El Dasein se comprende siempre a sí mismo desde su existencia, desde una posibilidad de sí mismo: de ser sí mismo o de no serlo. El Dasein, o bien ha escogido por sí mismo estas posibilidades, o bien ha ido a parar en ellas, o bien ha crecido en ellas desde siempre. La existencia es decidida en cada caso tan sólo por el Dasein mismo, sea tomándola entre manos, sea dejándola perderse. La cuestión de la existencia ha de ser resuelta siempre tan sólo por medio del existir mismo. A la comprensión de sí mismo que entonces sirve de guía la llamamos comprensión existentiva (existenzielle). La cuestión de la existencia es una «incumbencia» óntica del Dasein. Para ello no se requiere la transparencia teorética de la estructura ontológica de la existencia. La pregunta por esta estructura apunta a la exposición analítica de lo constitutivo de la existencia. A la trama de estas estructuras la llamamos existencialidad. Su analítica no tiene el carácter de un comprender existentivo, sino de un comprender existencial (existenziales). La tarea de una analítica existencial del Dasein ya se encuentra bosquejada en su posibilidad y necesidad en la constitución óntica del Dasein. STJR §4
Ahora bien, puesto que la existencia determina al Dasein, la analítica ontológica de este ente requiere siempre una visualización de la existencialidad. STJR §4
Y a esta existencialidad la entendemos como la constitución de ser del ente que existe. STJR §4
Únicamente cuando el cuestionar de la investigación filosófica es asumido existentivamente como posibilidad de ser del Dasein existente, se da la posibilidad de una apertura de la existencialidad de la existencia, y con ello la posibilidad de abordar una problemática ontológica suficientemente fundada. STJR §4
Pero si, por otra parte, el Dasein ha hecho suya la posibilidad que hay en él no sólo de hacer transparente para sí mismo su propia existencia, sino también de preguntar por el sentido de la existencialidad misma, y esto quiere decir, de preguntar previamente por el sentido del ser en general, y si en este preguntar ha quedado abierta la mirada para la esencial historicidad del Dasein, entonces será imposible no ver que el preguntar por el ser, cuya necesidad óntico-ontológica ya ha sido señalada, está caracterizado, también él, por la historicidad. STJR §6
Y puesto, por último, que el Dasein tiene una primacía ontológica frente a todo otro ente – como el ente que es en la posibilidad de la existencia – la hermenéutica cobra, en cuanto interpretación del ser del Dasein, un tercer sentido específico, filosóficamente hablando el primario: el sentido de una analítica de la existencialidad de la existencia. STJR §7
Pero esto implica para la interpretación ontológica de este ente la indicación de desarrollar la problemática de su ser partiendo de la existencialidad de su existencia. STJR §9
También en ella, e incluso en el modo de la impropiedad, se da a priori la estructura de la existencialidad. STJR §9
Y como estos caracteres de ser del Dasein se determinan desde la existencialidad, los llamamos existenciales. STJR §9
En cambio, la posibilidad, entendida como existencial, es la más originaria y última determinación ontológica positiva del Dasein; por ahora ella sólo puede ser tratada preparatoriamente como problema – al igual que la existencialidad en general. STJR §31
En estos fenómenos se torna enteramente clara la función constitutiva del discurso para la existencialidad de la existencia. STJR §34
La caída en el mundo sólo constituye empero una «prueba» fenoménica en contra de la existencialidad del Dasein si se concibe al Dasein como un yo-sujeto aislado, como un sí-mismo puntual, del cual él se apartaría. STJR §38
En cambio, si mantenemos firmemente que el ser del Dasein tiene la estructura del estar-en-el-mundo ya mostrada, resultará evidente que la caída, en cuanto modo de ser de este estar-en, representa la prueba más elemental en pro de la existencialidad del Dasein. STJR §38
