Y así surge la tarea de introducir al Dasein entero en el haber previo. Pero esto significa desarrollar primero, de una vez por todas, la cuestión del PODER-ESTAR-ENTERO de este ente. En el Dasein, mientras él es, queda siempre aún algo pendiente que él puede ser y será. Pero a este resto pendiente pertenece el «fin» mismo. El «fin» del estar-en-el-mundo es la muerte. Este fin, perteneciente al poder-ser, es decir, a la existencia, limita y determina la integridad cada vez posible del Dasein. El haber-llegado-a-fin del Dasein en la muerte y, por consiguiente, el estar-entero de este ente, sólo podrá empero ser incorporado en forma fenoménicamente adecuada al examen del posible estar-entero cuando se haya logrado un concepto ontológicamente suficiente, esto es, un concepto existencial, de la muerte. Ahora bien, si hablamos de un modo que sea conforme al Dasein, la muerte sólo es en un existentivo estar vuelto hacia la muerte. La estructura existencial de este estar [o ser] se revela como la constitución ontológica del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein. Por consiguiente, el Dasein existente entero se deja introducir en el haber previo existencial. ¿Pero puede el Dasein existir entero también propiamente? ¿Cómo deberá entonces determinarse la propiedad de la existencia si no es con vistas a un existir propio? ¿De dónde tomaremos el criterio para ello? Manifiestamente, el Dasein mismo deberá ofrecernos en su ser la posibilidad y el modo de su existencia propia, si es que ésta no ha de serle ónticamente impuesta ni inventada ontológicamente. Ahora bien, el testimonio de un poder-ser propio lo da la conciencia moral. Al igual que la muerte, este fenómeno del Dasein exige una interpretación genuinamente existencial. Ésta nos llevará a ver que en el querer-tener-conciencia se da un poder-ser propio del Dasein. Pero, esa posibilidad existentiva que es el querer-tener-conciencia, tiende, por su sentido de ser, a determinarse existentivamente por medio del estar vuelto hacia la muerte. STJR §45
Con la exhibición de un PODER-ESTAR-ENTERO propio del Dasein, la analítica existencial se asegura la constitución del ser originario del Dasein, pero, al mismo tiempo, el PODER-ESTAR-ENTERO propio aparece como un modo del cuidado. Con ello se asegura también el terreno fenoménico adecuado para una interpretación originaria del sentido del ser del Dasein. STJR §45
La investigación contenida en la presente sección recorre, pues, los siguientes estadios: la posibilidad del estar-entero del Dasein y el estar vuelto hacia la muerte (capítulo 1); la atestiguación por parte del Dasein de un poder-ser propio y la resolución (capítulo 2); el PODER-ESTAR-ENTERO propio y la temporeidad como sentido ontológico del cuidado (capítulo 3); temporeidad y cotidianidad (capítulo 4); temporeidad e historicidad (capítulo 5); temporeidad e intratemporeidad como origen del concepto vulgar del tiempo (capítulo 6). STJR §45
Estas preguntas reclaman una respuesta antes de que se pueda descartar como fútil el problema de la integridad del Dasein. La pregunta por la integridad del Dasein, tanto la existentiva en busca de un posible PODER-ESTAR-ENTERO, como la existencial, que interroga por la constitución de ser del «fin» y la «integridad», lleva consigo la tarea de un análisis positivo de fenómenos de existencia hasta ahora pospuestos. El centro de estas consideraciones lo ocupará la caracterización ontológica del haber-llegado-a-fin que es propio del Dasein y la acuñación de un concepto existencial de la muerte. Estas investigaciones se articularán de la siguiente manera: la posibilidad de experimentar la muerte de los otros y de aprehender al Dasein entero (§ 47); el resto pendiente, el fin y la integridad (§ 48); delimitación del análisis existencial de la muerte frente a otras posibles interpretaciones del fenómeno (§ 49); bosquejo de la estructura ontológico-existencial de la muerte (§ 50); el estar vuelto hacia la muerte y la cotidianidad del Dasein (§ 51); el cotidiano estar vuelto hacia la muerte y el concepto existencial plenario de la muerte (§ 52); proyecto existencial de un modo propio de estar vuelto hacia la muerte (§ 53). STJR §46
