pensamiento del eterno retorno de lo mismo

Al pensamiento nietzscheano de la voluntad de poder lo denominamos su pensamiento único. Con ello queda dicho al mismo tiempo que el otro pensamiento de Nietzsche, el del eterno retorno de lo mismo, está necesariamente incluido en el de la voluntad de poder. Ambos – voluntad de poder y eterno retorno de lo mismo – dicen lo mismo y piensan el mismo carácter fundamental del ente en su totalidad. El pensamiento del eterno retorno de lo mismo es el acabamiento interno – no posterior – del pensamiento de la voluntad de poder. Por eso el eterno retorno de lo mismo fue pensado por Nietzsche antes que la voluntad de poder. En efecto, todo pensador, cuando piensa por primera vez su pensamiento único lo piensa ya en su acabamiento, pero todavía no en su despliegue, es decir con el alcance y la peligrosidad que van creciendo continuamente y que aún tendrá que dirimir. Heideggeriana: VontadePoder

La determinación de la conexión entre el eterno retorno de lo mismo y la voluntad de poder requiere los pasos siguientes: 1) El pensamiento del eterno retorno de lo mismo piensa el pensamiento fundamental de la voluntad de poder anticipadamente en un sentido metafísico-histórico, es decir, lo piensa en dirección de su acabamiento. 2) Ambos pensamientos piensan metafísicamente lo mismo, en el ámbito de lo moderno y en el de la historia final. 3) En la unidad esencial de ambos pensamientos la metafísica que llega a su acabamiento dice su última palabra. 4) El que la unidad esencial quede sin expresar funda la época de la acabada carencia de sentido. 5) Esta época cumple con la esencia de la modernidad, que sólo de esta manera llega a sí misma. 6) Históricamente, este cumplimiento es, de modo oculto y en contra de la apariencia pública, la necesidad de la transición que asume todo lo ya sido y prepara lo venidero en el camino hacia la guardia de la verdad del ser. Heideggeriana: EternoRetorno

El pensamiento del eterno retorno de lo mismo fue pensado por Nietzsche cronológicamente antes que la voluntad de poder, aunque se encuentran resonancias de ésta igualmente tempranas. Pero el pensamiento del eterno retorno es sobre todo anterior, es decir anticipador, por su contenido, sin que Nietzsche mismo haya sido nunca capaz de pensar expresamente como tal la unidad esencial con la voluntad de poder y de elevarla metafísicamente al concepto. Tampoco reconoce Nietzsche la verdad metafísico-histórica del pensamiento del eterno retorno, y esto no porque le hubiera quedado oscuro sino porque, al igual que todos los metafísicos anteriores a él, no podía reencontrar los trazos fundamentales del proyecto metafísico conductor. Pues el conjunto de trazos del proyecto metafísico del ente en dirección de la entidad, y por lo tanto el representar del ente en cuanto tal en el ámbito de la presencia y la consistencia, sólo puede saberse cuando se experimenta ese proyecto [Entwurf] como históricamente arrojado [geworfen]. Un experimentar de este tipo no tiene nada en común con las teorías explicativas que de vez en cuando construye la metafísica sobre sí misma. También Nietzsche sólo llega a ese tipo de explicaciones, que sin embargo no deben trivializarse convirtiéndolas en una psicología de la metafísica. Heideggeriana: EternoRetorno

En razón de esta unión del que-es con el qué-es (que ahora está dirigida en sentido contrario a la inclusión inicial del estin en el einai del ontos on como idea, la voluntad de poder y el eterno retorno de lo mismo, en cuanto determinaciones de ser, no sólo tienen que copertenecerse sino que tienen que decir lo mismo. El pensamiento del eterno retorno de lo mismo dice, en términos de la historia final de la metafísica, lo mismo que dice, llevando a su acabamiento la época moderna, la voluntad de poder en cuanto carácter fundamental de la entidad del ente. La voluntad de poder es el sobreelevarse a las posibilidades de devenir de un ordenar que se instaura a sí, sobreelevarse que en su núcleo más interno sigue siendo un volver consistente el devenir en cuanto tal y que, puesto que todo mero proseguir sin fin le resulta extraño y hostil, se contrapone a él. Heideggeriana: EternoRetorno

