VIDE Hingabe
La segunda vinculación es con el honor y el destino de la nación entre los demás pueblos, y exige la disposición — afirmada en el saber y poder, y adiestrada por la disciplina — de entregarse hasta el límite. Esta vinculación abarcará y atravesará en el futuro la entera existencia estudiantil como servicio de las armas. 218 Heideggeriana: UniversidadeAlemana
En una confrontación pensante con un pensador no se trata de que una “opinión” se oponga a otra, de que un “punto de vista” sea refutado por otro. Todo eso es exterior e inesencial. Confrontación no quiere decir, para nosotros: “polémica” sabihonda y “crítica” vanidosa. Confrontación significa aquí meditación sobre la verdad que está sometida a decisión, a una decisión que no es tomada por nosotros sino que, en cuanto historia del ser, es dictada por éste para nuestra historia. A nosotros no nos queda aquí más que, o bien insistir en “opiniones” y aferrarnos a “puntos de vista” — entre los que hay que contar el pretendido estar “libre de todo punto de vista” —, o bien romper con todo lo que tiene que ver con opiniones y puntos de vista, abandonar todos los pareceres y representaciones corrientes, para entregarse únicamente a un saber originario. 2118 Heideggeriana: NiilismoEuropeu
El hombre entregado a la más próxima accesibilidad de lo ente es insistente. Pero sólo insiste en cuanto ya ex-siste, desde el momento en que acepta a lo ente como tal medida normativa. Pero al tomar medidas la humanidad se aparta del misterio. Ese insistente entregarse a lo accesible y ese ex-sistente apartarse del misterio son inseparables. Son una y la misma cosa. Ahora bien, tales entregarse a… y apartarse de… siguen la orientación de un giro propio del dar vueltas de aquí para allá del Dasein. Esta inquietud del hombre, que se aparta del misterio para volcarse en lo accesible, y que le hace ir pasando de una cosa accesible a otra, pasando de largo ante el misterio, es lo que llamamos el errar. El hombre anda errante. No es que el hombre caiga en el errar. Si está siempre sujeto a dicho errar es porque, ex-sintiendo, in-siste y, de este modo, ya está en el errar. El errar por el que atraviesa el hombre no es algo que, por así decir, se limite sólo a rozar al hombre, algo parecido a un foso en el que a veces cayera, sino que el errar forma parte de la constitución íntima del ser-aquí en que se halla inmerso el hombre histórico. El errar es el campo de acción de ese giro en el que la ex-sistencia in-sistente da vueltas y se vuelve a olvidar siempre de sí y a confundirse de nuevo. El ocultamiento de lo ente oculto en su totalidad reina en el encubrimiento del respectivo ente que, en cuanto olvido del ocultamiento, se convierte en un errar. 4192 Heideggeriana: EssenciaVerdade
La historia del ser, que es únicamente el ser mismo, sólo lanza en un comienzo un oscuro resplandor en la presuntamente única transparencia de la certeza del acabado saber metafisico. Pero la metafisica es historia del ser como pro-gresar que sale del inicio, progresar que convertirá un día el regreso en necesidad [Not] y el recuerdo que se interna en el inicio en necesidad apremiante [notvolle Notwendigkeit]. Esa historia del ser que es conocida historiográficamente como metafisica tiene su esencia en que acaece un progresar que sale del inicio. En este progresar el ser se entrega a la entidad y rehúsa el despejamiento de la inicialidad del inicio. La entidad, empezando como idea, inaugura la preeminencia del ente respecto del carácter esencial de la verdad, cuya esencia misma pertenece al ser. Al entregarse a la entidad y sustraer su dignidad en el ocultamiento a su vez oculto, el ser cede aparentemente al ente el aparecer del ser. 7712 Heideggeriana: RelembrarMetafisica
