ente y ser

Pero ¿qué es esta referencia misma? ¿Qué “es” el ser, en el supuesto de que podamos y tengamos que diferenciarlo del ente? ¿Qué ocurre con esta distinción del ser respecto del ente, qué ocurre con el hombre respecto de esta distinción? ¿Es el hombre hombre y “tiene” además, por otra parte, la referencia al ser? ¿O constituye esta referencia al ser la esencia del hombre? Si es así, ¿de qué esencia “es” entonces el hombre, si su esencia se determina desde esa referencia? ¿Se ha determinado jamás la esencia del hombre a partir de esa referencia al ser? Si no, ¿por qué no? Si sí, ¿por qué esta referencia no es tan inapresable, incaptable e irreconocible como el ser mismo? Somos capaces de encontrar, mostrar y buscar entes en cualquier momento. ¿Pero “el ser”? ¿Es casual que apenas lleguemos a aprehenderlo y que con todas las múltiples relaciones con el ente olvidemos esta referencia al ser? ¿O la razón de esta oscuridad que se deposita sobre el ser y sobre la referencia a él del hombre reside en la metafísica y en su dominio? ¿Y si la esencia de la metafísica fuera erigir, efectivamente, la verdad sobre el ente apoyándose para ello necesariamente en la referencia del hombre al ser, y sin embargo no pensar esta referencia misma, más aún, ni siquiera poder pensarla? La referencia del hombre al ser es oscura. No obstante, donde y cuando nos referimos al ente estamos continua y permanentemente en esa referencia. ¿Y cuándo y dónde nosotros, nosotros mismos que también somos entes, no nos relacionaríamos con el ente? Nos relacionamos (verhalten) con el ente y nos mantenemos (halten) ante todo en la referencia al ser. Sólo así el ente en su totalidad es para nosotros sostén (Halt) y estancia (Aufenthalt). Esto quiere decir: estamos en la distinción de ente y ser. Esta distinción sustenta la referencia al ser y sustenta la relación con el ente. Impera, sin que le prestemos atención. Así, parece ser una distinción en la que lo que se distingue no es distinguido por nadie, una distinción para la que no “hay” nadie que distinga y para la que no se constituye, ni mucho menos se experimenta, un ámbito de distinción. Podría casi pensarse, y con razón, que con lo que denominamos “distinción” entre ente y ser hemos inventado e imaginado algo que no “es” y que, sobre todo, no tiene necesidad de “ser”. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Pero una mirada a la metafísica y a su historia nos hará rectificar enseguida. La distinción de ente y ser se revela como ese Mismo desde el que surge toda metafísica del que sin embargo al surgir inmediatamente se escapa, ese Mismo que ella deja detrás de sí y fuera de su ámbito, como aquello que ya no piensa explícitamente y que ya no necesita pensar. La distinción de ente y ser posibilita todo nombrar, todo experimentar y todo comprender del ente en cuanto tal. El ente se dice en griego to on; el interpelar del ente en cuanto ente y, a continuación, el comprender del ente acontece en el logos. Por ello, la esencia de la metafísica, que lleva expresamente el ente en cuanto tal a la palabra y al concepto, puede redefinirse con el nombre de “onto-logia”. Aunque formado con palabras griegas, el nombre no proviene de la época del pensamiento griego sino que fue acuñado en la época moderna y es empleado ya, por ejemplo, por el erudito alemán Clauberg (que era discípulo de Descartes y profesor en Herborn). Heideggeriana: NiilismoEuropeu

La “ontología” se funda en la distinción de ser y ente. Se denomina a la “distinción” de un modo más adecuado con el nombre de “diferencia”, en el que se señala que ente y ser son de algún modo llevados-fuera-uno-de-otro, separados, y sin embargo referidos uno a otro, y esto desde sí mismos, no por razón de un posterior “acto” de “distinción”. La distinción como “diferencia” quiere decir que entre ser y ente existe un dirimir (Austrag). De dónde y cómo se llega a ese dirimir, no está dicho; limitémonos ahora a nombrar la diferencia como ocasión e incitación para preguntar por ese dirimir. La distinción de ser y ente es entendida como fundamento de la posibilidad de la ontología. Pero no se introduce la “diferencia ontológica” para resolver con ella la cuestión de la ontología, sino para nombrar aquello que, en cuanto hasta ahora no cuestionado, es lo que en el fondo vuelve digna de cuestión a toda “ontología”, es decir, a la metafísica. La indicación de la diferencia ontológica nombra la base y el “fundamento” de toda ontología y por lo tanto de toda metafísica. El nombrar la diferencia ontológica quiere dar a entender que llega un instante histórico en el que existe la necesidad (Not) y se volverá necesario (notwendig) preguntar por la base y el fundamento de la “onto-logia”. Por eso en Ser y Tiempo se habla de “ontología fundamental”. No es preciso discutir aquí si con ella sólo se intenta ponerle a la metafísica como a un edificio que ya está en pie, un fundamento diferente, o si a partir de la meditación acerca de la “diferencia ontológica” resultan otras decisiones sobre la “metafísica”. La referencia a la diferencia ontológica sólo pretende señalar la conexión interna de nuestra actual meditación sobre el concepto originario de la metafísica con lo expuesto anteriormente. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

