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Martin Heidegger – Obra (em espanhol)

GA (espanhol) – Ereignis

Algumas referências ao termo "Ereignis"

terça-feira 19 de setembro de 2023, por Cardoso de Castro

Ni es el mérito de mi preguntar ni el edicto de mi pensar el que este pertenecer y aportar repose en el aconteciente a-propiar y se llame EREIGNIS   (cf. Identidad y Diferencia, p. 30 ss.). Que aquello que, muy sin pensar, nombramos “verdad”, para los griegos se llame ‘a-letheia, y por cierto, tanto en la lengua poética y en la no-filosófica como en la filosófica, no es invención ni arbitrio de ellos. Es la más alta dote de su lengua, en la cual lo presenciante como tal alcanzó el desocultamiento y — el ocultamiento. Quien no tenga sentido para avistar el dar de un tal don, para el destinar de algo así destinado, no comprenderá jamás el discurso del destino del ser, tan escasamente como el ciego de nacimiento podrá jamás experimentar qué son luz y color. Heideggeriana  : CartaPrologo  

Lo que prevalece en el Decir, el advenimiento apropiador, sólo lo podemos nombrar diciendo: Él — el advenimiento apropiador — hace propio (Es — das EREIGNIS — eignet). Diciendo esto hablamos en nuestra propia lengua ya hablada. Escuchemos unos versos de Goethe   que emplean el verbo eignen, sich eignen (hacer propio; ser apropiado), en la proximidad de sich zeigen   (mostrarse), bezeichnen (designar, señalar), aunque no en la perspectiva de la esencia del habla. Goethe dice: Von Aberglauben früh und spät umgarnt: Es eignet sich, es zeigt sich an, es warnt. [Faust, Segunda parte de la tragedia, acto V: media noche.] (Rodeado de supersticiones mañana y tarde: se hace propio. se viene a mostrar, pone en guardia). Heideggeriana  : CaminhoLinguagem  

Al ser el Mostrar del Decir el “hacer-propio”, el poder escuchar el Decir, el pertenecerle, también reside él mismo en el advenimiento apropiador. Para percibir en toda su amplitud la cuestión de la que aquí se trata, sería necesario pensar de manera suficientemente completa la esencia de los mortales en todos sus aspectos y, antes que nada, sin duda, el advenimiento apropiador como tal. Aquí deberá bastar una indicación. [Véase Vorträge und Aufsätze (1954): Das Ding   (La cosa). Bauen   Wohnen   Denken   pág. 145 ss. (Edificar Habitar Pensar), Die Frage   nach der Technik   pág. 13 ss. (La pregunta por la técnica) Hoy cuando lo apenas pensado o lo pensado a medias está propulsado de inmediato en una forma cualquiera de publicación, a muchos puede parecerles increíble el hecho de que el autor emplee en sus manuscritos desde hace veinticinco años la palabra EREIGNIS para la cuestión aquí pensada. Esta cuestión, aunque en sí misma sencilla, sigue, por ahora, como algo difícil de pensar porque el pensamiento debe comenzar por perder la costumbre de caer en la opinión   de que aquí se piensa el “ser” como advenimiento apropiador. Pero el advenimiento apropiador es algo esencialmente distinto porque es más rico que toda determinación metafísica del ser. En cambio, el ser, en cuanto a la procedencia de su esencia. se deja pensar a partir del advenimiento apropiador.] Heideggeriana: CaminhoLinguagem

Dilucidar el habla quiere decir no tanto llevarla a ella, sino a nosotros mismos al lugar de su esencia, a saber: al recogimiento en el advenimiento apropiador (EREIGNIS). Heideggeriana: Linguagem1950  

