GA26:103-105 – entelecheia

Norro

Sin embargo, aquí se encuentra una afirmación metafísica de gran alcance, que debemos ahora ya anticipar. (104) En efecto, esta interpretación del ente auténtico debe explicar también, en tanto que general, precisamente, la posibilidad del ente en su totalidad. ¿Qué se dice con la tesis monadológica fundamental sobre la co-subsistencia de varios entes en la totalidad del universo? Si todo ente, si toda mónada se impulsa por sí misma, entonces esto quiere decir, que lleva consigo lo esencial de su ser, o sea, aquello hacia lo que ella se impulsa y el modo de impulsarse. Todo co-subsistir, o para decirlo mejor: todo co-impulsarse de unas mónadas por otras es esencialmente negativo en su posible relación con cada mónada concreta. Ninguna sustancia puede dar a otra su impulso, o sea, lo que es esencial en ella. Lo que puede dar es solamente la desinhibición o la inhibición e incluso esta función negativa se efectúa sólo de manera indirecta. La relación de una sustancia con otra es solamente la relación de la delimitación y, así, de la determinación negativa. Leibniz dice a este respecto con mucha claridad (ibid.): Apparebit etiam ex nostris meditationibus substantiam creatam ab alia substantia creata non ipsam vim limites (100) tantummodo ac determinationem accipere 1. Lo decisivo es el praeexistens nisus. Y Leibniz concluye: Ut alia nunc taceam ad solvendum illud problema difficile, de substantiarum operatione in se invicem, profutura 2.

N. B. Leibniz llama también a la vis activa ἐντελέχεια, en referencia a Aristóteles, tanto en su Systeme nouveau (Gerh. iy 479) como en la Monadología (§ 18; Gerh. VI, 609), en este último lugar fundamentándolo: car elles ont en elles une certaine perfection (έχουσι τό εντελές·) —“pues las mónadas tienen en sí una cierta perfectio”, llevan consigo, en cierto modo, una perfección, en tanto que toda mónada (como se mostrará) ya lleva consigo lo positivo de sí misma y, por supuesto, de tal modo que, de acuerdo con su posibilidad, es el universo mismo — Esta interpretación de la ἐντελέχεια no corresponde propiamente a la tendencia de Aristóteles. Por otra parte, en su monadología, Leibniz utiliza precisamente esta expresión dándole un nuevo significado. (105) Ya en el Renacimiento, la έντελέχεια fue traducida como perfectihabia, en el sentido leibniziano; en el § 48 de la Monadología se cita a Hermolao Bárbaro, como traductor. Este Hermolaus Barbarus (1454-1993) tradujo y comentó a Aristóteles en el Renacimiento, y también el comentario de Temistio, sin duda, con la intención de dar valor al Aristóteles griego frente a la escolástica medieval. Naturalmente su trabajo estuvo cargado de graves dificultades. Se cuenta, por ejemplo, que él, forzado por la perplejidad del significado filosófico del término έντελέχεια, había invocado al diablo para que le diera la solución. (Hoy estamos en la misma situación.)

Hasta ahora hemos explicado el concepto de vis activa en general: 1.° Vis activa significa impulso. 2.° Este carácter de impulso debe inherir en toda sustancia qua sustancia. 3.° De este impulso surge de continuo un efectuar.

Ahora llegamos por primera vez a la auténtica problemática metafísica de la substancialidad, es decir, a la cuestión por la unidad de la substancia como ente primario; pero a lo que no es sustancia Leibniz lo llama fenómeno, esto quiere decir, algo emanado, derivado. En lo que toca al problema de la unidad, hemos escuchado ocasionalmente la crítica a la res extensa cartesiana: la unidad’ no es el resultado de una acumulación, algo posterior, sino que es lo que unifica desde el comienzo. La unidad, como aquello que unifica, es activa, es vis activa, impulso: es el primum constitutivum de la unidad de la sustancia (carta a De Volder, 30, VI, 1704; Gerh. II, 267). Aquí se encuentra el problema central de la monadología, el problema del impulso y la substancialidad.

Se ha vuelto ahora visible el carácter fundamental de esta actividad; sigue siendo oscuro el modo en que precisamente algo como el impulso mismo puede unificar. La cuestión esencial siguiente es: ¿cómo se constituye, sobre la base de esta mónada, en sí misma unificada, la totalidad del universo en sus relaciones? Antes es precisa una consideración intermedia. (106)

Heim

Original

  1. “Será, asimismo, patente, a partir de nuestras meditaciones, que una sustancia creada recibe de otra sustancia creada no la fuerza misma de actuar, sino solamente los límites y la determinación de su impulso ya preexistente o de su capacidad de obrar”.[↩]
  2. “Para guardar ahora silencio sobre otros asuntos, en otro momento posterior solucionaré el difícil problema de la operación de las sustancias entre sí”.[↩]
Excertos de

Heidegger – Fenomenologia e Hermenêutica

Responsáveis: João e Murilo Cardoso de Castro

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