GA51:4-5 – fazer-falta (brauchen)

Prestamos atención o bien a aquello que nos hace falta (brauchen), o bien a aquello de lo que podemos prescindir.

Lo que nos hace falta lo medimos por el rasero de las necesidades, por el rasero de los deseos entregados a sí mismos y a su ímpetu, por el rasero de aquello sobre y con lo que contamos. Tras estos deseos e ímpetus (Wünschen und Drängen) está el ansia (Gedränge) de esa inquietud (Unruhe) para la que todo lo suficiente se torna de inmediato en algo jamás suficiente. Esta inquietud, prolongada por nuevas cosas que hacen falta, por «intereses» (Interessen) cada vez más elevados y amplios, no surge de algo así como una rapacidad (Raffgier) creada artificialmente, sino que esa avidez (Gier) es ella misma consecuencia de esa inquietud en la que se muestra el abrirse paso de la mera vida (Vordrängen des bloßen Lebens), de lo sólo viviente. A la esencia de lo viviente (Wesen des Lebendigen) le compete el hecho de seguir manifestando y reprimiendo su propio ímpetu. Sin embargo, «lo viviente» que conocemos como plantas y animales, parece mantenerse en su interior y encontrar su forma permanente en ese ímpetu; el hombre, por el contrario, eleva lo viviente y su ímpetu propio a patrón y así puede hacerlos «principio» del «progreso». Si nos limitamos a prestar atención a aquello que nos hace falta, entonces estamos sujetos al imperativo de la inquietud de la mera vida. Este ser viviente despierta la apariencia de lo movido, de lo semoviente y, por ello, libre (Dieses Lebendige erweckt den Schein des Bewegten und Sichbewegenden und deshalb Freien). Despunta así, justamente allí donde el hombre atiende sólo a lo que le hace falta, la apariencia de libertad (der Schein der Freiheit); pues su calcular y planificar (Rechnen und Planen) se mueve ciertamente en un espacio de juego (Spielraum) cuyos límites pueden ser desplazados por el hombre según lo precise en cada caso.

Sólo que, entonces, el hombre no es más que «libre», o sea que se mueve según los imperativos de sus «intereses vitales». En ciertos respectos, el hombre se halla desligado de toda obligación, dentro del círculo de imperativos que determinan que todo sea remitido a lo útil. La servidumbre, sometida al señorío de lo que constantemente «hace falta» (Gebrauchten), o sea, de lo útil (Nutzens), se muestra como libertad y soberanía respecto al consumo e incremento de lo útil. (GA51ES:29-30)

Excertos de

Heidegger – Fenomenologia e Hermenêutica

Responsáveis: João e Murilo Cardoso de Castro

Twenty Twenty-Five

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