posición de valores

La metafísica de Nietzsche es nihilista en la medida en que es un pensar en términos de valor y que éste se funda en la voluntad de poder como principio de toda POSICIÓN DE VALORES. De acuerdo con ello, la metafísica de Nietzsche se vuelve acabamiento del nihilismo propio porque es metafísica de la voluntad de poder. Pero si esto es así, la metafísica de la voluntad de poder es el fundamento del acabamiento del nihilismo propio, pero no puede ser de ninguna manera el fundamento del nihilismo propio en cuanto tal. Éste, aunque aún no haya llegado a su acabamiento, tiene que imperar en la esencia de la metafísica precedente. Esta última, si bien no es metafísica de la voluntad de poder, experimenta, sin embargo, al ente en cuanto tal en su totalidad como voluntad. Por más que la esencia de la voluntad que aquí se piensa pueda seguir siendo oscura en múltiples respectos, y quizá necesariamente, si se retrocede desde la metafísica de Schelling y Hegel hasta Descartes, pasando por Kant y Leibniz, el ente en cuanto tal se experimenta, en el fondo, como voluntad. Heideggeriana: NiilismoSer

¿Pensada desde esta visión, es la esencia del nihilismo algo abstracto? ¿O esto que esencia de la historia del ser mismo es el acontecer a partir del cual acontece (geschieht) ahora toda historia (Geschichte)? ¿El hecho de que toda historiografia, incluso la que posee el rango y la amplitud de miras de Jakob Burckhardt, no sepa ni pueda saber nada de todo esto, es una prueba suficiente de que esta esencia del nihilismo no “es”? Si la metafísica de Nietzsche no sólo interpreta el ser como un valor desde el ente en el sentido de la voluntad de poder, si piensa además a la voluntad de poder como el principio de una nueva POSICIÓN DE VALORES y comprende a ésta como una superación del nihilismo, entonces en ese querer superar se expresa el más extremo quedar enredada de la metafísica en lo impropio del nihilismo, de manera tal que con ese quedar enredada se cierra el paso a su propia esencia y así, en la forma de una superación del nihilismo, le da a éste, sólo entonces, la eficiencia de su inesencia desencadenada. Heideggeriana: NiilismoSer

El “nihilismo” es la verdad que se torna dominante, según la cual todos las metas que tenía el ente hasta el momento se han vuelto caducas. Pero con la transformación de la anterior referencia a los valores conductores, el nihilismo llega a su acabamiento en la tarea libre y auténtica de una nueva POSICIÓN DE VALORES. El nihilismo en sí acabado y determinante para el futuro puede designarse como “nihilismo clásico”. Nietzsche caracteriza a su propia metafísica con este nombre y la comprende como el “contramovimiento” respecto de todas las anteriores. De este modo, el nombre “nihilismo” pierde el significado meramente nihilista que poseía en la medida en que con él se aludía al aniquilamiento y la destrucción de los valores existentes hasta el momento, a la mera nihilidad del ente y a la falta de perspectivas de la historia humana. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Si la fundación de la verdad acerca del ente en su totalidad constituye la esencia de la metafísica, la transvaloración de todos los valores, en cuanto fundación del principio de una nueva POSICIÓN DE VALORES, es en sí metafísica. Como carácter fundamental del ente en su totalidad Nietzsche reconoce y pone lo que denomina la “voluntad de poder”. Con este concepto no sólo está delimitado qué es el ente en su ser. Este título de “voluntad de poder”, que se ha vuelto corriente de múltiples maneras desde Nietzsche, contiene para él la interpretación de la esencia del poder. Todo poder sólo es poder en la medida en que sea y mientras sea más-poder, es decir acrecentamiento del poder. El poder sólo puede mantenerse en sí mismo, es decir en su esencia, en la medida en que supere y sobrepase el nivel de poder alcanzado en cada caso, es decir, en la medida en que se supere y sobrepase a sí mismo, nosotros diremos: en que se sobrepotencie. Apenas el poder se detiene en un nivel de poder se vuelve ya impotencia. “Voluntad de poder” nunca significa sólo un “romántico” desear y aspirar a la toma de poder por parte de lo que carece aún de él, sino que “voluntad de poder” significa: el darse poder del poder para su propio sobrepotenciamiento. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Mientras que en la sección B el nihilismo es experimentado como estadio intermedio y se lo convierte en criterio del pensar y del actuar, la sección final del fragmento 12 alcanza la posición del nihilismo clásico. Se ha calculado el “resultado final”, en el que se computa nuevamente el ente en su totalidad y se expresa sin encubrimientos el saber de la esencia de los valores y de la POSICIÓN DE VALORES. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

