En el dominio de la señal se encuentran nuevamente tierra y mundo en la más simple disputa: la pura oclusión y la suprema transfiguración, el más propicio encantamiento y el rapto más tremendo. Y esto cada vez regresa sólo históricamente en los estadios y ámbitos y grados en que la verdad es salvada en el ente, a través de lo cual únicamente éste se hace de nuevo más ente en toda la extinción enorme, y no obstante falsa. 5455 Heideggeriana: EreignisDeus