sentido del ser

“En Brentano”. Piensa usted en que el primer escrito filosófico que desde 1907 he vuelto asiduamente a trabajar fue la disertación de Franz Brentano: De la múltiple significación del ente en Aristóteles (1862). En la página titular de su escrito puso Brentano la sentencia de Aristóteles: to on legethai pollachos Traduzco: “El ente adviene manifiesto (a saber, en vista de su ser) de muchos modos”. En esta sentencia se esconde la pregunta que determina mi camino de pensamiento: ¿cuál es la simple y unitaria determinación de ser cuyo dominio atraviesa todas las múltiples significaciones? Esta pregunta suscita las siguientes: ¿qué, pues, se llama ser? ¿Hasta dónde (por qué y cómo) se despliega el ser del ente en los cuatro modos que sólo son constantemente establecidos por Aristóteles, pero que él dejó sin determinar en su común procedencia? Basta con sólo nombrarlos en la lengua de la tradición filosófica para ser asaltados por la evidencia de algo que, a las primeras, aparece inconciliable: ser como propiedad, ser como posibilidad y realidad, ser como verdad, ser como esquema de las categorías. ¿Qué sentido de ser habla en estos cuatro títulos? ¿Cómo se los puede llevar a un acorde comprensible? Este acorde recién podemos percibirlo cuando hemos preguntado y esclarecido antes: ¿de dónde recibe el ser como tal (no sólo el ente como ente) su determinación? Entre tanto pasó una década, y hubo menester de muchos rodeos y desvíos a través de la historia de la filosofía occidental, hasta que las mencionadas preguntas alcanzaran siquiera una primera claridad. Para ello fueron decisivas tres percepciones, que, por cierto, no bastaban aún para aventurar una disquisición localizadora (Erörterung) de la pregunta del ser (Seinsfrage) como pregunta por el sentido del ser. Heideggeriana: CartaPrologo

Según lo afirmado más arriba, esta palabra acerca del ser debe dar una respuesta, a saber, la respuesta a la pregunta: ¿qué significa ser? Pero si se nos dice: ser significa fundamento, ¿acaso es eso una respuesta? Pues en vez de recibir con esto una respuesta, nos vemos arrojados de nuevo a una pregunta. Pues al punto preguntamos: ¿qué significa entonces fundamento? A esta pregunta no podemos responder, ahora, más que diciendo: fundamento significa ser. Ser significa fundamento y fundamento significa ser: aquí todo gira en círculo. Nos asalta un vértigo. El pensar se despeña, desconcertado, porque no sabemos muy bien ni lo que quiere decir “ser” ni lo que quiere decir “fundamento”. Aun dando por supuesto que la palabra acerca del ser en cuanto fundamento responda a la pregunta por el sentido del ser, esta respuesta sigue cerrándonos, por de pronto, sus puertas. Nos falta la llave para abrirlas, a fin de tener así, a través de ellas, un acceso que lleve la mirada a lo que dice la palabra acerca del ser. Ahora bien, [206] ya la mera búsqueda de la llave que falta es, por sí sola, una tarea difícil y de largo aliento. Por eso, en esta conferencia elegiremos un camino distinto para llegar a abrir, quizás, una contrapuerta al menos. Compañía para este camino podría proporcionarnos el poeta cuyos versos circunscriben aquel representar que está bajo la prevalencia de la proposición fundamental del fundamento suficiente que hay que emplazar. Heideggeriana: Fundamento1956

Más esencial que contar con absurdidades es que experimentemos en qué sentido del ser no hay nada en la metafísica de Nietzsche. Heideggeriana: NiilismoSer