Se pregunta, entonces, por la unidad ontológica de la existencialidad y la facticidad, o por la esencial pertenencia de ésta a aquélla. STJR §39
Los caracteres ontológicos fundamentales de este ente son la existencialidad, la facticidad y el estar-caído. STJR §41
La existencialidad está determinada esencialmente por la facticidad. STJR §41
El cuidado no caracteriza, por ejemplo, tan sólo a la existencialidad, separada de la facticidad y de la caída, sino que abarca la unidad de todas estas determinaciones de ser. STJR §41
Tan sólo la orientación en la existencialidad ontológicamente interpretada en forma positiva ofrece la garantía de que en el curso efectivo del análisis de la «conciencia» o de la «vida», no se deslice subrepticiamente un sentido de realidad, aunque sólo fuere indiferente. STJR §43
La interpretación de la existencialidad como cuidado y el deslinde de este último respecto de la realidad, no significa empero el fin de la analítica existencial, sino que hace tan sólo aparecer más vivamente el entrelazamiento de los problemas que surgen en conexión con la pregunta por el ser y sus posibles modos, y con la pregunta por el sentido de estas modalizaciones: tan sólo si la comprensión del ser es, se hace accesible el ente en cuanto ente; tan sólo si un ente que tiene el modo de ser del Dasein es, la comprensión del ser es posible como ente. STJR §43
Es verdad que por este camino también nos ha sido posible, y hasta necesario, alcanzar una determinación concreta de la existencialidad de la existencia. STJR §45
Ahora bien, el fundamento ontológico originario de la existencialidad del Dasein es la temporeidad. STJR §45
Para el escuchar existentivo de la llamada fáctica de la conciencia, ciertamente; pero no para el análisis existencial de la facticidad del llamar y de la existencialidad del escuchar. STJR §57
Aquello a lo que la resolución se resuelve está ontológicamente bosquejado en la existencialidad del Dasein en cuanto tal como un poder-ser en el modo de la solicitud ocupada. STJR §60
El Dasein ha sido puesto en el haber previo en una forma originaria, es decir, en una forma relativa a su modo propio de poder-estar-entero; la orientadora manera previa de ver – la idea de la existencia – ha podido ser determinada mediante la aclaración del poder-ser más propio; con la elaboración concreta de la estructura de ser del Dasein, se ha hecho tan clara su índole ontológica peculiar frente a todo lo que está-ahí, que la manera de entender previa de la existencialidad del Dasein posee ahora una articulación suficiente como para guiar en forma segura la elaboración conceptual de los existenciales. STJR §63
Porque, sin un comprender existentivo, todo análisis de la existencialidad carece de base. ¿ STJR §63
El modo propio del poder-ser-sí-mismo garantiza la manera previa de ver en dirección a la existencialidad originaria, y ésta asegura la acuñación de los conceptos existenciales adecuados. STJR §63
La unidad de los momentos constitutivos del cuidado, existencialidad, facticidad y condición de caído, hizo posible la primera delimitación ontológica de la totalidad del todo estructural que es el Dasein. STJR §64
La aclaración de la existencialidad del sí-mismo tiene su punto de partida «natural» en la autointerpretación cotidiana del Dasein, que se expresa acerca de «sí mismo» diciendo «yo». STJR §64
La estructura ontológica de la resolución precursora revela la existencialidad de la mismidad del sí-mismo. STJR §64
El cuidado no tiene necesidad de fundarse en el sí-mismo; es, más bien, la existencialidad, en cuanto constitutivum del cuidado, la que le da su constitución ontológica a la estabilidad del sí-mismo, a la cual – conforme al pleno contenido estructural del cuidado – le pertenece la caída fáctica en la inestabilidad del sí-mismo. STJR §64
El proyectarse en el «por mor de sí mismo», proyectarse que se funda en el futuro, es un carácter esencial de la existencialidad. STJR §65
La formulación de la estructura del cuidado indica, con las expresiones «antes» y «ya», el sentido tempóreo de la existencialidad y de la facticidad. STJR §65