Esto podría alcanzarse recién entonces, cuando – al menos, por un instante – nos adentremos en la pregunta sobre: ¿Cuál es el asunto propio de la filosofía, hacia el que se haya dirigida desde su comienzo? En su comienzo se encuentra el pensar, que más tarde se llamará filosofía, indicando primeramente hacia el decir y percibir de lo asombroso: que el ente es y cómo es. Lo que nosotros de modo plural y equívoco llamamos lo ente, lo experimentaron los griegos como lo presente (Anwesende), porque el ser se les dirigió a ellos como presencia (Anwesenheit). En ella se pensó a la vez el tránsito de presencia hacia ausencia, advenir y desaparecer, surgir y pasar, a saber, el movimiento. Heideggeriana: AssuntoPensar