Y si incluso nuestra propia existencia está ante un gran cambio, si es verdad lo que decía el apasionado buscador de Dios, el último gran filosofo alemán, Federico Nietzsche: “Dios ha muerto”, si tenemos que tomarnos en serio este abandono del hombre actual en medio del ente, ¿qué pasa entonces con la ciencia? Pues que entonces el inicial perseverar admirativo de los griegos ante el ente se transforma en un estar expuesto, sin protección alguna, a lo oculto y desconocido, es decir, a lo digno de ser cuestionado [Fragwürdige: lo traduzco literalmente como “lo digno de ser cuestionado”, sentido que Heidegger ha acentuado en múltiples ocasiones, y no simplemente como “lo problemático”.]. El preguntar [Fragen es traducido indistintamente por “preguntar”, “interrogar”, “cuestionar”.] ya no volverá a ser el mero paso previo hacia la respuesta, el saber, sino que el preguntar se convertirá en la suprema figura del saber. El preguntar despliega entonces su más peculiar poder de abrir lo esencial de todas las cosas. El preguntar obliga entonces a la extrema simplificación de mirar a lo absolutamente ineludible. Heideggeriana: UniversidadeAlemana
Lo que se expresa en esta nota es suficientemente claro. El hombre no debe dar ni prestar más, ni mucho menos someterse como algo extraño a lo que sólo él ha donado, como si fuera algo de lo que tuviera necesidad el mísero hombre; en lugar de ello, tiene que reclamar todo para sí como algo suyo, lo que sólo puede hacer si de antemano, en vez de saberse como un miserable y un esclavo ante el ente en su totalidad, se erige y se instituye a sí mismo como incondicionado dominador. Pero esto significa que él mismo es incondicionada voluntad de poder, que se sabe a sí mismo como señor de este dominio y, sabiéndolo, se decide a cada ejercicio de poder, es decir al constante acrecentamiento del poder. La voluntad de poder es el “principio de una nueva posición de valores”. La voluntad de poder no es sólo el modo en que y el medio por el cual tiene lugar la posición de valores, la voluntad de poder es, en cuanto esencia del poder, el único valor fundamental de acuerdo con el cual estimar que algo debe tener valor o no puede pretender tenerlo. “Todo suceder, todo movimiento, todo devenir como una comprobación de grados y relaciones de fuerza, como una lucha…” (n. 552; primavera-otoño de 1887). Lo que en esta lucha sucumbe, por sucumbir, no está legitimado y no es verdadero. Lo que en esta lucha se mantiene en alto, por vencer, está en lo justo y es verdadero. Heideggeriana: NiilismoEuropeu
¿Pero qué quiere decir en la frase de Nietzsche “confianza en la razón”? Con esta confianza se alude a una constitución fundamental del hombre. De acuerdo con ella, la capacidad de llevar al hombre ante el ente y de representar para él el ente en cuanto tal es entregada a la razón. Heideggeriana: VontadePoder Apéndices
Sería muy superficial, y ante todo pensaríamos de modo no griego, si quisiéramos dar a entender que Platón y Aristóteles sólo comprobaron aquí que el asombro sea la causa del filosofar Si fueran de tal opinión, entonces aquello querría decir: cierta vez los hombres se asombraron, a saber, del ente, de que es y de qué es. Impulsados por este asombro, comenzaron a filosofar. No bien la filosofía se puso en marcha, el asombro, en tanto estímulo, se volvió superfluo, de manera que desapareció. Pudo desaparecer porque era sólo un impulso. Pero: el asombro es arche – domina por completo cada paso de la filosofía. El asombro es pathos. De ordinario traducimos pathos por passion, pasión (Leidenschaft), agitación afectiva (Gefühlswallung). Pero pathos está en relación con paskein, sufrir (leiden), tolerar (erdulden), soportar (ertragen), sobrellevar (austragen), dejarse llevar por (sich tragen lassen von), dejarse de-terminar por (sich be-stimmen lassen durch). Es arriesgado, como siempre en casos tales, traducir pathos por temple de ánimo (Stimmung), con lo qué significamos la dis-posición (Ge-stimmtheit) y de-terminación (Be-stimmtheit). Con todo, debemos arriesgar esta traducción, porque sólo ella nos guarda de presentarnos pathos psicológicamente en sentido moderno. Sólo cuando comprendemos pathos como temple de ánimo (Stimmung) (dis-position), podemos caracterizar mejor también el thaumatein, el asombro. En el asombro nos contenemos (être en arrêt). En cierto modo retrocedemos ante el ente – ante eso de que es y de que es así y no de otra manera. Tampoco se agota el asombro en este retroceder ante el ser del ente, sino que, en tanto retroceder y detenerse, está al mismo tiempo arrastrado hacia aquello y por así decir encadenado por aquello ante lo cual retrocede. De tal modo, el asombro es la dis-posición (Dis-position) en la que y para la que se abre el ser del ente. El asombro es el temple de ánimo (Stimmung) dentro del cual se les concedió a los filósofos griegos el corresponder al ser del ente. Heideggeriana: QueFilosofia Apéndices
En la pura nominación, dejo ser lo que es a lo que está presente. Seguramente, la nominación implica al que nombra – pero lo propio de la nominación es, justamente, que el que nombra no interviene más que para desaparecer ante el ente. En tal caso, el ente es fenómeno puro. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices