experiencia con el habla

Las tres conferencias que siguen llevan por título: “La esencia del habla”. Quisieran llevarnos ante la posibilidad de hacer una experiencia con el habla. Hacer una experiencia con algo – sea una cosa, un ser humano, un dios – significa que algo nos acaece, nos alcanza; que se apodera de nosotros, que nos tumba y nos transforma. Cuando hablamos de “hacer” una experiencia, esto no significa precisamente que nosotros la hagamos acaecer; hacer significa aquí: sufrir, padecer, tomar lo que nos alcanza receptivamente, aceptar, en la medida en que nos sometemos a ello. Algo se hace, adviene, tiene lugar. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Hacer una experiencia con el habla quiere decir, por tanto: dejarnos abordar en lo propio por la interpelación del habla, entrando y sometiéndonos a ella. Si es verdad que el ser humano tiene por morada de su existencia la propia habla – independientemente de si lo sabe o no – entonces la experiencia que hagamos con el habla nos alcanzará en lo más interno de nuestra existencia. Nosotros, que hablamos el habla, podemos ser así transformados por tales experiencias, de un día para otro o en el transcurso del tiempo. Pero la experiencia que hagamos con el habla tal vez sea excesiva para nosotros contemporáneos, aun cuando sólo nos alcance hasta el punto de advertirnos de una vez de nuestra relación con el habla, de modo que en lo sucesivo podamos tener presente esta relación. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Pero esto mismo, el hacer una experiencia con el habla es algo distinto a la adquisición de conocimientos sobre el habla. Tales conocimientos la ciencia de las lenguas, la lingüística y la filosofía de los diversos idiomas, la psicología y la filosofía del lenguaje los pone a nuestra disposición hasta tal punto que vienen a ser inabarcables. Últimamente, la investigación científica y filosófica de las lenguas tiende, cada vez más resuelta, a la producción de lo que se llama “metalenguaje”. La filosofía científica que persigue la producción de este “super-lenguaje” se entiende consecuentemente a sí misma como metalingüística. Esta expresión suena a metafísica pero no sólo suena como ella: es como ella; porque la metalingüística es la metafísica de la tecnificación universal de todas las lenguas en un solo y único instrumento operativo de información interplanetaria. Metalenguaje y satélites, metalinguística y tecnología espacial son lo Mismo. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Con todo, no se quiere dar lugar a la opinión de que aquí se emiten juicios negativos acerca de la investigación científica y filosófica de las lenguas y del habla. Esta investigación tiene su propia razón y su propio peso. A su modo enseña en todo momento cosas útiles. Pero la información científica y filosófica sobre el habla es una cosa; y otra. una experiencia que hagamos con el habla. Que el intento de llevarnos ante la posibilidad de hacer una experiencia con el habla sea coronado por el éxito y, si se logra, hasta dónde nos alcanza a cada uno de nosotros este posible éxito, es algo que no depende de ninguno de nosotros. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Por lo demás, lo que queda por hacer es indicar caminos que conduzcan ante la posibilidad de hacer una experiencia con el habla. Tales caminos existen desde hace tiempo. Pero se utilizan pocas veces de modo que a la posible experiencia con el habla se le dé voz para manifestarse en el habla. En las experiencias que hagamos con el habla, el habla misma se lleva al habla. Se podría pensar que esto sucede constantemente, en cualquier hablar. Así y todo, cualquiera que sea el momento y modo como hablamos el habla – el habla misma no llega precisamente nunca al habla. Un gran número de cosas llegan al habla cuando se habla, sobre todo aquello de lo que se está hablando: un hecho, un suceso, una cuestión, algo que nos concierne. Únicamente porque en el hablar cotidiano el habla misma no llega propiamente al habla sino que se retiene, estamos precisamente capacitados para hablar un habla: para tratar de algo y a propósito de algo en el hablar, para entrar en el diálogo, para permanecer en el diálogo. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Por eso creemos oportuno preparar una posibilidad para hacer una experiencia con el habla. Y por esto prestamos también mayor atención al lugar donde semejante experiencia se manifiesta en el habla de un modo elevado y noble. Escuchamos el poema que hemos leído. ¿Lo hemos oído? Apenas. Sólo hemos retomado el último verso – y eso de forma casi cruda – e incluso nos hemos arriesgado a transcribirlo como declaración nada poética: Ninguna cosa es donde carece de palabra. Y aún más; podríamos proponer el siguiente enunciado: algo es solamente cuando la palabra apropiada – y por tanto pertinente – lo nombra como siendo y lo funda así cada vez como tal. ¿Quiere decir esto al mismo tiempo: sólo hay ser donde habla la palabra apropiada? ¿De dónde toma para ello su propiedad (Eignung) la palabra? El poeta no dice nada de la cuestión. Con todo, el contenido del verso final incluye esta declaración: el ser de cualquier cosa que es, reside en la palabra. De ahí la validez de la frase: el habla es la casa del ser. Procediendo de este modo, habríamos aportado la más bella confirmación desde la poesía para una frase pronunciada en otra ocasión, relativa al pensamiento y, en realidad, lo hubiéramos arrojado todo a un torbellino de confusiones. habríamos rebajado la poesía a no ser más que justificación para el pensamiento y a éste lo habríamos tomado como algo demasiado fácil; a la vez habríamos olvidado lo que de hecho importa, a saber: hacer una experiencia con el habla. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Entonces de mi mano se escapó – Y nunca el tesoro mi país ganó… Ya en la mano, la delicada y rica joya no llega al ser de una cosa, no se hace tesoro, esto es, posesión poéticamente asegurada del país. El poeta guarda silencio sobre la joya que no pudo llegar a ser joya de su país, pero que, pese a todo, le brindó una experiencia con el habla; la oportunidad de aprender la renuncia, en cuya abnegación se le declara al poeta la relación entre cosa y palabra. La “joya rica y delicada” es diferenciada respecto al “sueño o prodigio de la lejanía”. Si el poema es la expresión poética del propio camino poético de Stefan George, podemos suponer que la joya en la que piensa es la abundancia sensitiva de la simplicidad que llega al poeta en sus tiempos tardíos como lo que necesita y acuerda ser dicho. El poema mismo, un logrado canto lírico del habla, atestigua que ha aprendido la renuncia. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

En cambio, para nosotros deberá quedar abierto de si somos capaces de entrar adecuadamente en esta experiencia poética con el habla. Existe el peligro de sobrecargar el poema, es decir, de atribuirle un exceso de pensamientos y que nos cerremos a ser alcanzados por su poesía. Más grande aún – aunque hoy en día se admite poco – es el peligro de que pensemos demasiado poco, y que rechacemos el pensamiento de que la verdadera experiencia con el habla sólo pueda ser una experiencia del pensamiento, además de que todo elevado canto poético de toda gran poesía vibra en el ámbito de un pensamiento. Pero si lo que ante todo importa es la experiencia del pensamiento con el habla, ¿para qué, entonces, esta indicación de una experiencia poética? Porque, a su vez, el pensamiento anda por caminos vecinos a la poesía. Por esto es bueno pensar en el vecino, en aquel que vive en la misma proximidad. Poesía y pensamiento se necesitan mutuamente en su vecindad, cada uno a su modo cuando se llega al límite. La región en la que la vecindad misma tiene su ámbito, esto la poesía y el pensamiento lo determinan de modos distintos, pero siempre de forma tal que se encuentra en el mismo ámbito. Puesto que estamos atrapados por un prejuicio secular donde el pensamiento es una cuestión de raciocinio, o sea, de cálculo en el sentido más amplio, se desconfía, ya de entrada, al hablar de una vecindad del pensamiento con la poesía. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Las tres conferencias quisieran llevarnos ante la posibilidad de hacer una experiencia con el habla. Hacer una experiencia significa: alcanzar algo caminando en un camino. Hacer una experiencia con algo significa que aquello mismo hacia donde llegamos caminando para alcanzarlo nos demanda (belangt), nos toca y nos requiere en tanto que nos transforma hacia sí mismo. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Las tres conferencias están al servicio de la tentativa de conducirnos ante la posibilidad de hacer una experiencia con el habla. La primera conferencia presta oído a una experiencia poética con la palabra. Piensa la experiencia. Al pensarla así se halla ya dentro de la vecindad de poesía y pensamiento. En esta vecindad se mueve de un lado a otro. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Las conferencias están en camino dentro de la vecindad de poesía y pensamiento; en camino con la mirada puesta en la posibilidad de hacer una experiencia con el habla. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

