La meditación que ahora efectuamos hace surgir continuamente la sospecha de que suponemos que el pensar de Nietzsche en el fondo tendría que pensar el ser en cuanto tal y que, puesto que no lo hace, resultaría por eso insuficiente. Nada de esto se quiere decir. Se trata, más bien, de trasladarnos, pensando en dirección de la pregunta por la verdad del ser, a la cercanía de la metafísica de Nietzsche, para experimentar lo por él pensado desde la mayor fidelidad a su pensamiento. Está lejos de este intento el propósito de difundir una representación quizá más correcta de la filosofía de Nietzsche. Sólo pensamos su metafísica para poder preguntar algo digno de cuestionarse: ¿en la metafísica de Nietzsche, que experimenta y piensa por primera vez el nihilismo como tal, se supera o no el nihilismo? Preguntando de este modo juzgamos a la metafísica de Nietzsche respecto de si lleva a cabo o no la superación del nihilismo. Sin embargo, renunciamos también a este juicio. Sólo preguntamos, y nos dirigimos la pregunta a nosotros, si y de qué modo se muestra la esencia propia del nihilismo en la experiencia y superación metafísica que hace Nietzsche de él. Se pregunta si en el concepto metafísico del nihilismo puede experimentarse su esencia, si esta esencia puede, en general, ser captada por el concepto, o si requiere del decir una rigurosidad diferente. Heideggeriana: NiilismoSer
En tal preguntar sí suponemos, sin embargo, que en lo que nombra el nombre “nihilismo” la nada ejerce su esencia, en el sentido de que del ente en cuanto tal, en el fondo, no “hay” nada. Con esto no sometemos de ningún modo al pensamiento de Nietzsche a una exigencia inadecuada y excesiva. En efecto, en la medida en que experimenta el nihilismo como la historia de la desvalorización de los valores supremos y que piensa la superación del nihilismo como el contramovimiento que adopta la figura de la transvaloración de todos los valores válidos hasta el momento, la cual se lleva a cabo desde el principio, expresamente reconocido, de la posición de valores, Nietzsche piensa precisamente el ser, es decir, el ente en cuanto tal, y de este modo comprende mediatamente al nihilismo como una historia en la que algo acontece con el ente en cuanto tal. Heideggeriana: NiilismoSer
Decíamos, sin embargo, que la metafísica de Nietzsche es nihilismo en sentido propio. Esto implica que el nihilismo de Nietzsche no sólo no supera el nihilismo sino que tampoco puede nunca superarlo. Pues en aquello en y por medio de lo cual Nietzsche cree superar el nihilismo, en la posición de nuevos valores desde la voluntad de poder, se anuncia precisamente el nihilismo propio: que del ser mismo, que ahora se ha convertido en valor, no hay nada. En conformidad con ello, Nietzsche experimenta el movimiento histórico del nihilismo como una historia de la desvalorización de los valores supremos válidos hasta el momento. Por la misma razón, se representa la superación como transvaloración y la lleva a cabo no sólo en una nueva posición de valores sino de manera tal que experimenta a la voluntad de poder como el principio de la nueva – y en el fondo de toda – posición de valores. El pensamiento en términos de valor se eleva ahora al rango de principio. El ser mismo no es admitido por principio en cuanto ser. En esta metafísica y de acuerdo a su propio principio, del ser no hay nada. ¿Cómo podría acontecer aquí jamás con el ser algo digno de cuestión, es decir, el ser en cuanto ser? ¿Cómo podría acontecer aquí una superación del nihilismo, como podría ni siquiera ponerse en movimiento? La metafísica de Nietzsche no es, por lo tanto, una superación del nihilismo. Es el último enredarse en el nihilismo. Mediante el pensar en términos de valor a partir de la voluntad de poder, si bien se atiene a reconocer al ente en cuanto tal, al mismo tiempo, con la soga de la interpretación del ser como valor se ata a la imposibilidad de siquiera recibir al ser en cuanto ser en la mirada cuestionante. Sólo mediante este enredarse consigo mismo el nihilismo llega a terminar totalmente lo que él mismo es. Este nihilismo así terminado, perfecto, es el acabamiento del nihilismo propio. Heideggeriana: NiilismoSer
