Si queremos comprender la esencia de la ciencia, tenemos antes que dejar bien clara la cuestión decisiva: ¿debe, para nosotros, seguir existiendo aún la ciencia, o debemos dejarla correr hacia un rápido final? Que deba haber ciencia no es algo incondicionalmente necesario. Pero, si debe haber ciencia y si debe existir para nosotros y por nosotros, ¿en qué condiciones puede entonces realmente existir? Sólo si nos situamos de nuevo bajo el INFLUJO del inicio de nuestra existencia histórico-espiritual. Este inicio es el surgimiento (Aufbruch) de la filosofía griega. Con ella, el hombre occidental, por la fuerza de la lengua de un pueblo, se erige por primera vez frente al ente en su totalidad, cuestionándolo y concibiéndolo como el ente que es. Toda ciencia es filosofía, lo sepa y lo quiera, o no. Toda ciencia sigue ligada a ese inicio de la filosofía. De él extrae la fuerza de su esencia, suponiendo que siga estando a la altura de ese inicio. Heideggeriana: UniversidadeAlemana
Por un tiempo se difuminaría ciertamente este ámbito, pasando a un segundo plano — en comparación con lo tratado por Heinrich Rickert en sus sesiones de seminario — los dos escritos de su discípulo Emil Lask, que ya en 1915 había caído como soldado raso en el frente de Galitzia. Rickert dedicaría “al amigo querido” su obra, aparecida en el mismo año, y que era la tercera edición, completamente reelaborada, de El objeto del conocimiento. Introducción a la filosofía trascendental. La dedicatoria debía dar testimonio además del estímulo que el docente había recibido del discípulo. Por su parte, los dos escritos de Emil Lask — La lógica de la filosofía y la doctrina de las categorías. Un estudio sobre el ámbito de vigencia de la forma lógica (1911) y La doctrina del juicio (1912) — daban claramente fe del INFLUJO en ellas de las Investigaciones lógicas de Husserl. Heideggeriana: CaminoFenomenologia
El tiempo es aquello en lo que se producen acontecimientos. Esto ya lo vio Aristóteles en relación con el modo fundamental de ser de las cosas naturales: el cambio, el cambio de posición, el movimiento: Puesto que el tiempo no es un movimiento, tendrá que ser algo relacionado con el movimiento. Ante todo encontramos e tiempo en los entes mutables; el cambio se produce en el tiempo. ¿Como qué se nos presenta el tiempo en esta forma de encontrarnos con él, quizá como el “en-qué” donde las cosas cambian? ¿Se muestra aquí el tiempo como él mismo, en lo que él es? ¿Puede una explicación del tiempo como la que está en juego garantizar que él muestre los fenómenos fundamentales que lo determinan en su propio ser? ¿O bien en la búsqueda de los fundamentos de los fenómenos nos veremos remitidos a otra cosa? ¿Cómo se le muestra el tiempo al físico? La aprehensión que determina el tiempo tiene el carácter de una medición. La medición indica el “cuánto-tiempo” y el “cuando”, el “desde-cuándo-hasta-cuándo”. Un reloj indica el tiempo. Un reloj es un sistema físico en el que se repite constantemente la misma secuencia temporal, con la condición d que este sistema físico no esté sujeto a cambio por ningún INFLUJO externo. La repetición es cíclica. Cada período tiene la misma duración temporal. El reloj ofrece una duración idéntica que se repite constantemente, una duración a la que uno siempre puede recurrir. La distribución de esta duración es arbitraria. El reloj mide el tiempo en la medida en que la extensión de la duración de un acontecimiento se compara con las secuencias idénticas del reloj y, a partir de ahí, es determinada en su cantidad numérica. Heideggeriana: ConceitoTempo
Tres grandes potencias tuvieron su INFLUJO reunidas en esto: 1. la Nueva poesía alemana (Klopstock, Herder, Goethe, Schiller y el Romanticismo), 2. la Nueva filosofía alemana (Kant, Fichte, Schleiermacher, Schelling, Hegel), y 3. la Nueva voluntad política alemana de los señores y los soldados del estado prusiano (Freiherr von Stein, Hardenberg, Humboldt, Scharnhorst, Gneisenau y von Clausewitz). Poetas y pensadores crearon un mundo espiritual nuevo, en el que fueran comprendidos y pensados en su conjunto el predominio de la naturaleza y de los poderes de la historia unificados en la esencia del absoluto. Heideggeriana: UniversidadeAlema2
Cuatro hechos fueron significativos para el inicio de esta universidad: 1. Era una nueva creación; a saber, las nuevas tareas no fueron trasladadas desde una universidad previamente existente con sus lineamientos y costumbres consolidadas. La nueva fundación no tenía el lastre de lo viejo y envejecido. 2. El peso principal no fue puesto en la organización externa, sino en la vocación y la unión de hombres hábiles, de creativos pensadores y profesores ejemplares. Wilhelm von Humboldt escribió, por entonces, de modo explícito, él mismo: “Precisamente se hace un llamado a los hombres diestros y se deja que sea la Nueva Universidad la que se vaya enmarcando paulatinamente en esto.” 3. El centro portador y determinante de la Nueva Universidad fue la Facultad de Filosofía. La educación para el saber fue dirigido por una orientación filosófica comprensiva de la conexión interna de todas las regiones esenciales del saber y de los modos de proceder pertinentes a su trabajo. 4. La fundación no fue pensada como una instancia prusiana particular, sino querida explícitamente como escuela superior ejemplar para el despertar y el perfeccionamiento creador del espíritu alemán. Por eso tuvo que limitarse en lo posible el INFLUJO del estado. La universidad obtuvo libertad de enseñanza y de aprendizaje sobre la base y en el marco de su gran determinación. Heideggeriana: UniversidadeAlema2
Durante el primer período se lleva a cabo un desarrollo fructífero de las nuevas tareas de las universidades en un determinado respecto: Se consigue, por vez primera, la amplia fundación de las ciencias históricas del espíritu; al mismo tiempo que en el dominio de las ciencias naturales, se van fundando los institutos de investigación, desde los que irán saliendo muy pronto importantes investigadores y profesores. El motivo realmente determinante para esta época de prosperidad de las ciencias históricas y de la naturaleza, reside en que su preguntar y pensar están puestos todavía bajo el INFLUJO de la gran filosofía del Idealismo Alemán. Si bien, los sistemas y las doctrinas de los filósofos habían perdido ya su efectividad inmediata, del mismo modo tanto más perdurable se tornaba el efecto mediato. Así [pasaba, al menos], en la investigación histórica de la construcción de las lenguas, de las formas de la gran poesía, de la constitución de la naturaleza viviente. Las ciencias todavía eran llevadas por la idea de un saber acerca del todo de lo que puede saberse; sus preguntas concernían siempre a conexiones y leyes esenciales de sus regiones. La palabra y el concepto “ciencia” tenia todavía el significado de un saber, que se dirige necesariamente al todo y, por tanto, que es necesariamente en sí mismo filosófico. De allí que los planteamientos de las ciencias naturales y los de las ciencias históricas tuviesen aún una gran fuerza de irradiación. El pensamiento histórico logró entrar en las ciencias del derecho y en las ciencias del estado por Niebuhr y, sobretodo, por Savigny. Por eso, ésta [última] se vio obligada a convertirse en un pensamiento radical y vivo de cuestiones acerca del espíritu de un pueblo, la educación de las leyes y el estado. Savigny demostró que el derecho no surge sólo, ni preponderantemente del pensamiento normativo formal de la legislación [Gesetzgebung], sino tal como el lenguaje [lo hace] con el espíritu comunitario de los pueblos, con sus creencias y costumbres. Savigny enseño también de una forma menos evidente, y en relación con la esencia del estado, que la libertad y la falta de libertad política no dependen de la forma del estado, sino, ante todo, de si el poder de un estado se halla enraizado en la naturaleza y la historia de un pueblo o si se agota únicamente en la arbitrariedad de los que detentan el poder individualmente y de los gobiernos. Heideggeriana: UniversidadeAlema2
Para Kant, ser quiere decir: 1. Objetividad [Gegenständlichkeit-Objektivität] — certeza como representatividad de la experiencia; en lo cual: a) certeza de la síntesis, b) carácter de impresión de la sensación, ambas como realidad [Realität] (cfr. “Los postulados del pensamiento empírico en general”). 2. Realidad efectiva de la libertad — como cosa en sí, es decir, voluntad. 3. Cfr. 1 b. Carácter de impresión de la sensación; INFLUJO [Einwirkung] — eficacia [Wirksamkeit]. Considerar si y cómo estas determinaciones del ser son pensadas unitariamente, o bien si la realidad efectiva (cfr. “Los postulados del pensamiento empírico en general”) puede quedar precisamente incuestionada desde un comienzo y cómo, a pesar de ello, es posible que la ontología exista como filosofía trascendental. Heideggeriana: HistoriaSer
