Hay que interrogar, pues, a la exsistencia en el hoy, esto es, hay que interrogarla tal como se interpreta en la conciencia histórica de hoy y en la filosofía de hoy, para ver cómo en ellas la exsistencia misma es ahí y cómo se la concibe o entiende. Historia y filosofía, que, en tanto que hoy [que es el que estamos tratando de atravesar MJR], subyacen en la “destrucción” o “desconstrucción” o Destruktion o desmontaje [que estamos tratando de hacer MJR]; historia y filosofía, digo, pero vistas unilateralmente, [pues recurrimos a ellas] con la finalidad de plantear la cuestión del ser de la exsistencia. Heideggeriana: GA63
El interés de hoy en la ontología fue despertado sobre todo por la fenomenología. Pero Husserl y Scheler, y ya derechamente los restantes, tampoco vieron la envergadura de la ontología. También aquí, como por doquier, en Rickert, por ejemplo, se entiende por ontología una consideración que hace cuestión del ser-en-sí de las cosas en su así llamada independencia respecto del sujeto. La pregunta por la subjetividad no debe ser una pregunta de la ontología, sino debe pertenecer a la teoría del conocimiento. Ontología debe significar: acentuación del objeto, después de que hasta ahora sólo había valido el sujeto. En este sentido, se aúna la ontología con la posición gnoseológica del realismo en oposición al idealismo. La ontología tendría que soslayar en lo posible al sujeto, en tanto que la necesidad fundamental consiste, al revés, en hacer de la subjetividad un problema. Contrariamente a esto, la ontología, en la comprensión actual, no vale primeramente como ciencia del ser, sino del ente, y, esto quiere decir, en segundo lugar, de los objetos, de la naturaleza en el sentido más amplio. Heideggeriana: TranscendenciaST
Con la cuestión del ser, que ha superado la pregunta por el ente y con ella toda “metafísica”, se ha encendido la antorcha y arriesgado la primera partida para la larga carrera. ¿Dónde está el corredor que recibe la antorcha y la alcanza a su pre-decesor? Todos los corredores, y cuanto más tardíos tanto más fuertes son, deben ser pre-decesores y no sucesores, quienes en el mejor de los casos sólo “mejoran” y refutan lo primero que se ha intentado. Los pre-decesores deben ser, siempre, tanto más originarios cuanto más los precursores (o sea aquellos que corren detrás de ellos) son iniciales, deben pensar aún más simple, rica e incondicionadamente singular lo uno y lo mismo que hay que preguntar. Lo que ellos toman, aferrando la antorcha, no puede ser lo ya dicho como “doctrina” y “sistema” o algo semejante, sino la obligación que sólo se abre a aquellos que son de procedencia abismal, a aquellos que forman parte de los obligados. Heideggeriana: EreignisDeus
La metafísica se ha representado en sus preguntas y respuestas por el ente en cuanto tal, antes que al ente, al ser mismo. Ella habla necesariamente del ser, y por ello lo hace a cada instante. Pero la metafísica no da al ser la palabra [vi], porque no mienta al Ser en su verdad ni a la verdad como estado de no oculto, ni a éste en su esencia. La esencia de la verdad aparece siempre a la metafísica sólo en la ya tradicional imagen de la verdad del conocimiento y en el enunciado de ésta. Estado de no oculto, empero, puede ser más originario que verdad en el sentido de no oculto. (Unverborgenheit – Warheit). aletheia puede ser la palabra que nos dé una aún inexperimentada señal, en la impensada esencia del esse. Si así fuera, el pensamiento representativo de la metafísica no. podría alcanzar, en verdad, esta esencia de la verdad; aunque pudiera esforzarse historiográficamente por la filosofía pre-socrática; no se trata .de ningún renacimiento del pensamiento pre-socrático, tal pretensión sería frívola y paradójica, sino de atender a la revelación de la esencia, aún no expresada, del estado de no oculto, en el que el Ser se ha anunciado. Entre tanto, a la metafísica, la verdad del ser sigue disimulada en su historia, desde Anaximandro hasta Nietzsche. Por qué no piensa en ella la metafísica? Depende la omisión de tal pensamiento sólo del modo del pensamiento metafísico? O pertenece