proposición cogito sum

¿Qué dice la proposición cogito sum? Parece casi una “ecuación”. Pero aquí caemos en un nuevo peligro, el de trasladar formas proposicionales correspondientes a una determinada región del conocimiento – las ecuaciones de la matemática – a una proposición que se caracteriza por ser incomparable con cualquier otra, incomparable en todo respecto. La interpretación matemática de la proposición en el sentido de una ecuación resulta natural dado que lo “matemático” es determinante para la concepción cartesiana del conocimiento y del saber. Pero ante esto hay que preguntarse: ¿adopta Descartes simplemente como modelo de todo conocer un modo de conocimiento ya existente y probado en las “matemáticas” o bien, a la inversa, lleva a cabo una nueva determinación, una determinación metafísica, de la esencia de lo matemático? Lo acertado es lo segundo. Por eso tenemos que intentar determinar nuevamente de manera más precisa el contenido de la proposición y, al hacerlo, tenemos sobre todo que responder a la pregunta acerca de qué es puesto como subiectum “mediante” esta proposición. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

La proposición cogito sum, en cuanto expresa y contiene la plena esencia de la cogitatio, pone con esta esencia de la cogitatio el subiectum en sentido propio, el subiectum remitido en el ámbito de la cogitatio misma y sólo por intermedio de ella. Puesto que en el cogitare reside el me cogitare, puesto que al representar le pertenece esencialmente la referencia al que re-presenta y en dirección a éste se recoge toda la representatividad de lo representado, por ello el que representa, que al hacerlo puede llamarse “yo”, es sujeto en un sentido acentuado, algo así como el sujeto en el sujeto, aquél al que, ya en el interior de lo que subyace en la representación, todo remite. Por eso Descartes también puede dar de la proposición cogito sum la formulación: sum res cogitans. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

La seguridad de la proposición cogito sum (ego ens cogitans) determina la esencia de todo saber y de todo lo que puede saberse, es decir de la mathesis, es decir de lo matemático. Por eso sólo es comprobable y constatable como ente aquello cuya a-portación garantiza una seguridad tal, o sea, aquello que es accesible por medio del conocimiento matemático y fundado sobre las “matemáticas”. Lo accesible matemáticamente, lo que es calculable con seguridad en el ente que no es el hombre mismo, en la naturaleza inanimada, es la extensión (lo espacial), la extensio, dentro de la cual pueden contarse el espacio y el tiempo. Sin embargo, Descartes iguala inmediatamente extensio con spatium. Por eso el ámbito no humano del ente finito, la “naturaleza”, es concebida como res extensa. Detrás de esta caracterización de la objetividad natural se encuentra la proposición enunciada en el cogito sum: ser es representatividad. Por muy unilateral y en algunos respectos insuficiente que pueda ser la interpretación de la “naturaleza” como res extensa es, sin embargo, pensada a fondo en dirección de su contenido metafísico y medida por la amplitud de su proyecto metafísico ese paso resuelto y primero por el que se vuelve metafísicamente posible la técnica moderna de la máquina de fuerza motriz y con ella, el nuevo mundo y la humanidad que le corresponde. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

La puerta que da al ámbito esencial de este dominio comprendido metafísicamente fue abierta por Descartes con su proposición cogito sum. La proposición según la cual la naturaleza inanimada es res extensa no es más que la consecuencia esencial de la primera. Sum res cogitans es el fundamento, lo que yace a la base, el subiectum para la determinación del mundo material como res extensa. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

