La obra que se denomina brevemente “Fenomenología del espíritu”, de Hegel, apareció en el año 1807 bajo el título “Sistema de la ciencia. Primer tomo. La fenomenología del espíritu”. E1 verdadero cuerpo de la obra se inicia con una reflexión, que al reaparecer en la edición de Obras completas apenas abarca trece páginas, siendo dotada aquí expresamente del título “Introducción” (WW II, 59-72). Con ciertas reservas podríamos denominar a esta reflexión “Introducción”, aunque este título falte en la primera edición. Ya en ésta se antepone un extenso Prefacio (WW II,3-58), que comprende cuarenta y una páginas. Después del Prefacio y antes de la “Introducción” se encuentra en algunos ejemplares de la primera edición una portada para toda la obra con el título “Ciencia de la experiencia de la conciencia”. Durante la impresión Hegel reemplazó este título por el siguiente: “Ciencia de la fenomenología del espíritu”. En la edición completa de sus obras, iniciada inmediatamente después de su muerte por sus discípulos, esta obra apareció en 1832 bajo el título de “Fenomenología del espíritu”. (Este título es ya empleado por Hegel mismo en la Introducción de la “Lógica” 1812, p. X). El artículo determinado y determinante “la” es dejado fuera. Puesto que poco tiempo antes de su muerte había comenzado a revisar esta obra, puede suponerse que esta modificación del título, y de modo semejante la interpolación del título “Introducción”, se remonta a él mismo. Heideggeriana: HegelFenomenologia
La modificación del título tiene su razón de peso. La “Fenomenología del espíritu” debía perder el “rol” de “primera parte” del sistema, porque entre tanto el “sistema” mismo en el pensamiento de Hegel se había transformado. Para el “Sistema de la ciencia”, cuya primera parte la constituía la “Ciencia de la fenomenología del espíritu”, estaba prevista una segunda parte, según un anuncio redactado por el mismo Hegel y aparecido el 28 de octubre de 1807 en el Jenaer Allgemeinen Literaturzeitung: “Un segundo tomo contendrá el sistema de la Lógica como filosofía especulativa, y de las restantes dos partes de la filosofía, las Ciencias de la naturaleza y del espíritu”. Heideggeriana: HegelFenomenologia
De hecho, la anunciada Lógica “especulativa” comenzó a aparecer cinco años más tarde y precisamente bajo el título de “Ciencia de la lógica”. Este título corresponde al de la “primera parte” del “Sistema de la ciencia” de 1807: “Ciencia de la fenomenología del espíritu”. Sólo que la “Ciencia de la lógica” en 1812 ya no aparece bajo el título abarcador “Sistema de la ciencia”. Tampoco ya es editada, correspondiendo al propio anuncio de 1807, como el “segundo tomo” o la “segunda parte” del sistema. En los años 1812 y 1813 aparece el primer tomo de la Lógica en dos libros, en los que está contenida la “Lógica objetiva”; en 1816 aparece el segundo tomo, que concluye la obra con la “Lógica subjetiva” o la “Teoría del concepto”. Las “Ciencias de la naturaleza y del espíritu”, también previstas en el propio anuncio de 1807 para la segunda parte del “sistema”, no aparecen para nada. Sabemos, por cierto, que Hegel durante su actividad académica en Jena (1801-1806) expuso varias veces detenidamente la Filosofía de la naturaleza y del espíritu. Fragmentos de esos cursos ingresaron en la “Fenomenología del espíritu”, aunque con una función modificada. Por lo tanto, la publicación de las “Ciencias de la naturaleza y del espíritu” en la segunda parte del sistema de 1807 no se lleva a cabo, no porque Hegel no hubiera elaborado estos ámbitos sino por otra razón esencial. Heideggeriana: HegelFenomenologia
De estas observaciones se hace claro algo decisivo: 1. La “Enciclopedia” no es en el fondo un libro escolar, sino la forma del sistema nuevo y definitivo. Lo denominamos abreviadamente “sistema-Enciclopedia”. 2. Para este sistema se reivindica ahora la “Lógica” como su primera parte y ya no la “Ciencia de la fenomenología del espíritu”. 3. Hegel en el Prefacio a la “Enciclopedia” hace expresa referencia a la “Ciencia de la lógica” concluida el año anterior, la que con ello recibe hacia fuera una posición equívoca. Pareció primero ser aún la segunda parte del sistema-Fenomenología y es en su aparecer, en verdad, ya la primera y fundamental parte del nuevo sistema-Enciclopedia. 4. Hegel ya no menciona en el Prefacio a la “Enciclopedia” la “Fenomenología del espíritu”; pues ahora no sólo ya no es la primera parte del sistema, sino que ya no es más de ningún modo una parte principal de éste. Heideggeriana: HegelFenomenologia