Ésta es la doctrina de quien enseña el eterno retorno de lo mismo. La voluntad de poder misma, el carácter fundamental del ente en cuanto tal, y no un “señor Nietzsche”, pone este pensamiento del eterno retorno de lo mismo. El supremo volver consistente de lo que carece de existencia consistente es el mayor obstáculo para el devenir. Mediante este obstáculo la voluntad de poder afirma la necesidad más íntima de su esencia. Pues así, a la inversa, el eterno retorno lleva al juego del mundo su poder condicionante. Bajo la presión de este grave peso, allí donde la referencia al ente en cuanto tal en su totalidad determine por esencia a un ente, se hará la experiencia de que el ser del ente tiene que ser la voluntad de poder. Pero el ente determinado por esa referencia es el hombre. La experiencia aludida traslada a la humanidad a una nueva verdad sobre el ente en cuanto tal en su totalidad. Pero puesto que la relación con el ente en cuanto tal en su totalidad distingue al hombre, sólo estando en el interior de tal relación éste conquista su esencia y se ofrece a la historia para que ésta llegue a su consumación. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Pero el hombre que, estando en medio del ente, se comporta respecto del ente que es, en cuanto tal, voluntad de poder y, en su totalidad, eterno retorno de lo mismo, se llama superhombre. Su realización implica que el ente aparezca en el carácter de devenir de la voluntad de poder desde la más resplandeciente claridad del pensamiento del eterno retorno de lo mismo. “Una vez que hube creado el superhombre, coloqué a su alrededor el gran velo del devenir e hice que el sol estuviera sobre él en el mediodía” (XII, 362). Puesto que la voluntad de poder, en cuanto principio de la transvaloración, hace aparecer a la historia con el rasgo fundamental del nihilismo clásico, también la humanidad de esta historia tiene que confirmarse en ella ante sí misma. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Así Zaratustra, que enseña el superhombre, cierra la primera parte de su enseñanza con las palabras: “”Muertos están todos los dioses: ahora nosotros queremos que viva el superhombre”; ¡que ésta sea una vez, en el gran mediodía, nuestra voluntad última!” (Así habló Zaratustra, 1.. parte, conclusión). En el momento de la claridad más luminosa, cuando el ente en su totalidad se muestra como eterno retorno de lo mismo, la voluntad tiene que querer el superhombre; pues sólo con la vista puesta en el superhombre puede soportarse el pensamiento del eterno retorno de lo mismo. La voluntad que aquí quiere no es un desear y un apetecer, sino la voluntad de poder. Los “nosotros, que allí quieren son aquellos que han experimentado el carácter fundamental del ente como voluntad de poder y saben que ésta, en su grado más alto, quiere su propia esencia y es así la consonancia con el ente en su totalidad. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Queda aún la pregunta acerca de qué pueblos y qué humanidad estarán sometidos de modo definitivo y anticipador a la ley de la pertenencia a este rasgo fundamental de la incipiente historia del dominio de la tierra. Ya no es, en cambio, una pregunta sino que está decidido, lo que Nietzsche apuntó alrededor de 1881-1882, cuando, después de Aurora, le asaltó el pensamiento del eterno retorno de lo mismo. “Se acerca la época en la que se emprenderá la lucha por el dominio de la tierra, se la emprenderá en nombre de doctrinas filosóficas fundamentales.” (XII, 207) Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

[…] Este grito escrito de su pensamiento es el libro que intituló: Así habló Zaratustra […] Esta obra de Nietzsche piensa el único pensamiento de este pensador: el pensamiento del eterno retorno de lo Mismo. Cada pensador piensa solamente un único pensamiento. Heideggeriana: GA8

El pensamiento del eterno retorno de lo mismo permanece velado – no solamente por un velo. Pero lo oscuro de este último pensamiento de la metafísica no debe inducirnos a eludirlo mediante subterfugios. […] Heideggeriana: GA8

Con la misma palabra llama Zaratustra al pensamiento del eterno retorno de lo Mismo en el fragmento de la 2. parte “Del rostro y del enigma” (n. 2). Allí Zaratustra, en el enfrentamiento con el enano, intenta pensar por primera vez lo enigmático, que él ve como el objeto de su nostalgia. El eterno retorno de lo Mismo sigue siendo rostro para Zaratustra, pero un enigma. No se puede demostrar ni refutar de un modo lógico ni empírico. En el fondo esto es válido para todo pensamiento esencial de todo pensador: algo avistado pero enigma, digno-de-ser-cuestionado. Heideggeriana: NietzscheZaratustra