La posibilidad más propia e irrespectiva es insuperable. El estar vuelto hacia ella hace comprender al Dasein que ante sí y como extrema posibilidad de la existencia se halla la de renunciar a sí mismo. Sin embargo, el adelantarse no esquiva la insuperabilidad, como lo hace el impropio estar vuelto hacia la muerte, sino que se pone en libertad para ella. El adelantarse haciéndose libre para la propia muerte libera del estar perdido entre las fortuitas posibilidades que se precipitan sobre nosotros, y nos hace comprender y elegir por primera vez en forma propia las posibilidades fácticas que están antepuestas a la posibilidad insuperable. El adelantarse le abre a la existencia como posibilidad extrema, la de renunciar a sí misma quebrantando así toda obstinación respecto a la existencia ya alcanzada. Adelantándose, el Dasein se libra de quedar rezagado tras de sí mismo y del poder-ser ya comprendido, y de hacerse así «demasiado viejo para su victoria» (Nietzsche). Libre para las posibilidades más propias, determinadas desde el fin, es decir, comprendidas como finitas, el Dasein conjura el peligro de desconocer, en virtud de su comprensión finita de la existencia, las posibilidades de existencia de los otros que lo superan, o bien de forzarlas, malinterpretándolas, a entrar en la existencia propia – renunciando así a su más propia existencia fáctica – . En tanto que posibilidad irrespectiva, la muerte aísla, pero sólo para hacer, en su condición de insuperable, que el Dasein pueda comprender, como coestar, el poder-ser de los otros. Puesto que el adelantarse hasta la posibilidad insuperable abre también todas las posibilidades que le están antepuestas, en él se encuentra la posibilidad de una anticipación existentiva del Dasein entero, es decir, la posibilidad de existir como PODER-ESTAR-ENTERO. STJR §53
Todos los respectos inherentes al estar vuelto hacia la muerte y que apuntan al contenido pleno de la extrema posibilidad del Dasein ya caracterizada convergen en un punto: revelar, desarrollar y fijar el adelantarse por ellos constituido como posibilitación de esa posibilidad. La delimitación existencialmente proyectante del adelantarse ha hecho visible la posibilidad ontológica de un modo propio de estar existentivamente vuelto hacia la muerte. Con ello surge entonces la posibilidad de un modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein – pero, tan sólo como una posibilidad ontológica. Es verdad que este proyecto existencial del adelantarse se ha ceñido a las estructuras del Dasein ya alcanzadas, haciendo que en cierto modo el Dasein mismo se proyecte hacia esa posibilidad, sin proponerle un ideal «concreto» de existencia, ni imponérselo «desde fuera». Pero este estar vuelto hacia la muerte existencialmente «posible», sigue siendo, pese a ello, desde el punto de vista existentivo, una exigencia fantástica. La posibilidad ontológica de un modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein no significa nada mientras no se haya hecho ver desde el Dasein mismo el correspondiente poder-ser óntico. ¿Se proyecta alguna vez el Dasein fácticamente en semejante estar vuelto hacia la muerte? ¿Exige siquiera, desde el fondo de su ser más propio, un modo propio de poder-ser que esté determinado por el adelantarse? STJR §53
Una vez expuesta la resolución como un callado proyectarse en disposición de angustia hacia el más propio ser-culpable, la investigación ha quedado en situación de precisar el sentido ontológico del PODER-ESTAR-ENTERO propio que buscamos. La propiedad del Dasein no es ahora un término vacío, ni una idea ficticia. Pero incluso así, el estar vuelto hacia la muerte en forma propia, que hemos deducido existencialmente, sigue siendo, en cuanto PODER-ESTAR-ENTERO propio, un proyecto puramente existencial al que le falta la atestiguación del Dasein. Sólo una vez hallada ésta, la investigación habrá satisfecho la exigencia, impuesta por su problemática, de mostrar un PODER-ESTAR-ENTERO propio, existencialmente garantizado y aclarado. Porque sólo cuando este ente se haya hecho fenoménicamente accesible en su propiedad e integridad, la pregunta por el sentido del ser de este ente, en cuya existencia va implicada necesariamente la comprensión del ser, habrá alcanzado un terreno que resista toda prueba. STJR §60
Capítulo TERCERO: El PODER-ESTAR-ENTERO propio y la temporeidad como sentido ontológico del cuidado. STJR §60
Hasta aquí hemos proyectado existencialmente el modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein. El análisis del fenómeno reveló al estar vuelto en forma propia hacia la muerte como adelantarse. En su atestiguación existentiva, el modo propio del poder-ser del Dasein se nos mostró y fue existencialmente interpretado como resolución. ¿Cómo deberán unirse estos dos fenómenos? ¿No nos condujo el proyecto ontológico del PODER-ESTAR-ENTERO propio a una dimensión del Dasein muy lejana del fenómeno de la resolución? ¿Qué cosa puede tener en común la muerte con la «situación concreta» del actuar? El intento de juntar por la fuerza la resolución y el adelantarse ¿no conduce a una construcción insostenible y absolutamente no fenomenológica, que ya no puede siquiera reivindicar el carácter de un proyecto ontológico fenoménicamente fundado? STJR §61
Mientras la interpretación existencial no eche en olvido que el ente temático que le está propuesto tiene el modo de ser del Dasein y que, por ende, no puede ser reconstruido a la manera de un ente que está-ahí presente, hecho de partes también presentes, todos sus pasos deberán dejarse guiar por la idea de la existencia. Ello implica, para el problema de la posible conexión entre el adelantarse y la resolución, nada menos que la exigencia de proyectar estos fenómenos existenciales en las posibilidades existentivas en ellos bosquejadas y de «pensar hasta el fondo» dichas posibilidades de un modo existencial. De esta manera, la elaboración de la resolución precursora como posible modo propio existentivo del PODER-ESTAR-ENTERO pierde el carácter de una construcción arbitraria y se convierte en una interpretación que libera al Dasein para su más extrema posibilidad de existencia. STJR §61
El afianzamiento del fenómeno originario de la temporeidad se logra demostrando que todas las estructuras fundamentales del Dasein que hemos expuesto hasta ahora son, en el fondo, «tempóreas» en su posible totalidad, unidad y despliegue, y que deben ser concebidas como modos de temporización de la temporeidad. De esta manera, al haber puesto al descubierto la temporeidad, surge para la analítica existencial la tarea de repetir [wiederholen] el análisis ya hecho del Dasein, interpretando las estructuras esenciales en función de su temporeidad. Las líneas fundamentales de los análisis exigidos están bosqueja-das por la temporeidad misma. El capítulo se divide, según esto, de la manera siguiente: el modo existentivo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein como resolución precursora (§ 62); la situación hermenéutica alcanzada para una interpretación del sentido de ser del cuidado, y el carácter metodológico de la analítica existencial en general (§ 63); cuidado y mismidad (§ 64); la temporeidad como sentido ontológico del cuidado (§ 65); la temporeidad del Dasein y las consiguientes tareas de una repetición originaria del análisis existencial (§ 66). STJR §61
§ 62. El modo existentivo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein como resolución precursora STJR §62
¿Hasta qué punto la resolución, «pensada hasta el fondo» en la dirección de su más propia tendencia de ser, conduce al estar vuelto hacia la muerte de un modo propio? ¿Cómo se ha de concebir la conexión entre el querer-tener-conciencia y el modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein existencialmente bosquejado? La fusión de ambos ¿produce un nuevo fenómeno? ¿O hay que quedarse en la resolución, atestiguada en su posibilidad existentiva, de tal manera que ella pueda experimentar una modalización existentiva mediante el estar vuelto hacia la muerte? ¿Pero qué quiere decir pensar existencialmente «hasta el fondo» el fenómeno de la resolución? STJR §62
