Dilthey (ICE:22) – unidade psicofísica, existência e vida

Si nos imaginamos seres puramente espirituales en un reino personal constituido únicamente por ellos, entonces su aparición, su conservación y desarrollo y su desaparición (cualquiera que fuera la idea que nos hiciéramos del fondo de donde salían y a donde volvían) estarían vinculados a condiciones de tipo espiritual; su bienestar se fundaría en su situación con respecto al mundo espiritual; sus relaciones recíprocas, sus acciones se verificarían a través de medios puramente espirituales y las repercusiones duraderas de sus acciones también serían de tipo puramente espiritual, hasta su misma desaparición del reino de las personas tendría en lo espiritual su fundamento. El sistema de semejantes individuos sería conocido por ciencias puras del espíritu. Pero en realidad un individuo nace, se conserva y desarrolla sobre la base de las funciones del organismo animal y sus relaciones con el curso natural que le rodea; su sentimiento vital, por lo menos parcialmente, se basa en estas funciones; sus impresiones se hallan condicionadas por los órganos de los sentidos y sus afecciones por el mundo exterior; la riqueza y la movilidad de sus ideas, así como la fuerza y la dirección de sus actos volitivos, las encontramos dependientes, múltiplemente, de los cambios en su sistema nervioso. Su impulso voluntario acorta las fibras musculares, y tenemos así que la acción hacia fuera se halla vinculada a cambios en las relaciones de situación de las partículas materiales del organismo; resultados duraderos de sus actuaciones voluntarias se dan solamente en la forma de cambios del mundo material. Así resulta que la vida espiritual de un hombre no es sino una parte de la unidad psicofísica de vida, parte que desprendemos por abstracción; en esa unidad psicofísica se nos presenta la existencia y la vida de un hombre. El sistema de estas unidades de vida constituye la realidad objeto de las ciencias histórico-sociales. (DILTHEY, Wilhelm. Introducción a las Ciencias del Espíritu. Tr. Eugenio Imaz. México: Fondo de Cultura Económica, 1944, p. 22)