo del haber-sido, puede ser «afectado». La AFECCIÓN presupone ontológicamente la presentación, y de tal manera la presupone, que en la presentación el Dasein   puede ser traído de vuelta a sí mismo en cuanto «sido». La manera como se haya de caracterizar ontológicamente la estimulación y AFECCIÓN de los sentidos en un simple viviente, y cómo y dónde, en general, el ser de los animales, por ejemplo, esté constituido por un cierto «tiempo», son problemas que requerirían un tratamiento particular. STJR §68

Lo preocupante, en este tiempo nuestro que da que pensar, se muestra en que todavía no pensamos. Todavía no pensamos porque lo que está por-pensar le da la espalda al hombre, y en modo alguno sólo porque el hombre no se dirija de un modo suficiente a aquello que está por pensar. Lo por-pensar le da la espalda al hombre. Se retira de él reservándose en relación con él. Pero lo reservado (Vorenthalten) nos está ya siempre pre-sentado. Lo que se retira según el modo del reservarse no desaparece. Pero ¿de qué modo podemos saber algo, aunque sea lo más mínimo, de aquello que se retira de esta manera? ¿Cómo podemos llegar siquiera a nombrarlo? Lo que se retira, rehúsa el advenimiento. Pero… retirarse no es lo mismo que nada. Retirada es aquí reserva y como tal… acaecimiento propio. Lo que se retira puede concernirle al hombre de un modo más esencial y puede interpelarlo de un modo más íntimo que cualquier presente que lo alcance y le afecte. A lo que nos afecta de lo real nos gusta considerarlo como lo que constituye la realidad de lo real. Pero precisamente la AFECCIÓN que tiene lugar por obra de lo real puede encerrar al hombre aislándolo de lo que le concierne, que le concierne de un modo ciertamente enigmático: el de concernirle escapándosele al retirarse. La retirada, el retirarse de lo que está por-pensar, podría, por esto, como acaecimiento propio, ser ahora más presente que todo lo actual. QuePensar  

¿Qué explicación tiene el hecho de que la existencia humana ya se haya procurado un reloj antes de todos los relojes de bolsillo y relojes solares? ¿Dispongo del ser del tiempo, y me refiero juntamente a mí mismo cuando digo "ahora"? ¿Soy yo mismo el ahora y es mi existencia el tiempo? ¿O finalmente es el tiempo mismo el que se proporciona el reloj en nosotros? En el libro XI de sus Confesiones San Agustín planteó la pregunta de si el espíritu mismo es el tiempo. Y luego dejó ahí estancada su pregunta. "In te, anime meus, tempora metior; noli mihi obstrepere: quod est; noli bibi obstrepere turbis affectionum tuarum. In te, in quam, tempora metior; affectionem quam res praetereuntes in te faciunt, et cum illae praeterierin manet, ipsam metior praesetem, non eas quae praeterierunt ut fieret: ipsam metior, cum tempora metior". Parafraseando el texto según su sentido: "En ti, espíritu mío, mido los tiempos. A ti te mido cuando mido el tiempo. No te atravieses en mi camino con la pregunta: ¿cómo es esto? No me induzcas a apartar la vista de ti a través de una falsa pregunta y tampoco obstruyas tu camino con la perturbación de lo que pueda afectarte. En ti — repito una y otra vez — mido el tiempo. Las cosas que pasan y te salen al encuentro producen en ti una AFECCIÓN que permanece, mientras ellas desaparecen. Mido la AFECCIÓN en la existencia presente, no las cosas que pasan produciéndola. Repito que es mi manera de encontrarme lo que yo mido cuando mido el tiempo" BZ  

Pero lo que para Aristóteles   es la empeiria  , la anoticiada intención previa del estado de cosas — "Si…así…", (Si… entonces….) —, no es aún para Kant   ninguna "experiencia" sino una "percepción". Como ejemplo de tales conocimientos Kant pone en los "Prolegomena" la noticia de que cada vez que el sol brilla la piedra se calienta. Hay una "experiencia" en sentido kantiano recién cuando esta noticia se ha modificado esencialmente en el conocimiento: porque el sol brilla, entonces la piedra se calienta. La proposición "El sol calienta la piedra" da por encima de la percepción la noticia moderna de un estado de cosas perceptible sensiblemente, pero a la vez objetivo, válido para todos, a saber de una referencia causa-efecto. Kant dice: "Experiencia es un conocimiento empírico, es decir, un conocimiento que a través de percepciones determina a un objeto. Es por lo tanto una síntesis de percepciones, que en sí misma no está contenida en la percepción, sino que contiene la unidad sintética de lo diverso de las mismas en una conciencia, la cual (unidad) constituye lo esencial de un conocimiento de los objetos de los sentidos, es decir, de la experiencia (no meramente de la intuición o AFECCIÓN de los sentidos)" (Crítica de la Razón Práctica, B 218 y sigs. ). Lo que Kant concibe como "experiencia" está realizado como ciencia matemática de la naturaleza en el sentido de Newton  . HegelFenomenologia  

¿Pero no es que de tal modo la filosofía se convierte en cosa de la AFECCIÓN (Affektion), de los afectos y de los sentimientos? "Con hermosos sentimientos se hace mala literatura", "C’est avec les beaux sentiments que l’on fait la mauvaise littérature". Esta frase de André Gide no vale sólo para la literatura; vale todavía más para la filosofía. Los sentimientos no pertenecen a la filosofía; ni siquiera los más bellos. Los sentimientos, se dice, son algo irracional. La filosofía, en cambio, no sólo es algo racional, sino la verdadera administradora de la ratio. En tanto sostenemos esto, de improviso hemos decidido algo acerca de lo que la filosofía es. Con una respuesta ya nos hemos adelantado a nuestra pregunta. Todos dan por cierta la proposición según la cual la filosofía es cosa de la ratio. Sin embargo, quizás esta afirmación es una respuesta apresurada y atropellada a la pregunta: ¿Qué es eso de filosofía? Pues a esta respuesta podemos oponer en seguida nuevas preguntas. ¿Qué es eso de ratio, razón (Vernunft  )? ¿Dónde y quién ha decidido qué es la ratio? ¿La ratio misma se hizo dueña de la filosofía? Si "sí", ¿con qué derecho? Si "no", ¿de dónde recibe su misión y su papel? Si lo que pasa por ratio fué establecido única y exclusivamente por la filosofía y dentro de la marcha de su historia (Geschichte  ), entonces no es buen recurso dar por sentado de antemano que la filosofía es cosa de la ratio. Con todo, en cuanto ponemos en duda la caracterización de la filosofía como comportamiento racional, del mismo modo resulta también dudoso que la filosofía pertenezca al dominio de lo irracional. Pues quien quiere determinar la filosofía como irracional, toma con ello lo racional como norma de la delimitación, y por cierto que de modo tal que de nuevo presupone como comprensible de suyo qué es la ratio. QueFilosofia  

Si en cambio señalamos hacia la posibilidad de que aquello a que se refiere la filosofía nos atañe y nos toca-de-cerca (be-rührt) a nosotros los hombres en nuestra esencia (Wesen  ), entonces pudiera ser que esta AFECCIÓN (Affektion) no tuviera absolutamente nada que ver con lo que corrientemente se llama afectos y sentimientos, en una palabra, con lo irracional. QueFilosofia

Sin esta intuición, los conceptos de ser carecen de relación con el objeto; por esa sola relación reciben ellos lo que Kant llama su "significado". "Ser" quiere decir posición, posición en el poner por medio del pensamiento en cuanto acción del entendimiento. Pero esta posición sólo es capaz de poner algo como objeto, es decir, como puesto enfrente y así hacerlo estar como objectum (Gegenstand  ), si por medio de la intuición sensible, es decir, por la AFECCIÓN de los sentidos se da a la posición algo que puede ser puesto. Sólo, la posición como posición de una AFECCIÓN, nos da a entender lo que significa para Kant el ser del ente. KantSer  

En la AFECCIÓN por medio de nuestros sentidos se nos da siempre una multiplicidad de representaciones. Para que la "muchedumbre" dada, el flujo de esta multiplicidad, llegue un estar y se pueda mostrar así lo que está enfrente (Objeto), la multiplicidad debe estar ordenada, es decir, enlazada. El enlace no puede venir nunca por medio de los sentidos. Todo enlace surge, según Kant, de aquella facultad de representación que se llama entendimiento; cuyo rasgo fundamental es el poner, en cuanto síntesis. La posición tiene el carácter de proposición, es decir, de juicio, por el cual algo es antepuesto como algo, un predicado es atribuido a un sujeto por el "es". Pero en cuanto la posición como proposición se relaciona necesariamente con lo dado en la AFECCIÓN, para que un objeto sea conocido por nosotros, el "es" como cópula recibe por eso un nuevo sentido. Kant lo determina por vez primera en la segunda edición de la Crítica de la razón pura (S19, B 140 ss.). Al comienzo del § 19 escribe: "Nunca me ha satisfecho la definición que los lógicos dan del juicio en general, es, como ellos dicen, la representación de una relación entre dos conceptos". KantSer