Cuando Hegel en la conclusión del mencionado discurso dice del “universum”, y esto es, para él, a la vez, del absoluto, que no tiene en sí fuerza alguna de resistencia, de afirmar su esencia cerrada, ante el ánimo explorador del conocimiento metafísico, surge entonces la pregunta de por qué le falta al absoluto esta fuerza de resistencia. La respuesta reza: porque el absoluto según su esencia no puede resistirse a la exploración, sino por el contrario se quiere manifestar. Esta voluntad de mostrarse es su esencia. E1 aparecer es la voluntad esencial del espíritu. Desde la mirada a esa voluntad esencial del absoluto está pronunciada aquella frase de Hegel. Esta determinación esencial del absoluto es entonces el supuesto del sistema-Enciclopedia. ¿Pero qué ocurre con este supuesto mismo? ¿Puede el sistema elevar la pretensión de ser absoluto cuando reposa en un supuesto, que él mismo no fundamenta y a saber absolutamente? Hegel ha desarrollado de hecho la fundamentación de esta esencia del absoluto y denunciado este desarrollo en la “Ciencia de la fenomenología del espíritu”. Si el absoluto quiere manifestarse, porque él mismo es voluntad de manifestación, entonces tiene que pertenecer a la esencia del absoluto el manifestarse, es decir, el aparecer. Esencia y aparecer son aquí idénticos. El absoluto es espíritu. El espíritu es lo que se sabe a sí mismo y en tal saber, saber de sí mismo que se quiere, como fundamento esencial de todo ente. El espíritu es el saber absoluto. Mas como a su esencia pertenece el aparecer, el saber absoluto tiene que presentarse (darstellen) como saber que aparece. Sólo así el saber absoluto concede a partir de sí al ánimo del conocimiento humano la posibilidad de estar abierto para este conocimiento y en general en lo conocido de este conocer. Viceversa el conocer humano tiene, en tanto sabe el absoluto, antes que todo llevar a ejecución (Ausführung) el presentarse del saber que aparece. Pero esta ejecución del presentarse del absoluto que aparece sólo puede ser ella misma absoluta, si debe adecuarse al absoluto. Por su parte la ciencia tiene que llevar este absoluto presentarse a absoluta ejecución. Si la “Fenomenología del espíritu” es esta ejecución, entonces la obra con este título ha osado una tarea metafísica como antes nunca necesitó ser planteada ni posteriormente nunca más podía serlo. Por ello esta “obra” es un instante único y en un particular sentido destacado de la historia de la metafísica. Y mentamos con la “obra” no la producción pensante del hombre Hegel, sino la “obra” como acaecimiento de una historia, en medio de la cual y para la cual se exige a toda realización (Vollbringen) humana una propia estabilidad y determinación (la instancia del ser-ahí). Heideggeriana: HegelFenomenologia
Desde estas observaciones se hace claro que nuestro intento de dilucidar lo que es la “Fenomenología del espíritu” permanece cuestionable en todo respecto. ¿Cómo hemos de proceder cuando además no suponemos ahora el conocimiento de la obra misma ni el del “Prefacio” y la “Introducción”? Reivindicamos la ayuda que Hegel mismo ofreció con la “Introducción” a su obra. En todo caso tenemos que asegurar antes estas pocas hojas como lo que por fin tienen que ser reconocidas y concebidas. Ellas son, a saber, la explicación del título, que está ante toda la obra y que reza: “Ciencia de la experiencia de la conciencia”. Ahora bien, Hegel durante la impresión suprimió justamente este título. Permaneció sólo en algunos ejemplares de la primera edición (1807). En lugar del título suprimido pone la versión definitiva: “Ciencia de la fenomenología del espíritu”. En la edición de la “Fenomenología” dentro de las Obras completas (1832), que es la mayormente utilizada, falta el título suprimido, de tal modo que la “Introducción” referida a él queda sin indicación expresa de la relación en la que habla. Frente al pujante “Prefacio”, la “Introducción” aparece además insignificante, de modo que en el mejor de los casos se toma de ella a veces uno que otro pasaje como “citas” – y son siempre las mismas mal entendidas-. La “Introducción” explica, por qué la “Ciencia de la experiencia de la conciencia” es necesaria y qué es ella misma en razón de su necesidad. Mantengamos cerca el segundo título “Ciencia de la fenomenología del espíritu”, entonces veremos enseguida, aunque primero sólo formalmente, esto: La “Fenomenología del espíritu” es “la experiencia de la conciencia”. Dilucidar la “Fenomenología del espíritu” significa según ello: exponer sobre la base de la “Introducción” lo que Hegel piensa cuando habla aquí, a saber, en el ámbito de la metafísica absoluta y la “especulación”, de “la experiencia”; significa exponer cómo se entiende lo que se denomina “la experiencia de la conciencia”; significa exponer en qué sentido tiene que ser pensada la “Ciencia de la experiencia de la conciencia” (comp. Infra: III, § 3). Para que alcancemos claridad aquí, se requiere antes una dilucidación de lo que dice el título “conciencia” en la metafísica moderna. Heideggeriana: HegelFenomenologia
