Verdad = concordancia de la proposición con la cosa. “Concordancia” – esto es una relación y, por cierto, entre dos relacionados, que son diferentes – al menos en número. Dos monedas de cinco marcos concuerdan, al menos en su aspecto. Si expreso ahora el enunciado verdadero: esta moneda de cinco marcos es redonda – entonces existe aquí también una concordancia entre la proposición y la cosa. Pero ¿cómo es que sucede esto? La moneda es de metal. La proposición no es ninguna cosa material. La moneda es redonda – la proposición no tiene, en absoluto, una forma espacial. Con la moneda puedo comprar algo y la proposición no es, de ninguna manera, un medio de pago. Proposición y cosa son (asuntos) del todo diferentes y, a pesar de ello, decimos que aquella, la proposición, concuerda con esto, la cosa. Lo que no es, de ningún modo, evidente, qué (es lo que) debe concordar aquí con qué (y) cómo. Heideggeriana: FilosofiaAlema
La verdad ahora es una propiedad del enunciado y significa la concordancia de la proposición con la cosa. Todo ha sido puesto de cabeza. Anteriormente, la pujanza y supremacia de lo patente era el ámbito, desde donde surgía la palabra y el decir; ahora, es el enunciado el lugar y el sitio de la decisión de la verdad sobre el ente. Heideggeriana: EuropaFilosofia