Debemos pensar en qué medida la verdad en tanto que desocultamiento de lo ente no dice otra cosa más que la presencia de lo ente como tal, es decir, del ser (vid. p. 62, y de este modo el discurso acerca del establecerse de la verdad — es decir, del ser-dentro de lo ente, tocará la parte cuestionable de la diferencia ontológica (vid. “Identität   und Differenz  ”, 1957, pp. 37 y ss.). Por eso, en “El origen de la obra de arte” (p. 52) se dice cautamente: “Cuando alude a ese establecerse de la apertura en el espacio abierto, el pensar toca una región que no podemos detenernos a explicar todavía”. Todo el ensayo sobre “El origen de la obra de arte” se mueve, a sabiendas aunque tácitamente, por el camino de la pregunta por la esencia del ser. La reflexión sobre qué pueda ser el arte está determinada única y decisivamente a partir de la pregunta por el ser. El arte no se entiende ni como ámbito de realización de la cultura ni como una manifestación del espíritu: tiene su lugar en el EREIGNIS, lo primero a partir de lo cual se determina el “sentido del ser” (vid. “Ser y Tiempo  ”). Qué sea el arte es una de esas preguntas a las que no se da respuesta alguna en este ensayo. Lo que parece una respuesta es una mera serie de orientaciones para la pregunta. (Vid. las primeras frases del Epílogo.) Heideggeriana: ObraArte

Una de estas orientaciones la tenemos en dos importantes indicaciones que se hacen en las páginas 61 y 66. En ambos lugares se habla de una “ambigüedad”. En la página 66 se habla de una “ambigüedad esencial” respecto a la determinación del arte como el “poner en obra de la verdad”. Aquí, la verdad es tanto “sujeto” como “objeto” de la frase. Ambas caracterizaciones son “inadecuadas”. Si la verdad es “sujeto”, la definición que habla de un “poner a la obra de la verdad” quiere decir en realidad el “ponerse a la obra de la verdad” (vid. pp. 61 y 29). Por lo tanto el arte es pensado como EREIGNIS. Sin embargo, el ser es una llamada hecha a los hombres y no puede ser sin ellos. En consecuencia, el arte también ha sido determinado como un poner a la obra de la verdad, esto es, ahora la verdad es “objeto” y el arte consiste en la creación y el cuidado humanos. Heideggeriana: ObraArte

¿Qué acontece en la historia del ser? No podemos preguntar así, porque habría entonces un acontecer y algo que acontece. Pero el acontecer es el único acontecimiento [Geschehnis]. Sólo el ser es. ¿Qué acontece? No acontece nada, si vamos a la búsqueda de algo que acontezca en el acontecer. No acontece nada, el acaecimiento acaece apropiando [das EREIGNIS er-eignet]. El inicio — al dirimir el despejamiento — en sí mismo se despide. El inicio que acaece es lo digno en cuanto es la verdad misma que se eleva en su despedir. Lo digno es lo noble que acaece sin necesidad de obrar. Lo noble del digno acaecimiento del inicio es la única liberación en cuanto acaecimiento apropiante [EREIGNIS] de la libertad, la des-ocultación es la ocultación, y esto porque es la propiedad del fundamento abismal [Ab-grund  ]. Heideggeriana: RelembrarMetafisica  

“Relampaguear” [”blitzen”] es, según la palabra y según la cosa: mirar [blicken  ]. En la mirada y en cuanto mirada entra la esencia en su propio resplandor. A través del elemento [Element] de su resplandor, la mirada alberga retrospectivamente [züruckbergen] en el mirar a lo mirado de ella. Pero el mirar guarda al mismo tiempo en el resplandor la oculta oscuridad de su proveniencia, en cuanto lo no-lucido. Ingreso del relámpago de la verdad del Ser es vistazo [Einblick]. La verdad del Ser la pensamos nosotros en el imperar de mundo en cuanto el juego espejo [Spiegel  -Spiel  ] de la cuaterna de Cielo y Tierra mortales y divinos. (Cf. Vorträge und Aufsätze, loc. cit.). Si el olvido se vuelve, si ingresa mundo en cuanto guardianía de la esencia del Ser, se acontece-apropia el lampo [Einblitz] de mundo en el desamparo de la cosa. Ésta si acontece-apropia en el modo del señorío de lo dis-puesto Lampo de mundo en lo dis-puesto es lampo de la verdad del Ser en el in-guardado Ser. Lampo es acontecimiento apropiador en el Ser mismo. Acontecimiento-apropiado [EREIGNIS] es columbre [Eräugnis] apropiador. Heideggeriana: Kehre1949  