2) Esta esencia del nihilismo es pensada por Nietzsche únicamente desde la idea de valor, únicamente en esa forma se vuelve objeto de la crítica y del intento de superación. Pero puesto que la POSICIÓN DE VALORES tiene su principio en la voluntad de poder, la superación del nihilismo se desarrolla, a través de su acabamiento en el nihilismo clásico, en una interpretación del ente en su totalidad como voluntad de poder. La nueva POSICIÓN DE VALORES es metafísica de la voluntad de poder. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Este nihilismo se sale de la “vida” anterior, crea los caminos “para un orden nuevo” y a lo que quiere perecer le da el “ansia del final”. De este modo, el nihilismo hace lugar y al mismo tiempo da lugar a nuevas posibilidades. Por ello, en relación a este nihilismo de una POSICIÓN DE VALORES totalmente nueva, a este nihilismo que crea un espacio, que saca al aire libre a todo ente, Nietzsche habla de “nihilismo extático” (n. 1055). En la medida en que el supremo poderío del nihilismo clásico-extático, extremo-activo, no conoce ni reconoce como medida nada fuera y por encima de él, el nihilismo clásico-extático podría “ser un modo de pensar divino” (n.15). En esta forma, el nihilismo ya no es de ninguna manera un “anhelo hacia la nada” (n. 15) carente de fuerza, sino que es lo contrario (cfr. nn.1010, 1023,1025). Se muestra así una plenitud esencial del nihilismo en sí misma estructurada: las ambiguas formas previas del nihilismo (pesimismo), el nihilismo incompleto, el nihilismo extremo, el nihilismo activo y pasivo, el nihilismo activo-extremo como nihilismo extático-clásico. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

POSICIÓN DE VALORES Y VOLUNTAD DE PODER Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Pero el nihilismo, pensado por Nietzsche como historia de las posiciones de valores, sólo puede comprenderse si se conoce la POSICIÓN DE VALORES como tal en su esencia, es decir, aquí: en su necesidad metafísica Por ello, el peso principal de nuestras reflexiones se traslada al círculo de cuestiones nombrado en segundo lugar. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