al destino esencial de la metafísica el sustraerse de su propio fundamento, porque en el salir del estado de no oculto queda sobre todo lo esencial el estado de oculto, principalmente; y, sin duda, en favor del estado de no oculto que aparece al ente? La metafísica, no obstante, habla constantemente y en las formas más variadas del ser. Ella misma afirma y despierta la visión de que sea a través de ella preguntada y respondida la cuestión del ser. Sólo que la metafísica jamás responde a la pregunta por la verdad del ser; porque esta pregunta nunca la formula. No la formula, porque sólo piensa al ser en cuanto representa al ente como ente. Ella mienta al ente en el todo y habla del ser [vii]. Ella nombra al ser y mienta al ente como ente. La afirmación de la metafísica se mueve desde su comienzo hasta su consumación, por modo extraño, en una constante confusión del ente y el ser. Esta confusión es pensada, en verdad, como un resultado, no como un pecado. No puede tener su base, de ninguna manera, en un mero abandono del pensamiento o en una ligereza del decir. Esta constante confusión lleva al representar, al colmo de su nebulosidad cuando afirma que la metafísica pone la pregunta por el ser. Heideggeriana: EWM Apéndices
a) La relación entre ser y pensar y la cuestión del ser se pertenecen recíprocamente. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices
Aun cuando la relación de ser y pensar – o de ser y hombre – no es expresamente dilucidada en la conferencia, es menester afirmar que pertenece esencialmente a cada paso de la cuestión del ser. Conviene al respecto tener en cuenta un doble papel del pensar. El pensar que pertenece esencialmente a la apertura del ser es por de pronto el pensar que vale como rasgo característico del hombre. Desde Ser y tiempo, puede ser denominado el pensar que comprende. Por otra parte, el pensar es el pensar que interpreta, el pensar, por tanto, que piensa la relación de ser y pensar y la cuestión del ser en general. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices
Por meditar queda si el pensar que comprende puede precaracterizar el modo propio del pensar que interpreta, y por tanto el modo en que el pensar “filosófico” pertenece a la cuestión del ser. Por preguntar queda si la interpretación en general pueda ser el rasgo característico del pensar, si es que se trata de hacerse seriamente cargo de la cuestión del ser. Importa, por tanto, que el pensar, libremente, se apreste y disponga a lo que hay que pensar, para recibir de ello su determinación. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices
A este fin, el hecho de que el pensar que entra en el acaecimiento apropiador reciba ante todo de él su determinación – a lo que ya se aludió en la dilucidación del paso atrás -, guarda la más estrecha conexión con un carácter ulterior del pensar, que es igualmente decisivo para llevar a su cumplimiento la cuestión del ser. Tal es el carácter precursor. Más allá de su primera significación, según la cual este pensar es siempre sólo preparatorio, dicho carácter tiene un sentido más profundo, el cual es que este pensar corre en todo caso anticipándose – y, ciertamente, a la manera del paso atrás-. Cargar el acento sobre el carácter precursor no responde, por tanto, a ninguna fingida modestia, sino que tiene un sentido rigurosamente conforme a la cosa, que guarda conexión con la finitud del pensar y de lo que hay que pensar. Cuanto más de conformidad con la cosa es llevado a cabo el paso atrás, tanto más viene a corresponder el decir precursor. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices
Fueron recordados los pasajes de Ser y tiempo en los que se hizo ya uso del “Se da”, sin que se hubiera pensado, sin embargo, directamente en el acaecimiento apropiador. Estos pasajes se muestran hoy como intentos a medias, intentos de elaboración de la cuestión del ser, intentos de mostrar a ésta la dirección adecuada, que no dejan de ser insuficientes. Lo que hoy, por tanto, importa es ver en estos intentos la temática y los motivos que señalan a la cuestión del ser y son determinados por ella. Con harta facilidad se cae de otro modo en el error de ver en las investigaciones de Ser y tiempo monografías independientes y luego rechazarlas por su insuficiencia. Así, por ejemplo, la pregunta por la muerte sólo discurre en los límites y desde los motivos que resultan del propósito de elaborar la temporalidad del estar humano. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices
Hoy resulta ya muy difícil hacerse idea del tamaño de las dificultades que les salían al paso en el camino al preguntar por la cuestión del ser, al enfoque básico de ésta y a su realización. En el marco del neokantismo de aquel entonces, una filosofía tenía que satisfacer la exigencia, si es que debía encontrar audiencia como filosofía, de pensar kantianamente, críticamente, trascendentalmente. Ontología era un título maldito. El propio Husserl, que en las Investigaciones lógicas – sobre todo en la VI – llegó cerca de la auténtica cuestión del ser, no pudo mantener su hallazgo en la atmósfera filosófica de entonces; cayó bajo el influjo de Natorp y consumó el viraje a la fenomenología trascendental, que alcanzó su primer punto de altura en las Ideas. Pero con ello se había abandonado el principio de la fenomenología. Esta irrupción de la filosofía (en la figura del neokantismo) en la fenomenología tuvo por consecuencia que Scheler y muchos otros se separaran de Husserl; donde pudo quedar abierta la cuestión de si y cómo esta secesión obedecía al principio “a la cosa del pensar”. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices
Si de todo esto se hizo mención, fue para aclarar las posibles preguntas por el modo de proceder de la conferencia. Este proceder puede ser caracterizado como fenomenología, en la medida en que por fenomenológico no se entienda ningún tipo particular y dirección de la filosofía, sino algo que campea en toda filosofía. Este algo puede ser óptimamente nombrado con el conocido lema “A las cosas mismas” [Zu den Sachen selsbt]. Fue exactamente en este sentido como despuntaron las Investigaciones lógicas de Husserl, frente al modo de proceder del neokantismo, como algo estimulador, nuevo e inaudito, tal y como lo vio, primero que nadie, Dilthey (1905). Y es en este sentido como puede decirse de Heidegger que preserva la auténtica fenomenología. De hecho, sin la actitud fenomenológica fundamental no hubiera sido posible la cuestión del ser. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices
En la segunda parte de la ponencia fueron mencionados algunos de los más groseros malentendidos que encontró en Francia el pensar de Heidegger. En la Lógica de Hegel el ser como lo inmediato es mediado en la esencia como la verdad del ser. ¿Es este camino del ser a la esencia y de la esencia al concepto, es este camino a la verdad del ser, inicialmente introducido como lo inmediato, el mismo que la cuestión del ser desarrollada en Ser y tiempo, o en todo caso comparable con ella? ¿Dónde puede establecerse la diferencia fundamental? Desde la perspectiva de Hegel pudiera decirse: Ser y tiempo queda estancado en el ser, no lo desarrolla en “concepto” (una afirmación, que se mantiene externamente en la terminología de Hegel: ser-esencia-concepto). Recíprocamente, desde Ser y tiempo y por relación al pensar de Hegel, habría que plantear al punto la pregunta: ¿Cómo llegó Hegel a colocar inicialmente al ser como lo inmediato indeterminado y ponerlo así globalmente en relación con la determinación y mediación? (cfr. Heidegger, Wegmarken [Jalones del camino], 1967, pp. 225 ss., “Hegel y los griegos”). Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices
La diferencia a propósito de la determinación del ser se estableció en los dos puntos siguientes: 1. Aquello desde donde determina para Hegel el ser en su verdad, está para la filosofía fuera de cuestión, y ello, ciertamente, porque la identidad de ser y pensar es realmente para Hegel una igualdad. Por tanto, no se llega, ni puede llegarse, en Hegel a ninguna cuestión del ser. 2. Partiendo de la conferencia, en la que se muestra que el ser es a-propiado en la a-propiación del acaecimiento apropiador, pudiera intentarse comparar a éste, como lo último y supremo, con lo Absoluto de Hegel. Mas entonces, tras esta apariencia de identidad, se debiera antes preguntar: ¿cómo se comporta, en Hegel, el hombre con lo Absoluto? Y: ¿De qué tipo es la relación del hombre con el acaecimiento apropiador? Se mostraría al respecto una diferencia infranqueable. En la medida en que para Hegel el hombre es el lugar del ad-venir-a-sí-mismo de lo Absoluto, esto conduce a la cancelación de la finitud del hombre. En Heidegger, por el contrario, se torna precisamente visible de suyo la finitud – y ciertamente no sólo la del hombre, sino la del acaecimiento apropiador-. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices
El camino por el que vamos a intentar nuestra interpretación mediata es la Seinsfrage, la cuestión del ser, tal como se desarrolla desde Sein und Zeit hasta hoy. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices
Planteamos pues la siguiente pregunta: ¿Qué significa “cuestión del ser”? Porque, en cuanto cuestión, la cuestión del ser presenta grandes posibilidades de malentendidos – de lo que da testimonio la perdurable no-comprensión del libro Sein und Zeit (Ser y Tiempo). Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices
¿Qué significa “cuestión del ser”? ¿Frage nach dem Sein? Cuando se dice “ser”, esta palabra se comprende de antemano metafísicamente, es decir a partir de la metafísica. Ahora bien, en la metafísica y su tradición ser quiere decir: lo que determina al ente en cuanto ente; la cuestión del ser significa, pues, metafísicamente: cuestión del ente en cuanto ente; dicho de otro modo: cuestión del fundamento del ente. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices
Reanudación del seminario: La sesión anterior había terminado con una referencia a la puesta en marcha de la cuestión del ser en Ser y Tiempo. Heidegger se propone ahora exponer el proceso de pensamiento que dio nacimiento a la obra. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices
Vemos pues aquí, en un ejemplo eminente, la dificultad de pensar a la vez, o más bien una por relación a la otra, la cuestión de la técnica y la cuestión del ser – que están, no obstante, inextricablemente ligadas. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices
Esta es, en Heráclito, la noción eminente de la physis. ¿Pero qué quiere decir physis? ¿Hacia qué señala? Más que hacia la naturaleza – donde, no obstante el acento manifestatorio de nasci, el ocultamiento falta completamente – la physis; señala hacia la aletheia misma. En esta palabra de Heráclito aún es plenamente transparente el sentido positivo de la Vergessenheit, es transparente que el ser no está “sujeto al olvido” sino que, en tanto y por cuanto es manifestación, él mismo se oculta. Habiendo recordado esto, se reanuda el examen de la “cuestión del ser”. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices
Tradicionalmente, cuestión del ser significa cuestión del ser del ente; dicho de otro modo, cuestión de la entidad (létance) del ente, en la que se determina el ente en cuanto ente. Esta cuestión es la cuestión metafísica. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices
Desde Ser y Tiempo, sin embargo, “cuestión del ser” adquiere un sentido completamente distinto. Se trata allí de la cuestión del ser en cuanto ser. En Ser y Tiempo, esta cuestión lleva temáticamente el nombre de “cuestión del sentido del ser”. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices
Tres términos que se alternan marcando las etapas en el camino del pensar: SENTIDO – VERDAD – LUGAR (topos) Si se busca clarificar la cuestión del ser, es necesario aprehender lo que liga y lo que diferencia estas tres formulaciones sucesivas. En primer lugar verdad: Poner de relieve que la expresión “verdad del ser” no tiene ningún sentido si entendemos verdad como exactitud de un enunciado. Por el contrario, verdad es entendida aquí como “estado de desocultamiento (Unverborgenheit), y más precisamente aún, si se sitúa en la óptica del Dasein, como Lichtung, el Claro. Verdad del ser quiere decir Claro del ser. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices