GA8:122-123 – a linguagem joga com nosso falar

Raúl Gabás

¿Volvemos a la originaria significación habitual 1 de la palabra heißen («decir») cuando preguntamos: ¿qué nos dice el pensamiento?

¿Es este regreso un capricho o un juego? Ni lo uno ni lo otro. Si aquí puede hablarse ya de un juego, digamos que no jugamos con palabras, sino que la esencia del lenguaje juega con nosotros, no sólo en el caso en cuestión, no por primera vez hoy, sino desde hace tiempo y siempre. En efecto, el lenguaje juega con nuestro hablar de tal manera que éste se deja llevar con gusto a las significaciones de las palabras que están sobre todo en el (118) plano más exterior. Es como si al hombre le costara esfuerzo habitar propiamente en el lenguaje, como si precisamente el habitar fuera el que sucumbe más fácilmente al peligro de lo acostumbrado.

En lugar del lenguaje propiamente habitado y de sus palabras habituales se introducen las palabras acostumbradas. Este hablar acostumbrado se convierte en el usual. Lo encontramos por doquier y lo tenemos por el común a todos, e incluso por el único normativo. Lo que entonces se sale de esto usual, a fin de habitar en el antes habitado hablar auténtico del lenguaje, se considera inmediatamente como un desacato a lo normativo. Es tachado de arbitrariedad y juego. Y todo eso tiene que ser así desde el momento en que vemos en lo acostumbrado la única medida correcta, y no tenemos la capacidad de medir lo usual según su capacidad de ofrecer lo habitable y en este sentido habitual. El delirio en lo acostumbrado, que se pone bajo el dominio protector del supuesto entendimiento natural del hombre, ni es casual, ni puede valorarse despectivamente. El delirio en lo acostumbrado forma parte del alto y peligroso juego en el que nos ha puesto la esencia del lenguaje.

¿Es juego de palabras el intento de atender a este juego del lenguaje y oír allí lo que propiamente nos dice éste cuando habla? Si efectivamente oímos, puede suceder que nosotros, en cuanto nos mantenemos cuidadosos, lleguemos más propiamente a la cosa que en cada caso se expresa en el decir y preguntar.

Becker & Granel

Original

  1. Heidegger deriva bewohnte de wohnen. En este caso es posible jugar en castellano con «habitar» y «habitual», aunque la correspondencia no sea perfecta.[↩]
Excertos de

Heidegger – Fenomenologia e Hermenêutica

Responsáveis: João e Murilo Cardoso de Castro

Twenty Twenty-Five

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