estimación de valor

Así pues, el principio de una nueva posición de valores sólo puede imponerse si se despierta y extiende un nuevo saber sobre la esencia de los valores y sobre las condiciones de la ESTIMACIÓN DE VALOR. La transvaloración de todos los valores válidos hasta el momento tiene que ejercerse y erigirse desde el estado de conciencia sumo de una conciencia propia de la esencia y de la posición de valores. Sólo en la posición de valores así entendida llega a su acabamiento la caducidad de los valores válidos hasta el momento. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Cuando Nietzsche dice que el ente en su totalidad “no tiene ningún valor”, no quiere dictar un juicio despectivo sobre el mundo. Sólo quiere mantener alejada toda ESTIMACIÓN DE VALOR de la totalidad en cuanto sería un desconocimiento de la esencia de la misma. La proposición: el ente en su totalidad no tiene ningún valor es, pensada en el sentido de la metafísica de la voluntad de poder, el rechazo más radical de la creencia de que los “valores” sean algo en sí, por encima del ente en su totalidad y válido para él. Que el ente en su totalidad carezca de valor quiere decir: está fuera de toda valoración, ya que por medio de ésta sólo se haría que el todo y lo incondicionado se volvieran dependientes de partes y condiciones que sólo son lo que son desde el todo. El mundo en devenir es, en cuanto voluntad de poder, lo in-condicionado. Sólo dentro del devenir: en referencia a formaciones de poder individuales, sólo puestas por medio de ellas y para ellas, hay condiciones, es decir puntos de vista de la conservación y acrecentamiento de los quanta de energía, sólo allí hay valores. ¿Entonces los valores surgen de la voluntad de poder? Ciertamente, pero pensaríamos de nuevo de modo erróneo si quisiéramos volver a comprender los valores como si fueran algo “al lado de” la voluntad de poder, como si en primer lugar estuviera ésta y, a continuación, instaurara “valores” que pondría en función de acuerdo con las circunstancias. Los valores, en cuanto condiciones de conservación y acrecentamiento del poder, sólo son como algo condicionado por lo único incondicionado, la voluntad de poder. Los valores son esencialmente condiciones condicionadas. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

¿Pero cuándo el re-presentar del ser del ente se convierte en un contar y un estimar esencial? ¿Cuándo las “condiciones” se convierten en el producto de una estimación y en aquello que es estimado, es decir, en valores? Sólo cuando el re-presentar del ente en cuanto tal se convierte en ese re-presentar que se apoya incondicionadamente sobre sí mismo y que tiene que establecer desde sí y para sí todas las condiciones del ser. Sólo cuando el carácter fundamental del ente se ha vuelto de una esencia tal que él mismo exige contar y estimar como una necesidad esencial del ser del ente. Esto ocurre allí donde el carácter fundamental del ente se revela como voluntad de poder. La voluntad de poder es la esencia de la voluntad. Nietzsche dice en 1884: “En toda voluntad hay un estimar” (XIII, n. 395). Anteriormente se mostró, desde el cumplimiento esencial de la voluntad de poder, cómo ésta es, por sí misma, una ESTIMACIÓN DE VALOR. Ahora, desde la esencia del estimar en cuanto contar incondicionado, ha resultado su copertenencia esencial con la voluntad de poder. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

El fragmento comienza: “La ESTIMACIÓN DE VALOR “creo que esto y esto es así” como esencia de la “verdad””. Cada palabra, cada subrayado, cada giro y la articulación del conjunto son aquí importantes. La observación introductoria vuelve superfluos tomos enteros de teorías del conocimiento, siempre que aportemos en la meditación la calma, la perseverancia y la minuciosidad que exige una frase así para ser efectivamente comprendida. Heideggeriana: VontadePoder

