Picotti
(Según el Prefacio de las “Líneas fundamentales de la filosofía del derecho”. En la “Lógica”: idea absoluta; en la “Fenomenología del espíritu”: saber absoluto, pero también “ser”).
Realidad: entidad como representatividad de la razón absoluta. Razón como saber absoluto — el re-presentar que se re-presenta incondicionadamente y su representatividad.
Sólo según ello se decide lo que es “racional” y lo que puede ser tratado como “real”. Desde aquí ha de ser comprendida la expresión de Hegel a menudo citada e igualmente a menudo malinterpretada:
“Lo que es racional, es real; y lo que es real, es racional”1.
Esta expresión se convierte en su contrario, cuando por “real” se entiende lo “real” común, es decir, presente ante la mano, de un “presente”2 casual, y por “razón” el entendimiento casual de lo evidente del pensar común.
La proposición no ofrece una constatación en el sentido de un equiparamiento de algo presente ante la mano encontrado y de una opinión justamente obvia del viviente “racional” llamado hombre, – sino que es el principio de la determinación esencial del ser. Ser es representatividad del representar (del pensar) que se representa incondicionalmente — la perceptibilidad de la razón. La proposición no es una regla práctica sobre el juicio del ente, sino que dice el fundamento esencial de la entidad del ente. De allí que la proposición tampoco sea refutable por el hecho de que mucho de “racional” (en sentido habitual (?)) precisamente no “acaezca” ni sea “realizado”, por lo tanto falte, y de que mucho de “real” sea precisamente “irracional” (en el sentido del entendimiento calculador). La proposición esencial de ningún modo es “refutable”.
Por consiguiente para Hegel “el ser” es sólo una determinación parcial de lo que la filosofía, y también la filosofía hegeliana, piensa e interroga: del ser, en el sentido de la pregunta por el ser como meditación sobre el ente como tal en su totalidad.
También Nietzsche emplea, para decirlo de paso, el término filosófico fundamental “ser” en un sentido restringido; y a saber, la restricción está íntimamente emparentada con la hegeliana; no porque acaso historiográficamente fuera tomada de inmediato del uso linguístico hegeliano (temo que Nietzsche nunca haya “leído” la “Lógica” de Hegel, ni mucho menos examinado en su totalidad), sino porque ambos empleos restringidos de la palabra “ser” — el de Nietzsche y el de Hegel- tienen históricamente el mismo fundamento, que no es otro que el comienzo de la historia de la filosofía y esto es de su esencia vigente como “metafísica”.
Por ello, en la confrontación se ha de considerar siempre, si se mienta el concepto de ser en Hegel o el concepto esencial de ser. Tiene importancia trascendental en tanto Hegel pone la “nada” — que rige sin embargo habitualmente como la negación del ente en general y en totalidad- en conexión decisiva con “ser”, tomado de modo restringido. Que aquí se trata de muy otra cosa que sólo de distinciones “terminológicas”, no requiere mayor insistencia.
Acerca de (3) La caracterización provisional del punto de vista y del principio de la filosofía hegeliana
a) “Punto de vista” significa aquello, estando en lo cual, lo a pensar como tal se hace accesible a la filosofía, a su pensar. El punto de vista de Hegel es el del idealismo absoluto. (“Idealismo” auténtica y propiamente sólo en sentido moderno: idea como perceptum de la perceptio como cogitatio — como “conciencia”). El punto de vista, en general, el de la conciencia. Ser es re-presentar y re-presentatividad del re-presentar; subjetividad incondicionada.
b) “Principio” significa aquello con lo que la filosofía comienza, de tal modo que el comienzo es aquello que permanece como fundamento principal del pensar de lo por pensar. El principio en Hegel reza: “La sustancia es sujeto”. O: el ser (ahora tomado en sentido esencial) es “devenir”. Hegel comienza con el comienzo, en tanto para él devenir es justamente comenzar. “Devenir”: el re-presentar que se re-presenta, llevar-se-a-aparecer. En la Lógica el devenir se trae a sí mismo al devenir como lo que deviene y esto es en sus condiciones incondicionadas. ¿Pero es esto una absoluta determinación del “comienzo” y del comenzar — o sólo la hegeliana, es decir (la) metafísica? ¡La interpretación de la esencia del comienzo! ¿De dónde? ¿Con qué comienza la verdadera filosofía de Hegel, la “Lógica”? Con el “devenir” — es “fundamento”; no acaso el “ser”, ¡éste es salida! — El devenir “es”, en tanto “deviene”.
c) Hasta dónde “punto de vista y principio” se copertenecen y en qué, tiene que resultar del mejor modo a partir de la meditación sobre determinados puntos de vista y principios.
Después de este breve tratamiento de las tres cuestiones previas, intentamos una más próxima caracterización de aquello en lo cual nuestra confrontación pone pie: la negatividad.
Original
(Nach der Vorrede der »Grundlinien der Philosophie des Rechts«. In der »Logik«: absolute Idee; in der »Phänomenologie des Geistes« : absolutes Wissen, aber auch »Sein«.)
Wirklichkeit: Seiendheit als Vörgestelltheit der absoluten Vernunft. Vernunft als absolutes Wissen — unbedingt sich vor-stellendes Vorstellen und dessen Vorgestelltheit.
Darnach allein wird entschieden, was »vernünftig« ist und was als »wirklich« angesprochen werden kann. Von hier aus ist Hegels oft angeführtes und ebenso oft mißdeutetes Wort zu verstehen:
und was wirklich ist, das ist vernünftig.« 3
Dieses Wort wird in sein Gegenteil verkehrt, wenn man unter »wirklich« das gemeine »Wirkliche«, d. h. Vorhandene, einer zufälligen »Gegenwart« versteht und unter Vernunft den zufälligen Verstand des Selbstverständlichen des gemeinen Denkens.