La distinción de ente y ser es el fundamento desconocido e infundado, pero sin embargo siempre requerido, de toda metafísica Todo empeño en favor de la metafísica y todos los esfuerzos por producir “ontologías” como sistemas doctrinales, pero también toda crítica a la ontología en el interior de la metafísica, no hacen más que dar testimonio de la huida siempre creciente ante este fundamento desconocido. No obstante, para el que sabe, este fundamento es tan digno de cuestión que incluso tiene que quedar abierto si eso que llamamos simplemente la distinción, el dirimir entre ente y ser, puede experimentarse de manera ajustada a su esencia en la dirección de esa denominación. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Se ha dicho que la distinción es el puente que nos conduce por doquier, en todo comportamiento, y constantemente, en toda actitud, del ente al ser y del ser al ente. Es éste un modo de hablar con imágenes y sugiere la representación de que ente y ser estarían en las diferentes orillas de un río que no nombramos y que quizás no podamos nombrar. En efecto, ¿en qué nos basaríamos para ello?; para permanecer en la imagen, ¿qué podría fluir como un río entre el ente y el ser que no pertenezca ni al ente ni al ser? Pero no dejemos que la falta de fiabilidad de las “imágenes” nos alejen de la experiencia de lo que llamamos la distinción. Sobre todo: pensemos de modo más decidido acerca de lo que nos ha sucedido durante las reflexiones precedentes, desde que tratamos del “nihilismo”. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

En referencia a la distinción óntico-ontológica entre ente y ser, lo objetual (Gegenständige) es aquello que en el objeto es coloreado, extenso, etc.; lo objetivo (Gegenständliche): lo que constituye su estar enfrente en cuanto tal. Heideggeriana: HistoriaSer Apéndices

Insistencia en la verdad del ser, fundada en la fundación explícita de la diferencia ontológica, es decir de la distinción entre ente y ser. (Fuera de toda metafísica y filosofia de la existencia.) Heideggeriana: HistoriaSer Apéndices

La diferencia de ente y ser es el ámbito dentro del cual la metafísica, el pensamiento occidental en la totalidad de su esencia, puede ser lo que es. Por ello, el paso atrás va desde la metafísica hasta la esencia de la metafísica. La observación sobre el uso que hace Hegel de la palabra conductora de múltiples sentidos “ser”, nos permite ver que el discurso sobre el ser y lo ente nunca se puede restringir a una época determinada de la historia de la manifestación del ser. El discurso sobre el ser tampoco entiende nunca este nombre en el sentido de un género dentro de cuya generalidad vacía tuvieran su lugar como casos singulares las doctrinas de lo ente concebidas históricamente. El “ser” habla en todo tiempo de modo destinado, de un modo, por lo tanto, penetrado por la tradición. Pero el paso atrás desde la metafísica hasta su esencia, recaba una duración y una capacidad de resistencia cuya medida desconocemos. Sólo está clara una cosa: el paso precisa de una preparación que debe ser intentada aquí y ahora, pero teniendo presente a lo ente en cuanto tal en su conjunto tal y como es ahora y como empieza a mostrarse cada vez de modo más claro. Lo que es ahora, se encuentra marcado por el dominio de la esencia de la técnica moderna, dominio que se manifiesta ya en todos los campos de la vida por medio de características que pueden recibir distintos nombres tales como funcionalización, perfección, automatización, burocratización e información. De la misma manera que llamamos biología a la representación de lo vivo, la representación y formación de ese ente dominado por la esencia de la técnica puede ser llamada tecnología. La expresión también puede servir para designar a la metafísica de la era atómica. El paso atrás desde la metafísica a la esencia de la metafísica es, visto desde la actualidad y a partir de la idea que nos hemos formado de ella, el paso que va desde la tecnología y la descripción e interpretación tecnológica de la época, a esa esencia de la técnica moderna que todavía está por pensar. Heideggeriana: OntoTeoLogia1957 Apéndices