Gewisssein

Gewißsein, estar-certo, estar-cierto

Estar-cierto de un ente significa (Eines Seienden gewiß-sein besagt): tenerlo por verdadero en tanto que él es verdadero. Ahora bien, verdad (Wahrheit) significa el estar-al-descubierto del ente (Entdecktheit des Seienden). Pero todo estar-al-descubierto se funda ontológicamente en la verdad más originaria, en la aperturidad (Erschlossenheit) del Dasein. El Dasein, en cuanto ente abierto-aperiente y descubridor, está esencialmente «en la verdad». Ahora bien, la certeza se funda en la verdad (Gewissheit aber gründet in der Wahrheit) o pertenece cooriginariamente a ella. La expresión «certeza» tiene, como el término «verdad», una doble significación. En su sentido originario, verdad se refiere al ser-aperiente del Dasein, esto es, a un comportamiento suyo (Erschließendsein als Verhaltung des Daseins). En su significación derivada mienta el estar al descubierto del ente. Paralelamente, la certeza se refiere en sentido originario al estar-cierto como modo de ser del Dasein. Pero, en significación derivada, también es llamado «cierto» el ente mismo del cual el Dasein puede estar cierto. (SZ:256; STJR:272)


(…) ¿Y dónde se halla el fundamento del estar-cierto cotidiano? Manifiestamente no en un mero persuadirse unos a otros. (…) (SZ:257; STJR:273)


Con el fenómeno de la resolución (Entschlossenheit) hemos sido llevados ante la verdad originaria de la existencia (ursprüngliche Wahrheit der Existenz). Al estar resuelto (Entschlossen), el Dasein queda desvelado para él mismo en su cada vez fáctico poder-ser (in seinem jeweiligen faktischen Seinkönnen enthüllt) y, de esta manera, él es en sí mismo este desvelar y quedar desvelado (daß es selbst dieses Enthüllen und Enthülltsein ist). A la verdad le pertenece siempre su respectiva certeza (Für-wahr-halten). La apropiación explícita de lo abierto (Die ausdrückliche Zueignung des Erschlossenen) o descubierto es el estar-cierto (Entdeckten ist das Gewißsein). La verdad originaria de la existencia exige un igualmente originario estar-cierto, en tanto que mantenerse en aquello que la resolución abre. Ella se da a sí misma la correspondiente situación fáctica y se pone en ella. La situación no se deja calcular previamente ni dar como algo que está-ahí (Vorhanden) esperando su captación. Sólo es abierta en un libre resolverse, primeramente indeterminado, pero abierto a la determinabilidad. ¿Qué significa entonces la certeza propia de esta resolución? Ella debe mantenerse en lo que ha sido abierto por el acto resolutorio. Pero esto quiere decir que ella justamente no debe obstinarse en la situación, sino que debe comprender que, por su propio sentido aperiente, el acto resolutorio tiene que mantenerse libre y abierto para la correspondiente posibilidad fáctica (faktische Möglichkeit). La certeza del acto resolutorio (Gewissheit des Entschlusses) significa: mantenerse libre para su posible y acaso fácticamente necesaria revocación (Zurücknahme). Semejante tener-por-verdadero de la resolución (Für-wahr-halten der Entschlossenheit) (como verdad de la existencia) no deja empero en modo alguno recaer en la irresolución (Unentschlossenheit). Al contrario: este tener-por-verdadero en cuanto es un resuelto mantenerse libre para la revocación, es el modo propio de estar-resuelto a la repetición (Wiederholung) de sí mismo. Pero, justamente con ello, la pérdida en la irresolución queda existentivamente socavada. El tener-por-verdadero de la resolución tiende, por su sentido mismo, a mantenerse permanentemente libre, es decir, libre para el poder-ser entero (ganze Seinkönnen) del Dasein. Esta constante certeza sólo le es garantizada a la resolución si ella se comporta en relación a la posibilidad respecto de la cual puede estar absolutamente cierta. En su muerte (Tod), el Dasein tiene que «revocarse» absolutamente. Estando constantemente cierta de esto, es decir, adelantándose, la resolución logra su propia y cabal certeza. (SZ:307-308; STJR:323-324)