¿Qué otro uso del “ser” y del “es” hay, aparte del “lógico”? En la proposición “Dios es” no se añade al sujeto ningún predicado quiditativo, real. Más bien se pone el sujeto Dios, con todos sus predicados, “en sí mismo”. El “es” indica ahora: Dios existe, Dios está ahí. “Dasein”, “existencia” mientan, en verdad el ser, pero “ser” y “es” no en el sentido de la posición de la relación entre sujeto proposicional y predicado. La posición del “es” en la proposición “Dios es”, va más allá del concepto Dios y trae junto al concepto la cosa misma, el objeto Dios como lo que es ahí. A diferencia del uso lógico, el ser se usa en este caso con respecto al objeto existente en sí mismo. Por eso podemos hablar de un uso óntico, o mejor de un uso objetivo del ser. En el escrito precrítico escribe Kant: “Si no se considera simplemente esta relación [entre el sujeto de la proposición y el predicado], sino la cosa puesta en y para sí misma, entonces este ser es tanto como existencia”. Heideggeriana: KantSer
No pretendemos en una primera acometida entender en toda su transparencia el contenido de estos principios. Sin embargo ya estamos preparados para una primera comprensión, y en verdad por aquello que Kant define en el enunciado negativo de su tesis sobre el ser: “Ser no es evidentemente un predicado real”. En esto reside que, el ser y por tanto también los modos del ser – posible, efectivo, necesario – no expresan nada acerca de, qué es el objeto, sino acerca del cómo, de la relación del objeto al sujeto. Respecto de ese cómo los mencionados conceptos del ser, se llaman “modalidades”. El mismo Kant comienza su explicación de los “Postulados” con la siguiente frase: “Las categorías de la modalidad tienen en sí de particular que no aumentan en nada, como determinación del objeto, el concepto (a saber, el del sujeto de la proposición) a que se unen como predicados, sino que sólo expresan la relación con la facultad de conocer” (A 219, B 266). Heideggeriana: KantSer
(¿O nos sentimos ahora perplejos sólo porque nos dejamos inducir a error por el lenguaje o, para ser más precisos, por la exégesis gramatical del lenguaje, y por causa de este error nos aferramos a un “Se” o “Ello” que debe dar, pero que él mismo precisamente no da? Al decir: Se da el ser, Se da el tiempo, estamos enunciando proposiciones. Según la gramática, una proposición consta de sujeto y predicado. El sujeto de la proposición no tiene que ser necesariamente un sujeto en el sentido de un yo o de una persona. De ahí que la gramática y la lógica conciban a las proposiciones de “se” o de “ello” como impersonales y como proposiciones sin sujeto. En otros lenguajes indogermánicos, en griego y en latín, falta el “Se” o “Ello”, al menos como palabra y forma fonética, lo cual empero no significa que el mentado Se o Ello no esté co-pensado: en latín pluit, llueve; en griego chre, hace necesario. Heideggeriana: TempoYSer