analítica existencial

existenziale Analytik

El Dasein se comprende siempre a sí mismo desde su existencia, desde una posibilidad de sí mismo: de ser sí mismo o de no serlo. El Dasein, o bien ha escogido por sí mismo estas posibilidades, o bien ha ido a parar en ellas, o bien ha crecido en ellas desde siempre. La existencia es decidida en cada caso tan sólo por el Dasein mismo, sea tomándola entre manos, sea dejándola perderse. La cuestión de la existencia ha de ser resuelta siempre tan sólo por medio del existir mismo. A la comprensión de sí mismo que entonces sirve de guía la llamamos comprensión existentiva [existenzielle]. La cuestión de la existencia es una «incumbencia» óntica del Dasein. Para ello no se requiere la transparencia teorética de la estructura ontológica de la existencia. La pregunta por esta estructura apunta a la exposición analítica de lo constitutivo de la existencia. A la trama de estas estructuras la llamamos existencialidad. Su analítica no tiene el carácter de un comprender existentivo, sino de un comprender existencial [existenziales]. La tarea de una ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein ya se encuentra bosquejada en su posibilidad y necesidad en la constitución óntica del Dasein. Ahora bien, puesto que la existencia determina al Dasein, la analítica ontológica de este ente requiere siempre una visualización de la existencialidad. Y a esta existencialidad la entendemos como la constitución de ser del ente que existe. Pero, ya en la idea de tal constitución de ser se encuentra la idea del ser en general. Y de este modo, la posibilidad de llevar a cabo la analítica del Dasein depende también de la previa elaboración de la pregunta por el sentido del ser en general. Las ciencias son maneras de ser del Dasein en las que éste se comporta también en relación a entes que pueden ser otros que él. Ahora bien, al Dasein le pertenece esencialmente el estar en un mundo. La comprensión del ser propia del Dasein comporta, pues, con igual originariedad, la comprensión de algo así como un «mundo», y la comprensión del ser del ente que se hace accesible dentro del mundo. Las ontologías cuyo tema es el ente que no tiene el carácter de ser del Dasein están, por ende, fundadas y motivadas en la estructura óntica del Dasein mismo, que lleva en sí la determinación de una comprensión preontológica del ser. STJR §4

De ahí que la ontología fundamental, que está a la base de todas las otras ontologías, deba ser buscada en la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein. STJR §4

Pero, a su vez, la ANALÍTICA EXISTENCIAL tiene, en última instancia, raíces existentivas, e.d. ónticas. Únicamente cuando el cuestionar de la investigación filosófica es asumido existentivamente como posibilidad de ser del Dasein existente, se da la posibilidad de una apertura de la existencialidad de la existencia, y con ello la posibilidad de abordar una problemática ontológica suficientemente fundada. Pero con esto se ha aclarado también la primacía óntica de la pregunta por el ser. STJR §4

Ahora bien, como al Dasein no sólo le pertenece una comprensión de su ser, sino que ésta se desarrolla o decae según el modo de ser que tiene cada vez el Dasein mismo, puede éste disponer de una amplia gama de formas de interpretación. La psicología filosófica, la antropología, la ética, la «política», la poesía, la biografía y la historiografía, han indagado, por diferentes caminos y en proporciones variables, los comportamientos, las facultades, las fuerzas, las posibilidades y los destinos del Dasein. Queda abierta empero la pregunta si estas interpretaciones fueron realizadas con una originariedad existencial comparable a la originariedad que tal vez ellas tuvieron en el plano existentivo. Ambas cosas no van necesariamente juntas, pero tampoco se excluyen. La interpretación existentiva puede exigir una ANALÍTICA EXISTENCIAL, al menos si se comprende el conocimiento filosófico en su posibilidad y necesidad. Tan sólo cuando las estructuras fundamentales del Dasein queden suficientemente elaboradas en una orientación explícita hacia el problema del ser, alcanzará la interpretación del Dasein lograda hasta hoy su justificación existencial. STJR §5

Lo primariamente interrogado en la pregunta por el sentido del ser es el ente que tiene el carácter del Dasein. En su fase preparatoria, la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein necesita, por su índole peculiar, de una exposición a grandes líneas y de una delimitación frente a investigaciones aparentemente paralelas (capítulo 1). Manteniendo el punto de partida fijado a la investigación, deberá ponerse al descubierto en el Dasein una estructura fundamental: el estar-en-el-mundo (capítulo 2). Este «a priori» de la interpretación del Dasein no es una determinación reconstruida de fragmentos, sino una estructura originaria y siempre total. Pero ella permite diferentes enfoques sobre los momentos que la constituyen. Manteniendo constantemente a la vista el todo siempre previo de esta estructura, deben distinguirse fenoménicamente esos momentos. Y así se vuelven objeto del análisis el mundo en su mundaneidad (capítulo 3), el estar-en-el-mundo como coestar y ser-sí-mismo (capítulo 4), y el estar-en, en cuanto tal (capítulo 5). En base al análisis de esta estructura fundamental, se hace posible indicar de un modo provisional el ser del Dasein. Su sentido existencial es el cuidado (capítulo 6). STJR §8

