Lo que sigue a los dos puntos después de la palabra “renuncia” no nombra aquello a lo que se renuncia, sino que nombra el ámbito en el cual debe entrar la renuncia: nombra el mandato de entrar en la relación entre palabra y cosa, de la que ahora se ha hecho la experiencia. A lo que el poeta ha aprendido a renunciar es a la opinión que tenía hasta ahora de la relación entre cosa y palabra. La renuncia concierne a la relación poética hasta ahora sostenida con la palabra. La renuncia es disponibilidad para otra relación. En este caso, en el verso: “Ninguna cosa sea donde falta la palabra”. el “sea” no es, en términos gramaticales. el subjuntivo de “es”, sino una forma de imperativo, un mandato al que el poeta obedece para atenderlo de ahora en adelante. Así, en el verso: “Ninguna cosa sea donde falta la palabra”, el “sea” significaría tanto como: De ahora en adelante no se admite cosa alguna como siendo donde falta la palabra. En el “sea”, entendido como mandato, el poeta se dice a sí mismo la renuncia que ha aprendido, en la que abandona la opinión que una cosa ya es, incluso cuando falta la palabra. ¿Qué quiere decir Verzicht, renuncia? Esta palabra pertenece al verbo verzeihen (perdonar); una antigua expresión dice: “sich eines Dinges verzeihen”, lo que significa: renunciar a alguna cosa; abandonarlo. Zeihen es la misma palabra que la latina dicere, decir, y la griega deixnumi, mostrar que, en alemán, es zeigen y en alemán antiguo es sagan, de donde viene nuestro sagen. La renuncia es una abnegación (Entsagen). En su renuncia. el poeta abniega de su relación anterior con la palabra. ¿Nada más que esto? No. En la abnegación misma algo le está siendo dicho, un mandato al cual ya no se rehúsa. De todos modos, sería forzado entender la interpretación imperativa del “sea” como la única posible. Presumiblemente, una y otra significación vibran al unísono en el decir poético de este “sea”: un mandato en tanto que interpelación y el sometimiento a él. Heideggeriana: EssenciaLinguagem Apéndices
Ahora, a la proximidad que conduce poesía y pensamiento a su mutua vecindad, la llamamos die Sage, el Decir. Suponemos que en él reside la esencia del habla. Sagen, sagan, decir, significa mostrar: dejar aparecer; liberación luminosa-ocultadora, entendida como ofrecimiento (lichtend-verbergend frei-geben als dar-reichen…) de lo que llamamos mundo. El luminoso-velador, enmascarante ofrecimiento del mundo es la naturaleza esencial del decir. La frase rectora para el camino dentro de la vecindad entre poesía y pensamiento contiene una indicación; siguiéndola quisiéramos llegar a la proximidad desde la cual se determina esta vecindad. Heideggeriana: EssenciaLinguagem Apéndices
Renunciar, verzichten, no es un declarar, pero tal vez no deje de ser un decir. Verzichten está vinculado al verbo verzeihen, perdonar. Zeihen, acusar, y zichten son la misma palabra que zeigen, mostrar, el deixnumi griego y el latín dicere. Zeihen, zeigen quieren decir: dejar ver, hacer aparecer. Ahora bien, esto: el dejar-ver-mostrando, es el sentido de la antigua palabra alemana sagan, decir. Acusar a alguien significa: decirle a alguien algo a la cara. En la renuncia gobierna pues un decir. ¿Por qué? Renunciar significa: desistir de una reivindicación; negarse así algo. Puesto que la renuncia es una modalidad del decir, puede, en lo escrito, ser indicada por dos puntos. De esta forma, lo que les sigue no necesita ser una declaración. Los dos puntos después de la palabra “renuncia” no abren nada en el sentido de una declaración o una constatación: en cambio. abren la renuncia como decir. La abren para aquello a lo que ella se compromete. ¿A qué se compromete? Presumiblemente a lo que renuncia la renuncia. Heideggeriana: Palavra1958 Apéndices