En un primer momento, no entendemos nada, y por eso preguntamos. Preguntamos provisionalmente (no sólo en consideración del tercer estadio, sino también de los recorridos hasta ahora): ¿qué dice en realidad todo lo que ha aparecido hasta ahora en la parábola? ¿Qué significa para el hombre, es decir, para nuestra existencia y su relación con la verdad como no-ocultamiento? ¿No-ocultamiento en relación con la libertad, la luz, lo ente, las ideas, la idea suprema del bien? ¡Tantas palabras como preguntas! §5
1. ¿Cuál es la conexión entre idea y luz? (§ 6) §5
Sobre la primera pregunta: ¿cuál es la conexión entre idea y luz? Antes que nada: ¿qué significa «idea»? §6
Así es clara la conexión entre luz e idea. Un ente-libro lo vemos sólo si entendemos el sentido de su ser a la luz del ser-qué, de la «idea»: lo visto a través de la idea. Empezamos a intuir por qué, en la parábola, en el comportamiento del hombre respecto de lo ente están implicados la luz y el fuego. Al fin y al cabo, por eso decimos también: «se me hace la luz». Con ello no queremos decir que llegamos a conocer algo por vez primera, sino que, precisamente eso que conocemos ya desde hace tiempo, lo reconocemos propiamente: en aquello que es. §6
Hacerse libre significa vincularse a lo propiamente iluminador y aclarante, lo que permite pasar haciendo libre, «la luz». Pero la luz es la imagen simbólica de la idea. La idea contiene y da el ser. Vislumbrar las ideas significa: entender el ser-qué y el ser-cómo, el ser de lo ente. Hacerse libre para la luz significa: dejar que se haga una luz, entender el ser y la esencia y, de este modo, experimentar por vez primera lo ente en cuanto tal. Entender el ser desbloquea lo ente en cuanto tal. Sólo en este entender puede lo ente ser un ente. En todo posible ámbito, lo ente sólo puede salirnos al paso, aproximársenos y alejársenos con base en la libertad que desbloquea. La esencia de la libertad es entonces, dicho brevemente, el rayo de luz: dejar de entrada que se haga una luz y vincularse a la luz. Sólo desde y en la libertad (tomando su esencia tal como se ha desarrollado antes) lo ente se hace más ente, porque es en general de tal o cual modo. Hacerse libre significa entender el ser en cuanto tal, entender que deja ser por vez primera a lo ente en cuanto ente. Es decir, que lo ente se haga más o menos ente, eso depende de la libertad del hombre, y la libertad mide su grandeza conforme a la originalidad y el alcance y la resolución de la vinculación, concibiéndose esto individualmente como ser-ahí: vuelto a desplazar al aislamiento y al estar arrojado propios de su procedencia y su futuro históricos. Cuanto más original es la vinculación, tanto mayor es la cercanía a lo ente. §8
Si sucede el no-ocultamiento, entonces el ocultamiento y el ocultar son subsanados y eliminados. Al eliminar el ocultamiento, a eso que actúa contra el ocultar, en adelante lo llamamos el des-encubrir. Este peculiar engendrar vislumbrando la idea, este proyecto, es desencubridor. Aparentemente, eso es inicialmente sólo otra palabra. Este vislumbrar como vincularse preconfigurando al ser entendido, la liberación bien entendida, es desencubridora no sólo incidentalmente, sino que este mirar a la luz tiene el carácter del desencubrir, de suyo no es otra cosa que desencubrir. Ser desencubridor es la realización más interna de la liberación. Ella es el cuidado por antonomasia: hacerse libre como vincularse a las ideas, encomendar la guía al ser. Por eso decimos: el hacerse libre, este vislumbrar las ideas, este entender de entrada el ser y la esencia de las cosas, es desencubridor, es decir, eso (el desencubrir) forma parte de la tendencia interna de este ver. El desencubrir es la naturaleza más interna del mirar a la luz. §9
Lo que llamamos brevemente desencubrimiento, es lo que porta y despliega originalmente los fenómenos a menudo comentados del engendrar vislumbrando y la visión (idea), de la luz y la libertad, como aquello que confluye en esta realización fundamental. Designamos así la unidad del vislumbrar, que en cierta manera crea a lo vislumbrable por vez primera, su conexión más interna. El no-ocultamiento de lo ente sucede en y mediante el desencubrimiento. Es un encargo proyectante e inaugurante que pone en la decisión. La esencia del no-ocultamiento es el desencubrimiento. §9
¿Qué sucede, pues? El que se ha hecho libre regresa a la caverna con la mirada para el ser. Debe estar en la caverna, es decir, el hombre, el colmado del rayo de luz para el ser de lo ente, debe pronunciar junto con los habitantes de la caverna y para ellos sus opiniones acerca de lo no-oculto ahí y para éstos, es decir, acerca de lo que para éstos es lo ente. Eso sólo puede hacerlo si se mantiene fiel a sí mismo, es decir, desde la postura del libre. Dirá qué ve en la caverna con su mirada esencial. ¿Qué vislumbra en general de antemano gracias a la mirada esencial? Entiende el ser de lo ente. Es decir, vislumbrando la idea, sabe qué forma parte de un ente y de su no-ocultamiento. Por eso puede decidir si algo es un ente, por ejemplo el sol, o sólo su imagen reflejada en el agua. Puede decidir si algo es sólo una sombra o una cosa real. Gracias a la mirada esencial, sabe ahora de antemano, antes de regresar a la caverna, qué significa en general «sombra», en qué se basa tal cosa en su posibilidad. Sólo porque ahora lo sabe de antemano, regresando a la caverna, puede constatar desde ahora que lo no-oculto que se muestra en la pared, es co-engendrado por el fuego en la caverna, que es una sombra. Con su mirada esencial, tiene ahora por vez primera la mirada para lo que sucede en la caverna. Sólo ahora comprenderá la situación de los encadenados. Comprenderá por qué no pueden conocer las sombras como sombras, sino que, lo que se les muestra, tienen que considerarlo el ser y atenerse a él. Por eso, tampoco se intranquilizará si los habitantes de la caverna se ríen de él y de sus discursos, y si tratan de hacerse los superiores con fáciles objeciones en un mero hablar opinando sin ton ni son. Al contrario: se mantendrá firme y para él será importante que los encadenados le odien. Incluso pasará al ataque, se dispondrá a liberar a uno y a familiarizarlo primero con la luz en la caverna. No les discutirá a los habitantes de la caverna que ellos se comportan respecto de algo no-oculto, pero tratará de mostrarles que esto no-oculto es algo que, justamente en tanto que se muestra, es decir, en tanto que no está oculto, no muestra lo ente, sino que lo esconde, lo oculta. Tratará de hacerles comprensible que, aunque en la pared se muestra algo que tiene una apariencia, sin embargo sólo aparenta ser como lo ente, pero no lo es; que, más bien, en la pared acontece un constante ocultar lo ente, y que ellos mismos, los encadenados, están arrebatados y anulados por este ocultamiento que acontece constantemente. §11