Nadie puede saber si, cuándo, dónde, ni cómo, se desarrolla este paso del pensar hasta convertirse en un auténtico camino, pasaje y construcción de sendas (entendiendo por auténtico, que es usado en el EREIGNIS). Podría ocurrir que se consolidara antes el dominio de la metafísica, bajo la forma de la técnica moderna y de sus desarrollos de incalculable rapidez. También podría ser que todo lo que aparece en el camino del paso atrás, sea simplemente usado y elaborado a su manera por la metafísica, que aún perdura, a modo de producto de un pensar representativo. Heideggeriana: OntoTeoLogia1957  

La mutua pertenencia de hombre y ser a modo de provocación alternante, nos muestra sorprendentemente cerca, que de la misma manera que el hombre es dado en propiedad a ser, el ser, por su parte, ha sido atribuido en propiedad al hombre. En la com-posición reina un extraño modo de dar o atribuir la propiedad. De lo que se trata es de experimentar sencillamente este juego de propiación en el que el hombre y el ser se transpropian recíprocamente, esto es, adentrarnos en aquello que nombramos EREIGNIS. La palabra EREIGNIS ha sido tomada de la lengua actual. Er-einen significa originariamente: asir con los ojos, esto es divisar, llamar con la mirada, a-propiar. La palabra EREIGNIS, pensada a partir del asunto indicado, debe hablar ahora como palabra conductora al servicio del pensar. Pensada como palabra conductora, se deja traducir tan poco como la palabra conductora griega logos  , o la china Tao. La palabra EREIGNIS ya no significa aquí lo que en otros lugares denominamos como algún tipo de acontecimiento, algo que sucede. La palabra se utiliza ahora como singulare tantum. Lo que nombra acontece sólo en la unidad, esto es, ni siquiera en un número, sino de modo único. Lo que experimentamos en la com-posición como constelación de ser y hombre, a través del moderno mundo técnico, es sólo el preludio de lo que se llama acontecimiento de transpropiación. Pero la com-posición no se queda necesariamente detenida en su preludio, pues en el acontecimiento de transpropiación habla la posibilidad de sobreponerse al mero dominio de la com-posición para llegar a un acontecer más originario. Tal modo de sobreponerse a la com-posición a partir del acontecimiento de transpropiación para llegar a esto último, traería consigo el retroceso eventual, esto es imposible de llevar a cabo sólo por el hombre, del mundo técnico desde su papel dominante a la servidumbre, dentro del ámbito gracias al cual el hombre llega más propiamente al acontecimiento de transpropiación. Heideggeriana: PrincipioIdentidade  

¿A dónde ha conducido el camino? A un alto de nuestro pensar en esto simple que nosotros llamamos EREIGNIS en el sentido más estricto de la palabra. Parece como si ahora cayésemos en el peligro de dirigir nuestro pensar con demasiada despreocupación hacia algo general muy distante, mientras que lo qué sé nos dice con aquello que quiere nombrar la palabra Er-eignis, es sólo lo más próximo de aquella proximidad en la que ya estamos. Pues, ¿qué podría resultarnos más próximo que lo que nos aproxima hacia aquello a lo que pertenecernos, en donde tenemos nuestro lugar, esto es, el acontecimiento de transpropiación? El acontecimiento de transpropiación es el ámbito en sí mismo oscilante, mediante el cual el hombre y el ser se alcanzan el uno a otro en su esencia y adquieren lo que les es esencial al perder las determinaciones que les prestó la metafísica. Heideggeriana: PrincipioIdentidade

Pensar el EREIGNIS como acontecimiento de transpropiación, significa trabajar en la construcción de este ámbito oscilante en sí mismo. El pensar recibe del lenguaje la herramienta de trabajo para esta construcción en equilibrio. Pues el lenguaje es la oscilación más frágil y delicada que contiene a todo dentro de la construcción en equilibrio del EREIGNIS. En la medida en que nuestra esencia dependa del lenguaje, habitamos en el EREIGNIS. Heideggeriana: PrincipioIdentidade

Hemos llegado a un punto del camino en el que se impone la pregunta algo burda pero inevitable: ¿qué tiene que ver el EREIGNIS con la identidad? La respuesta es: nada. Por el contrario, la identidad tiene que ver mucho, si no todo, con el EREIGNIS. ¿En qué medida? Contestaremos dando unos pasos atrás por el camino andado. Heideggeriana: PrincipioIdentidade