La tercera conferencia quisiera llevarnos propiamente ante la posibilidad, es decir, ante lo que haría posible que tuviéramos una experiencia con el habla. Lo que es necesario aquí no es sólo que permanezcamos en el camino emprendido dentro de la vecindad de poesía y pensamiento. En esta vecindad debemos dirigir nuestra mirada en derredor por si nos da a ver y cómo nos da a ver lo que transforma nuestra relación con el habla. Pero del camino que debe llevarnos hasta aquello que posibilita se ha dicho que conducía sólo allí donde ya nos hallamos. El “sólo” no indica aquí una limitación sino que señala la pura simplicidad de este camino. El camino nos deja llegar a lo que nos de-manda y en cuyo ámbito ya nos hallamos. ¿Para qué entonces, podría preguntarse, tan sólo un camino hacia allí? Respuesta: porque allí donde ya nos hallamos, lo estamos de tal modo que al mismo tiempo no estamos allí, en la medida en que aún no hemos alcanzado propiamente aquello que de-manda a nuestra esencia. El camino que nos deja llegar adonde ya nos hallamos requiere, a diferencia de cualquier otro camino, algo que lo acompañe y que alcance ampliamente hacia adelante. Esto que acompaña está contenido en la palabra rectora que hemos indicado de paso, al término de la primera conferencia. No hemos dilucidado todavía el carácter indicador de camino de la palabra rectora. Tampoco era posible que esta dilucidación tuviera lugar. Porque la segunda conferencia debía señalarnos antes propiamente el ámbito al que pertenece el camino; el camino al que hace de séquito la palabra rectora, haciendo señas hacia adelante. Este ámbito se manifiesta en la vecindad de poesía y pensamiento. Vecindad significa: morar en la proximidad. Poesía y pensamiento son modos del decir. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Si lográramos una vez llegar allá hacia donde hace seña la frase rectora, llegaríamos a lo que nos posibilitaría hacer una experiencia con el habla, con el habla que conocemos. Por ello es importante que permanezcamos bajo la indicación que la frase rectora clarificada nos da, haciendo seña, y que podemos describir así: Aquello que nos viene al encuentro como habla, recibe su determinación desde el Decir, entendido como lo que en-camina todo. Una seña “seña” alejándose de lo uno hacia lo otro. La frase rectora hace seña hacia la experiencia del habla como el Decir, apartándose de las representaciones corrientes del habla. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

La puesta en camino del en-frente-mutuo en la Cuaternidad de mundo hace advenir proximidad. es la proximidad en tanto que Nahnis ¿Debería acaso la misma puesta-en-camino llamarse el advenimiento apropiador del silencio? Ahora bien esto que se acaba de indicar – ¿dice todavía algo de la esencia del habla? Ciertamente, e incluso en el sentido de lo que han intentado las tres conferencias: llevarnos ante la posibilidad de hacer una experiencia con el habla y esto de tal modo. que en lo venidero nuestra relación con el habla venga a ser lo digno de pensar. Heideggeriana: EssenciaLinguagem

Se da la posibilidad de hacer una experiencia con el habla, de llegar a aquello que nos tumba. esto es, que transforma nuestra relación con el habla. ¿En qué medida? El habla en tanto que Decir de la Cuaternidad de mundo. no es ya sólo algo con lo que nosotros, hombres hablantes, tenemos una relación. en el sentido de una relación existente entre hombre y habla. El habla. en tanto que Decir que pone-en-camino-el-mundo, es la relación de todas las relaciones. El habla entretiene. sostiene. lleva y enriquece el en-frente-mutuo de una y otra de las cuatro regiones del mundo. las tiene y las custodia mientras él el Decir – se retiene en sí. Heideggeriana: EssenciaLinguagem