Si el Dasein está ónticamente constituido por el estar-en-el-mundo (In-der-Welt-sein) y a su ser le pertenece no menos esencialmente una comprensión de ser de su propio sí-mismo por indeterminada que ella sea, ¿no tendrá también una comprensión del mundo, vale decir (Rede), una comprensión preontológica carente de intelecciones ontológicas explícitas? ¿ STJR §16
Si sólo existiendo cobra cada vez (je) el Dasein su mismidad, entonces la estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo reclama, no menos que su posible inestabilidad (Unselbststandigkeit) un planteamiento ontológico-existencial como el único modo adecuado de acceder a su problemática. STJR §25
Pero si el sí-mismo «sólo» debe concebirse como una forma del ser de este ente, parece que esto equivaldría a la disolución del verdadero «núcleo» del Dasein. STJR §25
El otro es un «doblete» del sí-mismo. STJR §26
En estos modos de ser, el sí-mismo del propio Dasein y el sí-mismo del otro no han sido encontrados aún o se han perdido. STJR §27
El sí-mismo del Dasein cotidiano es el uno-mismo (Man selbst), que nosotros distinguimos del sí-mismo propio, es decir (Rede), del sí-mismo asumido expresamente. STJR §27
Inmediatamente yo no «soy» «yo», en el sentido del propio sí-mismo, sino que soy los otros a la manera del uno. STJR §27
Si ya el ser del convivir (Miteinandersein) cotidiano, que pareciera acercarse ontológicamente al puro estar-ahí (Vorhandenheit, Vorhandensein), es fundamentalmente distinto de éste, menos aun podrá concebirse como un estar-ahí (Vorhandenheit, Vorhandensein) el ser del sí-mismo propio. STJR §27
Pero entonces el carácter de mismo del sí-mismo que existe en forma propia queda separado por un abismo ontológico de la identidad del yo que se mantiene invariable a través de la multiplicidad de las vivencias. STJR §27
El comprender (Verstehen) o bien es propio, un comprender (Verstehen) que surge del propio sí-mismo en cuanto tal, o bien es impropio. STJR §31
Escogemos este término para designar un «autoconocimiento» bien entendido, es decir (Rede), para indicar que no se trata de la búsqueda y contemplación aprehensora de un sí-mismo puntual, sino de una toma de posesión comprensora de la plena aperturidad (Erschlossenheit) del estar-en-el-mundo (In-der-Welt-sein), a través de sus momentos estructurales esenciales. STJR §31
La caída (Verfallen) en el mundo sólo constituye empero una «prueba» fenoménica en contra de la existencialidad del Dasein si se concibe al Dasein como un yo-sujeto aislado, como un sí-mismo puntual, del cual él se apartaría. STJR §38
Pero el sí-mismo es inmediata y regularmente el sí-mismo impropio, el uno-mismo. STJR §39
Ciertamente es esencial a toda disposición afectiva (Befindlichkeit) abrir siempre el estar-en-el-mundo (In-der-Welt-sein) en su totalidad (Ganzheit), según todos sus momentos constitutivos (mundo, estar-en (In-Sein), sí-mismo). STJR §40
En el anticiparse-a-sí, el «sí» mienta, pues, en este caso, el sí-mismo del uno-mismo. STJR §41
El análisis de la aperturidad (Erschlossenheit) mostró, además, que con ésta el Dasein – en conformidad con su fundamental constitución de estar-en-el-mundo (In-der-Welt-sein) – queda cooriginariamente desvelado en lo que respecta al mundo, al estar-en (In-Sein), y al sí-mismo. STJR §43
La aperturidad (Erschlossenheit) está constituida por la disposición afectiva (Befindlichkeit), el comprender (Verstehen) y el discurso (Rede), y concierne cooriginariamente al mundo, al estar-en (In-Sein) y al sí-mismo. STJR §44
Ahora bien, el sí-mismo de la cotidianidad (Alltäglichkeit) es el uno (das Man), constituido en el estado interpretativo (Ausgelegtheit) público que se expresa en la habladuría (Gerede). STJR §51
En virtud de semejante equivocidad, el Dasein se expone a perderse en el uno (das Man) por lo que toca a un especialísimo poder-ser (Seinkönnen), que forma parte del sí-mismo más propio. STJR §51
Con la expresión «sí-mismo» («Selbst») hemos respondido a la pregunta por el quién (das Wer) del Dasein. STJR §54
Pero, reparar la falta de elección significa hacer esa elección, decidirse por un poder-ser (Seinkönnen) desde el propio sí-mismo. STJR §54