El EREIGNIS une al hombre y al ser en su esencial dimensión mutua En la com-posición vemos un primer e insistente destello del EREIGNIS. Ella constituye la esencia del mundo técnico moderno. En la com-posición divisamos una mutua pertenencia de hombre y ser en la que el dejar pertenecer es lo primero que determina el modo de la dimensión mutua y de su unidad. La frase de Parménides, “lo mismo es en efecto el pensar que el ser”, es la que nos conduce a la pregunta por una mutua pertenencia en la que la pertenencia tenga la preeminencia sobre lo mutuo. La pregunta por el sentido de este “lo mismo”, es la pregunta por la esencia de la identidad. La doctrina de la metafísica representa la identidad como un rasgo fundamental del ser. Aquí se muestra que el ser tiene su lugar, junto con el pensar, en una identidad cuya esencia procede de ese dejar pertenecer mutuamente que llamamos EREIGNIS. La esencia de la identidad es una propiedad del acontecimiento de transpropiación. Heideggeriana: PrincipioIdentidade

Tal principio   se presenta en primer lugar bajo la forma de un principio fundamental que presupone la identidad como un rasgo del ser, esto es, del fundamento de lo ente. Este principio, entendido como enunciado, en camino se ha convertido en un principio a modo de un salto que se separa del ser como fundamento de lo ente y, así, salta al abismo. Pero este abismo no es ni la nada vacía ni una oscura confusión, sino el acontecimiento de transpropiación. En el acontecimiento de transpropiación oscila la esencia de lo que habla como lenguaje y que en una ocasión fue denominado la casa del ser. “Principio de identidad” quiere decir ahora un salto exigido por la esencia de la identidad, ya que lo necesita si es que la mutua pertenencia de hombre y ser debe alcanzar la luz esencial del EREIGNIS. Heideggeriana: PrincipioIdentidade

Suponiendo que espere a nuestro encuentro la posibilidad de que la com-posición, esto es, la provocación alternante de hombre y ser en el cálculo de lo calculable, nos hable como el EREIGNIS que expropia al hombre y al ser para conducirlos a lo propio de ellos, habría entonces un camino libre en el que el hombre podría experimentar de modo originario lo ente, el todo del mundo técnico moderno, la naturaleza y la historia, y antes que todo su ser. Heideggeriana: PrincipioIdentidade

Debemos abdicar de la opinión de que la vecindad entre poesía y pensamiento se agota en la turbia y vociferante amalgama de ambos modos del decir, donde cada uno se apropia de aspectos inciertos del otro. Aquí y allá puede, a veces, parecerlo. Pero en verdad, y en virtud de su esencia, a la poesía y al pensamiento los mantiene separados una delicada aunque, luminosa diferencia, cada uno sostenido en su propia oscuridad: dos paralelas, en griego, …, la una al lado de la otra; una frente a otra, trascendiendo, sobrepasándose cada uno a su modo. Poesía y pensamiento no están separados si por separación se entiende: relegado a no poder sostener relación alguna. Las paralelas se entrecruzan en el in-finito. Allí se entrecruzan en un cruce que no hacen ellas mismas. Por este cruce están primeramente cortadas, esto es, dibujadas al designio de su esencia vecinal. Este dibujo es el trazo (Riss  ). Traza abriendo de golpe la poesía y el pensamiento a su mutua proximidad. La vecindad entre poesía y pensamiento no es el resultado de un proceso por el que poesía y pensamiento vendrían — no se sabe de donde — primeramente a juntarse, originándose de este modo una proximidad; una vecindad. La proximidad que aproxima es el advenimiento apropiador (EREIGNIS) mismo, desde el cual poesía y pensamiento están remitidos a lo propio de su esencia. Heideggeriana: EssenciaLinguagem  

En el destinar del destino del ser, en la regalía del tiempo se muestra un apropiarse, un super-apropiarse, que lo es del ser como presencia y del tiempo como ámbito de lo abierto en lo que uno y otro tienen de propio. A lo que determina a ambos, ser y tiempo, en lo que tienen de propio, esto es, en su recíproca copertenencia, lo llamamos: el acaecimiento [das EREIGNIS]. Lo que esta palabra nombra, sólo lo podemos pensar ahora desde lo que se anuncia cuando se mira con ojo avizor al ser y al tiempo como destino y como regalía, allí donde ser y tiempo tienen su asiento y origen. A ambos, tanto al ser como al tiempo, los hemos llamado cosas o asuntos, cuestiones. La “y” entre ambos deja sin determinar su recíproca relación. Heideggeriana: TempoYSer  