En la Introducción ya se hizo ver que la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein contribuye a promover una tarea cuya urgencia es apenas menor que la de la pregunta misma por el ser: poner al descubierto aquel a priori que tiene que ser visible si la pregunta «qué es el hombre» ha de poder ser filosóficamente dilucidada. La ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein está antes de toda psicología, de toda antropología y, a fortiori, de toda biología. Al deslindarlo frente a estas posibles investigaciones del Dasein, el tema de la analítica puede circunscribirse todavía con mayor precisión. Con lo cual su necesidad podrá también demostrarse en forma aun más persuasiva. STJR §9

Después de haber hecho un primer bosquejo positivo del tema de una investigación, siempre es importante caracterizarlo por lo que él excluye, a pesar de que tales discusiones sobre lo que no debe suceder fácilmente se toman infructuosas. Será necesario mostrar que los cuestionamientos e investigaciones hechos hasta ahora apuntando hacia el Dasein, sin perjuicio de su productividad en los respectivos campos de averiguación, yerran el verdadero problema, el problema filosófico, y que, por ende, mientras persistan en este error no pueden pretender siquiera estar capacitados para llevar a cabo aquello a que en el fondo aspiran. La fijación de los límites de la ANALÍTICA EXISTENCIAL frente a la antropología, la psicología y la biología, se refiere solamente a la pregunta ontológica fundamental. Desde el punto de vista de una «teoría de las ciencias», esas demarcaciones son necesariamente insuficientes, ya por el solo hecho de que la estructura científica de dichas disciplinas – y no la «cientificidad» de los que trabajan en su desarrollo – es hoy enteramente cuestionable, y necesita de nuevos impulsos, que deben brotar de la problemática ontológica. STJR §10

En una orientación histórica, se podría aclarar el propósito de la ANALÍTICA EXISTENCIAL de la siguiente manera: Descartes, a quien se atribuye el descubrimiento del cogito sum como punto de partida para el cuestionamiento filosófico moderno, investigó, dentro de ciertos límites, el cogitare del ego. En cambio, deja enteramente sin dilucidar el sum, aun cuando éste haya sido tan originariamente establecido como el cogito. La analítica plantea la pregunta ontológica por el ser del sum. Sólo cuando éste haya sido determinado podrá comprenderse el modo de ser de las cogitationes. STJR §10

§ 11. La ANALÍTICA EXISTENCIAL y la interpretación del Dasein primitivo. Dificultades para lograr un «concepto natural del mundo» STJR §11

Aun cuando la delimitación formal de la problemática ontológica frente a la investigación óntica resulte fácil, la realización y, sobre todo, el planteamiento inicial de una ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein no carece de dificultades. En la tarea de esta última está contenido un desiderátum que inquieta desde hace mucho tiempo a la filosofía, en cuyo cumplimiento, sin embargo, ésta fracasa una y otra vez: la elaboración de la idea de un «concepto natural de mundo». Para abordar de un modo fructífero esta tarea pareciera ser favorable la riqueza de conocimientos disponibles sobre las más variadas y lejanas culturas y formas del Dasein. Pero esto es sólo una apariencia. En el fondo, esta sobreabundancia de conocimientos induce al desconocimiento del verdadero problema. La comparación y tipificación sincrética de todo no da de suyo un auténtico conocimiento esencial. La ordenación de una multiplicidad en un cuadro general no garantiza una verdadera comprensión de lo que queda ordenado. El auténtico principio ordenador tiene su propio contenido material, y éste no se encuentra nunca por medio de la ordenación misma, sino que ya está supuesto en ella. Así, por ejemplo, para clasificar imágenes del mundo es necesaria la idea explícita de mundo en general. Y si el «mundo» mismo es un constitutivum del Dasein, la elaboración conceptual del fenómeno del mundo exige una visión de las estructuras fundamentales del Dasein. STJR §11

Pero dentro del contexto de una ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein fáctico no es posible dejar de preguntar si esa forma de darse del yo abre al Dasein en su cotidianidad, supuesto que en alguna forma lo abra. ¿Es acaso evidente a priori que el acceso al Dasein deba ser una simple reflexión perceptiva sobre el yo de los actos? STJR §25

¿Y si este modo de «autodarse» del Dasein fuese una tentación para la ANALÍTICA EXISTENCIAL, y una tentación fundada en el ser mismo del Dasein? Quizás al referirse a sí mismo en forma inmediata el Dasein diga siempre: «éste soy yo», y lo diga en definitiva más fuerte que nunca cuando «no» lo es. ¿Y si la razón por la cual el Dasein inmediata y regularmente no es él mismo fuese aquella estructura en virtud de la cual el Dasein es siempre mío? ¿Y si la ANALÍTICA EXISTENCIAL, al tomar como punto de partida el dato del yo, cayese, en cierto modo, en una trampa del Dasein mismo y de una autointerpretación presuntamente evidente? ¿Si, en definitiva, el horizonte ontológico para la determinación de lo accesible en un simple darse quedara fundamentalmente indeterminado? Siempre es posible, claro está, decir de este ente, sin error óntico, que «yo» lo soy. Pero la analítica ontológica que usa esta clase de proposiciones debe someterlas a reservas de principio. El «yo» debe entenderse solamente como un índice formal y sin compromiso de algo que en el contexto fenoménico de ser en que él se inserta quizás se revele como su «contrario». «No yo» no significa entonces, en modo alguno, un ente que carezca esencialmente de «yoidad», sino que se refiere a un determinado modo de ser del mismo «yo»: por ejemplo, a la pérdida de sí [Selbstverlorenheit]. STJR §25

