Sólo cuando se piensa nuestro decir humano desde esta perspectiva es cuando se da una adecuada determinación de aquello que despliega su esencia en todo hablar. Se conoce el hablar como la resonancia articulada del pensamiento mediante los órganos del habla. Con todo, hablar es asimismo ESCUCHAR. Por costumbre se contraponen hablar y ESCUCHAR: el uno habla. el otro escucha. Pero el ESCUCHAR no solamente acompaña y rodea al hablar, tal como sucede en el diálogo. Heideggeriana: CaminhoLinguagem
La simultaneidad de hablar y ESCUCHAR tiene una significación más amplia. El hablar es, en tanto que decir, desde sí un ESCUCHAR. Es ESCUCHAR el habla que hablamos. Así. hablar no es simultáneamente sino previamente un ESCUCHAR. Esta escucha del habla precede, también y del modo más inadvertido, a cualquier otra escucha. No sólo hablamos el habla, hablamos desde el habla. Somos capaces de ello solamente porque ya desde siempre hemos escuchado el habla. ¿Qué oímos? Oímos el hablar del habla. Heideggeriana: CaminhoLinguagem
Pero ¿habla el habla misma? ¿Cómo puede lograr semejante propósito puesto que no está dotada de los órganos del habla? Y, sin embargo, el habla habla. Obedece y sigue, primeramente y en lo propio, a lo que es esencial en el hablar: el decir. El habla habla en cuanto que dice. esto es, muestra. Su decir brota del antiguamente hablado. pero hasta ahora aún inhablado. Decir (Sage) que atraviesa y permea el trazo abriente del despliegue del habla. El habla habla en cuanto que, como Mostración que llega a todos los ámbitos de lo presente. Deja, a partir de ellos, aparecer o des-aparecer presencia. Así que escuchamos el habla de tal modo que nos dejamos decir su Decir. Cualquiera que sea, por lo demás. el modo de nuestro ESCUCHAR, donde sea que escuchemos algo, el ESCUCHAR es el dejar-se-decir que ya contiene en sí toda percepción y toda representación. En el hablar en tanto que escucha del habla, re-decimos el Decir oído. Dejamos venir su voz sin sonido con lo que reclamamos el sonido que ya nos está reservado; lo llamamos estando tendidos hacia él. Ahora, tal vez, podría manifestarse más claramente un aspecto en el trazo abriente del despliegue del habla, permitiéndonos percibir cómo el habla en tanto que hablar alcanza su ser propio y habla así como habla. Heideggeriana: CaminhoLinguagem
Al ser el Mostrar del Decir el “hacer-propio”, el poder ESCUCHAR el Decir, el pertenecerle, también reside él mismo en el advenimiento apropiador. Para percibir en toda su amplitud la cuestión de la que aquí se trata, sería necesario pensar de manera suficientemente completa la esencia de los mortales en todos sus aspectos y, antes que nada, sin duda, el advenimiento apropiador como tal. Aquí deberá bastar una indicación. (Véase Vorträge und Aufsätze (1954): Das Ding (La cosa). Bauen Wohnen Denken pág. 145 ss. (Edificar Habitar Pensar), Die Frage nach der Technik pág. 13 ss. (La pregunta por la técnica) Hoy cuando lo apenas pensado o lo pensado a medias está propulsado de inmediato en una forma cualquiera de publicación, a muchos puede parecerles increíble el hecho de que el autor emplee en sus manuscritos desde hace veinticinco años la palabra Ereignis para la cuestión aquí pensada. Esta cuestión, aunque en sí misma sencilla, sigue, por ahora, como algo difícil de pensar porque el pensamiento debe comenzar por perder la costumbre de caer en la opinión de que aquí se piensa el “ser” como advenimiento apropiador. Pero el advenimiento apropiador es algo esencialmente distinto porque es más rico que toda determinación metafísica del ser. En cambio, el ser, en cuanto a la procedencia de su esencia. se deja pensar a partir del advenimiento apropiador.) Heideggeriana: CaminhoLinguagem