Perdido en lo público del uno y en su habladuría (Gerede), el Dasein, al escuchar (Hören) al uno-mismo, desoye su propio sí-mismo. STJR §55
Hacia el sí-mismo propio. STJR §56
La llamada al sí-mismo no se entera en absoluto de todo aquello. STJR §56
El uno-mismo es llamado al sí-mismo. STJR §56
Pero no al sí-mismo que puede ser para sí «objeto» de una apreciación, ni al sí-mismo del inquieto, curioso e incesante análisis de la «vida interior», ni tampoco al sí-mismo de una contemplación «analítica» de los estados del alma y de sus motivaciones. STJR §56
La llamada pasa por alto todas estas cosas y las disuelve interpelando únicamente al sí-mismo que, sin embargo, sólo es en la forma del estar-en-el-mundo (In-der-Welt-sein). STJR §56
Y menos que nada pretende abrir en el sí-mismo interpelado un «diálogo consigo mismo». STJR §56
Al sí-mismo interpelado «nada» se le dice, solamente es llamado hacia sí mismo, es decir (Rede), hacia su más propio poder-ser (Seinkönnen). STJR §56
En conformidad con la tendencia de la llamada, ésta no invita al sí-mismo a un «debate», sino que, despertándolo para el más propio-poder-ser-sí-mismo, llama al Dasein hacia «adelante», hacia sus posibilidades más propias. STJR §56
En resumen: hemos caracterizado la conciencia como una llamada que interpela al uno-mismo en su mismidad; en cuanto tal, es una intimación del sí-mismo a su poder-ser-sí-mismo y, por ello, un llamar al Dasein hacia adelante, hacia sus posibilidades. STJR §56
La conciencia llama al sí-mismo del Dasein a salir de su pérdida en el uno (das Man). STJR §57
El sí-mismo interpelado permanece indeterminado y vacío en su «qué». STJR §57
Pese a ello, el sí-mismo es inequívoca e inconfundiblemente alcanzado. STJR §57
Qué podría haber más extraño al uno, perdido como está en el variado «mundo» de los quehaceres, que el sí-mismo aislado en la desazón y arrojado (Geworfenheit) en la nada? « STJR §57
La llamada dirigida al uno-mismo tiene el sentido de una intimación del sí-mismo más propio a despertar a su poder-ser (Seinkönnen) en cuanto Dasein, es decir (Rede), en cuanto estar-en-el-mundo (In-der-Welt-sein) ocupándose de él y en cuanto coestar (Mitsein) con los otros. STJR §58
El sí-mismo que, como tal, tiene que poner el fundamento de sí mismo, jamás puede adueñarse de éste, y sin embargo, tiene que asumir, existiendo, el ser-fundamento. STJR §58
El carácter negativo de este «no» se determina existencialmente así: siendo sí-mismo, el Dasein es el ente arrojado (Geworfenheit) en cuanto sí-mismo. STJR §58
El Dasein no es, él mismo, el fundamento de su ser en cuanto que éste brotara de un proyectarse del propio Dasein, pero, siendo sí-mismo, el Dasein es, sin embargo, el ser de este fundamento. STJR §58
Pero, en la llamada el uno-mismo es llamado a despertar al más propio ser-culpable (Schuldigsein) del sí-mismo. STJR §58
Comprendiendo la llamada, el Dasein deja que el sí-mismo más propio actúe en él desde el poder-ser (Seinkönnen) que él ha escogido para sí. STJR §58
Como si el Dasein fuese una «cuestión administrativa» cuyas deudas sólo necesitaran ser saldadas en debida forma para que el sí-mismo pudiera estar «junto» al fluir de sus vivencias, a la manera de un espectador imparcial. STJR §59
Este dejar-actuar-en-sí al sí-mismo más propio desde él mismo en su ser-culpable (Schuldigsein), es el fenómeno de la atestiguación en el Dasein mismo de su poder-ser (Seinkönnen) propio. STJR §60
La llamada nos enfrenta al ser-culpable (Schuldigsein) que somos en todo momento y trae de vuelta de este modo al sí-mismo desde la ruidosa habladuría (Gerede) de la comprensión del uno. STJR §60
La aperturidad (Erschlossenheit) del Ahí (das Da) abre cooriginariamente cada vez (je) el estar-en-el-mundo (In-der-Welt-sein) en su totalidad (Ganzheit), es decir (Rede), el mundo, el estar-en (In-Sein) y el sí-mismo que es este ente, en cuanto ese sí-mismo es un «yo soy». STJR §60
La resolución (Entschlossenheit) lleva al sí-mismo precisamente a estar en ocupación en medio (bei) de lo a la mano y lo impele al coestar (Mitsein) solícito con los otros. STJR §60
Estando resuelto para aquel Ahí (das Da) que el sí-mismo ha de ser existiendo, se abre para él cada vez (je) el carácter respeccional fáctico de las circunstancias. STJR §60
Su «consistencia» no se funda en la sustancialidad de una sustancia (Substanz), sino en la «autonomía» («Selbstandigkeit») del sí-mismo existente, cuyo ser fue concebido como cuidado (Sorge). STJR §61
El fenómeno del sí-mismo, implicado en el cuidado (Sorge), requiere una delimitación existencial originaria y propia, frente al uno-mismo impropio que ya fue mostrado en la etapa preparatoria. STJR §61
Esto implica también especificar las preguntas ontológicas que en general pueden y deben hacérsele al sí-mismo, en el supuesto de que éste no es sustancia (Substanz) ni sujeto. STJR §61
El «yo» y el «sí-mismo» han sido concebidos desde siempre en la «ontología» de este ente como el fundamento sustentador (sustancia (Substanz) o sujeto). STJR §64
Pero ya se ha fijado en principio el hilo conductor del problema: si el sí-mismo pertenece a las determinaciones esenciales del Dasein, y si la «esencia» de éste consiste en la existencia (Existenz), entonces la yoidad y la mismidad deberán ser comprendidas existencialmente. STJR §64
Si es válida la tesis del carácter tautológico de la expresión «cuidado (Sorge) de sí mismo», en correspondencia a la solicitud (Fürsorge) como cuidado (Sorge) por los otros, entonces el cuidado (Sorge) lleva ya en sí el fenómeno del sí-mismo. STJR §64
La aclaración de la existencialidad del sí-mismo tiene su punto de partida «natural» en la autointerpretación cotidiana del Dasein, que se expresa acerca de «sí mismo» diciendo «yo». STJR §64
Porque el concepto ontológico de sujeto no caracteriza la mismidad (Selbstheit) del yo en tanto que sí-mismo, sino la identidad (Selbigkeit) y permanencia de algo que ya está siempre ahí. STJR §64
Es cierto que Kant evitó disociar el yo del pensar, pero sin plantear el «yo pienso» en la plenitud de su contenido esencial como un «yo pienso algo» y, sobre todo, sin ver el «supuesto» ontológico del «yo pienso algo» como determinación fundamental del sí-mismo. STJR §64
En el «yo» se expresa aquel sí-mismo que inmediata y regularmente no es el que yo propiamente soy. STJR §64
El sí-mismo del «yo me ocupo» olvidado de sí se muestra para el que se absorbe en el tráfago cotidiano y en la veloz sucesión de los quehaceres como algo simple, permanentemente idéntico, pero indeterminado y vacío. STJR §64
Que el decir-«yo» óntico «natural» soslaye el contenido fenoménico del Dasein a que el «yo» se refiere no le da a la interpretación (Interpretation, Auslegung) ontológica del yo ningún derecho para soslayarlo también ella, imponiéndole a la problemática del sí-mismo un horizonte «categorial inadecuado». STJR §64
La constitución ontológica del sí-mismo no se deja reducir a un yo-sustancia ni a un «sujeto», sino que, por el contrario, el cotidiano y fugitivo decir (Rede) «yo, yo» tiene que ser comprendido desde el poder-ser (Seinkönnen) propio; pero de aquí no se sigue, sin embargo, que el sí-mismo sea el fundamento constantemente presente del cuidado (Sorge). STJR §64
Desde aquí recibe su aclaración la estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo como presunta persistencia del sujeto. STJR §64
Pero el fenómeno del poder-ser (Seinkönnen) propio abre también la mirada para la estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo en el sentido de haber alcanzado un cierto estado (Standgewonnenhaben). STJR §64
La estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo, en el doble sentido de la constancia y de la firmeza de estado es la contraposibilidad propia de la inestabilidad del sí-mismo de la caída (Verfallen) irresoluta. STJR §64
La estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo (Selbst-standigkeit) no significa existencialmente otra cosa (Ding) que la resolución (Entschlossenheit) precursora. STJR §64
La estructura ontológica de la resolución (Entschlossenheit) precursora revela la existencialidad de la mismidad del sí-mismo. STJR §64
El sí-mismo revelado en la silenciosidad de la existencia (Existenz) resuelta es la base fenoménica originaria para la pregunta por el ser del «yo». STJR §64