Pero si es así, la muy extraña determinación de la esencia dada por Nietzsche y que hemos anticipado aparece bajo una luz peculiar. La sentencia nietzscheana: la verdad es una ilusión, la verdad es una especie de error, tiene como su presupuesto más íntimo, y por ello ni siquiera expreso, aquella caracterización tradicional y nunca infringida de la verdad como corrección del representar. Sólo que para Nietzsche este concepto de verdad se transforma de una manera peculiar e inevitable, o sea, de ningún modo arbitraria. En qué consiste esta transformación nos lo dice la primera frase del n. 507. Desde un punto de vista gramatical, el fragmento no comienza con una proposición sino con un lema que señala de un modo simple, preciso y completo la posición que tiene Nietzsche respecto de la concepción tradicional de la verdad y que le sirve a él mismo de indicador para su razonamiento. De acuerdo con ella, la verdad es, en su esencia, una “ESTIMACIÓN DE VALOR”. ESTIMACIÓN DE VALOR quiere decir: apreciar algo como valor y ponerlo como tal. Pero valor (de acuerdo con la frase antes señalada) significa condición perspectivista del acrecentamiento de la vida. La ESTIMACIÓN DE VALOR es llevada a cabo por la vida misma y en especial por el hombre. La verdad, en cuanto ESTIMACIÓN DE VALOR, es algo que lleva a cabo “la vida”, que lleva a cabo el hombre y que por lo tanto pertenece al ser-hombre mismo. (Por qué y en qué medida es una pregunta que queda abierta.) Heideggeriana: VontadePoder

Qué especie de ESTIMACIÓN DE VALOR sea la verdad, lo señala Nietzsche de manera precisa con las palabras: “creo que esto y esto es así”. Esta ESTIMACIÓN DE VALOR tiene el carácter de una “creencia”. ¿Pero qué quiere decir “creer”? Creer significa: tener a esto y esto por algo que es de tal y cual modo. “Creer” no significa aceptar y dar asentimiento a algo que uno mismo no ha visto propiamente como algo que es o que no puede nunca aprehender como algo que es con sus propios ojos, sino que quiere decir aquí: tomar algo, algo que le sale al encuentro al representar, como algo que es de tal o cual modo. Creer es tener por y más precisamente, tener en cada caso por algo que es. Por lo tanto, creer no significa aquí de ninguna manera asentir a una doctrina no comprensible, racionalmente inalcanzable, y que alguna autoridad anuncie como verdadera, así como tampoco significa confiar en profecías y anunciaciones. La verdad como ESTIMACIÓN DE VALOR, es decir como tener-por, es decir como tener por algo que es y es así, está en una conexión esencial con el ente en cuanto tal. Lo verdadero es lo tenido por algo que es, por algo que es de tal o cual modo, lo que se toma por ente. Lo verdadero es el ente. Heideggeriana: VontadePoder

La verdad — si es en esencia ESTIMACIÓN DE VALOR — es equivalente a tener por verdadero. Al tener algo por algo y ponerlo como tal se lo denomina también juzgar. Nietzsche dice: “El juzgar es nuestra creencia más antigua, nuestro más acostumbrado tener-por-verdadero o por no-verdadero” (n. 531; 1885-1886). El juicio, el enunciado de algo sobre algo, es en la tradición de la metafísica occidental la esencia del conocimiento, del que forma parte el ser verdadero. Y tener algo por lo que es, re-presentarlo como lo que es de tal o cual manera, adecuarse en el representar a lo que surge y sale al encuentro — ésta es la esencia de la verdad como corrección. Por consiguiente, en la frase comentada que dice que la verdad es una ESTIMACIÓN DE VALOR, Nietzsche no piensa en el fondo otra cosa que: la verdad es corrección. Parece haberse olvidado totalmente de la sentencia que afirmaba que la verdad era una ilusión. Parece incluso estar en total coincidencia con Kant, que en su Critica de la Razón Pura advierte en una ocasión que allí se “concede y presupone” la explicación de la verdad como “coincidencia del conocimiento con su objeto” (A 58, B 82). En pocas palabras: para Kant, la determinación de la verdad como corrección (en el sentido comentado) es intocable y está fuera de toda duda; y préstese atención, para Kant, que en su doctrina acerca de la esencia del conocimiento llevó a cabo el giro copernicano, según el cual el conocimiento no se debe regir por los objetos sino, a la inversa, los objetos por el conocimiento. Del mismo modo en que Kant explica la esencia general de la verdad, así piensan también los teólogos medievales y así piensan también Platón y Aristóteles acerca de la “verdad”. Nietzsche no sólo parece estar en armonía con esta tradición occidental, sino que lo está efectivamente; sólo por eso puede, más aún, tiene que diferenciarse de ella. La pregunta es por qué, y en qué sentido, piensa, sin embargo, la esencia de la verdad de un modo diferente. El lema acerca de la esencia de la verdad contiene por cierto como presuposición la posición implícita: verdad es corrección, pero dice además otra cosa, y esta otra cosa es esencial para Nietzsche; por eso la hace pasar inmediatamente al primer plano gracias al modo en que está construida y acentuada la frase: “La ESTIMACIÓN DE VALOR… “como esencia de la “verdad”.” Esto significa: la esencia de la verdad como corrección (la corrección como tal) es propiamente una ESTIMACIÓN DE VALOR. En esta interpretación de la esencia de la corrección (del concepto de verdad tradicional y obvio) se encuentra la visión metafísica decisiva de Nietzsche. Esto quiere decir: la esencia de la corrección no encuentra de ninguna manera su elucidación y fundamentación en el sentido de que se diga de qué modo el hombre, con las representaciones que tienen lugar en su conciencia y que son, por lo tanto subjetivas, podría regirse por los objetos presentes fuera de su alma, de qué modo podría franquearse el abismo entre el sujeto y el objeto para que fuera posible algo así como un “regirse por… Heideggeriana: VontadePoder

