tradición

Reflexionemos por un momento acerca de lo que significa que se caracterice como “época atómica” una era de la historia humana. La energía atómica, descubierta y liberada por las ciencias, nos la representamos como aquel poder que ha de determinar la marcha histórica. Seguramente nunca hubiese habido ciencias si la filosofía no las hubiera precedido y se les hubiese adelantado. La filosofía, empero, es: he philosophia. Esta palabra griega enlaza nuestra conversación con una tradición (Überlieferung) histórica. Porque esta tradición es y será única, por ello es también unívoca. La tradición nombrada por el nombre griego philosophia, la que nos nombra la palabra histórica (geschichtlich) philosophia, nos franquea la dirección de un camino sobre el que preguntamos: ¿Qué es eso de filosofía? La tradición no nos entrega a una coerción de lo pasado (Vergangene) e irrevocable. Transmitir (überliefern), délivrer [viii], es un liberar, es decir, hacia la libertad de la conversación con lo sido (Gewesene). El nombre de “filosofía”, si verdaderamente oímos la palabra y meditamos lo oído, nos llama hacia la historia de la procedencia (Herkunft) griega de la filosofía. La palabra philosophia está, por así decir, en la partida de nacimiento de nuestra propia historia, podemos aun decir: en la partida de nacimiento de la época actual de la historia universal que se llama época atómica. Por ello sólo podemos preguntar la pregunta: ¿Qué es eso de filosofía?, si accedemos (einlassen) a una conversación con el pensar de la helenidad. Heideggeriana: QueFilosofia


Lo que aquí se llama lenguaje “natural” (el lenguaje corriente no tecnificado), es lo que en el título de esta conferencia hemos llamado lenguaje recibido, lenguaje tradicional. Tradición no es simple transmisión, es la conservación de lo primero y (digamos) principal (de lo Anfängliches), la custodia y guarda de nuevas posibilidades del lenguaje ya hablado. Éste contiene él mismo lo inhablado y hace donación de ello. La “tradición” del lenguaje, así entendida, es efectuada por el lenguaje mismo y, por cierto, de modo que el hombre es empleado para decir de nuevo el mundo desde el lenguaje así mantenido, haciendo de este modo que salga a la luz, que salga a brillar y verse lo todavía no visto. Ése es el oficio del poeta. Heideggeriana: LTLT