En la medida, sin embargo, en que el nihilismo se revela para Nietzsche como un proceso de des-valorización y de declinación, de falta de fuerza y de muerte, parece que su experiencia retiene por lo menos lo que hay de negación en el nihilismo. Frente al no al ente en cuanto tal, Nietzsche exige un sí. Piensa en dirección de una superación del nihilismo. ¿Pero cómo habría de ser posible ésta mientras no se experimente la esencia del nihilismo? Así pues, antes de toda superación se necesita una confrontación con el nihilismo que saque a la luz previamente su esencia. Suponiendo que en esta confrontación con la esencia del nihilismo, el cual concierne al ser mismo, aún quede asignada alguna parte al pensamiento del hombre, este pensamiento tendrá que ser afectado, por su parte, por la esencia del nihilismo. Por eso, frente a aquella metafísica que experimenta y piensa por primera vez en su totalidad el nihilismo como movimiento histórico pero que, al mismo tiempo, comienza a volverse visible para nosotros como el acabamiento del nihilismo propio, tenemos que preguntarnos en qué se funda la manifestación del nihilismo propio que nos concierne históricamente de modo inmediato, es decir, su acabamiento. Heideggeriana: NiilismoSer
El permanecer fuera del ser mismo es desfigurado en cuanto a su permanecer fuera de manera expresa, aunque irreconocible, por el carácter del pensar metafísico del pensar en términos de valor, no reconociéndose tampoco como tal esta desfiguración. En la interpretación del ser como valor la nada del ser queda sellada, de lo que forma parte que este sellar mismo se comprenda como el nuevo sí al ente en cuanto tal en el sentido de la voluntad de poder, es decir como superación del nihilismo. Heideggeriana: NiilismoSer
No se trata de que, en el intento de ir en contra del permanecer fuera del ser en cuanto tal y con ello en contra de éste mismo, no se siga una regla del pensar, sino de que el ser mismo no es dejado como ser, de que Él mismo es, por el contrario, dejado fuera. En tal dejar fuera reconocimos, sin embargo, un rasgo esencial del nihilismo. Querer ir de modo inmediato en contra del permanecer fuera del ser mismo querría decir no respetar al ser mismo como ser. La superación del nihilismo así querida sólo sería una severa recaída en lo impropio de su esencia, que desfigura lo que en él es propio. ¿Pero qué pasaría si la superación no fuese inmediatamente en contra del permanecer fuera de ser mismo y omitiera pretender medirse con el ser mismo yendo en contra del dejar fuera del permanecer fuera? Este dejar fuera, en la forma de la metafísica, es la obra del pensar humano. ¿Cómo no habría de ir éste en contra de su propia omisión, de la omisión de pensar el ser mismo en su desocultamiento? Casi nadie querrá poner en discusión la necesidad de un esfuerzo tal, pero esta necesidad tiene que ser previamente experimentada. Esto comporta, sin embargo, que el hombre experimente este dejar fuera en cuanto tal, es decir, que experimente lo impropio en la esencia del nihilismo. ¿Pero cómo podría ocurrir esto sin ser previamente afectado por lo propio, por el permanecer fuera del ser en su desocultamiento? No obstante, el ser no sólo retiene en sí su ocultamiento y lo conserva, por así decirlo, para sí, sino que, en conformidad con la esencial referencia del ser mismo a la esencia del hombre, el ser mismo contribuye al mismo tiempo a determinar que su dejar fuera acontezca en el pensar del hombre y por su intermedio. También una superación de ese dejar fuera sólo podría acontecer por parte del hombre de modo mediato, es decir, de modo tal que previamente el ser mismo, de modo inmediato, pretenda de la esencia del hombre que experimente el permanecer fuera del desocultamiento del ser en cuanto tal como un advenimiento del ser mismo y que piense lo así experimentado. Heideggeriana: NiilismoSer
Si prestamos atención a la esencia del nihilismo como una historia del ser mismo, el propósito de superar el nihilismo pierde sentido, si por ello se entiende que el hombre someta desde sí esa historia y la doblegue a su mero querer. También es errónea una superación del nihilismo entendida en el sentido de que el pensamiento humano vaya en contra del dejar fuera del ser. Heideggeriana: NiilismoSer