De acuerdo con la determinación de la esencia de la voluntad de poder hecha al comienzo, “crecimiento de poder” no quiere decir otra cosa que acrecentamiento del poder en el sentido de un sobrepotenciarse del poder. Pero en esto consiste la esencia del poder. La proposición quiere decir, por lo tanto: los valores y su modificación, es decir la POSICIÓN DE VALORES — ya se trate de la desvalorización, de la transvaloración o de la posición de nuevos valores — se determina en cada caso desde el correspondiente modo de voluntad de poder, el cual determina a su vez a aquel que pone los valores, es decir al hombre, en cuanto a su modo de ser hombre. Los valores proceden de la POSICIÓN DE VALORES, ésta corresponde a la voluntad de poder. Pero ¿en qué medida y por qué es la voluntad de poder instauradora de valores? ¿Qué entiende Nietzsche por “valor”? La voluntad de poder, libro muy confuso en lo que hace al ordenamiento de los fragmentos póstumos, contiene con el n. 715 (1888) una nota de Nietzsche que responde a nuestra pregunta: “El punto de vista del “valor” es el punto de vista de las condiciones de conservación, de acrecentamiento respecto de formaciones complejas de duración de vida relativa dentro del devenir”. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Por lo tanto, la voluntad de poder, por su esencia más intima, tiene que poner siempre y ante todo valores de conservación y valores de acrecentamiento. Tiene que mirar abriéndose y yendo más allá según estos dos respectos, referidos alternativamente uno al otro, y mirando de este modo, puntuar los puntos visuales: poner valores. Este mirar abriéndose a puntos de vista forma parte de la POSICIÓN DE VALORES. Este carácter de la voluntad de poder de mirar abriendo y atravesando es lo que Nietzsche denomina su carácter “perspectivista”. Voluntad de poder es, por lo tanto, en si misma: poner la mira en más poder; el poner la mira en… es la trayectoria de la visión y de la mirada que atraviesa: la per-spectiva. Por eso, en el fragmento n. 12 (sección final) que nos sirve de hilo conductor, dice Nietzsche: “Todos estos valores, recalculados psicológicamente, son resultados de determinadas perspectivas”…También podemos decir: todos esos valores son, en cuanto valores, determinados puntos visuales de determinadas trayectorias visuales de una determinada voluntad de poder. Pero en la medida en que todo lo real es real por el carácter fundamental de voluntad de poder, a cada ente individual le corresponde una “perspectiva” propia. El ente en cuanto tal es perspectivista. Lo que quiera decir verdad se determina desde su carácter perspectivista. Sólo en continua referencia a éste puede pensarse “lo que es” propiamente dentro de la metafísica de Nietzsche. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Voluntad de poder y POSICIÓN DE VALORES son lo mismo, en la medida en que la voluntad de poder mira abriéndose a puntos de vista para la conservación y el acrecentamiento. Por eso la POSICIÓN DE VALORES no se puede retrotraer a la voluntad de poder como si fuera algo diferente de ella. La elucidación de la esencia del valor y de la POSICIÓN DE VALORES sólo da como resultado una caracterización de la voluntad de poder. La pregunta por el origen del pensamiento del valor y por la esencia del mismo no está de ninguna manera contestada con la demostración de la conexión interna entre la POSICIÓN DE VALORES y la voluntad de poder. Queda retrotraída a la pregunta por el surgimiento esencial de la voluntad de poder. ¿Por qué es ésta en sí misma instauradora de valores? ¿Por qué con el pensamiento de la voluntad de poder se vuelve también dominante en la metafísica el pensamiento del valor? ¿Cómo y por qué la metafísica se vuelve metafísica de la voluntad de poder? Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Si consideramos además la prueba de la copertenencia esencial entre POSICIÓN DE VALORES y voluntad de poder, se muestra que: la interpretación nietzscheana de toda metafísica desde el pensamiento del valor hunde sus raíces en la determinación fundamental del ente en su totalidad como voluntad de poder. Este nombre es la palabra fundamental de la metafísica de Nietzsche. Ni Hegel ni Kant, ni Leibniz ni Descartes, ni el pensamiento medieval ni el helenístico, ni Aristóteles ni Platón, ni Parménides ni Heráclito saben de la voluntad de poder como carácter fundamental del ente. Por consiguiente, cuando Nietzsche ve la metafísica como tal y toda su historia en el círculo visual de la POSICIÓN DE VALORES, esta historia cae con ello en una perspectiva unilateral y la consideración historiográfica regida por ella se vuelve no verdadera. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