La “ESTIMACIÓN DE VALOR” que constituye la esencia de la verdad en el sentido de tener-por-verdadero es “expresión” de las condiciones de conservación y crecimiento, es decir, de las condiciones de la vida. Lo que es estimado y apreciado como “valor” es una condición tal. Nietzsche da aún un paso más. No sólo la verdad es retrotraída en cuanto a la esencia al ámbito de las “condiciones de la vida”, sino que también las facultades de captación de la verdad reciben desde allí su determinación única: “Todos nuestros sentidos y órganos de conocimiento están desarrollados exclusivamente en referencia a condiciones de conservación y crecimiento.” Por lo tanto, la verdad y la captación de la verdad no sólo están al servicio de la “vida” en cuanto a su uso y su aplicación, sino que su propia esencia y el modo en que surgen, y por consiguiente también el modo en que se llevan a cabo, son impulsados y dirigidos desde la “vida”. Heideggeriana: VontadePoder

Al modo de pensar que interpreta todos los fenómenos como expresión de la vida se lo suele llamar biológico. La “imagen del mundo” de Nietzsche, se dice, es biologista. Incluso si, en el caso de Nietzsche, no tomamos en serio de antemano esta caracterización tópica de su “imagen del mundo” a causa de una continua desconfianza frente a este tipo de títulos, no podremos negar, sin embargo, que las pocas frases citadas hablan con fuerza suficiente en favor de un modo de pensar “biologista”. Además, ya se ha señalado expresa y repetidamente la equivalencia entre las palabras fundamentales “mundo” y “vida”, que nombran ambas al ente en su totalidad. La vida, el curso de la vida, se dice en griego bios. Corresponde mejor al significado griego el empleo de “bios” en la palabra “biografía”, descripción de la vida. Biología, por el contrario, quiere decir: doctrina de la vida en el sentido de lo vegetal-animal. ¿Cómo un pensar cuyo pensamiento fundamental concibe al ente en su totalidad como “vida” no habría de ser biológico, más biológico aún que cualquier tipo de biología que conozcamos? Pero no sólo las palabras fundamentales sino que su proyecto, el proyecto que exige la nueva ESTIMACIÓN DE VALOR, delata el carácter “biológico” del pensar nietzscheano. Consideremos simplemente el título que encabeza el cuarto y último libro de La voluntad de poder. “disciplina y adiestramiento”. Aquí se pone como meta y como exigencia la idea de una regulación, dirección y “acrecentamiento” de la vida en el sentido de una planificación de la misma severamente instituida. No olvidemos que Nietzsche le ha dado a la figura suprema del hombre el nombre de “animal de presa” y que ve al hombre supremo como la “espléndida bestia rubia que erra voluptuosa en busca de presa y de victoria” (VII, 322); aquí ya no hay manera de escapar a la constatación de que la “imagen del mundo” de este pensador es un biologismo absoluto, no sólo en términos generales y como consecuencia de una inofensiva opinión erudita, sino de acuerdo con su voluntad pensante más íntima. Heideggeriana: VontadePoder

¿Cuál es la posición de Nietzsche respecto de esta esencia básica de la metafísica occidental? La frase siguiente de nuestro fragmento, cuya primera parte queda ya elucidada, da la respuesta: “La confianza en la razón y sus categorías, en la dialéctica, o sea la ESTIMACIÓN DE VALOR de la lógica sólo demuestra su utilidad para la vida demostrada por la experiencia: no su “verdad”.” Heideggeriana: VontadePoder