Pero el Dasein también está cooriginariamente en la no-verdad. La resolución precursora le da al mismo tiempo la certeza originaria de su estar cerrado. Precursoramente resuelto, el Dasein se mantiene abierto para la posible pérdida en la irresolución del uno, que constantemente amenaza desde el fondo de su propio ser. La irresolución, en cuanto posibilidad permanente del Dasein, es concomitantemente cierta [mitgewiss]. La resolución transparente para sí misma comprende que la indeterminación del poder-ser sólo se determina cada vez en el acto de resolverse a la correspondiente situación. Sabe de la indeterminación que impera de un extremo al otro en el ente que existe. Pero este saber, si ha de corresponder al modo propio de la resolución, tiene que surgir, también él, de un abrir en el modo propio. La indeterminación del poder-ser propio, hecha cierta en el acto resolutorio, sólo se manifiesta, sin embargo, en su integridad en el estar vuelto hacia la muerte. El adelantarse lleva al Dasein ante una posibilidad que, siendo constantemente cierta, permanece empero en todo momento indeterminada respecto de cuándo dicha posibilidad se convertirá en imposibilidad. Ella pone de manifiesto que el Dasein está arrojado en la indeterminación de su «situación límite», y que, resolviéndose por ella alcanza su modo propio de PODER-ESTAR-ENTERO. La indeterminación de la muerte se abre originariamente en la angustia. Pues bien, la resolución se esfuerza por hacerse capaz de esta angustia originaria. Ella remueve todo encubrimiento del estar entregado a sí mismo del Dasein. La nada, frente a la cual lleva la angustia, desvela la nihilidad que determina al Dasein en su fundamento, fundamento que, por su parte, es en cuanto arrojamiento en la muerte. STJR §62
Si la resolución en cuanto propia tiende a la modalidad definida por el adelantarse, y si el adelantarse constituye el modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein, entonces en la resolución existentivamente atestiguada está coatestiguado también un modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein. La pregunta por el PODER-ESTAR-ENTERO es una pregunta fáctico-existentiva. El Dasein la responde en tanto que resuelto. La pregunta por el PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein ha perdido ahora completamente el carácter que mostraba en un comienzo, cuando pudo parecer una mera pregunta teorética y metodológica de la analítica del Dasein, surgida del esfuerzo por lograr un pleno «darse» del Dasein entero. La pregunta por la integridad del Dasein, que en un comienzo sólo fue debatida desde un punto de vista metódico-ontológico, era legítima, pero lo era tan sólo porque su fundamento remonta a una posibilidad óntica del Dasein. STJR §62
La aclaración de la «conexión» entre el adelantarse y la resolución, en el sentido de la posible modalización de ésta por aquél, se ha transformado en la mostración fenoménica de un modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein. Si con este fenómeno se ha alcanzado una manera de ser del Dasein en la que éste se lleva hacia sí mismo y se pone delante de sí mismo, entonces el fenómeno tendrá que resultarle óntica y ontológicamente incomprensible a la interpretación cotidiana del Dasein hecha por la comprensión común del uno. Sería malentender las cosas si se quisiera desechar esta posibilidad existentiva como «indemostrada», o si se quisiera «demostrarla» teoréticamente. Con todo, el fenómeno requiere ser preservado de las tergiversaciones más burdas. STJR §62
Con el tema de la resolución precursora el Dasein se ha vuelto fenoménicamente visible en lo que respecta a la posibilidad de su propiedad y de su integridad. La situación hermenéutica, hasta ahora insuficiente para la interpretación del sentido de ser del cuidado, ha logrado la necesaria originariedad. El Dasein ha sido puesto en el haber previo en una forma originaria, es decir, en una forma relativa a su modo propio de PODER-ESTAR-ENTERO; la orientadora manera previa de ver – la idea de la existencia – ha podido ser determinada mediante la aclaración del poder-ser más propio; con la elaboración concreta de la estructura de ser del Dasein, se ha hecho tan clara su índole ontológica peculiar frente a todo lo que está-ahí, que la manera de entender previa de la existencialidad del Dasein posee ahora una articulación suficiente como para guiar en forma segura la elaboración conceptual de los existenciales. STJR §63