La pregunta ontológica acerca del ser del sí-mismo debe ser arrancada de la idea previa de un sí-mismo-cosa que perdura en su estar-ahí (Vorhandenheit, Vorhandensein), idea constantemente sugerida por el uso predominante del decir (Rede) «yo». STJR §64
El cuidado (Sorge) no tiene necesidad de fundarse en el sí-mismo; es, más bien, la existencialidad, en cuanto constitutivum del cuidado (Sorge), la que le da su constitución ontológica a la estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo, a la cual – conforme al pleno contenido estructural del cuidado (Sorge) – le pertenece la caída (Verfallen) fáctica en la inestabilidad del sí-mismo. STJR §64
El cuidado (Sorge), en el modo de la propiedad, contiene la originaria estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo e integridad (Ganzheit) del Dasein. STJR §65
La estructura ontológica del ente que soy cada vez (je) yo mismo se centra en la estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo de la existencia (Existenz). STJR §66
Y puesto que el sí-mismo no puede ser concebido ni como sustancia (Substanz) ni como sujeto, sino que se funda en la existencia (Existenz), el análisis del sí-mismo impropio, del uno, fue dejado enteramente de lado en el transcurso de la interpretación (Interpretation, Auslegung) preparatoria del Dasein. STJR §66
Ahora que la mismidad ha sido explícitamente reasumida en la estructura del cuidado (Sorge) y, por consiguiente, de la temporeidad (Zeitlichkeit), la interpretación (Interpretation, Auslegung) tempórea de la estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo y de la inestabilidad del sí-mismo adquiere un peso particular. STJR §66
El modo propio de venir-a-sí en la resolución (Entschlossenheit) precursora constituye, a la vez, un retorno al más propio sí-mismo, arrojado (Geworfenheit) en su aislamiento. STJR §68
Para poder ponerse «efectivamente» a la obra y operar «perdiéndose» en el mundo de los útiles, el sí-mismo tiene que olvidarse de sí. STJR §69
En este continuo cambio de vivencias, el sí-mismo se mantiene en una cierta identidad. STJR §72
Con el análisis de la específica movilidad y persistencia que son propias del acontecer (Geschehen) del Dasein, la investigación vuelve al problema que fue tratado inmediatamente antes de la dilucidación de la temporeidad (Zeitlichkeit): a la pregunta por la estabilidad (Ständigkeit) del sí-mismo (Standigkeit des Selbst) que hemos determinado como el quién (das Wer) del Dasein. STJR §72
La toma entre manos del estar arrojado (Geworfenheit) del sí-mismo en su propio mundo ¿abrirá acaso un horizonte del cual la existencia (Existenz) podría extraer sus posibilidades fácticas? STJR §74
Inmediata y regularmente, el sí-mismo está perdido en el uno (das Man). STJR §74
La posibilidad (Möglichkeit) del predominio de este horizonte problemático se funda en la falta de resolución (Entschlossenheit), que constituye la esencia de la in-estabilidad del sí-mismo. STJR §75
La resolución (Entschlossenheit) del sí-mismo en contra de la inestabilidad de la dispersión constituye como tal la continuidad extensa en la que el Dasein en cuanto destino mantiene «incorporados», dentro de su existencia (Existenz), tanto el nacimiento y la muerte, como su «entre», de tal manera que en esta estabilidad (Ständigkeit) el Dasein se ha hecho «instantáneo» para lo mundi-histórico de su situación concreta. STJR §75
La resolución (Entschlossenheit) constituye la fidelidad de la existencia (Existenz) a su propio sí-mismo. STJR §75
La existencia (Existenz) instantánea se temporiza como extensión íntegra en forma de destino, en el sentido de la estabilidad (Ständigkeit) propia e histórica del sí-mismo. STJR §79
Pero el tiempo del mundo es también «más subjetivo» que todo posible sujeto, porque contribuye a hacer posible el cuidado (Sorge), entendido como el ser del sí-mismo fácticamente existente. « STJR §80
De esta manera, el concepto es la concepción autoconcipiente del sí-mismo, concepción en la que el sí-mismo es propiamente como puede ser, es decir (Rede), libre. « STJR §82