En su estadio preparatorio, la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein tiene como tema conductor la constitución fundamental de este ente, el estar-en-el-mundo. Su fin inmediato consiste en poner fenoménicamente de relieve la estructura unitaria y originaria del ser del Dasein, estructura desde la cual se determinan ontológicamente sus posibilidades y maneras «de ser». Hasta ahora, la caracterización fenoménica del estar-en-el-mundo se ha orientado hacia el momento estructural del mundo y hacia la respuesta a la pregunta acerca de quién es este ente en su cotidianidad, pero ya en la primera delimitación de las tareas de la etapa preparatoria del análisis fundamental del Dasein hemos anticipado una orientación acerca del estar-en en cuanto tal, ilustrándolo por medio de ese modo concreto del estar-en que es el conocimiento del mundo. STJR §28

La disposición afectiva es un modo existencial fundamental como el Dasein es su Ahí. No sólo caracteriza ontológicamente al Dasein, sino que a la vez, en virtud de su carácter aperiente, tiene una importancia metodológica fundamental para la ANALÍTICA EXISTENCIAL. Como toda interpretación ontológica en general, la ANALÍTICA EXISTENCIAL sólo puede pedir cuenta, por así decirlo, acerca de su ser a un ente que ya antes ha sido abierto. Y deberá atenerse a las más destacadas y amplias posibilidades de apertura del Dasein para recibir de ellas la aclaración de este ente. La interpretación fenomenológica deberá entregar al Dasein mismo la posibilidad de la apertura originaria y dejarlo, en cierto modo, interpretarse a sí mismo. Ella se limita a acompañar esta apertura, con el fin de elevar existencialmente a concepto el contenido fenoménico de lo abierto. STJR §29

Cuán profundamente influya esta problemática ontológica en la interpretación del logos y, a la inversa, cuán profundo efecto tenga – por curiosa repercusión la concepción del «juicio» sobre la problemática ontológica, lo muestra el fenómeno de la cópula. En esta «ligadura» se pone de manifiesto, en primer lugar, que la estructura sintética ha sido supuesta como cosa evidente y que ella, además, detenta un carácter determinante en la interpretación. Pero si los caracteres puramente formales de la «relación» y «enlace» no pueden hacer ningún aporte fenoménico a un análisis del contenido de la estructura del logos, el fenómeno al que apunta el término «cópula» no tiene en definitiva nada que ver con ligadura o enlace. El «es» y su interpretación, sea que ese «es» se halle taxativamente expresado en forma lingüística, sea que esté indicado en la terminación verbal, entran en el contexto de los problemas de la ANALÍTICA EXISTENCIAL, si es verdad que el enunciar y la comprensión del ser son posibilidades existenciales de ser del Dasein mismo. La elaboración de la pregunta por el ser (cf. 1 Parte, 3 Sección) volverá a encontrar este peculiar fenómeno de ser que aparece dentro del logos. STJR §33

De momento, se trataba tan sólo de dejar en claro, mediante la demostración del carácter derivado del enunciado con respecto a la interpretación y el comprender, que la «lógica» del logos está enraizada en la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein. El reconocimiento de la insuficiente interpretación ontológica del logos agudiza, además, la visión del carácter no originario de la base metodológica en que se apoya la ontología antigua. El logos es experimentado como algo que está-ahí e interpretado como tal; asimismo el ente mostrado por él tiene el sentido de un estar-ahí. Este sentido de ser queda sin diferenciar frente a otras posibilidades de ser, de tal manera que al mismo tiempo el ser, en el sentido formal de ser-algo, se amalgama con él, sin que se haya podido lograr siquiera una clara separación regional de ambos. STJR §33

¿Será posible captar en su totalidad este todo estructural de la cotidianidad del Dasein? ¿Será posible poner de tal manera unitariamente de relieve el ser del Dasein que, desde él, se pueda comprender la esencial cooriginariedad de las estructuras mostradas, y sus correspondientes posibilidades existenciales de modificación? ¿Hay alguna vía para llegar fenoménicamente a este ser, sobre la base del actual planteamiento de la ANALÍTICA EXISTENCIAL? STJR §39

Si la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein necesita mantener una primordial claridad respecto de su función ontológico-fundamental, entonces deberá buscar, para la realización de su tarea preliminar, que consiste en sacar a luz el ser del Dasein, una de las más amplias y originarias posibilidades de apertura, implícita en el Dasein mismo. El modo de la apertura en la que el Dasein se lleva ante sí mismo debe ser tal que en ella se haga accesible en una forma, por así decirlo simplificada. Con lo abierto en ella, la totalidad estructural del ser buscado deberá entonces salir a luz de un modo elemental. STJR §39

