Un exponente del venir interpretado el hoy es, por ejemplo, la conciencia culta, la conciencia de la gente culta, del público culto de una época, es decir, el vacuo decir, el trajín en el decir, la Gerede, pero por el lado del espíritu culto público y pro-medio; (en este caso) el hoy: “conciencia cultural” o “conciencia culta” moderna. Ésta vive determinadas formas de interpretar. En lo que sigue vamos a subrayar como tales las dos siguientes: (1) la conciencia histórica (conciencia de cultura); (2) la conciencia filosófica. 3152 Heideggeriana: GA63
La posición de nuestro propio hoy respecto al pasado puede verse y comprobarse en las ciencias históricas del espíritu. Éstas se presentan como la forma y vía mediante la que la experiencia histórica puede hacer accesible la vida pasada, y suministran también las indicaciones rectoras, la directrices, acerca del modo como hay que objetivar, es decir, como hay que poner ahí-delante la exsistencia pasada en términos teórico-científicos, es decir, en términos de teoría científica. Ese pasado histórico, caracterizado en el aspecto que ofrece (y fijado ese aspecto con precisión, a la vez que comentándolo en distintos aspectos), ese pasado histórico, digo, las ciencias históricas del espíritu se lo ofrecen a la “conciencia culta”, la cual conciencia culta no es sino un modo o un cómo del venir interpretado públicamente el hoy, se lo ofrecen, digo, como un bien disponible, como una posesión que estuviese ahí. El pasado, la vida pasada, como ámbito objetual de la ciencia, de la ciencia histórica. 3172 Heideggeriana: GA63