estado del mundo

¿Qué es lo que es lo preocupante? ¿En qué se manifiesta en nuestro tiempo, un tiempo que da que pensar? Lo preocupante se muestra en que todavía no pensamos. Todavía no, a pesar de que el estado del mundo da que pensar cada vez más. Pero este proceso parece exigir más bien que el hombre actúe, en lugar de estar hablando en conferencias y congresos y de estar moviéndose en el mero imaginar lo que debería ser y el modo como debería ser hecho. En consecuencia falta acción y no falta en absoluto pensamiento. Heideggeriana: QuePensar

Ninguna mera acción va a cambiar el estado del mundo, porque el Ser, como eficacia y actividad efectiva, cierra el ente al acaecimiento propio. Ni siquiera el inmenso dolor que pasa por la tierra es capaz de despertar de un modo inmediato cambio alguno, porque se lo experiencia sólo como dolor, y éste de un modo pasivo y por ello como contraestado de la acción y, por esto, junto con ella, en la misma región esencial de la voluntad de voluntad. Pero la tierra permanece oculta en la inaparente ley de lo posible que ella es. La voluntad ha impuesto a lo posible lo imposible como meta. Las maquinaciones que organizan esta imposición y la mantienen en el dominio surgen de la esencia de la técnica, palabra que aquí se identifica con el concepto de la Metafísica que se está consumando. La uniformidad incondicionada de todas las humanidades de la tierra bajo el dominio de la voluntad de voluntad explica el sinsentido de la actuación humana puesta como absoluto. Heideggeriana: SM

P. ¿Esta reticencia en interrogar la tradición, no tiene que ver con las necesidades del mundo moderno? Heidegger: ¿Cuáles necesidades? P. En particular, esa oposición radical que, después de Marx, separa una visión teorética del mundo de una visión práctica que quiere transformarlo. Heidegger: ¿La onceava tesis sobre Feuerbach? Hoy en día, la acción sola no cambiará el estado del mundo sin primero interpretarlo. P. Pero, en este momento, se interroga con mayor gusto a Marx, Freud o aún a Marcuse, que a Parménides y Heráclito. Heidegger: Es lo que yo digo. Heideggeriana: Towarnicki