Aun menos frecuentes que el hecho existentivo de la verdadera angustia son los intentos de interpretar este fenómeno en su fundamental constitución y función ontológico-existencial. Las razones para ello radican, en parte, en la omisión de una ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein en cuanto tal y, particularmente, en el desconocimiento del fenómeno de la disposición afectiva. La infrecuencia fáctica del fenómeno de la angustia no puede, sin embargo, despojarlo de su aptitud para asumir una función metodológica fundamental en la ANALÍTICA EXISTENCIAL. Por el contrario, la infrecuencia del fenómeno es un índice de que el Dasein, pese a quedar habitualmente oculto a sí mismo en su carácter propio, en virtud del estado interpretativo público del uno, puede, sin embargo, ser abierto en forma originaria en esta disposición afectiva fundamental. STJR §40

La interpretación ontológica del Dasein ha llevado la autointerpretación preontológica de este ente como «cuidado» al concepto existencial del cuidado. Sin embargo, la analítica del Dasein no tiene como finalidad una fundamentación ontológica de la antropología; su objetivo es una ontología fundamental. Es ésta quien, si bien en forma tácita, ha determinado la marcha de las meditaciones hechas hasta ahora, la elección de los fenómenos y los límites hasta donde debe llegar el análisis. Pero ahora, con vistas a la pregunta rectora por el sentido del ser, y a su elaboración, será necesario que la investigación se asegure explícitamente de lo logrado hasta este momento. Tal finalidad no podrá, sin embargo, alcanzarse mediante una síntesis extrínseca de lo ya dilucidado. Por el contrario, lo que al comienzo de la ANALÍTICA EXISTENCIAL sólo pudo ser esbozado en sus líneas generales deberá profundizarse ahora, con la ayuda de lo ya alcanzado, a fin de lograr una comprensión más acabada del problema. STJR §42

En la ejecución de las tareas de la etapa preparatoria de una ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein se ha hecho la exégesis del comprender, del sentido y de la interpretación [Auslegung]. El análisis de la aperturidad mostró, además, que con ésta el Dasein – en conformidad con su fundamental constitución de estar-en-el-mundo – queda cooriginariamente desvelado en lo que respecta al mundo, al estar-en, y al sí-mismo. En la fáctica aperturidad del mundo queda, además, codescubierto el ente intramundano. Esto implica que el ser de este ente en cierta manera ya es comprendido siempre, aunque no ontológicamente conceptualizado en forma adecuada. La comprensión preontológica del ser abarca ciertamente a todo ente esencialmente abierto en el Dasein, pero la comprensión del ser no se ha articulado aún de acuerdo a los diferentes modos de ser. STJR §43

Por otra parte, la interpretación del comprender ha mostrado que inmediata y regularmente éste, según el modo de ser de la caída, ya se ha emplazado en la comprensión del «mundo». Incluso allí donde no se trata sólo de experiencia óntica, sino también de comprensión ontológica, la interpretación del ser se orienta, en primer lugar, por el ser del ente intramundano. El ser de lo inmediatamente a la mano se pasa por alto, y el ente es concebido primero como un conjunto de cosas (res) que están-ahí. El ser cobra el sentido de realidad [Realitat]. La sustancialidad se convierte en la determinación fundamental del ser. Correspondiendo a este desplazamiento de la comprensión del ser, también la comprensión ontológica del Dasein entra en el horizonte de este concepto de ser. El Dasein, al igual que cualquier otro ente, también está realmente ahí. De esta manera, el ser en general adquiere el sentido de realidad. El concepto de realidad tiene, pues, una peculiar primacía en la problemática ontológica. Esta primacía obstruye el camino hacia una genuina ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein e impide incluso dirigir la mirada hacia el ser de lo inmediatamente a la mano dentro del mundo. Finalmente, ella fuerza a la problemática del ser en general a orientarse en una falsa dirección. Los demás modos de ser son determinados negativa y privativamente con respecto a la realidad. STJR §43

Estas investigaciones, que son previas a todo posible cuestionamiento ontológico de la realidad, han sido desarrolladas en la precedente ANALÍTICA EXISTENCIAL. En ella se hizo ver que el conocimiento es un modo fundado de acceder a lo real. Lo real, por su misma esencia, sólo es accesible como ente intramundano. Todo acceso a un ente tal se funda ontológicamente en la constitución fundamental del Dasein, en el estar-en-el-mundo. El estar-en-el-mundo tiene la constitución de ser aún más originaria del cuidado (anticiparse a sí-estando ya en un mundo-en medio del ente intramundano). STJR §43

En esta investigación no es posible examinar in extenso las numerosas tentativas de solución al «problema de la realidad» que han ido surgiendo dentro de las distintas formas de realismo e idealismo y de las posiciones intermedias. Aunque en todas estas tentativas podrá encontrarse, sin lugar a duda, un fondo de auténtico cuestionamiento, sería absurdo pretender llegar a una solución satisfactoria del problema sopesando lo acertado de cada posición. En cambio, es necesario llegar a la convicción fundamental de que las diversas corrientes de la teoría del conocimiento no yerran propiamente desde el punto de vista de las teorías del conocimiento, sino que, por haber omitido la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein, no logran siquiera dar con el terreno requerido para una problemática fenoménicamente segura. Este terreno tampoco puede alcanzarse mediante ulteriores rectificaciones fenomenológicas de los conceptos de sujeto y conciencia. Tal procedimiento no da garantía de que, pese a todo, no se siga con el mismo inadecuado planteamiento del problema. STJR §43

La discusión de los supuestos implícitos en las tentativas de solución del problema de la realidad tan sólo mediante una teoría del conocimiento, muestra que aquél tiene que ser reasumido como problema ontológico dentro de la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein. STJR §43

Si el cogito sum hubiera de servir como punto de partida de la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein, no sólo sería necesario invertir sus términos, sino que además se requeriría una nueva verificación ontológico-fenoménica de su contenido. La primera afirmación sería entonces el «sum», en el sentido de yo-estoy-en-el-mundo. En cuanto tal ente, «yo soy» en la posibilidad de estar vertido hacia diferentes comportamientos (cogitationes), como modos de estar en medio del ente intramundano. En cambio Descartes afirma que las cogitationes están-ahí, y que junto con ellas está presente un ego, como res cogitans carente de mundo. STJR §43

Que el ente que tiene el modo de ser del Dasein no pueda ser concebido desde la realidad y la sustancialidad, lo hemos expresado por medio de la siguiente tesis: la sustancia del hombre es la existencia. La interpretación de la existencialidad como cuidado y el deslinde de este último respecto de la realidad, no significa empero el fin de la ANALÍTICA EXISTENCIAL, sino que hace tan sólo aparecer más vivamente el entrelazamiento de los problemas que surgen en conexión con la pregunta por el ser y sus posibles modos, y con la pregunta por el sentido de estas modalizaciones: tan sólo si la comprensión del ser es, se hace accesible el ente en cuanto ente; tan sólo si un ente que tiene el modo de ser del Dasein es, la comprensión del ser es posible como ente. STJR §43

¿Podemos considerar la caracterización ontológica del Dasein en tanto que cuidado como una interpretación originaria de este ente? ¿Con qué patrón se debe evaluar la originariedad o falta de originariedad de la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein? ¿Qué quiere decir, propiamente, originariedad de una interpretación ontológica? STJR §45

Con la exhibición de un poder-estar-entero propio del Dasein, la ANALÍTICA EXISTENCIAL se asegura la constitución del ser originario del Dasein, pero, al mismo tiempo, el poder-estar-entero propio aparece como un modo del cuidado. Con ello se asegura también el terreno fenoménico adecuado para una interpretación originaria del sentido del ser del Dasein. STJR §45

La interpretación existencial de la muerte precede a toda biología y ontología de la vida. Pero ella sirve también de fundamento a toda investigación histórico-biográfica y psicológico-etnológica de la muerte. Una «tipología» del «morir», como caracterización de los estados y maneras en que se «vive» el dejar de vivir, supone ya el concepto de la muerte. Por otra parte, una psicología del «morir» informa más sobre el «vivir» del «muriente» que sobre el morir mismo. Esto no es sino el reflejo del hecho de que el Dasein no muere en primer lugar o incluso no muere propiamente con y en la vivencia del dejar de vivir fáctico. Asimismo, las concepciones de la muerte en los pueblos primitivos y sus comportamientos frente a la muerte en la magia y el culto, sirven primariamente para aclarar su comprensión del Dasein – pero la interpretación de esa comprensión necesita de una ANALÍTICA EXISTENCIAL y de un correspondiente concepto de la muerte. STJR §49

Todo auténtico método se apoya en una adecuada mirada previa sobre la estructura fundamental del «objeto» o dominio de objetos que han de ser patentizados. Toda auténtica reflexión metodológica – que hay que distinguir cuidadosamente de vacías consideraciones técnicas – también nos da, por consiguiente, información acerca del modo de ser del ente temático. La aclaración de las posibilidades, exigencias y límites metodológicos de la ANALÍTICA EXISTENCIAL en general, le asegura la necesaria transparencia a ese paso decisivo que es la patentización del sentido de ser del cuidado. Pero la interpretación del sentido ontológico del cuidado deberá llevarse a cabo teniendo fenomenológicamente presente en forma cabal y constante la constitución existencial del Dasein que ha sido anteriormente expuesta. STJR §61

El afianzamiento del fenómeno originario de la temporeidad se logra demostrando que todas las estructuras fundamentales del Dasein que hemos expuesto hasta ahora son, en el fondo, «tempóreas» en su posible totalidad, unidad y despliegue, y que deben ser concebidas como modos de temporización de la temporeidad. De esta manera, al haber puesto al descubierto la temporeidad, surge para la ANALÍTICA EXISTENCIAL la tarea de repetir [wiederholen] el análisis ya hecho del Dasein, interpretando las estructuras esenciales en función de su temporeidad. Las líneas fundamentales de los análisis exigidos están bosqueja-das por la temporeidad misma. El capítulo se divide, según esto, de la manera siguiente: el modo existentivo propio del poder-estar-entero del Dasein como resolución precursora (§ 62); la situación hermenéutica alcanzada para una interpretación del sentido de ser del cuidado, y el carácter metodológico de la ANALÍTICA EXISTENCIAL en general (§ 63); cuidado y mismidad (§ 64); la temporeidad como sentido ontológico del cuidado (§ 65); la temporeidad del Dasein y las consiguientes tareas de una repetición originaria del análisis existencial (§ 66). STJR §61

