Para el restablecimiento de la esencia de la técnica se necesita especialmente del hombre. Pero el hombre es necesitado aquí en su esencia correspondiente a este restablecimiento. Según eso, la esencia del hombre tiene que abrirse primeramente a la esencia de la técnica, lo que, destinalmente, es algo completamente distinto que el proceso de que los hombres afirmen y fomenten a la técnica y sus medios. Pero, para que la esencia-humana se vuelva atenta a la esencia de la técnica, para que se funde entre técnica y hombre, y respecto a su esencia, una referencia esencial [Wesenverhältnis], tiene el hombre moderno que retroencontrarse previamente y ante todo en la amplitud de su espacio esencial. Este espacio esencial de la esencia humana recibe su dimensión que lo trama, únicamente de la re-ferencia [Ver-Hältnis], como la cual guardianía [Wahrnis] del Ser mismo está reapropiada [vereignet] a la esencia del hombre, como lo necesitado por ella por la guardianía. De otra manera que ésta, a saber, que el hombre ante todo y previamente se construya en su espacio esencial y que tome habitación en él, no podrá el hombre nada esencial en medio del destino ahora imperante. Meditando esto, nosotros prestamos atención a una frase de Meister Eckhart, pensándola desde su fundamento. Dice así: “die nitt von grossem wesen sind, was werk die wirkend, da wirt nit us” (Reden der Unterscheidung, N. 4): “Los que no son de gran esencia, de cualquier obra que obren, no sale nada”. Heideggeriana: Kehre1949