En suma, lo que me llevó a aceptar el rectorado fue una triple consideración: 1. En el movimiento que llegaba al poder vi, entonces, la posibilidad de unir y renovar interiormente al pueblo y una vía para encontrar su destino en la historia de Occidente. Creía que la Universidad, renovándose a sí misma, podía ser llamada a participar, marcando la pauta, en la unión interna del pueblo. 2. Por tanto, vi en el rectorado una posibilidad de conducir a todas las fuerzas más capaces — con independencia de su pertenencia al partido y de la doctrina de éste — al proceso de reflexión y renovación, fortaleciendo y asegurando su INFLUJO. 3. De esta forma esperaba poder hacer frente a la penetración de personas inadecuadas y a la amenazadora hegemonía del aparato y de la doctrina del partido. Heideggeriana: RepensandoReitorado
Partiendo de esta realidad de la voluntad de poder veía yo, ya entonces, lo que es. Esta realidad de la voluntad de poder se puede enunciar también, en el sentido de Nietzsche, con la frase “Dios ha muerto”, frase que, por razones esenciales, introduje en mi discurso rectoral. Nada tiene que ver esta frase con la afirmación de un vulgar ateísmo, sino que significa: el mundo suprasensible, especialmente el mundo del Dios cristiano, ha perdido su vigencia efectiva en la historia (cfr. mi conferencia de 1943 sobre la frase de Nietzsche “Dios ha muerto”). Si esto no hubiera sido así, ¿habría sido posible la Primera Guerra Mundial? Y, sobre todo, si esto no hubiera sido así, ¿habría llegado a ser posible la Segunda Guerra Mundial? ¿No había, pues, razón bastante y suficiente necesidad esencial como para, en una reflexión original sobre la superación de la metafísica de la voluntad de poder, pensar más allá de ella; lo cual quiere decir abrir un debate con el pensamiento occidental, a partir de un retorno a su inicio? ¿No había, pues, razón bastante y suficiente necesidad esencial como para intentar, entre nosotros, los alemanes, despertar y llevar a la palestra a ese lugar que funciona como sede del cultivo del saber y del conocimiento, la Universidad alemana, con vistas a esta reflexión sobre el espíritu de Occidente? Sin duda, el argumento contra la marcha de la historia que empieza diciendo: “¿Qué habría sucedido, si …y si no …?” es siempre arriesgado. Pero es lícito plantear la cuestión: ¿qué habría sucedido y qué se habría podido prevenir si en 1933 todas las fuerzas más capaces se hubieran puesto en camino, en secreta alianza, para, lentamente, purificar y moderar al “movimiento” que llegaba al poder? Sin duda, el que los hombres lleven a otros hombres la cuenta de sus culpas y se las apunten, es siempre una arrogancia. Pero si se buscan culpables y se miden las culpas, ¿no existe también la culpa que consiste en una omisión esencial? Aquellos que, ya entonces, estaban tan dotados de capacidad profética que vieron todo lo que había de venir tal y como vino — mi sabiduría no llegaba a tanto —, ¿por qué esperaron casi diez años para actuar contra el desastre? ¿Por qué, en 1933, los que creían saberlo, por qué, justamente ellos, no se pusieron entonces en camino para llevar todo, y desde su raíz, hacia el buen fin? Sin duda, la reunión de todas las fuerzas más capaces habría sido difícil; difícil también habría sido el paulatino INFLUJO sobre el movimiento en su totalidad y sobre su posición hegemónica; pero no más difícil que lo que luego tuvimos que soportar. Heideggeriana: RepensandoReitorado
El mismo Dr. Hancke me dijo también que en el SD dominaba la idea de que yo trabajaba en connivencia con los jesuitas. De hecho, en mis cursos y seminarios hubo hasta el final miembros de órdenes católicas (especialmente jesuitas y franciscanos establecidos en Friburgo). Estas personas tenían la posibilidad de trabajar y promoverse con mis seminarios exactamente igual que cualquier otro estudiante. A lo largo de una serie de semestres fueron miembros de mi seminario los padres jesuitas profesores Lotz, Rahner, Huidobro, que a menudo estuvieron en nuestra casa. Basta con leer sus escritos para reconocer en el acto el INFLUJO de mi pensamiento, que tampoco es negado. Heideggeriana: RepensandoReitorado
Lo que pertenece inmediatamente a lo abierto es introducido por él dentro de la corriente de la atracción del centro. Por eso, de entre todos los arriesgados, el que primero pertenece a lo abierto es el que, según su naturaleza, siente una suerte de estupor, de tal modo que en su estupefacción nunca aspira hacia algo que pudiera enfrentársele. Lo que así se presenta se halla bajo el INFLUJO de “un oscuro deseo”. — Como la naturaleza abandona a los seres — al riesgo de su oscuro deseo … Heideggeriana: ParaQuePoetas