§ 63. La situación hermenéutica alcanzada para una interpretación del sentido de ser del cuidado, y el carácter metodológico de la ANALÍTICA EXISTENCIAL en general STJR §63

El modo de ser del Dasein exige, pues, que una interpretación ontológica, cuya meta sea la originariedad de la mostración fenoménica, conquiste para sí el ser de este ente en contra de la tendencia encubridora que hay en él. De ahí que el análisis existencial tenga en todo momento el carácter de algo que violenta las pretensiones o la falta de pretensiones y la aquietada «evidencia» de la interpretación cotidiana. Este carácter distingue de una manera especial la ontología del Dasein, pero, a la vez, es propio de toda interpretación teorética, porque el comprender que en ésta se desarrolla tiene la estructura del proyectar. Pero, ¿no se requiere para ello una guía y regulación apropiadas? ¿De dónde habrán de sacar los proyectos ontológicos la evidencia de la adecuación fenoménica de sus «constataciones»? La interpretación ontológica proyecta hacia el ser que le es propio el ente que le está dado, con el fin de llevarlo a concepto en su estructura. ¿Dónde están los señalizadores que indican la dirección que debe tomar el proyecto para poder llegar hasta el ser? ¿Y si fuese el ente mismo que es el tema de la ANALÍTICA EXISTENCIAL quien, en su manera de ser, oculta el ser que le es propio? La respuesta a estas preguntas deberá limitarse por ahora a la aclaración exigida por ellas de la analítica del Dasein. STJR §63

Ya hicimos ver, con ocasión del análisis de la estructura del comprender en general, que lo censurado con la inadecuada expresión de «círculo» pertenece a la esencia y carácter distintivo del comprender mismo. Sin embargo, la investigación deberá volver ahora explícitamente sobre el «argumento del círculo», con vistas a la aclaración de la situación hermenéutica de la problemática ontológico-fundamental. La «objeción del círculo» contra la interpretación existencial se expresa así: Se empieza por «suponer» la idea de la existencia y del ser en general, y en seguida se interpreta «por ella» el Dasein, para obtener por esta vía la idea del ser. Bien, pero, ¿qué significa «suponer»? ¿Se formula acaso, con la idea de existencia, una proposición a partir de la cual deduzcamos, de acuerdo con las reglas formales de la inferencia, otras proposiciones sobre el ser del Dasein? ¿O no tiene esta pre-suposición más bien el carácter de un proyectar comprensor, de tal manera que la interpretación en la que dicho comprender se desarrolla empieza por ceder la palabra precisamente a aquello mismo que ha de ser interpretado, a fin de que éste decida desde sí mismo si él proporciona, en cuanto tal ente, la constitución de ser con vistas a la cual él ha sido abierto en el proyecto formalmente indicativo? ¿Hay otra manera en la que ese ente tome la palabra con respecto a su ser? En la ANALÍTICA EXISTENCIAL el «círculo» en la prueba no puede siquiera ser «evitado», puesto que ella no prueba nada según las reglas de la «lógica de la inferencia». Lo que la comprensión común quiere eliminar, a fin de evitar el «círculo», creyendo dar satisfacción a la máxima rigurosidad de la investigación científica, es nada menos que la estructura fundamental del cuidado. Constituido originariamente por éste, el Dasein ya se ha anticipado siempre a sí mismo. Siendo, ya se ha proyectado siempre hacia determinadas posibilidades de su existencia, y en esos proyectos existentivos ha comproyectado preontológicamente eso que llamamos existencia y ser. ¿Pero puede entonces denegársele este proyectar esencial del Dasein a aquella investigación que, como toda investigación, es, también ella, un modo de ser del Dasein aperiente que tiende a desarrollar y llevar a concepto la comprensión del ser propia de la existencia? STJR §63

La tarea que inmediatamente se nos impone, después del análisis tempóreo del modo propio del poder-estar-entero del Dasein, y de la caracterización general de la temporeidad del cuidado, es la de hacer visible la impropiedad del Dasein en su específica temporeidad. La temporeidad se mostró primeramente en la resolución precursora. La resolución precursora es el modo propio de la aperturidad, la cual se mueve regularmente en la impropiedad de la autointerpretación cadente del uno. La caracterización de la temporeidad de la aperturidad en general conduce a la comprensión tempórea del modo inmediato y ocupado de estar-en-el-mundo y, por ende, a la comprensión tempórea de la indiferencia mediana del Dasein, desde la que tomó su punto de partida la ANALÍTICA EXISTENCIAL. Al modo mediano de ser del Dasein, en el que éste se mueve inmediata y regularmente, lo hemos llamado la cotidianidad. Por la repetición del análisis de la cotidianidad que se hizo más arriba, debe revelarse el sentido tempóreo de la cotidianidad, a fin de que se manifieste la problemática implicada en la temporeidad y desaparezca por completo la aparente «evidencia» de los análisis preparatorios. La temporeidad deberá acreditarse en todas las estructuras esenciales de la constitución fundamental del Dasein. Pero esto no implica, sin embargo, una repetición superficial y esquemática de los análisis hechos, en el mismo orden en que fueron expuestos. La diferente orientación de la marcha del análisis tempóreo busca hacer más clara la coherencia de las meditaciones anteriores, superando lo que en ellas había de fortuito y de aparentemente arbitrario. Pero, además de estas exigencias metodológicas, hay buenos motivos en el fenómeno mismo que fuerzan a una diferente articulación del análisis repetitorio. STJR §66