De estas reflexiones se desprende lo siguiente: la indicación de que Nietzsche proyecta retroactivamente su propia posición metafísica fundamental — voluntad de poder como carácter fundamental del ente, POSICIÓN DE VALORES, origen de la POSICIÓN DE VALORES en la voluntad de poder — a la historia anterior de la metafísica no debe utilizarse como una fácil objeción para imputarle una deformación de la imagen de la historia o rechazar la legitimidad del pensamiento del valor. Incluso si tenemos que conceder que la interpretación que hace Nietzsche de la metafísica no coincide con lo que enseña la metafísica anterior, esa concesión necesita previamente de una fundamentación que vaya más allá de la mera prueba historiográfica de la diferencia entre la metafísica de Nietzsche y la anterior. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Hay que mostrar que a la metafísica anterior el pensamiento del valor le era ajeno y tenía que serle ajeno porque aún no podía concebir el ente como voluntad de poder. Al mostrarlo tendremos que descubrir, sin embargo, el origen más profundo del pensamiento del valor, ya que así se elimina la apariencia de que en la metafísica siempre se hubiera pensado en el modo de la POSICIÓN DE VALORES. Si se mostrara cómo la interpretación del ente como voluntad de poder sólo es posible sobre la base de las posiciones metafísicas fundamentales modernas, llegaremos, respecto de la pregunta por el origen del pensamiento del valor, al importante conocimiento de que Nietzsche no da aún, ni puede dar, ninguna respuesta a esta pregunta por el origen. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Nietzsche muestra a su manera sólo lo siguiente: los valores son, por su esencia, condiciones de la voluntad de poder que ésta se pone a sí misma para conservarse y acrecentarse, es decir para cumplir con la esencia del poder. Pero ¿la voluntad de poder misma?, ¿dónde surge el proyecto del ente en su totalidad que lo muestra como voluntad de poder? Sólo con esta pregunta pensamos en la raíz del origen de la POSICIÓN DE VALORES dentro de la metafísica. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Lo que se expresa en esta nota es suficientemente claro. El hombre no debe dar ni prestar más, ni mucho menos someterse como algo extraño a lo que sólo él ha donado, como si fuera algo de lo que tuviera necesidad el mísero hombre; en lugar de ello, tiene que reclamar todo para sí como algo suyo, lo que sólo puede hacer si de antemano, en vez de saberse como un miserable y un esclavo ante el ente en su totalidad, se erige y se instituye a sí mismo como incondicionado dominador. Pero esto significa que él mismo es incondicionada voluntad de poder, que se sabe a sí mismo como señor de este dominio y, sabiéndolo, se decide a cada ejercicio de poder, es decir al constante acrecentamiento del poder. La voluntad de poder es el “principio de una nueva POSICIÓN DE VALORES”. La voluntad de poder no es sólo el modo en que y el medio por el cual tiene lugar la POSICIÓN DE VALORES, la voluntad de poder es, en cuanto esencia del poder, el único valor fundamental de acuerdo con el cual estimar que algo debe tener valor o no puede pretender tenerlo. “Todo suceder, todo movimiento, todo devenir como una comprobación de grados y relaciones de fuerza, como una lucha… (n. 552; primavera-otoño de 1887). Lo que en esta lucha sucumbe, por sucumbir, no está legitimado y no es verdadero. Lo que en esta lucha se mantiene en alto, por vencer, está en lo justo y es verdadero. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Por qué citamos esta nota precisamente ahora, se verá apenas hayamos aclarado nuevamente la marcha de nuestro preguntar. Se trata, frente a lo que Nietzsche deja ver como historia de la metafísica, de lanzar una mirada más originaria hacia ella. Con este propósito tenía que aclararse mejor, en primer lugar, la exposición y la concepción nietzscheana de la metafísica Es una concepción “moral”. “Moral” quiere decir aquí: sistema de las estimaciones de valor. Toda interpretación del mundo, ya sea ingenua o llevada a cabo por medio del cálculo, es una POSICIÓN DE VALORES y con ello un formar y configurar el mundo a imagen del hombre. Sobre todo la POSICIÓN DE VALORES que se toma en serio el conocimiento del origen humano de los valores y lleva a su acabamiento el nihilismo tiene que comprender y querer expresamente al hombre como legislador. Tiene que buscar lo verdadero y real en la incondicionada humanización de todo ente. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

La voluntad de poder como principio de una nueva POSICIÓN DE VALORES Heideggeriana: VontadePoder

Nos atenemos a lo que Nietzsche, de acuerdo con la división aludida, pensaba decir en la tercera parte bajo el título de “Principio de una nueva POSICIÓN DE VALORES”. Pues evidentemente quería darle aquí palabra y forma a la “nueva filosofía”, a su “filosofía”. Si la voluntad de poder es su pensamiento esencial y único, el título del tercer libro nos da inmediatamente una importante aclaración acerca de lo que sea la voluntad de poder, sin que con ello comprendamos ya su auténtica esencia. La voluntad de poder es el “principio de una nueva POSICIÓN DE VALORES” y, a la inversa: el principio de una nueva POSICIÓN DE VALORES que hay que fundar es la voluntad de poder. ¿Qué quiere decir “POSICIÓN DE VALORES”? ¿Qué significa la palabra “valor”? La palabra “valor” ha entrado en circulación en un sentido enfático en parte gracias a Nietzsche: se habla de “valores culturales” de una nación, de los “valores vitales” de un pueblo, de “valores” “morales”, “estéticos”, “religiosos”. En verdad, por más que pretenden apelar a lo más elevado y último, no es mucho lo que se piensa bajo estos títulos. Heideggeriana: VontadePoder