En lugar de precipitarse en una superación del nihilismo que siempre calcula con demasiada cortedad, el pensar que es afectado por la esencia del nihilismo se demora en el advenimiento del permanecer fuera y lo espera, para sólo entonces aprender a pensar el permanecer fuera del ser en lo que quisiera ser desde sí mismo. En el permanecer fuera en cuanto tal se oculta el desocultamiento del ser, se oculta como lo que esencia del ser mismo. En la medida, sin embargo, en que el ser es como desocultamiento del ente en cuanto tal, ya ha dirigido su palabra (zugesprochen) a la esencia del hombre. El ser mismo, en cuanto se retiene y se reserva a sí mismo en el desocultamiento de su esencia, ya se ha anunciado con su palabra (vorgesprochen) en la esencia del hombre y ha intercedido (eingesprochen) en ella. Heideggeriana: NiilismoSer
¿Pensada desde esta visión, es la esencia del nihilismo algo abstracto? ¿O esto que esencia de la historia del ser mismo es el acontecer a partir del cual acontece (geschieht) ahora toda historia (Geschichte)? ¿El hecho de que toda historiografia, incluso la que posee el rango y la amplitud de miras de Jakob Burckhardt, no sepa ni pueda saber nada de todo esto, es una prueba suficiente de que esta esencia del nihilismo no “es”? Si la metafísica de Nietzsche no sólo interpreta el ser como un valor desde el ente en el sentido de la voluntad de poder, si piensa además a la voluntad de poder como el principio de una nueva posición de valores y comprende a ésta como una superación del nihilismo, entonces en ese querer superar se expresa el más extremo quedar enredada de la metafísica en lo impropio del nihilismo, de manera tal que con ese quedar enredada se cierra el paso a su propia esencia y así, en la forma de una superación del nihilismo, le da a éste, sólo entonces, la eficiencia de su inesencia desencadenada. Heideggeriana: NiilismoSer
Sólo la presunta superación del nihilismo instaura el dominio del incondicionado dejar fuera del permanecer fuera del ser mismo en beneficio del ente del tipo de la voluntad de poder que pone valores. Mediante su sustracción, que de todos modos sigue siendo referencia al ente como el que aparece “el ser”, el ser mismo se desprende hacia la voluntad de poder, como la cual el ente parece imperar antes y por encima de todo ser. En este imperar y en este parecer del ser que está encubierto respecto de su verdad, el permanecer fuera del ser esencia en el modo de admitir el extremo dejar fuera de sí y dar así apoyo al embate de lo meramente real – de las tan invocadas realidades -, que se vanagloria de ser lo que es, arrogándose al mismo tiempo la medida para decidir que sólo lo eficaz – lo perceptible y la impresión, la vivencia y la expresión, lo útil y el éxito – deben valer como ente. Heideggeriana: NiilismoSer
Por todas partes, la situación historiográfica queda desmembrada; éste es, en efecto, el punto de partida y la meta de la sujeción del ente en el sentido de un aseguramiento del puesto y de las relaciones del hombre en medio del mismo. La historiografía, consciente o inconscientemente, está al servicio de la voluntad de las diferentes humanidades de instaurarse en el ente de acuerdo con un orden abarcable. Tanto la voluntad del nihilismo comúnmente entendido y de su acción como la voluntad de superación del nihilismo se mueven en el cómputo historiográfico del espíritu historiográficamente analizado y de las situaciones histórico-universales. Heideggeriana: NiilismoSer
2) Esta esencia del nihilismo es pensada por Nietzsche únicamente desde la idea de valor, únicamente en esa forma se vuelve objeto de la crítica y del intento de superación. Pero puesto que la posición de valores tiene su principio en la voluntad de poder, la superación del nihilismo se desarrolla, a través de su acabamiento en el nihilismo clásico, en una interpretación del ente en su totalidad como voluntad de poder. La nueva posición de valores es metafísica de la voluntad de poder. Heideggeriana: NiilismoEuropeu