Sin embargo, la tesis de la temporeidad de los estados de ánimo ¿no será quizás solamente válida para los fenómenos que se ha escogido para el análisis? ¿Cómo encontrar un sentido tempóreo en la descolorida indeterminación afectiva que impregna la «cotidiana monotonía»? ¿Y qué pasa con la temporeidad de estados de ánimo y afectos tales como la esperanza, el gozo, el entusiasmo, la alegría? Que no sólo el miedo y la angustia se fundan existencialmente en un haber-sido, sino también otros estados de ánimo, resulta claro con sólo nombrar fenómenos como el hastío, la tristeza, la melancolía, la desesperación. Sin embargo, su interpretación debería hacerse sobre la base más amplia de una ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein plenamente elaborada. Pero, incluso un fenómeno como la esperanza, que parece estar enteramente fundado en el futuro, debe ser analizado de un modo análogo al del miedo. A diferencia del miedo, que se refiere a un malum futurum, la esperanza ha sido definida como espera de un bonum futurum. Pero lo decisivo para la estructura de este fenómeno no es tanto el carácter «futuro» de aquello con lo que la esperanza se relaciona, sino más bien el sentido existencial del esperar mismo. El carácter afectivo reside también aquí, primariamente, en el esperar en cuanto esperar-algo-para-sí. El que espera se pone, en cierto modo, también a sí mismo dentro de la esperanza, saliendo así al encuentro de lo esperado. Ahora bien, esto supone un haberse-ganado-a-sí-mismo. Que la esperanza, a diferencia de la medrosidad deprimente, aligere, significa que también esta disposición afectiva queda referida, en el modo del haber-sido, a una carga. Un estado de ánimo alto, o mejor, elevador, no es ontológicamente posible sino en una relación extático-tempórea del Dasein con el fundamento arrojado de sí mismo. STJR §68

Lo que en el estado interpretativo fáctico del Dasein es ónticamente tan conocido que ni siquiera nos fijamos en ello, encierra ontológico-existencialmente una serie de enigmas. El horizonte «natural» para el primer arranque de la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein es obvio tan sólo en apariencias. STJR §71

Todos los esfuerzos de la ANALÍTICA EXISTENCIAL están orientados a una sola meta: encontrar una posibilidad de respuesta para la pregunta por el sentido del ser en general. La elaboración de esta pregunta demanda un acotamiento del fenómeno en el que se vuelve accesible eso que llamamos el ser, es decir, del fenómeno de la comprensión del ser. Esta comprensión pertenece a la constitución de ser del Dasein. Tan sólo cuando se haya interpretado este ente en forma suficientemente originaria será posible conceptualizar la comprensión del ser implicada en la constitución de su ser, y plantear sobre esta base la pregunta por el ser que en esa comprensión se comprende y por los «supuestos» de ese comprender. STJR §72

Aunque hasta este momento no vemos ninguna posibilidad de un planteamiento más radical de la ANALÍTICA EXISTENCIAL, se suscita, sin embargo, un grave reparo, precisamente respecto de la precedente discusión del sentido ontológico de la cotidianidad: ¿ha sido efectivamente llevado el todo del Dasein, desde el punto de vista de su modo propio de estar-entero, al haber previo del análisis existencial? Es posible que el cuestionamiento relativo a la integridad del Dasein haya alcanzado una auténtica claridad ontológica. Es posible que la pregunta haya encontrado incluso su respuesta en virtud de la orientación al estar vuelto hacia el fin. Pero la muerte no es sino el «término» del Dasein o, dicho formalmente, uno de los términos que encierran la integridad del Dasein. El otro «término» es el «comienzo», el «nacimiento». El todo que buscamos no es otra cosa que el ente que se despliega «entre» nacimiento y muerte. De esta manera, la orientación tomada por la analítica, a pesar de su tendencia al estar-entero existente, y de la genuina explicación del modo propio e impropio del estar vuelto hacia la muerte, ha sido hasta este momento «unilateral». El Dasein fue tematizado tan sólo en cuanto existe, por así decirlo, «hacia adelante» y deja «tras de sí» todo lo sido. No sólo quedó sin consideración el estar vuelto hacia el comienzo, sino, además y sobre todo, el extenderse del Dasein entre el nacimiento y la muerte. En el análisis del estar-entero quedó precisamente sin considerar la «trama de la vida», esa trama en la que sin embargo el Dasein está envuelto constantemente. STJR §72