Lo ya dicho permite, y en cierto modo exige incluso, decir cómo no hay que pensar el acaecimiento. Lo nombrado con el nombre alemán das EREIGNIS (el acaecimiento) no podemos representárnoslo ya tomando como hilo conductor el significado usual de la palabra; pues éste la entiende en el sentido de evento y suceso — no desde el apropiarse como el esclarecedor y salvaguardante extender y destinar-. Heideggeriana: TempoYSer

Sólo que el único objetivo de esta conferencia se encamina a traer a la mirada al ser mismo como acaecimiento. Sólo que lo nombrado con las palabras “el acaecimiento” [das EREIGNIS] dice enteramente otra cosa. De acuerdo con esto hay que pensar también el inaparente, y siempre capcioso porque polisémico, vocablo “como”. Supuesto que, con vistas a la dilucidación de ser y tiempo, dejemos seguir su camino a la significación usual de la palabra alemana EREIGNIS (acaecimiento) y, en lugar de a dicha significación, sigamos al sentido que se indica en el destinar de la presencia y en la regalía esclarecedora del espacio-tiempo, entonces queda también así aún indeterminada el habla del “ser como acaecimiento”. Heideggeriana: TempoYSer

Cuando la acentuación es: Anwessen-lassen   (traducción forzada: “el entrar en la presencia, el dejar”), el nombre mismo de ser no tiene más lugar de ser. El dejar es, entonces, el puro dar que remite, él mismo, al Es (al Ello) que da, lo que es comprendido como el EREIGNIS. Heideggeriana: SeminarioThor1969  

Habiendo llegado a este lugar, el seminario intenta clarificar la noción de EREIGNIS. Heideggeriana: SeminarioThor1969

La primera observación recalca que la palabra francesa avènement (advenimiento) es completamente inadecuada para traducir EREIGNIS. Volvemos por lo tanto a la traducción intentada en Temps et Etre, EREIGNIS, l’appropriement, el apropiamiento. Heideggeriana: SeminarioThor1969

Siguen las preguntas: ¿qué relación mantiene el EREIGNIS con la diferencia ontológica? ¿Cómo decir el EREIGNIS? ¿Cómo se articula con la historia del ser? ¿El ser sería, para los griegos, el rostro del EREIGNIS? ¿Se puede, en fin, decir “Sein   ist durch das EREIGNIS ereignet”? Respuesta: sí. Heideggeriana: SeminarioThor1969

Para entrar un poco en estas preguntas (que permanecen tanto más difíciles cuanto que su comprensión no está suficientemente preparada) retengamos en primer lugar una serie de indicaciones susceptibles de proporcionar vías de acceso variadas y convergentes a la cuestión del EREIGNIS. Heideggeriana: SeminarioThor1969

  •  Uno de los buenos caminos para llegar al EREIGNIS es dirigir la mirada a la esencia del Gestell   (estructura de emplazamiento), en cuanto es un pasaje desde la metafísica hacia otro pensamiento (”una cabeza de Jano”), pues el Gestell es esencialmente ambiguo. Es lo que decía ya El principio de identidad: el Gestell (el dispositivo, como unidad reuniente de todos los modos del stellen, del “poner”) es el acabamiento y la consumación de la metafísica, y al mismo tiempo preparación descubriente del EREIGNIS. Heideggeriana: SeminarioThor1969
  •  El Gestell, por así decirlo, es el negativo fotográfico del EREIGNIS. Heideggeriana: SeminarioThor1969
  •  No se podría llegar a pensar el EREIGNIS con los conceptos de ser y de historia del ser; tampoco con la ayuda del griego (que se trata justamente de “superar”). Con el ser, desaparece también la diferencia. Asimismo, sería necesario ver la referencia continua a la diferencia ontológica, entre 1927 y 1937, como un impasse necesario. Heideggeriana: SeminarioThor1969