O sea que la proposición cogito sum es el subiectum; la “proposición”, no tomada en su tenor literal y como forma pensada gramaticalmente, ni tampoco en su “contenido semántico” presuntamente arbitrario y pensable de forma aislada, sino la “proposición” de acuerdo con aquello que en ella se expresa como lo propiamente esenciante [das eigentliche Wesende] y que la sostiene en su esencia de proposición. Qué es esto? Respuesta: la esencia plena de la representación. La re-presentación [Vor-stellung] se ha convertido en instauración [Auf-stellung] y fijación [Fest-stellung] de la esencia de la verdad y del ser. La re-presentación se pone aquí ella misma en su propio espacio esencial y pone a éste como medida de la esencia del ser del ente y de la esencia de la verdad. Puesto que verdad quiere decir ahora el estar seguro de la remisión, es decir, certeza, y puesto que ser significa representatividad en el sentido de esta certeza, el hombre, en conformidad con su papel en el representar que pone así el fundamento, se convierte en el sujeto eminente. En el ámbito de dominio de este subiectum, el ens ya no es ens creatum, es ens certum: indubitatum: vere cogitatum: “cogitatio”. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Sólo ahora puede reconocerse también con claridad en qué sentido la proposición cogito sum es una “proposición fundamental” [Grundsatz] y un “principio”. Siguiendo la idea más o menos correcta de que en el pensamiento de Descartes lo “matemático” desempeña “de cierto modo” un papel especial, suele recordarse que en las matemáticas aparecen ciertas proposiciones supremas, los “axiomas”. Por otra parte, en la medida en que el pensamiento matemático piensa de modo “deductivo”, estas proposiciones supremas son identificadas con las premisas mayores de las argumentaciones silogísticas. Partiendo de allí se supone, sin más reflexión, que la proposición cogito sum, a la que el propio Descartes señala como la “primera y más cierta”, tiene que ser una proposición suprema y un “principio” en el sentido tradicional, algo así como la mayor de las premisas mayores de todo silogismo. En este razonamiento formalmente correcto y apoyado en parte en formulaciones del propio Descartes se pasa por alto, sin embargo, lo esencial: con la proposición cogito sum se da una nueva determinación de la esencia de “fundamento” y de “principium”. “Fundamento” y “principium” es ahora el subiectum en el sentido del representar que se representa. Con ello queda decidido de manera nueva en qué sentido esta proposición sobre el subiectum es el principio fundamental, el principio por excelencia. La esencia de lo que tiene el carácter de principio se determina ahora desde la esencia de la “subjetividad” y por medio de esta última. Lo “axiomático” tiene ahora un sentido diferente respecto de la verdad del axioma que Aristóteles encuentra, como “principio de no contradicción”, para la interpretación del ente en cuanto tal. El carácter “de principio” de la proposición cogito sum consiste en que determina de modo nuevo la esencia de la verdad y del ser, y lo hace de manera tal que se invoca esta determinación misma como la verdad primera, lo que aquí quiere decir, al mismo tiempo: como lo que es en sentido propio. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Si además tenemos en cuenta que, de acuerdo con los decisivos comentarios de la proposición hechos por el propio Descartes, ésta no debe tomarse como una argumentación silogística, resultará claro sin más cómo el ente asegurado por ella – la representación en su esencia plena – proporciona al mismo tiempo, en conformidad con el carácter proposicional de esta proposición, la seguridad sobre ser, verdad y pensar. Lo que Descartes, en cambio, parece no haber recalcado de modo suficiente – que la proposición, en cuanto “principio” tiene que pensarse también a un “nivel de principio”, es decir filosóficamente – lo señala, sin embargo, mediante el giro, repetidas veces empleado: ordine philosophanti. Esta proposición sólo puede hacerse efectiva y sólo agota todo su contenido si se la piensa en esa dirección única que adopta la búsqueda de un fundamentum absolutum inconcussum veritatis. Esta búsqueda piensa necesariamente en referencia a un fundamentum, a un absolutum, a un inconcussum, a una veritas, y piensa todo esto en un determinado sentido junto con aquello que lo satisface como ente cierto y que esta por ello firmemente establecido. En el sentido de lo que es así cierto y más conocido se representan también los preconceptos de ser, conocer y representar. La proposición cogito sum sólo dice que éstos están ya representados de este modo. La objeción nietzscheana de que la proposición de Descartes hace uso de presuposiciones no demostradas y por ello no es un principio no acierta en un doble respecto: 1) la proposición no es una argumentación silogística que dependa de premisas mayores; 2) y sobre todo, la proposición es, por su esencia, el pre-suponer mismo que Nietzsche echa en falta; en ella se pone explícitamente de antemano aquello a lo que toda proposición y todo conocimiento apela como fundamento esencial. Heideggeriana: NiilismoEuropeu