Es necesario seguir esta indicación para siquiera pensar correctamente el título completo de la obra: “Ciencia de la experiencia de la conciencia”, “Ciencia de la fenomenología del espíritu”. El genitivo “Ciencia de…” es especulativo; (esto significa que) la ciencia no trata sólo acerca de la experiencia de la conciencia, sino que tiene la conciencia como su sujeto, que soporta y determina. Ciencia es conocer. Pero el conocer, según la expresión del primer parágrafo de la Introducción, es “el rayo a través del cual la verdad nos toca”. Nuestro conocer, el pensar especulativo del absoluto, es sólo si y en tanto que es el rayo, y en tanto que iluminado por este rayo él mismo irradia. Heideggeriana: HegelFenomenologia
De ahí resulta que la presentación trascendental sistemática no es propuesta como añadidura de la experiencia de la conciencia, sino que la misma experiencia como el hacer surgir al “nuevo verdadero objeto” es un a-cusar y con ello una pre-sentación. Este presentar sigue al regreso de las condiciones al condicionamiento de lo incondicionado y es a través de ello un curso, que recibe su necesidad de la esencia de la objetividad del nuevo objeto. De este modo se da para Hegel la proposición, en la que resume la discusión vigente de la “Introducción”, para expresar a través de ella la interpretación del título de la obra: “A través de esta necesidad es este camino hacia la ciencia, ya él mismo ciencia, y con ello según su contenido ciencia de la experiencia de la conciencia ” (ibíd) En otras palabras y dicho retrospectivamente al inicio de la “Introducción” esto significa: la “experiencia de la conciencia” es la perteneciente a su esencia y a ella como curso que conduce a la autoconciencia. Porque el conocer del absoluto es esencialmente curso, es decir, camino, el examen que examine al conocer absoluto nunca puede tomar este conocer como un “medio”, ni como un “instrumento” disponible, ni como un “medium” presente. La presentación del saber que aparece es, en tanto la ciencia incondicionada trascendental-sistemática, aquello hacia donde la misma experiencia de la conciencia se despliega: el éter a ella adecuado. El aparecer de esta ciencia no incurre en la apariencia de cualquier entrar en escena, a tiro de pistola, en un circuito indeterminado. El aparecer de la ciencia es el presentarse de la experiencia, que – desde su esencia, a saber, desde la inversión – inaugura el ámbito del aparecer de la conciencia para ésta, pero a la vez determina necesariamente también el inicio, el progreso y ante todo el objetivo del curso del aparecer. (Comp. Prefacio, sobre la “experiencia”, p.32). En el mismo regreso, ya tracendentalmente dirigido, de la conciencia absoluta desde la alienación a sí misma, se realiza justamente el aparecer del condicionamiento de lo incondicionado. La conciencia aparece, es decir, sale de sí a la “vista”, en tanto vuelve a sí. Se manifiesta en la entrada a su concepto (logos), que es para sí misma. La conciencia es phainomenon, lo que aparece, como logia en el modo de tal ciencia. La conciencia es conciencia como “Fenomenología”. Pero porque la conciencia es el saber que aparece, mas el saber absoluto de sí es el espíritu, la Fenomenología es esencialmente “la Fenomenología del espíritu”. En el curso de su aparecer la conciencia, porque se destaca en el regreso, es esencialmente una “inversión”. Pero si la inversión es nuestra “intervención” para con el “mirar”, entonces esta intervención no agrega nada extraño a la conciencia. Sólo lleva el mirar a la realización de su más íntima esencia. Es el acto primero y sumo del mirar, que de este modo previamente mira, es decir, mira y atiende a que el absoluto sea considerado como absoluto y de este modo llegue a aparecer sólo él y no cualquier otra cosa. La “experiencia de la conciencia” es la “fenomenología del espíritu”. Pero la “experiencia” es sólo tal en tanto se presenta como ciencia. La “Ciencia de la experiencia de la conciencia” es la “Ciencia de la fenomenología del espíritu”. Heideggeriana: HegelFenomenologia