El cuarto párrafo nos indica lo que exige de nosotros, en tanto que conocedores, la voluntad de estar en sí y para sí junto a nosotros, voluntad que reina en la parusía de lo absoluto. La crítica habitual al conocimiento filosófico toma a éste como medio sin ninguna consideración. Al hacerlo, la crítica manifiesta que ni conoce el conocimiento absoluto ni es capaz de llevarlo a cabo. La incapacidad de entender y aceptar antes que nada la parusía de lo absoluto, es la incapacidad para la ciencia. El esfuerzo excesivamente celoso en torno a los escrúpulos y el examen esquiva el esfuerzo de la ciencia por entregarse a esa aceptación. Mientras dormimos, lo absoluto no nos va a dar el paso hacia su parusía. El paso no es precisamente tan extrañamente difícil por el hecho de que, tal como se piensa, nosotros tengamos que alcanzar primero la parusía desde algún lugar exterior, sino porque se trata, dentro de la parusía y de esta manera a partir de ella, de traer nuestra relación con ella delante de ella. Por eso, el esfuerzo de la ciencia no se agota en el hecho de que, manteniéndose persistentemente anclado dentro de sí mismo, el que conoce se desgaste ante dicho paso. El esfuerzo de la ciencia procede más bien de su relación con la parusía. 8426 Heideggeriana: HegelExperiencia
La ciencia moderna y el Estado total, en su calidad de resultados necesarios de la esencia de la técnica, son también su consecuencia. Lo mismo se puede decir de los medios y formas empleados para la organización de la opinión pública mundial y de las representaciones cotidianas del ser humano. No sólo se objetiva técnicamente lo vivo para su dominio y utilización, sino que el ataque de la física atómica a las manifestaciones de vida como tal, se encuentra en pleno esplendor. En el fondo, la propia esencia de la vida debe entregarse en manos de la producción técnica. El hecho de que hoy se pretenda con toda seriedad encontrar en los resultados y en la posición de la física atómica posibilidades para demostrar la libertad humana e instaurar una nueva doctrina de valores, es señal del dominio de la representación técnica, cuyo despliegue se ha sustraído desde hace tiempo al ámbito de las opiniones y concepciones personales de los individuos singulares. El poder esencial de la técnica también se muestra allí, donde todavía se intenta dominar la técnica con ayuda de antiguas posiciones de valor en terrenos secundarios, esfuerzos para los que sin embargo se recurre ya a medios técnicos, que son todo menos formas puramente externas. Efectivamente, el uso de maquinarias y la fabricación de máquinas no son ya en absoluto la propia técnica, sino sólo el instrumento más adecuado para la instauración de su esencia en el medio objetivo de sus materias primas. Hasta eso, el hecho de que el hombre se convierta en sujeto y el mundo en objeto, es una consecuencia de la esencia de la técnica que se establece a sí misma y no al contrario. 9701 Heideggeriana: ParaQuePoetas
Cuando se ha llegado tan lejos como para cubrir de burla lo que fue una vez la fuente de nuestra existencia histórica, parecería aconsejable entregarse a una simple consideración. 12562 Heideggeriana: KantSer
En el paso atrás aparece, como lo que hay que pensar, la apertura como tal. Pero ¿hacia dónde aparece?, es decir, pensada desde el paso atrás, ¿adónde conduce éste? El “hacia dónde” no se deja establecer fijamente. Sólo se deja determinar en la consumación del paso atrás, pero esto quiere decir: responder desde y entregarse a lo que viene a aparecer en el paso atrás. 13197 Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer
El pensar tiene que aprender primero a conocer lo que le queda reservado y guardado, y a entregarse a ello: en ese aprendizaje se prepara su propio cambio. Se piensa con ello en la posibilidad de que la civilización universal, que ahora mismo comienza, supere algún día el cuño científico-técnico e industrial, única medida para la estancia del hombre en el mundo; que lo supere, por supuesto no a partir de o por sí mismo, sino de la disponibilidad del hombre para una determinación que, se la escuche o no, habla constantemente en el destino aún incierto del hombre. Sigue siendo igualmente incierto el que la civilización universal sea rápidamente destruida dentro de poco, o bien se consolide durante un largo tiempo en el que no se apoye en algo permanente; sino que, más bien, se acomode al cambio progresivo de lo que cada vez es más nuevo. 13465 Heideggeriana: ENDPHILO