bewegen

El camino. pensado en su amplitud, es lo que nos permite llegar (gelangen). esto es, llegar a aquello que tiende (langt) hacia nosotros, y que nos de manda (be-langt). Sin embargo, entendemos el verbo belangen sólo en su sentido habitual que dice: demandar a alguien, someterlo a interrogatorio. Pero podemos también entender Be-langen en un sentido elevado: concernir. llamar. tomar bajo custodia. guardar (be-langen, be-rufen, be-hüten, be-halten). El Be-lang, la De-manda: lo que alcanza a nuestra esencia. la solicita y la deja así llegar adonde pertenece. El camino es lo que nos deja llegar a aquello que nos de-manda. Podría parecer que al pensar de este modo el Be-lang, la De-manda, estamos manipulando el habla arbitrariamente. Es, en efecto. una arbitrariedad si se mide la De-manda según lo que vulgarmente se entiende por esta palabra. Pero lo que da la medida del empleo meditativo de la palabra no puede ser lo que comúnmente se representa la opinión vulgar, sino lo que la riqueza oculta del habla se reserva para de-mandarnos desde ella para el decir del habla. Sólo la región como tal da caminos. Ella en-camina (be-wëgt); hace don de camino. Nosotros entendemos la palabra Be-wëgung, puesta-en-camino. ante todo en el sentido de: primeramente dar e instituir caminos. Bewegen, mover, se entiende habitualmente como hacer que una cosa cambie su lugar, que crezca o decrezca y, por lo general, que se modifique. Pero be-wëgen, en-caminar, significa: dotar la región de caminos. En el dialecto alemánico antiguo el verbo wëgen puede significar: abrir un camino. p.e. a través de un paisaje profundamente cubierto por la nieve. Heideggeriana: EssenciaLinguagem