POSICIÓN DE VALORES” significa entonces: determinar y fijar aquellas condiciones “perspectivistas” que hacen que la vida sea vida, es decir, que aseguran en su esencia su acrecentamiento. ¿Y qué quiere decir nueva POSICIÓN DE VALORES? Quiere decir que se prepara la inversión de una POSICIÓN DE VALORES muy antigua, que existe hace largo tiempo. Esta antigua POSICIÓN DE VALORES es, dicho con brevedad, la platónico-cristiana, la desvalorización del ente que está aquí y ahora delante como un me on, como lo que propiamente no debería ser porque representa una caída respecto de lo propiamente ente, de las “ideas” y del orden divino; y si no una caída, a lo sumo sólo un paso fugaz. Heideggeriana: VontadePoder

La antigua POSICIÓN DE VALORES, la que ha reinado “hasta el momento”, da a la vida una perspectiva hacia algo suprasensible y supraterreno — epecheina, “más allá” —, donde está contenida la “verdadera bienaventuranza”, a diferencia de este “valle de lágrimas” que se llama “tierra” y “mundo”. Puede indicarse la inversión de valores, de lo antiguo a lo nuevo, con una formulación de Nietzsche: “”¿Qué tengo que hacer para llegar a la bienaventuranza?” Eso no lo sé, pero yo te digo: sé bienaventurado y haz entonces lo que te plazca.” (XII, 285; 1882-1884) Heideggeriana: VontadePoder

Una nueva POSICIÓN DE VALORES quiere decir: posición de otras condiciones perspectivistas para “la vida”. Pero seguiríamos comprendiendo la expresión de manera insuficiente si pensáramos que se trata sólo de establecer nuevas condiciones para la vida. Se trata, por el contrario, de determinar de manera diferente la esencia de la vida misma y, a una con ello, es decir como su consecuencia esencial, las condiciones perspectivistas para ella. En la medida en que se considera que la esencia de la vida es su “acrecentamiento”, todas las condiciones que apuntan simplemente a su conservación se degradan a condiciones que en el fondo inhiben o incluso niegan la vida, es decir su acrecentamiento perspectivista, a condiciones que no sólo prohíben otras perspectivas sino que socavan de antemano sus raíces. Hablando estrictamente, las condiciones que inhiben la vida no son entonces valores, sino disvalores (Unwerte). Heideggeriana: VontadePoder

Sin embargo, para poder conformar las condiciones necesarias y suficientes de la vida en cuanto acrecentamiento, la nueva POSICIÓN DE VALORES tiene que retroceder hasta aquello que constituye la vida misma en cuanto autoacrecentamiento, aquello que hace posible en su fundamento esta esencia de la vida. El fundamento, aquello con lo que algo esencialmente comienza, de lo que proviene y adonde permanece enraizado, se dice en griego arche, en latín principium, “principio”. Heideggeriana: VontadePoder

El principio de una nueva POSICIÓN DE VALORES es aquel que determina en su fundamento esencial la vida para la que los valores son las condiciones perspectivistas. Ahora bien, si el principio de la nueva POSICIÓN DE VALORES es la voluntad de poder, esto quiere decir: la vida, es decir el ente en su totalidad, es ella misma, en su esencia fundamental y en su fundamento esencial, voluntad de poder, y nada más que eso. Así, una nota del último año de creación comienza con las palabras: “Si la esencia más íntima del ser es voluntad de poder… (La voluntad de poder, n. 693, marzo junio de 1888). Heideggeriana: VontadePoder

El ente en su totalidad es voluntad de poder. En cuanto tal es el principio de una nueva POSICIÓN DE VALORES. ¿Pero qué quiere decir “voluntad de poder”? Sabemos, por supuesto, lo que quiere decir “voluntad”, puesto que lo experimentamos en nosotros mismos, en el querer o, aunque más no sea, en el no querer. A la palabra “poder” le asociamos también una representación aproximada. Por lo tanto, también resultará claro lo que quiere decir “voluntad de poder”. Y sin embargo, nada sería más pernicioso que querer seguir las representaciones cotidianas habituales sobre la “voluntad de poder” y creer que con ello se sabe algo acerca del pensamiento único de Nietzsche. Heideggeriana: VontadePoder