La pregunta decisiva (Ser y tiempo, 1927) por el sentido del ser, es decir (S. y t., p. 151) por el ámbito del proyecto, por la apertura, o, lo que es lo mismo, por la verdad del ser y no sólo de lo ente, ha quedado expresamente sin desarrollar. Aparentemente, el pensar se mantiene dentro de la órbita de la metafísica y, sin embargo, con sus pasos decisivos que conducen desde la verdad como conformidad a la libertad ex-sistente y de ésta a la verdad como encubrimiento y errar pone en marcha una transformación en el preguntar que forma parte de la superación de la metafísica. El pensar intentado en esta lección se consuma en la experiencia fundamental que nos hace ver que es sólo a partir del ser-aquí, en el que el hombre puede entrar, en donde se prepara para el hombre histórico una proximidad a la verdad del ser. Aquí, como ya ocurría en Ser y tiempo, no sólo abandonamos todo tipo de antropología y toda subjetividad del hombre como sujeto, y no sólo se busca la verdad del ser como fundamento de una posición histórica fundamental transformada, sino que el transcurso de la lección invita a pensar a partir de este otro fundamento (a partir del ser-aquí). La progresión del preguntar es, en sí misma, el camino de un pensar que en lugar de proporcionar representaciones y conceptos se experimenta y se pone a prueba como transformación de la relación con el ser. Heideggeriana: EssenciaVerdade

Debemos pensar en qué medida la verdad en tanto que desocultamiento de lo ente no dice otra cosa más que la presencia de lo ente como tal, es decir, del ser (vid. p. 62, y de este modo el discurso acerca del establecerse de la verdad – es decir, del ser-dentro de lo ente, tocará la parte cuestionable de la diferencia ontológica (vid. “Identität und Differenz”, 1957, pp. 37 y ss.). Por eso, en “El origen de la obra de arte” (p. 52) se dice cautamente: “Cuando alude a ese establecerse de la apertura en el espacio abierto, el pensar toca una región que no podemos detenernos a explicar todavía”. Todo el ensayo sobre “El origen de la obra de arte” se mueve, a sabiendas aunque tácitamente, por el camino de la pregunta por la esencia del ser. La reflexión sobre qué pueda ser el arte está determinada única y decisivamente a partir de la pregunta por el ser. El arte no se entiende ni como ámbito de realización de la cultura ni como una manifestación del espíritu: tiene su lugar en el Ereignis, lo primero a partir de lo cual se determina el “sentido del ser” (vid. “Ser y Tiempo”). Qué sea el arte es una de esas preguntas a las que no se da respuesta alguna en este ensayo. Lo que parece una respuesta es una mera serie de orientaciones para la pregunta. (Vid. las primeras frases del Epílogo.) Heideggeriana: OOA1935

(5) El concepto de mundo, tal como se desarrolla en “Ser y Tiempo” sólo puede comprenderse desde el horizonte de la pregunta por el “ser-ahí” [Da-sein], pregunta que por su parte permanece incluida dentro de la pregunta fundamental por el sentido del ser (no de lo ente). Heideggeriana: EIM Apéndices

El significado de este texto reside, en particular, en que recuerda la pregunta de Heidegger, como fuera planteada y desarrollada, en “Ser y Tiempo”, en dirección al sentido del ser – una pregunta que fuera incesantemente reiterada como pregunta; su exposición que ahora repetimos da un paso en el camino de su preguntar. Heideggeriana: PerguntaSer Apéndices

El título para esta pregunta reza en Ser y Tiempo como la pregunta por el sentido del ser (pag.1) –y sentido (pág.151, “y pág.323” – J. Beaufret), podría decirse brevemente, es el ámbito del desocultamiento o del claro (comprensibilidad), donde toda comprensión, es decir, todo proyectar (llevar a lo abierto), se hace primeramente posible. Heideggeriana: PerguntaSer Apéndices

Todas estas preguntas por la temporalidad del hombre, orientadas únicamente hacia la pregunta por el sentido del ser, son, por ejemplo, para un pensador como Kierkegaard por completo extrañas, como lo son del todo desconocidas para toda la filosofía tradicional, y no han sido comprendidas en lo más mínimo hasta ahora, incluso, a pesar de Ser y Tiempo. Heideggeriana: PerguntaSer Apéndices