Pero, aun suponiendo que el proyectarse óntico-ontológico del Dasein en un PODER-ESTAR-ENTERO propio no sea arbitrario, ¿se justifica por eso la interpretación existencial que hemos hecho de este fenómeno? ¿De dónde toma ella su hilo conductor si no es de una idea «previamente supuesta» de la existencia en general? ¿Qué reguló los distintos pasos del análisis de la cotidianidad impropia sino ese concepto de existencia puesto desde la partida? Y cuando decimos que el Dasein «cae» y que por eso la propiedad del poder-ser le debe ser arrebatada a la fuerza en contra de esta tendencia de su ser, ¿desde qué perspectiva se está hablando? ¿No está todo iluminado, si bien crepuscularmente, por la luz de una idea «previamente supuesta» de existencia? ¿De dónde recibe ella su justificación? El primer proyecto que apuntaba hacia ella, ¿carecía acaso de dirección? De ningún modo. STJR §63
La unidad de los momentos constitutivos del cuidado, existencialidad, facticidad y condición de caído, hizo posible la primera delimitación ontológica de la totalidad del todo estructural que es el Dasein. La estructura del cuidado fue reducida a la siguiente fórmula existencial: anticiparse-a-sí-estando-ya-en (un mundo) en-medio-de (los entes que comparecen dentro del mundo). La totalidad de la estructura del cuidado no se obtiene por acoplamiento de partes y, sin embargo, es una totalidad articulada. Este resultado ontológico debió ser evaluado considerando hasta qué punto satisface las exigencias de una interpretación originaria del Dasein. El resultado de esta reflexión fue que ni el Dasein en su totalidad ni su modo propio de poder-ser habían sido tematizados. Sin embargo, el intento de captar fenoménicamente al Dasein en su totalidad parecía fracasar precisamente en virtud de la estructura del cuidado. El anticiparse se presentaba como un no-todavía. Pero este anticiparse, caracterizado como un resto pendiente, se reveló luego a la consideración existencial genuina como un estar vuelto hacia el fin, un modo de ser que todo Dasein, en el fondo de su ser, tiene. Asimismo dejamos en claro que, en la llamada de la conciencia, el cuidado íntima al Dasein a su poder-ser más propio. La comprensión de la llamada – originariamente comprendida – se reveló como resolución precursora. Ésta encierra en sí el modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein. La estructura del cuidado no va en contra de un posible estar-entero, sino que es la condición de posibilidad de semejante poder-ser existentivo. A lo largo de estos análisis se hizo claro que los fenómenos existenciales de la muerte, la conciencia y la culpa, están anclados en el fenómeno del cuidado. La articulación de la totalidad del todo estructural se ha vuelto aún más rica y así se ha hecho también más apremiante la pregunta existencial por la unidad de esta totalidad. STJR §64
Poner al descubierto el fondo sobre el cual se lleva a cabo un proyecto significa abrir aquello que hace posible lo proyectado. Esta puesta al descubierto exige, desde un punto de vista metodológico, que se le siga de tal modo la pista al proyecto – usualmente tácito – que está a la base de una interpretación [Auslegung], que se vuelva patente y aprehensible el fondo de proyección de lo proyectado en el proyectar. Dilucidar el sentido del cuidado significa entonces examinar el proyecto que fundamenta y guía la interpretación existencial y originaria del Dasein, de tal manera que en lo proyectado por él se haga visible su fondo de proyección. Lo proyectado es el ser del Dasein, en cuanto abierto en lo que lo constituye como modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO. El fondo de proyección de esto proyectado – del ser abierto, constituido de esta manera – es lo que hace posible esta constitución del ser como cuidado. En la pregunta por el sentido del cuidado se pregunta: ¿qué es lo que hace posible la totalidad de ese todo estructural articulado que es el cuidado en la unidad que se despliega en su articulación? STJR §65