Nietzsche concibe el “valor” como condición de la “vida”. La condición no es aquí la acción de una cosa que, existiendo fuera de la vida, posteriormente recayera o no en ésta como algo circunstancial y ocasional. Condicionar y ser-condición quieren decir aquí tanto como: constituir la esencia. En la medida en que la vida tiene una esencia determinada de tal y cual manera, está sometida por sí misma a condiciones, a las que pone y preserva como condiciones propias, poniéndose y preservándose de este modo a sí misma. Si, tal como lo hace Nietzsche, se comprende a estas condiciones como valores y así se las denomina, entonces esto quiere decir: la vida, en sí misma — en la medida en que satisface su esencia —, pone valores. La POSICIÓN DE VALORES no se refiere pues a una valoración agregada desde afuera a la vida por quién sabe quien. La POSICIÓN DE VALORES es el proceso fundamental de la vida misma, es el modo en que resuelve y cumple su propia esencia. Heideggeriana: VontadePoder

Pero la interpretación de Nietzsche adopta otra dirección; que el ente es — la “condición de conservación” de la vida — no necesita pensarse de manera tal que el ente sea algo en y por sí constantemente existente, “por encima” y más allá de la vida; la única condición es que la vida, desde sí y en su propio interior, implante una creencia de ese tipo en algo a lo que se atendrá, de manera estable y en toda ocasión. A partir de esto resulta claro lo siguiente: Nietzsche lleva la reconducción de la contraposición entre mundo verdadero y aparente a relaciones de valor aún más atrás: la lleva a la vida misma que valora. Esta reconducción consiste en nada menos que en un enunciado esencial sobre la vida, el cual reza: la vida, para poder ser vida, precisa la consistente fijeza de una “creencia”; pero esta “creencia” quiere decir: tener algo por consistente y fijado, tomar algo como “ente”. En la medida en que la vida pone valores, y en que ella misma sin embargo está interesada en asegurar su existencia consistente, tiene que formar parte de ella una POSICIÓN DE VALORES en la que algo se toma como consistente y fijo, es decir como ente, es decir como verdadero. Heideggeriana: VontadePoder

A lo verdadero, es decir puesto a seguro, establecido y fijado, y en ese sentido ente, Nietzsche le contrapone lo que deviene. Frente al “ser”, pone como valor superior el “devenir” (cfr. n. 708). De esto extraemos ahora sólo lo siguiente: la verdad no es el valor más alto. “La creencia de que “es de tal o cual modo hay que transformarla en la voluntad de que “debe devenir de tal o cual modo”” (n. 593; 1885-1886). La verdad, en cuanto tener-por-verdadero, el fijarse a un “así es” definitivamente fijado y establecido, no puede ser lo más elevado de la vida porque niega el carácter vital de la vida, su querer ir más allá de sí, su devenir. Acordar a la vida su carácter vital, hacer que devenga algo en devenir y como devenir y no que sea meramente como ente, es decir que yazca fijada como algo que esté fijo allí delante, esto es lo que pretende de modo manifiesto aquella POSICIÓN DE VALORES respecto de la cual la verdad sólo puede ser un valor degradado. Heideggeriana: VontadePoder

Caos”, el mundo como caos, significa: el ente en su totalidad proyectado relativamente al cuerpo y a su vivir corporal. En esta fundamentación del proyecto de mundo está incluido todo lo que resulta decisivo, y por lo tanto, para un pensar que, en cuanto transvaloración de todos los valores, aspira a una nueva POSICIÓN DE VALORES, también está incluida la posición del valor supremo. Si la verdad no puede ser el valor supremo, éste tendrá que estar por encima de ella, es decir, en el sentido del concepto tradicional de verdad: más cerca y más conforme a lo propiamente ente, es decir, a lo que deviene. El valor supremo, a diferencia del conocimiento y la verdad, es el arte. Éste no copia lo que está allí delante ni lo explica desde otra cosa que esté allí delante, sino que transfigura la vida, la eleva a posibilidades superiores, aún no vividas, que no están suspendidas “por encima” de la vida sino que, por el contrario, la despiertan nuevamente desde ella misma a su estado de vigilia, pues “sólo por el encanto permanece despierta la vida” (Stefan George, Das Neue Reich, pág. 75). Heideggeriana: VontadePoder

