era de la técnica

Esta “desprotección” nuestra (verso 13) sigue siendo diferente y en la misma medida que ese no estar especialmente protegidos de las plantas y los animales como su “oscuro deseo” es diferente del quererse así mismo del hombre. La diferencia es infinita porque no existe tránsito alguno entre el oscuro deseo y la objetivación dentro la autoimposición. Pero el deseo no sólo sitúa al hombre “fuera de toda protección”, sino que la imposición de la objetivación del mundo elimina cada vez con más decisión hasta la posibilidad de protección. En la medida en que el hombre construye técnicamente el mundo como objeto, se obstruye voluntaria y completamente el camino hacia lo abierto, que de todas formas ya estaba bloqueado. El hombre que se autoimpone es asimismo, quiéralo o no, sépalo o no, el funcionario de la técnica. No sólo se encuentra fuera de lo abierto y ante él, sino que a través de la objetivación del mundo se aparto propiamente de la “pura percepción”. El hombre se separa de la pura percepción. El hombre de la era de la técnica se encuentra en semejante separación frente a lo abierto. Esta separación no es una separación de…, sino una separación frente o contra… Heideggeriana: ParaQuePoetas

Si la física moderna, en una medida cada vez mayor, tiene que resignarse a que su región de representación sea algo no intuible, esta renuncia no está dictada por una comisión de investigadores. Está provocada por el prevalecer de la estructura de emplazamiento, que exige la solicitabilidad de la Naturaleza como existencias. De ahí que la física, por mucho que se haya retirado del representar que hasta ahora ha sido decisivo, el que está dirigido sólo a los objetos, nunca puede renunciar a una cosa: a que la Naturaleza, de uno u otro modo, se anuncie como algo constatable por medio de cómputo y a que siga siendo solicitable como un sistema de informaciones. Este sistema se determina desde un tipo de causalidad que, por su parte, ha experimentado otro cambio. Ahora, la causalidad no muestra ni el carácter del ocasionar que trae-ahí-delante ni el modo de la causa efficiens o, siquiera, de la causa formalis. Probablemente la causalidad se reduce a un provocado anunciar de existencias a las que hay que asegurar de un modo simultáneo o sucesivo. A esto correspondería el proceso de creciente resignación descrito de un modo impresionante en la conferencia de W Heisenberg (W Heisenberg, “La imagen de la Naturaleza en la física contemporánea”, en Las artes en la era de la técnica, Munich 1954, p. 43 y ss). Heideggeriana: QCT

Mas ¿cómo les haremos llegar a Uds., anfitriones en Atenas, la gratitud de los huéspedes? Agradecemos en la medida en que intentamos pensar con Uds. Pero ¿pensar sobre qué? ¿Sobre qué otro asunto habremos de reflexionar nosotros, miembros de la Academia de las Artes, aquí en Atenas, ante la Academia de las Ciencias y ahora, en la era de la técnica científica, sino de aquel mundo que un día fundara el inicio de las artes occidental-europeas y de las ciencias? Ese mundo, considerado desde el cálculo de la historiografía (historisch), en efecto, ha pasado. Pero, visto desde el acontecer histórico (geschichtlich), experimentado como nuestro destino, aquel mundo continúa siendo todavía, y deviene en el presente, siempre, y otra vez: como algo que nos espera, que aguarda a que le salgamos al encuentro pensando, y con esto pongamos a prueba nuestro propio pensar y crear. Porque el inicio de un destino es lo más grande. Prevalece sobre todo lo que ha de venir después. Heideggeriana: ArtePensar

P. Usted ha sido el primero en hablar de la ‘era de la técnica planetaria’ ¿Qué entiende por esto? Heidegger: La era planetaria, la era atómica, son expresiones que designan el alba de los tiempos que han de venir. Nadie puede prever lo que serán. Nadie puede saber lo que será entonces el pensamiento. Heideggeriana: Towarnicki

Excertos de

Heidegger – Fenomenologia e Hermenêutica

Responsáveis: João e Murilo Cardoso de Castro

Twenty Twenty-Five

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