Cómo, sin embargo, quisiera ella cuidar meditación y exposición, eso lo dice Goethe en una frase que podría cerrar esta carta: “Si alguien considera palabra y expresión como testimonios sagrados y no quiere ponerlos en circulación demasiado rápida e instantánea, como si fueran calderilla o papel moneda, sino que quiere saberlos intercambiados en el comercio y tráfico espirituales como verdaderos equivalentes, entonces no se le puede tomar a mal que llame la atención sobre cómo expresiones tradicionales, que [426] no plantean problema a nadie, ejercen sin embargo un INFLUJO pernicioso, agostan ideas, desfiguran el concepto y dan a especialidades enteras una falsa dirección”. Heideggeriana: PreguntaSer
¿Pero en qué reside el telos, la consumación (Vollendung) de la filosofía moderna, caso de que podamos hablar de ello? ¿Este fin (Ende) está determinado (bestimmt) por otro temple de ánimo (Stimmung)? ¿Dónde hemos de buscar la consumación de la filosofía moderna? ¿En Hegel, o más bien en la última filosofía de Schelling? ¿Y qué pasa con Marx y Nietzsche? ¿Salen ya de la órbita de la filosofía moderna? Si no, ¿cómo ha de determinarse su posición? Parece como si planteásemos sólo preguntas historizantes (historische). Pero en verdad meditamos sobre la esencia futura de la filosofía. Intentamos escuchar la voz (Stimme) del ser. ¿En qué temple de ánimo (Stimmung) pone aquella voz al pensar de hoy? Apenas podrá contestarse unívocamente la pregunta. Presumiblemente impera un temple fundamental de ánimo (Grundstimmung). Pero todavía nos está oculto (verborgen). Ello sería un signo de que nuestro pensar actual todavía no ha encontrado su camino unívoco. Lo que encontramos es sólo esto: diversos temples (Stimmungen) del pensar. Se oponen duda y desesperación por un lado, por otro — ciega obsesión de principios (Prinzipien) no examinados. Temor y angustia se mezclan con esperanza y confianza. A menudo y a lo lejos parece como si el pensar según el modo del representar razonante (räsonnierend) y del calcular estuviera enteramente libre de todo temple de ánimo (Stimmung). Pero también la frialdad del cálculo, también la prosaica sobriedad del planificar son señal de una disposición (Gestimmtheit). No sólo esto; aun la razón, que se dispensa de todo INFLUJO de las pasiones, está acorde (gestimmt), en tanto razón, con la confianza en la evidencia lógico-matemática de sus principios (Prinzipien) y reglas. Heideggeriana: QueFilosofia
Dejemos de una vez de representar lo técnico sólo técnicamente, esto es, a partir del hombree de sus máquinas. Prestemos atención a la llamada bajo cuyo INFLUJO se encuentran en nuestra época, no sólo el hombre, sino todo ente, naturaleza e historia en relación con su ser. Heideggeriana: PrincipioIdentidade
A través del titulo “Hegel y los griegos” nos habla la totalidad de la filosofía en su historia. Y esto ocurre ahora, en una época en que la disolución de la filosofía se hace evidente, pues ella emigra hacia la logística, la psicología y la sociología. Estos campos independientes de investigación, como formas de funcionamiento y como instrumentos de éxito del mundo político-económico, es decir del mundo técnico en un sentido esencial, conquistan una importancia siempre creciente y un INFLUJO en múltiples direcciones. Heideggeriana: HegelGregos
Hoy resulta ya muy difícil hacerse idea del tamaño de las dificultades que les salían al paso en el camino al preguntar por la cuestión del ser, al enfoque básico de ésta y a su realización. En el marco del neokantismo de aquel entonces, una filosofía tenía que satisfacer la exigencia, si es que debía encontrar audiencia como filosofía, de pensar kantianamente, críticamente, trascendentalmente. Ontología era un título maldito. El propio Husserl, que en las Investigaciones lógicas — sobre todo en la VI — llegó cerca de la auténtica cuestión del ser, no pudo mantener su hallazgo en la atmósfera filosófica de entonces; cayó bajo el INFLUJO de Natorp y consumó el viraje a la fenomenología trascendental, que alcanzó su primer punto de altura en las Ideas. Pero con ello se había abandonado el principio de la fenomenología. Esta irrupción de la filosofía (en la figura del neokantismo) en la fenomenología tuvo por consecuencia que Scheler y muchos otros se separaran de Husserl; donde pudo quedar abierta la cuestión de si y cómo esta secesión obedecía al principio “a la cosa del pensar”. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer