Hasta que se ha encontrado la palabra y ha florecido, es preciso sustentar lo difícil y pesado. Este difícil lleva el decir poético a la necesidad. Obliga. Viene de la «esfera del dios». El elemento de lo divino es lo sagrado. Por eso dice Hölderlin en el cántico A la fuente del Danubio (StA II, p. 128, v. 89 ss.): Te nombramos, movidos por sagrada necesidad, te nombramos – oh Naturaleza!, y nuevo, como del baño surge – de ti lo divinamente nacido. Heideggeriana: Poema1968