    El EREIGNIS no es griego en absoluto; y lo más fantástico aquí es que el griego continúa conservando su significación esencial y a la vez no llega ya en absoluto a hablar como lengua. Tal vez la dificultad se deba a que la lengua habla demasiado rápido. De donde la tentativa de ir De camino al habla. Heideggeriana: SeminarioThor1969

  •  Con el EREIGNIS, la historia del ser está menos en su término cuanto que no aparece como historia del ser. No hay época para el EREIGNIS. Das Schicken ist aus dem Ereignen (el envío de la destinación es a partir del apropiamiento). Heideggeriana: SeminarioThor1969
  •  Se puede ciertamente decir: das EREIGNIS ereignet das Sein (el apropiamiento apropia el ser), pero poniendo de relieve que entre los griegos el ser no es ni pensado ni puesto en cuestión en cuanto ser. El retorno al griego sólo tiene sentido como retorno al ser. Heideggeriana: SeminarioThor1969
  •  El Schritt   zurüch (el paso que retrocede de la metafísica) tiene solamente el sentido de hacer posible, en el recogimiento del pensar sobre sí mismo, una mirada anticipadora sobre lo que viene. Significa que el pensamiento es retomado a fin de percibir en la esencia de la técnica el signo anunciador, den verdeckenden Vorschein, la pre-aparición recubriente del EREIGNIS mismo. Heideggeriana: SeminarioThor1969

    Procuramos ahora liberar esta pre-aparición del EREIGNIS bajo el velo del Gestell. Heideggeriana: SeminarioThor1969

    Wisser: ¿Y qué entiende usted, en segundo lugar, cuando dice que un peligro más grande que aquel de la bomba atómica es para la humanidad de hoy el conjunto de las leyes (Ge-setz) que plantea la técnica, su «Dis-positivo» (Ge-stell), como usted denomina al rasgo fundamental de la técnica, que consiste en develar lo real en tanto fondo de reserva, como se pasa un pedido; en otros términos: hacer de modo que todos y cada uno puedan ser llamados apretando un botón? Heidegger: En lo que concierne a la técnica, mi definición de la esencia de la técnica, que hasta el presente no fue aceptada en ninguna parte, para decirlo en términos concretos, es que las ciencias modernas de la naturaleza se fundan en el marco del desarrollo de la esencia de la técnica moderna y no a la inversa. Debo decir primeramente que no estoy en contra de la técnica. Nunca hablé contra la técnica, como tampoco contra lo que se llama el carácter «demoníaco» de la técnica. Pero intento comprender la esencia de la técnica. Cuando usted recuerda, esta idea   del peligro que representa la bomba atómica y del peligro aún mayor que representa la técnica, pienso en lo que se desarrolla hoy en día bajo el nombre de biofísica. En un tiempo previsible, estaremos en condiciones de hacer al hombre, es decir construirlo en su esencia orgánica misma, tal como se los necesita: hombres hábiles y hombres torpes, inteligentes, y tontos. ¡Vamos a llegar a eso! Las posibilidades técnicas están hoy en ese punto y ya fueron objeto de una comunicación por parte de algunos Premios Nobel durante una reunión en Lindau —ya hablé de esto en una conferencia que di en Messkirch hace algunos años (Serenidad). Entonces: hace falta ante todo rechazar el malentendido según el cual yo estaría en contra de la técnica. En la técnica, a saber en su esencia, veo que el hombre es emplazado bajo el poder de una potencia que lo lleva a aceptar sus desafíos y con respecto a la cual ya no es libre — veo que algo se anuncia aquí, a saber una relación entre el Ser y el hombre — y que esta relación, que se disimula en la esencia de la técnica, podría un día develarse en toda claridad. ¡No sé si esto ocurrirá! Sin embargo veo en la esencia de la técnica la primera aparición de un secreto mucho más profundo al que llamo EREIGNIS — usted, podrá deducir que de ninguna manera podría ser cuestión de una resistencia a la técnica o de su condena. Pero se trata de comprender la esencia de la técnica y del mundo técnico. En mi opinión, esto no puede hacerse mientras nos movamos, en el plano filosófico, en la relación sujeto-objeto. Esto significa: la esencia de la técnica no puede ser comprendida a partir del marxismo. Heideggeriana: Wisser


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