Apercepción significa: 1. lo que de antemano está en todo representar como lo que unifica. 2. lo que en ese previo darse de la unidad está al mismo tiempo referido a la AFECCIÓN. La percepción así entendida es "el punto más alto en el que … toda la lógica… debe fijarse". Kant no dice: al que se debe fijar. De ese modo, toda la lógica se añadiría ulteriormente a algo subsistente sin esta "lógica". La apercepción trascendental es más bien "el punto más alto al cual" la lógica en su totalidad como tal se fija y pende, que ella realiza en tanto toda su esencia depende de la apercepción trascendental, por eso debe pensársela a partir de este origen y sólo así. KantSer

La guía para la interpretación del ser del ente reza, también ahora: ser y pensar. Pero el uso recto del entendimiento reposa en el hecho de que el pensar, como representar que pone y juzga, como posición y proposición se determina desde la apercepción trascendental y sigue relacionado con la AFECCIÓN por medio de los sentidos. El pensar está sumergido en la subjetividad afectada por la sensibilidad, es decir, en la subjetividad finita del hombre. "Yo pienso" significa: enlazo una multiplicidad dada y sensible de representaciones desde la previa visión de la unidad de la apercepción, que se articula en la pluralidad delimitada de los conceptos puros del entendimiento, es decir, las categorías. KantSer

En tanto la esencia de la posición se determina por la apercepción trascendental, relacionada a la AFECCIÓN sensible, como proposición objetiva, como juicio objetivo, también el "punto máximo" del pensar, es decir, la posibilidad del entendimiento mismo debe mostrarse como el fundamento de todas las proposiciones posibles y en consecuencia, como principio   (Grundsatz  ). Así dice el título del § 17 (B 136): "El principio (Grundsatz) de la unidad sintética de la apercepción es el principio (Prinzip) supremo de todo uso del entendimiento". KantSer

Observemos otra vez: Kant no explica ahora el ser y la existencia desde la relación con la facultad del entendimiento, sino desde la relación con la facultad del conocimiento, es decir, con el entendimiento, en efecto, con el juicio, pero de tal modo que éste recibe su determinación desde la referencia a la experiencia (sensación). Ser sigue siendo posición, pero incluido en la relación con la AFECCIÓN. En los predicados de ser posible, efectivo y necesario yace una "determinación del objeto", aunque sólo una "cierta" determinación, en tanto se enuncia algo del objeto en sí mismo, de él en cuanto objeto, a saber respecto de su objetividad, es decir, el "estar frente a" respecto de su propia existencia, pero no respecto de su realidad (Ralität), esto es: quiddidad (Sachheit  ). Para la interpretación crítico-trascendental del ser del ente, ya no vale la tesis precrítica de que el ser "no es un predicado". Ser no es, como ser posible, efectivo, necesario, un predicado real (óntico), pero sí un predicado trascendental (ontológico). KantSer

Para el ejercicio de los mismos "se nos exigen", a nosotros los hombres, "dos cosas totalmente heterogéneas". ¿En qué sentido? El entendimiento y la intuición sensible son de especie completamente distinta; aquel es exigible "para los conceptos", ésta "para los objetos que les corresponden". Nuestro entendimiento nunca es capaz de darnos un objeto. Nuestra intuición sensible tampoco es capaz de poner lo dado por ella como objeto en su objetividad. Nuestro entendimiento tomado en sí, puede pensar por medio de sus conceptos un objeto únicamente en su posibilidad. Para conocer el objeto como efectivo, se requiere la AFECCIÓN por los sentidos. En virtud de lo ya observado, entendemos la siguiente frase decisiva de Kant: "Ahora bien, toda nuestra distinción de lo mero posible y de lo efectivo descansa en que lo primero significa la posición de la representación de una cosa con respecto a nuestro concepto y en general a la facultad de pensar, pero lo último [lo efectivo] la posición de la cosa en sí misma (fuera de ese concepto)." KantSer

El ser como simplemente la posición, se desarrolla en las modalidades. El ente es puesto en su posición por la proposición relacionada a la AFECCIÓN sensible, es decir, por el juicio empírico en el uso empírico del entendimiento, en el pensar así determinado. El ser se aclara y localiza desde la relación con el pensar. Aclaración y localización tienen el carácter de la reflexión, que aparece como pensar sobre el pensar. KantSer