mundo espiritual

Si queremos la esencia de la ciencia, en el sentido de ese firme mantenerse, cuestionando y al descubierto, en medio de la inseguridad de la totalidad del ente, entonces esta voluntad esencial instituye para nuestro pueblo un mundo suyo del más íntimo y extremo riesgo, es decir, su verdadero mundo espiritual. Pues “espíritu” no es ni la sagacidad vacía, ni el juego de ingenio que a nada compromete, ni el ejercicio sin fin del análisis intelectual, ni una razón universal, sino que espíritu es el decidirse, originariamente templado y consciente, por la esencia del ser. Y el mundo espiritual de un pueblo no es una superestructura cultural como tampoco un arsenal de conocimientos y valores utilizables, sino que es el poder que más profundamente conserva las fuerzas de su raza y de su tierra, y que, como tal, más íntimamente excita y más ampliamente conmueve su existencia. Sólo un mundo espiritual garantiza al pueblo la grandeza; pues obliga a que la permanente decisión entre la voluntad de grandeza y el dejarse llevar a la decadencia sea la ley que rige la marcha que nuestro pueblo ha emprendido hacia su historia futura. Heideggeriana: UniversidadeAlemana

La tercera vinculación del estudiantado es con la misión espiritual del pueblo alemán. Este pueblo forja su destino colocando su historia en medio de la manifiesta hegemonía de los poderes de la existencia humana que configuran el mundo y luchando, una y otra vez, por conseguir su mundo espiritual. Exponiéndose así a la extrema problematicidad de la existencia humana es como este pueblo quiere ser un pueblo espiritual. El exige, desde sí y para sí, a sus guías y guardianes la más severa claridad del más elevado, amplio y rico saber. Una juventud estudiante, que tempranamente se atreve a entrar en la edad viril y que extiende su voluntad sobre el destino venidero de la nación, se obliga radicalmente a ponerse al servicio de este saber. Para ella, este servicio del saber no podrá volver a ser la rápida y gris preparación para una profesión “distinguida”. El político y el profesor, el médico y el juez, el cura y el arquitecto dirigen la existencia del pueblo y del Estado y la protegen y mantienen tensa en sus relaciones esenciales con los poderes que configuran el mundo; por eso, estas profesiones – y la educación para ellas – están sometidas al servicio del saber. El saber no está al servicio de la profesión, sino al revés: las profesiones hacen efectivo y administran ese supremo y esencial saber que el pueblo tiene sobre la totalidad de su existencia. Pero este saber no es para nosotros la tranquila captación de esencias y valores en sí, sino la aguda amenaza de la existencia en medio de la hegemonía del ente. La problematicidad de la existencia exige del pueblo trabajo y lucha, y le lleva forzosamente a su Estado, al que pertenecen las profesiones. Heideggeriana: UniversidadeAlemana

La Facultad sólo es Facultad cuando desarrolla una capacidad de legislación espiritual, arraigada en la esencia de su ciencia, para integrar los poderes de la existencia que la constriñen en ese único mundo espiritual del pueblo. Heideggeriana: UniversidadeAlemana

Tres grandes potencias tuvieron su influjo reunidas en esto: 1. la Nueva poesía alemana (Klopstock, Herder, Goethe, Schiller y el Romanticismo), 2. la Nueva filosofía alemana (Kant, Fichte, Schleiermacher, Schelling, Hegel), y 3. la Nueva voluntad política alemana de los señores y los soldados del estado prusiano (Freiherr von Stein, Hardenberg, Humboldt, Scharnhorst, Gneisenau y von Clausewitz). Poetas y pensadores crearon un mundo espiritual nuevo, en el que fueran comprendidos y pensados en su conjunto el predominio de la naturaleza y de los poderes de la historia unificados en la esencia del absoluto. Heideggeriana: UniversidadeAlema2

¿Y cuál era en esa época la actitud-postura de la universidad? La respuesta simple reza: no estaba a la altura de tal nuevo acontecimiento; las Facultades no captaron lo que pasaba delante de ellas; y muy pocos individuos se fueron percatando de ello si bien más tarde. Es un hecho indiscutible. Sólo que, por el hecho de constatarlo, nada se logra. Tenemos que preguntar: ¿Por qué fracasó la universidad? ¿Por qué tuvo que fracasar? Respuesta: Porque a ella – como se ha dicho – le faltaba hace decenios ya la unidad propia, originaria, y espiritual. Es por ello que no era capaz de colaborar como fuerza espiritual cerrada en el despertar y el perfeccionamiento interno o, incluso, en la prefiguración (Vor-gestaltung) del nuevo mundo espiritual que iba surgiendo. La universidad como un todo no tenía hace mucho tiempo un objetivo educador claro, amplio y que lo vinculase todo. Se hallaba privada hace tiempo ya de su poder cosmovisional decisivo. Era una isla incomunicada en sí misma. La investigación no tenía asidero alguno y la enseñanza ningún objetivo. Ambas (investigación y enseñanza) fueron perdiéndose en lo meramente “cuantitativo”, en multiplicar y replicar un saber infinito. De allí que, la universidad no tenía más la fuerza suficiente para desde sí misma defenderse con medidas estrictas y demandas orientadas a objetivos precisos, de la creciente saturación (de saberes). Heideggeriana: UniversidadeAlema2

Al explicar de esa manera el fracaso de la universidad, entonces no vamos disculpando de ningún modo su actitud. Ni tampoco constituye reproche personal alguno frente a cada uno de los profesores. No es una disminución del rendimiento científico de los investigadores en particular. Sino: esta explicación hemos de cumplirla para, partiendo de ella, extraer la enseñanza decisiva para la renovación (Neugestaltung) de la Universidad, a saber, la visión de que resulta inútil que en cada una de las facultades se venga a “reformar” esto u aquello. Por esto, el estado pretérito no puede ser nunca superado; más bien, todo depende de si la universidad en su todo, logre recuperar un mundo espiritual originario y unificado. De si ella podrá despertar, una vez más, desde sí misma, la fuerza duradera y cerrada, para una genuina “Auto-afirmación”. Pero ¿es posible esto? Sí! Y ¿por qué? Porque a través de la Revolución Nacionalsocialista se ha transformado toda la realidad alemana. Porque a través de esta transformación se ha logrado crear un nuevo suelo para la existencia histórica-espiritual completa del pueblo. Y ¿en qué consiste la esencia de la Revolución Nacionalsocialista? Con esto, entramos a la 2 Parte: Heideggeriana: UniversidadeAlema2