La voluntad de poder — y sólo ella — es la voluntad que quiere valores. Por eso, finalmente tiene que volverse y seguir siendo explícitamente aquello de donde sale toda POSICIÓN DE VALORES y aquello que domina toda estimación de valor: el “principio de la POSICIÓN DE VALORES”. Por lo tanto, apenas se reconoce expresamente en la voluntad de poder el carácter fundamental del ente en cuanto tal y osa así la voluntad de poder reconocerse a sí misma, el pensar a fondo el ente en cuanto tal en su verdad, es decir la verdad como pensar de la voluntad de poder, se convierte inevitablemente en un pensar según valores. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

La interpretación de toda metafísica llevada a cabo desde el pensamiento del valor es la interpretación “moral”. Pero Nietzsche no realiza esta interpretación de la metafísica y de su historia como una consideración historiográfico-erudita del pasado sino como una decisión histórica de lo venidero. Si el pensamiento del valor se convierte en hilo conductor de la reflexión histórica sobre la metafísica en cuanto fundamento de la historia occidental, esto quiere decir ante todo: la voluntad de poder es el principio único de la POSICIÓN DE VALORES. Allí donde la voluntad de poder osa reconocerse como el carácter fundamental del ente, todo tiene que estimarse en referencia a si acrecienta o disminuye e inhibe la voluntad de poder. En cuanto carácter fundamental, la voluntad de poder condiciona todo ente en su ser. Esta condición suprema del ente en cuanto tal es el valor determinante. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Puesto que la dominación del caos desde la nueva POSICIÓN DE VALORES ya está puesta por ésta bajo la ley de la totalidad, toda participación humana en la ejecución del nuevo orden tiene que llevar en sí la marca de la totalidad. Con el nihilismo aflora históricamente el dominio de lo “total”. En ello se manifiesta el rasgo fundamental, que pugna por salir a luz, de la esencia propiamente afirmativa del nihilismo. La totalidad no significa nunca, por cierto, un mero acrecentamiento de lo parcial, pero tampoco es la exageración de lo habitual, como si lo total pudiese conseguirse jamás por medio de una ampliación y alteración cuantitativa de lo ya existente. La totalidad se funda siempre en la decisión anticipadora de una inversión esencial. Por eso también fracasa todo intento de computar lo nuevo que surge de la inversión incondicionado empleando los medios de los modos de pensar y experimentar existentes hasta el momento. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