La “crítica” no prescindirá ni de una determinación del ser como posición, ni aun en general del concepto de ser. Por eso, es un error del neokantismo, aun hoy influyente, opinar que por la filosofía de Kant se ha “liquidado”, como se dice, el concepto de ser. El sentido del ser que impera desde antiguo (la presencia constante) no sólo se conserva por medio de la interpretación crítica de Kant, del ser como objetividad del objeto de la experiencia, sino que por la determinación como “objetividad”, sale nuevamente a luz en una forma eminente, mientras que por la interpretación del ser, que dominaba antes en la historia de la filosofía, como substancialidad de la substancia, se ocultaba e incluso trastocaba. Kant determina a su vez lo “substancial” en el sentido de la interpretación crítica del ser como objetividad. Lo substancial no significa otra cosa: “que el concepto del objeto en general, que subsiste si en él se piensa solamente el sujeto trascendental sin predicado alguno” (A 414, B 441). Heideggeriana: KantSer Apéndices

¿Se muestra ya el carácter de retirada en la problemática de Ser y tiempo? Para verlo, es menester percatarse del sencillo propósito de esta obra, y en particular de la significación que tiene el tiempo en la pregunta por el sentido del ser. El tiempo, que es interpelado en Ser y tiempo sobre el sentido del ser, no es de suyo ninguna respuesta, ningún término último del preguntar, sino sólo el nombrar de una pregunta. El nombre “tiempo” nombra preliminar o anticipadamente lo que luego fue denominado “la verdad del ser”. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices

A esta interpretación parecía invitar el título “ontología fundamental” usado para caracterizar el propósito y la marcha de Ser y tiempo – un título que pronto, y cabalmente con la intención, por cierto, de salir al paso de este malentendimiento, fue abandonado-. Lo decisivo, que debe ser tenido en cuenta al respecto, es la relación de la ontología fundamental con la única pregunta, elaborada en Ser y tiempo, por el sentido del ser. Según Ser y tiempo, la ontología fundamental es la analítica ontológica del estar humano. “Por consiguiente la ontología fundamental, de la cual pueden únicamente dimanar todas las demás, ha de ser buscada en la analítica existencial del estar humano” (Ser y tiempo, p. 31). De acuerdo con esto, parece como si la ontología fundamental fuese el fundamento de la ontología misma, que aún falta, pero que ha de ser edificada sobre ella. Pues si lo que importa es la pregunta por el sentido del ser, pero el sentido es proyectado, el proyecto acontece en el comprender y como comprender, y la comprensión del ser constituye el rasgo fundamental del estar humano, entonces la elaboración del horizonte de comprensión del estar humano es la condición de toda elaboración de la ontología, que, como pudiera parecer, sólo puede ser edificada sobre la ontología fundamental de dicho estar. Así la relación que guarda la ontología fundamental con la elucidación del sentido del ser que no llegó a ser publicada sería, tal vez, análoga a la relación que guarda la teología fundamental con la sistemática teológica. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices

Mas no es así, aun cuando no puede negarse que esto aún no llegó a ser expresado con claridad en el propio Ser y tiempo. Ser y tiempo está mucho más en camino hacia ello, en vía de hallar, sobre la temporalidad del estar humano en la interpretación del ser como temporalidad, un concepto de tiempo, aquello propio del “tiempo” desde donde se dis-pensa el “ser” como estar presente. Mas con ello está dicho que lo que en la ontología fundamental es mentado como fundamental no tolera encima ninguna edificación. En lugar de esto, y una vez que fuese aclarado el sentido del ser, debiera ser reiterada, más originalmente y de una manera enteramente distinta, la entera analítica del ser humano. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer Apéndices

¿Qué significa ahora Seinsfrage en Ser y Tiempo? En Ser y Tiempo la pregunta no es: ¿qué es el ente?, sino: ¿qué es el “es”? Inmediatamente comienzan las dificultades. En efecto, si el “es” es, ¡él es un ente! Y si, por otra parte, no es, ¿se trata de la simple cópula vacía de un juicio? Es necesario salir de esta aporía. Desde un punto de vista puramente gramatical, ser no es sólo un verbo, es un auxiliar. Pero si se lo cuestiona antes de la gramática, es necesario preguntar: ¿no es ser, en cuanto infinitivo, más que una abstracción derivada del “es” – o bien puede decirse que sólo es si antes el ser está abierto y es manifiesto? Es por esto que Ser y Tiempo aborda la cuestión desde la óptica del sentido del ser. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices

Sentido, Sinn, tiene en Ser y Tiempo una significación muy precisa, incluso si hoy se ha vuelto insuficiente. ¿Qué quiere decir Sinn von Sein (sentido del ser)? Esto se comprende a partir del dominio de proyecto (Entwurfsbereich) que despliega la comprensión del ser (Seinsverständnis). Comprensión, Verständnis, debe a su vez ser entendida en el sentido primario de Vorstehen: estar de pie ante, estar a nivel de, ser capaz de sostener eso ante lo que se está [Cf. Sein und Zeit, p. 143.]. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices

Para prevenir este equívoco, para cuidar la significación en la que es tomado el Entwurf (la de apertura que abre), el pensamiento, después de Ser y Tiempo, reemplaza la locución “sentido del ser” por la de “verdad del ser”. Y para evitar cualquier contrasentido sobre verdad, para evitar que sea entendida como exactitud, “verdad del ser” es comentada por Ortschaft des Seins – verdad como localidad del ser. Esto presupone, desde luego, una comprensión del ser-lugar del lugar. De donde la expresión Topología del ser, que se encuentra, por ejemplo en De la experiencia del pensar; ver también el texto editado por Franz Larese: El arte y el espacio. Jueves 4 de septiembre Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices

¿Pero qué es lo deshecho? Respuesta: lo que recubre el sentido del ser, las estructuras acumuladas unas sobre otras y que ocultan el sentido del ser. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices

Pero en esta determinación por la presencia yace un momento temporal, lo que obliga al pensamiento en busca del sentido del ser a plantear expresamente la cuestión de la relación entre el ser y el tiempo. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices

Desde esta perspectiva, el tiempo no es más una sucesión de ahoras sino el horizonte mismo de la comprensión del ser. Por consiguiente, la analítica del Dasein proporciona el instrumento que permite delimitar en un sentido no metafísico el sentido del ser. La destrucción es llevada así a su término. Pero entonces aparece que los diversos recubrimientos del sentido inicial del ser mantienen una relación esencial con lo que ellos recubren. La historia de la metafísica cambia pues radicalmente de significación. Sus diversas etapas pueden a partir de ahora ser comprendidas como modificaciones sucesivas del sentido inicial, en la unidad de un envío único de donde el nombre de Seinsgeschick (destino del ser) para designar las épocas del ser. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices

Desde Ser y Tiempo, sin embargo, “cuestión del ser” adquiere un sentido completamente distinto. Se trata allí de la cuestión del ser en cuanto ser. En Ser y Tiempo, esta cuestión lleva temáticamente el nombre de “cuestión del sentido del ser”. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices

¿Qué ocurre pues en el cambio que sustituye sentido por verdad? ¿En primer lugar, qué quiere decir “sentido”? En Ser y Tiempo, el sentido está definido por el dominio de proyecto; y el proyecto es el cumplimiento del Dasein, es decir de la instancia ek-stática ante la apertura del ser. El Dasein, ek-sistente, despliega un sentido. Abandonando el término sentido del ser por el de verdad del ser, el pensamiento que proviene de Ser y Tiempo insiste en lo sucesivo más en la apertura misma del ser que en la apertura del Dasein frente a la apertura del ser. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices

Todo esto conduce a la tesis sobre el ser de Max Planck: “Es real lo que es medible”. El sentido del ser es la mensurabilidad que apunta no tanto a saber “cuánto”, sino que, finalmente, sólo sirve para el dominio del ente como objeto. Tal es el pensamiento de Galileo, anterior incluso al Discours de la méthode. Heideggeriana: SeminarioThor1969 Apéndices