Volviendo venideramente a sí, la resolución se pone en la situación, presentándola. El haber-sido emerge del futuro, de tal manera que el futuro que ha sido (o mejor, que está siendo sido) hace brotar de sí el presente. Este fenómeno que de esta manera es unitario, es decir, como futuro que está siendo sido y que presenta, es lo que nosotros llamamos la temporeidad. Sólo en la medida en que el Dasein está determinado por la temporeidad, hace posible para sí mismo el modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO que hemos caracterizado como resolución precursora. La temporeidad se revela como el sentido del cuidado propio. STJR §65
La tarea que inmediatamente se nos impone, después del análisis tempóreo del modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein, y de la caracterización general de la temporeidad del cuidado, es la de hacer visible la impropiedad del Dasein en su específica temporeidad. La temporeidad se mostró primeramente en la resolución precursora. La resolución precursora es el modo propio de la aperturidad, la cual se mueve regularmente en la impropiedad de la autointerpretación cadente del uno. La caracterización de la temporeidad de la aperturidad en general conduce a la comprensión tempórea del modo inmediato y ocupado de estar-en-el-mundo y, por ende, a la comprensión tempórea de la indiferencia mediana del Dasein, desde la que tomó su punto de partida la analítica existencial. Al modo mediano de ser del Dasein, en el que éste se mueve inmediata y regularmente, lo hemos llamado la cotidianidad. Por la repetición del análisis de la cotidianidad que se hizo más arriba, debe revelarse el sentido tempóreo de la cotidianidad, a fin de que se manifieste la problemática implicada en la temporeidad y desaparezca por completo la aparente «evidencia» de los análisis preparatorios. La temporeidad deberá acreditarse en todas las estructuras esenciales de la constitución fundamental del Dasein. Pero esto no implica, sin embargo, una repetición superficial y esquemática de los análisis hechos, en el mismo orden en que fueron expuestos. La diferente orientación de la marcha del análisis tempóreo busca hacer más clara la coherencia de las meditaciones anteriores, superando lo que en ellas había de fortuito y de aparentemente arbitrario. Pero, además de estas exigencias metodológicas, hay buenos motivos en el fenómeno mismo que fuerzan a una diferente articulación del análisis repetitorio. STJR §66
La descolorida indeterminación afectiva de la indiferencia que no adhiere a nada ni tiende a nada, y se abandona a lo que trae cada vez el momento presente, llevándose empero en cierta manera todo consigo, hace ver, finalmente, en la forma más aguda, el poder del olvido en los estados de ánimo cotidianos de la ocupación inmediata. El vivir al día, que deja que «todo sea» como es, se funda en un olvidado abandonarse a la condición de arrojado. Tiene el sentido extático de un haber-sido impropio. La indiferencia [Gleichgültigkeit], que puede ir a la par con una afanosa actividad, debe distinguirse rigurosamente de la serenidad [Gleichmut]. Este estado de ánimo surge de la resolución, que es como una mirada instantánea sobre las posibles situaciones del PODER-ESTAR-ENTERO abierto en el adelantarse hacia la muerte. STJR §68
Aunque muchas de las estructuras del Dasein quedan todavía oscuras en su detalle, podría parecer, sin embargo, que con la aclaración de la temporeidad como condición de posibilidad originaria del cuidado ya hemos alcanzado la originariedad requerida para la interpretación del Dasein. La temporeidad fue sacada a luz tomando en consideración el modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO del Dasein. La interpretación tempórea del cuidado fue luego confirmada mediante la demostración de la temporeidad del estar-en-el-mundo ocupándose de él. El análisis del modo propio del PODER-ESTAR-ENTERO reveló la cooriginaria conexión de muerte, culpa y conciencia, enraizada en el cuidado. ¿Puede el Dasein ser comprendido de un modo todavía más originario que el modo como es comprendido en el proyecto de su existencia propia? STJR §72