¿Qué ocurre con los anteriores valores supremos? ¿Qué significa la desvalorización de dichos valores en relación con la transvaloración de todos los valores? Como el pensamiento según valores se basa en la metafísica de la voluntad de poder, la interpretación que hace Nietzsche del nihilismo, en cuanto proceso de desvalorización de los valores supremos y de transvaloración de todos los valores, es una interpretación metafísica, concretamente en el sentido de la metafísica de la voluntad de poder. Pero en la medida en que Nietzsche concibe su propio pensamiento, la doctrina de la voluntad de poder como “principio de la nueva instauración de valores”, en el sentido de la auténtica consumación del nihilismo, ya no comprende el nihilismo de manera sólo negativa, en tanto que desvalorización de los valores supremos, sino también de manera positiva, como superación del nihilismo; en efecto, la realidad efectiva de lo efectivamente real, ahora experimentada de manera expresa, la voluntad de poder, se convierte en origen y medida de una nueva instauración de valores. Dichos valores determinan de modo inmediato el representar humano y al mismo tiempo estimulan la actuación del hombre. El ser hombre se alza a otra dimensión del acontecer. Heideggeriana: NietzscheDeus
Sin acordarse del ser y de su propia verdad, el pensamiento occidental piensa siempre lo ente como tal desde sus inicios. Entretanto, sólo ha pensado el ser en esa verdad, de modo que sólo ha conseguido llevar ese nombre hasta el lenguaje de manera harto precaria y con una torpe multiplicidad de significados. Este pensar, que se olvida del propio ser, es el evento simple y que todo lo soporta – motivo por el que también es misterioso e inexperimentado -, de la historia occidental, la cual, mientras tanto, está a punto de extenderse hasta ser historia universal. Al final, el ser ha caído en la metafísica al nivel de valor. Ahí se demuestra que el ser no es admitido como ser. ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué pasa con el ser? Con el ser no pasa nada. ¿Y si es ahí en donde se manifiesta la esencia, hasta ahora velada, del nihilismo? En ese caso, ¿sería el pensar según valores el puro nihilismo? Pero no hay que olvidar que Nietzsche concibe la metafísica de la voluntad de poder precisamente como superación del nihilismo. En verdad, mientras el nihilismo sólo sea entendido como la desvalorización de los valores supremos y la voluntad de poder como el principio de la transvaloración de todos los valores a partir de una nueva instauración de valores supremos, la metafísica de la voluntad de poder será una superación del nihilismo. Pero en esta superación del nihilismo queda elevado a principio el pensamiento según valores. Heideggeriana: NietzscheDeus
Lo esencial es que estamos en medio de la consumación del nihilismo, que “Dios ha muerto” y que todo espacio-tiempo para la divinidad está cerrado. Que, sin embargo, la superación del nihilismo se anuncia en el pensar poético y en el cantar de lo alemán; lo cual, evidentemente, no es percibido todavía, en lo más mínimo, por los alemanes, pues se afanan en organizarse según las pautas del nihilismo circundante y no conocen la esencia de una autoafirmación histórica. Heideggeriana: RepensandoReitorado
¿En qué lenguaje habla el plano del pensar que delinea un cruce de la línea? ¿Debe ser salvado más allá de la línea crítica el lenguaje de la metafísica de la voluntad de poder, de la forma y de los valores? ¿Y cómo, si precisamente el lenguaje de la metafísica y la metafísica misma, ya sea la del dios vivo o muerto, en cuanto metafísica constituyeron aquella barrera que impide un cruce de la línea, es decir, la superación del nihilismo? Si así fuera, ¿no tendría entonces que derivar necesariamente el cruce de la línea en una transformación del decir y exigir una relación cambiada para con la esencia del lenguaje? ¿Y no es su propia relación para con el lenguaje de una especie tal que le exige a usted también otra caracterización del lenguaje conceptual de las ciencias? Si uno se representa a menudo ese lenguaje como nominalismo, es que se sigue todavía enredado en la concepción lógico-gramatical de la esencia del lenguaje. Heideggeriana: PreguntaSer
Éstas son preguntas que en el paso “sobre la línea” muestran todavía una especial agudeza; pues este paso se mueve en el (410) ámbito de la Nada. ¿Desaparece la Nada con la consumación o, al menos, con la superación del nihilismo? Presumiblemente sólo se llega a esta superación si en lugar de la apariencia de la Nada anonadante llega la esencia de la Nada transformada en el “Ser” y puede alojarse en nosotros mortales. Heideggeriana: PreguntaSer
Cuanto más reflexionamos sobre “la línea” tanto más desaparece esta imagen inmediatamente accesible, sin que los pensamientos que se encienden en ella tengan que perder su significado. En el escrito Sobre la línea da usted una descripción local del nihilismo y un juicio de la situación y de la posibilidad de movimiento del hombre respecto al lugar descrito y designado por la imagen de la línea. Es cierto que se necesita una topografía del nihilismo, de su proceso y de su separación. Pero a la topografía tiene que preceder una topología: la explicación de aquel lugar que reúne el Ser y la Nada en su esencia, que determina la esencia del nihilismo, y así permite conocer los caminos en los que se esbozan los modos de una posible superación del nihilismo. Heideggeriana: PreguntaSer
Sin embargo, para salvar la metafísica en su esencia la participación de los mortales en esta salvación tiene que limitarse a preguntar primero una vez más: “¿Qué es metafísica?” A riesgo de resultar prolijo y, por otra parte, de repetir lo dicho, quisiera aprovechar la oportunidad de esta carta para explicar una vez más el sentido y alcance de aquella pregunta. ¿Por qué? Porque también es interés suyo el ayudar a su manera en la superación del nihilismo. Pero tal superación acontece en el espacio de la torsión de la metafísica. Pisamos ese espacio con la pregunta: “¿Qué es metafísica? ” La pregunta contiene ya, preguntada reflexivamente, el presentimiento de que su propio estilo de preguntar vacila por sí mismo. “¿Qué es…?” muestra el modo por el que se acostumbra a preguntar por la “esencia”. Pero si, sin embargo, lo que persigue la pregunta es explicar el sobrepasar del Ser sobre el ente, entonces se vuelve problemático con el Ser sobrepasante al mismo tiempo lo distinto de aquella distinción, en la que se mueven desde antaño las doctrinas de la metafísica, y de donde reciben el compendio de su lenguaje. Ésta es la distinción de esencia y existencia, de lo que es y que es. Heideggeriana: PreguntaSer
¿Puede hacer suficientemente intuitiva la imagen de la línea la zona del nihilismo consumado? ¿Va mejor con la imagen de la zona? Surgen dudas sobre si imágenes semejantes son apropiadas para hacer intuitiva la superación del nihilismo, es decir, la torsión del olvido del Ser. Pero presumiblemente toda imagen está expuesta a tales dudas. Sin embargo, no pueden atentar contra la fuerza iluminadora de las imágenes, contra su presente originario e ineludible. Consideraciones de tal género prueban sólo qué poco versados estamos en el decir del pensar y qué poco conocemos su esencia. Heideggeriana: PreguntaSer
Y sin embargo, una meditación suficiente y perseverante gana la visión: la metafísica no permite nunca por su esencia al habitar humano el establecerse propiamente en la localidad, es decir, en la esencia del olvido del Ser. Por ello tiene el pensar y poetizar que volver allí donde, en cierto modo, siempre ya ha estado y sin embargo aún no construyó. Sin embargo, nosotros sólo podemos por medio de un construir preparar el habitar en aquella localidad. Semejante construir apenas puede ya meditar sobre la erección de la casa para el dios y de las moradas para los mortales. Tiene que contentarse con edificar junto al camino que trae la vuelta a la localidad de la torsión de la metafísica y por ello permite recorrer lo destinal de una superación del nihilismo. Heideggeriana: PreguntaSer
¿Qué quisiera esta carta? Intenta elevar a una ambigüedad superior el epígrafe Sobre la línea, es decir todo lo que permite mostrar en su y mi sentido descrito y en el decir que escribe. Esto permite experimentar en qué medida la superación del nihilismo exige la entrada en su esencia, con cuya entrada el querer superar se vuelve caduco. La torsión de la metafísica llama al pensar en un mandato más originario. Heideggeriana: PreguntaSer