Lo que hasta este momento, ateniéndonos al acontecer que tiene lugar en la resolución precursora, hemos definido como historicidad, lo llamamos, más precisamente, el modo propio de la historicidad del Dasein. A partir de los fenómenos de la tradición y la repetición, enraizados en el futuro, se ha vuelto claro por qué el acontecer de la historia propia tiene su peso en el haber-sido. Tanto más enigmática resulta, en cambio, la manera como este acontecer puede, en cuanto destino, constituir la «trama» entera del Dasein, desde su nacimiento hasta la muerte. ¿Qué aclaración puede aportar la vuelta a la resolución? Porque un acto resolutorio ¿no es acaso tan sólo una única «vivencia» dentro de la serie entera de las vivencias? La «trama» del acontecer propio ¿consistirá acaso en la serie ininterrumpida de actos resolutorios? ¿A qué se debe el hecho de que la pregunta por la constitución de la «trama de la vida» no encuentre una respuesta plenamente satisfactoria? ¿Y si, en definitiva, la investigación se hubiese empeñado demasiado precipitadamente en la búsqueda de una respuesta, sin haber examinado antes la legitimidad de la pregunta? A través del camino recorrido hasta ahora por la ANALÍTICA EXISTENCIAL, nada resulta tan claro como el hecho de que una y otra vez la ontología del Dasein cae bajo las seducciones de la comprensión ordinaria del ser. Esto sólo puede remediarse metodológicamente si indagamos el origen de la pregunta aparentemente tan «obvia» por la constitución de la trama del Dasein y determinamos el horizonte ontológico dentro del que ella se mueve. STJR §74

Para demostrar que la temporeidad constituye el ser del Dasein y el modo como lo hace, se ha hecho ver que la historicidad, en cuanto constitución de ser de la existencia, es, «en el fondo», temporeidad. La interpretación del carácter tempóreo de la historia se llevó a cabo sin tomar en consideración el «hecho» de que todo acontecer transcurre «en el tiempo». En el curso del análisis tempóreo-existencial de la historicidad no se tomó en cuenta la comprensión cotidiana del Dasein, que fácticamente sólo conoce la historia como acontecer «intratempóreo». Pero, si es precisamente en su facticidad como la ANALÍTICA EXISTENCIAL debe hacer ontológicamente transparente al Dasein, se hace necesario reconocerle su derecho en forma explícita también a esta fáctica interpretación «óntico-tempórea» de la historia. El tiempo «en el que» los entes comparecen demanda tanto más necesariamente un análisis fundamental, cuanto que, fuera de la historia, también los procesos de la naturaleza están determinados «por el tiempo». Sin embargo, aun, más elemental que la circunstancia de que en las ciencias de la historia y de la naturaleza aparezca el «factor tiempo», es el hecho de que el Dasein, ya antes de toda investigación temática «cuenta con el tiempo» y se rige por él. Y aquí, una vez más, es decisivo aquel «contar» del Dasein «con su tiempo» que precede a todo uso de instrumentos de medición construidos para determinar el tiempo. Aquel contar es previo a este uso, y es lo que hace justamente posible el uso de los relojes. STJR §78

Por el contrario, la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein que se ha hecho en las páginas anteriores arranca de la «concreción» de la existencia misma fácticamente arrojada, y busca desvelar la temporeidad como su posibilitación originaria. El «espíritu» propiamente no cae dentro del tiempo, sino que existe como temporización originaria de la temporeidad. La temporeidad temporiza el tiempo del mundo, en cuyo horizonte puede «aparecer» la «historia», como acontecer intratempóreo. El «espíritu» no cae dentro del tiempo, sino que la existencia fáctica, en cuanto cadente, «cae» desde la temporeidad originaria y propia. Pero este mismo «caer» encuentra su posibilidad existencial en un modo de la temporización de la temporeidad. STJR §82

La finalidad de las consideraciones hechas hasta aquí era la de interpretar de un modo ontológico-existencial, y desde su fundamento, el todo originario del Dasein fáctico en la perspectiva de las posibilidades del existir propio e impropio. Ahora bien, ese fundamento y, por consiguiente, el sentido de ser del cuidado, se reveló como la temporeidad. Lo que la ANALÍTICA EXISTENCIAL del Dasein nos ofreció en su etapa preparatoria antes de la puesta al descubierto de la temporeidad, ha quedado ahora retomado en la estructura originaria de la integridad del ser del Dasein, vale decir, en la temporeidad. Las estructuras que en un comienzo sólo habían sido «mostradas» han recibido ahora su «fundamentación» a partir de las posibilidades de temporización del tiempo originario, que hemos analizado. Sin embargo, la exhibición de la constitución del ser del Dasein sigue siendo tan sólo un camino. La meta es la elaboración de la pregunta por el ser en general. La analítica temática de la existencia necesita, por su parte, de la luz que viene de la previa aclaración de la idea del ser en general. Esto vale particularmente si se sostiene como normativa para toda investigación filosófica la tesis expresada en la introducción: la filosofía es una ontología fenomenológica universal que tiene su punto de partida en la hermenéutica del Dasein, la cual, como analítica de la existencia, ha fijado el término del hilo conductor de todo cuestionamiento filosófico en el punto donde éste surge y en el que, a su vez, repercute. Ciertamente tampoco esta tesis debe tomarse como un dogma, sino como formulación del problema fundamental, que sigue estando «velado»: ¿puede la ontología fundarse ontológicamente, o requiere también un fundamento óntico, y cuál es el ente que debe asumir la función fundante? STJR §83