Der Satz gibt nicht eine Feststellung im Sinne einer Gleichsetzung eines angetroffenen Vorhandenen und einer gerade einleuchtenden Meinung des »vernünftigen« Lebewesens, Mensch genannt, — sondern er ist der Grundsatz der Wesensbestimmung des Seins. Sein ist Vorgestelltheit des unbedingt sich vorstehenden Vorstellens (des Denkens) — die Vernommenheit der Vernunft. Der Satz ist nicht eine praktische Regel über die Beurteilung des Seienden, sondern sagt den Wesensgrund der Seiendheit des Seienden. Der Satz ist daher auch nicht zu widerlegen damit, daß vieles »Vernünftige« (im gewöhnlichen [] Sinne) gerade nicht »geschieht« und »verwirklicht« wird, also ausbleibt, und daß vieles »Wirkliche« doch gerade »unvernünftig« ist (im Sinne des rechnenden Verstandes). Der Wesenssatz ist überhaupt nicht zu »widerlegen«.
Für Hegel ist somit »das Sein« nur eine einseitige Bestimmung dessen, was die Philosophie, und auch die Hegelsche Philosophie, denkt und befragt: des Seins, in dem Sinne der Seinsfrage als der Besinnung auf das Seiende als solches im Ganzen.
Auch Nietzsche gebraucht, um das beiher zu sagen, das philosophische Grundwort »Sein« in einem eingeschränkten Sinne; und zwar ist die Einschränkung zuinnerst verwandt mit der Hegelschen; nicht weil sie etwa historisch vom Hegelschen Sprachgebrauch unmittelbar entlehnt wäre (ich fürchte, Nietzsche hat Hegels »Logik« nie »gelesen«, geschweige denn im Ganzen durchdacht), sondern weil die beiden eingeschränkten Wortverwendungen »Sein« — die Nietzsches und die Hegels —geschichtlich denselben Grund haben, der kein anderer ist als der Anfang der Geschichte der Philosophie und d. h. ihres bisherigen Wesens als »Metaphysik«.
Bei der Auseinandersetzung mit Hegel ist daher stets zu bedenken, ob Hegels Begriff des Seins oder der wesentliche Begriff des Seins gemeint ist. Das hat insofern seine weittragende Wichtigkeit, als Hegel das »Nichts«, was gewöhnlich doch als die Verneinung des Seienden überhaupt und im Ganzen gilt, in einen entscheidenden Zusammenhang bringt mit dem eingeschränkt gefaßten »Sein«. — Daß hier ganz Anderes als nur »terminologische« Ünterscheidungen in Frage steht, bedarf keiner weiteren Betonung.
Zu (3) Die vorläufige Kennzeichnung des Standpunktes und des Prinzips der Hegelschen Philosophie
a) »Standpunkt« heißt dasjenige, worin stehend der Philosophie, ihrem Denken, das Zudenkende als solches zugänglich wird. Hegels Standpunkt ist der des absoluten Idealismus. (»Idealismus« echt und eigentlich erst im neuzeitlichen Sinne: idea als perceptum der perceptio als cogitatio —: als »Bewußtsein«.) Der Standpunk allgemein derjenige des Bewußtseins. Sein ist Vor-stellen und Vor-gestellt-heit des Vor-stellens; unbedingte Subjektivität.
b) »Prinzip« heißt dasjenige, womit die Philosophie anfängt, so zwar, daß der Anfang dasjenige ist, was als tragender Grund des Denkens des Zudenkenden bleibt. Hegels Prinzip lautet: »Die Substanz ist Subjekt«. Oder: das Sein (jetzt im wesentlichen Sinne genommen) ist »Werden«. Hegel fängt mit dem Anfang an, sofern für ihn Werden eben Anfängen ist. »Werden«: das sich vor-stellende Vor-stellen, Sich-zum-Erscheinen–Bringen. In der Logik bringt sich das Werden selbst als Werdendes und d. h. in seinen unbedingten Bedingungen ins Werden. Aber ist dieses eine absolute Bestimmung des »Anfangs« und Anfangens — oder nur die Hegelsche, d. h. metaphysische? Die Auslegung des Wesens des Anfangs! Woher? Womit fängt Hegels eigentliche Philosophie, die »Logik«, an? Mit dem »Werden« — es ist »Grund«; nicht etwa das »Sein«, dieses ist Ausgang! — Das Werden »ist«, indem es »wird«.
c) Inwiefern »Standpunkt und Prinzip« zusammengehören und worin sie zusammengehören, muß sich am besten aus der Besinnung auf bestimmte Standpunkte und Prinzipien ergeben.
Nach dieser kurzen Behandlung der drei Vorfragen versuchen wir die nähere Kennzeichnung dessen, worin unsere Auseinandersetzung Fuß faßt — der Negativität.
- G. W. F Hegel, Grundlinien der Philosophie des Rechts. Prefacio. WW, p. XIX, ed. Hoffmeister, p. 14. / Lineas fundamentales de la Filosofía del Derecho, trad. castellana de J. L. Vermal, Edhasa, Barcelona, 1988.[↩]
- El término “presente” (Gegenwart) se refiere aquí al tiempo presente, mientras anteriormente traduce a Vorhandene, “presente” en el sentido de estar ante la mano, disponible.[↩]
- G. W. F Hegel, Grundlinien der Philosophie des Rechts, Vorrede. WW, S. XIX (ed. Hoffmeister S. 14).[↩]