Ahora podemos decir: la verdad es la esencia de lo verdadero; lo verdadero es el ente; ente quiere decir lo tomado como consistente y fijo. La esencia de lo verdadero radica originariamente en un tomar-como-fijo-y-seguro de este tipo; este tomar-como no es, sin embargo, una acción arbitraria, sino el comportamiento necesario para asegurar la existencia consistente de la vida misma. La verdad es, en esencia, una ESTIMACIÓN DE VALOR. La oposición entre ente verdadero y aparente es una “relación de valor” que ha surgido de esta ESTIMACIÓN DE VALOR. Heideggeriana: VontadePoder

Para Nietzsche, la verdad, en cuanto valor, es una condición necesaria de la vida, una ESTIMACIÓN DE VALOR que la vida lleva a cabo por consideración a sí misma. Así, con la pregunta por el conocer y bajo la forma de esta pregunta nos topamos de manera aún más apremiante con la pregunta por la esencia de la vida. Para decirlo brevemente en una sola frase: nuestro preguntar se dirige ahora a la vida en cuanto cognoscente. Heideggeriana: VontadePoder

En estas palabras se halla lo decisivo acerca de la concepción nietzscheana del conocimiento, del mismo modo en que, al comienzo de la nota antes comentada, la sentencia “La ESTIMACIÓN DE VALOR “creo que esto y esto es así” como esencia de la “verdad”” decía lo decisivo acerca de la verdad. Se trata de comprender que esta última expresión y la ahora citada se copertenecen íntimamente y poseen una raíz común. Para esto no debe ocuparnos de ninguna manera de dónde provienen, calculadas historiográficamente, las influencias que inciden en esta concepción de la verdad y del conocimiento, sino que lo que nos importa es la cuestión de hacia dónde señala esa concepción dentro de la posición metafísica fundamental de Nietzsche y qué es lo que por su intermedio, respecto de la cuestión de la verdad, se somete a una decisión más perfilada, o incluso a una decisión que sólo entonces resulta visible. No: ¿de dónde lo tiene?, sino: qué da con ello? “No “conocer”, sino esquematizar.” Señalemos nuevamente: “conocer” está también entre comillas, lo mismo que “verdad” en la otra nota. Esto quiere decir: conocer no es “conocer”, en el presunto sentido de una copia que recibe y transcribe, sino “esquematizar”. Ya nos habíamos encontrado con el concepto de schema al hacer una primera aclaración de la esencia de la razón y el pensar en el sentido de un representar de acuerdo con las categorías y sus esquemas. Presumiblemente, la interpretación nietzscheana del conocer como “esquematizar” estará históricamente en conexión con la esencia de la razón y del uso de las categorías; históricamente quiere decir: esta concepción del conocimiento como “esquematizar” está en el mismo ámbito de decisión que el pensar platónico-aristotélico, aunque Nietzsche no haya “tomado” el concepto de esquema de Aristóteles historiográficamente, es decir recurriendo a opiniones pasadas. Heideggeriana: VontadePoder

La justicia tiene la constitución esencial del pensar constructivo, eliminador, aniquilador. De este modo lleva a cabo la ESTIMACIÓN DE VALOR, es decir: aprecia qué hay que poner como condición esencial de la vida. ¿Y “la vida” misma? ¿En qué se basa su esencia? La respuesta a esta pregunta está ya dada por la caracterización de la esencia de la justicia; en efecto, Nietzsche redondea su nota sobre la justicia pasando, con dos puntos, a la siguiente expresión que subraya: “supremo representante de la vida misma”. Heideggeriana: VontadePoder

La voluntad de poder — y sólo ella — es la voluntad que quiere valores. Por eso, finalmente tiene que volverse y seguir siendo explícitamente aquello de donde sale toda posición de valores y aquello que domina toda ESTIMACIÓN DE VALOR: el “principio de la posición de valores”. Por lo tanto, apenas se reconoce expresamente en la voluntad de poder el carácter fundamental del ente en cuanto tal y osa así la voluntad de poder reconocerse a sí misma, el pensar a fondo el ente en cuanto tal en su verdad, es decir la verdad como pensar de la voluntad de poder, se convierte inevitablemente en un pensar según valores. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Excertos de

Heidegger – Fenomenologia e Hermenêutica

Responsáveis: João e Murilo Cardoso de Castro

Twenty Twenty-Five

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