La voluntad de poder tiene que llevarse ante sí misma como voluntad de poder, y de manera tal que esté ante ella la condición suprema del puro dar poder para la extrema sobrepotenciación: el mayor obstáculo. Esto le sucede allí donde está ante ella el volver consistente más puro, y no sólo una vez sino continuamente, y siendo siempre el mismo. Para asegurar esta suprema condición (valor), la voluntad de poder tiene que ser el “principio de la POSICIÓN DE VALORES” que aparezca expresamente. Ella da a esta vida, no a una vida más allá, el único peso. “Cambiar de doctrina en esto sigue siendo hoy la cuestión principal: quizá cuando la metafísica afecte precisamente a esta vida con el acento más grave, según mi doctrina!” (XII, 68). Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Pensar, comprendido metafísicamente, es el representar que percibe aquello por lo que el ente es en cada caso ente. Pero el nihilismo comprende el pensar (el entendimiento) como el tener en cuenta y el contar con un aseguramiento de la existencia consistente, pertenecientes ambos a la voluntad de poder; es decir, lo comprende como POSICIÓN DE VALORES. Por eso, en la interpretación nihilista de la metafísica y de su historia, el pensamiento, es decir la razón, aparece como el fundamento y la medida conductora de la instauración de valores. La “unidad” existente “en sí” de todo el ente, el “fin” último presente “en sí” de todo el ente, lo verdadero válido “en sí” para todo el ente, aparecen como tales valores puestos por la razón. Pero la negación nihilista de la razón no descarta el pensar (ratio) sino que lo recupera al servicio de la animalidad (aimalitas). Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Sólo ahora resulta clara la exigencia del prólogo de Zaratustra: “¡Que vuestra voluntad diga: sea el superhombre el sentido de la tierra!”. El ser dicho en este “sea” tiene el carácter de una orden y, puesto que la orden es por esencia voluntad de poder, es él mismo del tipo de la voluntad de poder. “Que vuestra voluntad diga” quiere decir ante todo: que vuestra voluntad sea voluntad de poder. Pero ésta, en cuanto principio de la nueva POSICIÓN DE VALORES, es el fundamento de que el ente ya no sea el más allá suprasensible sino la tierra de aquí, como objeto de la lucha por el dominio terrestre, y de que el superhombre se vuelva el sentido y la meta de tal ente. Meta no alude ya al fin existente “en sí” sino que quiere decir lo mismo que valor. El valor es la condición condicionada por la propia voluntad de poder para ella misma. La condición suprema de la subjetividad es ese sujeto en el que ella misma pone su voluntad incondicionada. Esta voluntad dice y pone lo que sea el ente en su totalidad. De la ley de esta voluntad toma Nietzsche estas palabras: “Toda la belleza y todo lo sublime que le hemos prestado a las cosas reales e imaginadas quiero reivindicarlos como propiedad y producto del hombre: como su más bella apología. El hombre como poeta, como pensador, como dios, como amor, como poder: ¡ay por la real generosidad con la que ha obsequiado a las cosas para empobrecerse y sentirse miserable! Este era hasta ahora su mayor desprendimiento, que admiraba y adoraba y sabía ocultarse que era él el que había creado eso que admiraba.” (La voluntad de poder, epígrafe al libro segundo, 1887-1888) Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

En el gran estilo el superhombre testimonia el carácter único de su determinación. Si a este sujeto supremo de la subjetividad acabada se lo mide con los ideales y las preferencias de la POSICIÓN DE VALORES existente hasta el momento, la figura del superhombre desaparece de la vista. Donde, por el contrario, toda meta determinada, todo camino y toda configuración no son en cada caso más que condiciones y medios para dar poder de modo incondicionado a la voluntad de poder, allí el carácter unívoco de aquel que, en cuanto legislador, pone las condiciones del dominio sobre la tierra consiste precisamente en no estar determinado por tales condiciones. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Pero la conservación no es la esencia de lo viviente sino sólo un rasgo fundamental de esa esencia que, en su carácter más propio, es en cambio acrecentamiento. Puesto que la conservación pone en cada caso algo fijo como condición necesaria de la conservación y el acrecentamiento, pero el poner tales condiciones es necesario desde la esencia de la voluntad de poder y, en cuanto posición de condiciones, tiene el carácter de una POSICIÓN DE VALORES, lo verdadero, en cuanto consistente, tiene el carácter del valor. La verdad es un valor necesario para la voluntad de poder. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

¿Hasta dónde mira en torno? En todo caso “ve más allá de las pequeñas perspectivas del bien y del mal”. “Bien y mal” son los nombres que designan los puntos de vista de la POSICIÓN DE VALORES habida hasta el momento, que reconoce como ley vinculante algo suprasensible en sí. La mirada que atraviesa abriéndose sobre los valores hasta el momento supremos es “pequeña”, a diferencia de la grandeza del “gran estilo”, en el que se prefigura el modo en el que la transvaloración nihilista-clásica de todos los valores habidos hasta el momento se convierte en el rasgo fundamental de la historia que comienza. El poder que mira lejos en torno a sí, en cuanto poder perspectivista, es decir que pone valores, supera todas las perspectivas habidas hasta el momento. Es aquello de lo que parte la nueva POSICIÓN DE VALORES y que predomina en toda nueva POSICIÓN DE VALORES: el principio de la nueva POSICIÓN DE VALORES. El poder que mira lejos en torno a sí es la voluntad de poder que se reconoce a sí misma. En una lista de lo que hay que pensar “Para la historia del ofuscamiento moderno”, se indica de modo conciso: “Justicia como voluntad de poder (adiestramiento)” (La voluntad de poder, n. 59). Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Heidegger – Fenomenologia e Hermenêutica

Responsáveis: João e Murilo Cardoso de Castro

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