Traducimos cogitare por “pensar” y quedamos convencidos de que ya está claro lo que Descartes quiere decir con cogitare. Como si supiéramos inmediatamente lo que quiere decir “pensar” y sobre todo, como si pudiéramos estar seguros de que con nuestro concepto de “pensar”, tomado quizá de algún manual de “lógica”, acertamos con aquello que Descartes quiere decir con la palabra “cogitare”. En importantes pasajes, Descartes utiliza para cogitare la palabra percipere (per-capio): tomar en posesión algo, apoderarse de una cosa, aquí en el sentido de re-mitir-a-sí [Sich-zu-stellen] en el modo del poner ante sí [Vor-sich-stellen], del “re-presentar” [Vor-stellen]. Si comprendemos cogitare como re-presentar en ese sentido literal, nos acercamos ya más al concepto cartesiano de cogitatio y perceptio. Las palabras alemanas terminadas en – ung designan con frecuencia dos cosas que se copertenecen: representación [Vorstellung] con el significado de “representar” y representación con el significado de “representado”. La misma duplicidad posee también perceptio, en el sentido de percipere y de perceptum: el llevar-ante-sí y lo llevado-ante-sí y hecho-“visible” en el sentido más amplio. Por ello Descartes utiliza también con frecuencia para perceptio la palabra idea, que, de acuerdo con este uso, no sólo significa lo representado en un representar sino también este representar mismo, el acto y el ejercicio del mismo. Descartes diferencia tres tipos de ideas: 1) ideae adventitiae: lo representado que viene hacia nosotros; lo percibido en las cosas; 2) ideae a me ipso factae: lo re-presentado que formamos pura y discrecionalmente a partir de nosotros mismos (imaginaciones); 3) ideae innatae: lo re-presentado que ya está dado en la constitución esencial del re-presentar humano. Heideggeriana: NiilismoEuropeu
En el concepto de cogitatio el acento está puesto siempre en que el re-presentar lleva lo re-presentado hacia el que representa; que de este modo éste, en cuanto representa, “emplaza” [stellt] en cada caso a lo re-presentado, lo hace rendir cuenta, es decir, lo detiene y lo fija para sí, lo toma en posesión, lo pone en seguro. ¿Para qué? Para el ulterior re-presentar, que es querido en todas partes como un poner en seguro y busca fijar el ente como algo asegurado. Pero ¿qué es lo que tiene que ponerse en seguro, que ser llevado a la seguridad, y por qué? Lo reconoceremos si interrogamos de modo más esencial el concepto cartesiano de cogitatio; en efecto, aún no hemos captado un rasgo esencial de la cogitatio, si bien en el fondo ya lo hemos rozado y nombrado. Daremos con él si prestamos atención a que Descartes dice: todo ego cogito es cogito me cogitare; todo “yo represento algo” al mismo tiempo “me” representa, a mí, el que representa (delante de mí, en mi re-presentar). Con una expresión que es fácilmente mal interpretable, todo re-presentar humano es un representar-“se”. Heideggeriana: NiilismoEuropeu
Pero esta caracterización del re-presentar por la que en él se “co”-re-presentan “conjuntamente” el representar mismo y el “yo” representante, sigue siendo equívoca hasta tanto no destaquemos de manera más precisa lo esencial de lo que aquí todo depende. Puesto que en todo representar es al hombre re-presentante a quien se remite lo re-presentado de ese re-presentar, el hombre representante se ha copresentado en todo representar no con posterioridad sino de antemano, en la medida en que él, el re-presentante, lleva en cada caso ante sí a lo re-presentado. Puesto que el hombre re-presentante ya ha comparecido dentro del re-presentar junto a lo re-presentado, existe en todo re-presentar la posibilidad esencial de que el representar mismo se lleve a cabo dentro del círculo visual del que representa. Que el representar y el re-presentante sean co-representados en el re-presentar humano no quiere decir, en verdad, que el yo y su re-presentar se encontraran, por así decirlo, fuera del re-presentar como objetos diferentes de este representar y, con posterioridad, se integraran en el entorno de lo re-presentado. En verdad, la equívoca formulación de que el representante y su representado son co-representados en todo representar expresa precisamente la pertenencia esencial del re-presentante a la constitución del re-presentar. Heideggeriana: NiilismoEuropeu
Así, se considera al “principio de no contradicción” un “principio” (“axioma”) válido en sí mismo de manera intemporal, y no se reflexiona en que para la filosofía de Aristóteles tiene un contenido esencialmente diferente y desempeña un papel distinto que para Leibniz, y que, a su vez, tiene una verdad diferente en la metafísica de Hegel o en la de Nietzsche. La proposición dice en cada caso algo esencial no sólo sobre la “contradicción” sino sobre el ente en cuanto tal y sobre la especie de verdad en la que el ente en cuanto tal es experimentado y proyectado. Esto vale también para el ego-cogito-sum de Descartes. Por eso, tampoco en este caso debemos creer que con la varita mágica de lo “comprensible de suyo” aclararemos todo inmediatamente. Sobre la base del anterior comentario de la cogitatio tenemos que intentar pensar a fondo el ego-cogito-sum de acuerdo con su propia medida. Según su expresión literal, la proposición apunta hacia el sum, yo soy, es decir hacia el conocimiento de que yo soy. Pero si aquí debe demostrarse en un cierto respecto que yo, o sea “yo”, ego, en el sentido de aquel que representa el re-presentar, soy, para ello no se necesita la argumentación silogística que, partiendo de la existencia segura de algo conocido, llega a la conclusión de la existencia de algo hasta entonces desconocido e inseguro. En efecto, en el re-presentar humano de un objeto, por medio de éste mismo, en cuanto es algo enfrentado y puesto delante, está ya re-mitido aquello “enfrente” y “delante” de lo cual está el objeto, de manera tal que el hombre, en virtud de esta remisión puede decirse a sí mismo, en cuanto aquel que re-presenta, “yo”. El yo – en cuanto “yo soy el que representa” – está remitido al re-presentar de manera tan segura que ningún silogismo, por más concluyente que sea, podrá alcanzar nunca la seguridad de esta re-misión a sí del que representa. Heideggeriana: NiilismoEuropeu