mundo científico

Como decanos para el semestre de invierno de 1933-1934 nombré a colegas que, no sólo a mi personal parecer, sino de acuerdo con el parecer general, tenían un nombre en su especialidad y en el mundo científico y ofrecían la garantía de que, cada uno a su manera, pondrían el espíritu de la ciencia en el centro de su trabajo en la Facultad. Ninguno de ellos era miembro del partido. La influencia de los funcionarios del partido fue excluida. Existía la esperanza de mantener y reavivar la tradición del espíritu científico en las Facultades. Heideggeriana: RepensandoReitorado

El final de la Filosofía se muestra como el triunfo de la instalación manipulable de un mundo científico-técnico, y del orden social en consonancia con él. “Final” de la Filosofía quiere decir: comienzo de la civilización mundial fundada en el pensamiento europeo-occidental. Heideggeriana: ENDPHILO

¿Y hoy? Los antiguos dioses han desaparecido. Hölderlin, quien, como ningún otro poeta antes o después que él, experimentara esta huida y la fundara en la palabra, preguntaba en su Elegia “Pan y Vino”, la cual fuera consagrada al dios del vino, Diónisos (IV. estrofa): ¿Dónde es que brillan, entonces, los dichos que alcanzan a lo remoto? – Delfos dormita y ¿dónde habrá de tañer el gran destino? ¿Existe hoy, tras dos milenios y medio, todavía, un arte que se halle bajo la misma apelación que como lo estuviera el arte antes en la Hélade? Y si no, ¿desde qué ámbito proviene la apelación a la que corresponde el arte moderno en todas sus áreas? Sus obras ya no surgen más dentro de los límites acuñados por un mundo de lo comunitario y nacional [Volkshafte u. Nationale]. Pertenecen a la universalidad de la civilización mundial [Weltzivilisation], cuya constitución y organizaciones son proyectadas y conducidas por la técnica científica. Ella ha decidido sobre la índole y las posibilidades de la morada mundial del hombre. La confirmación de que vivimos en un mundo científico y de que con el rótulo “ciencia” se designa a la ciencia natural, la física matemática, sólo acentúa, por cierto, lo ya de sobras conocido. Heideggeriana: ArtePensar

De acuerdo a esto, es de suponer la explicación, que el ámbito desde el cual provendría la apelación, a la que el arte hoy debe corresponder, sería el mundo científico. Heideggeriana: ArtePensar

El triunfo del método se despliega hoy día en sus posibilidades más extremas como cibernética. La palabra griega kibernétes es el nombre para el timonel, el piloto. El mundo científico se ha convertido en un mundo cibernético. El proyecto cibernético del mundo supone anticipadamente que el rasgo fundamental de todos los procesos mundiales calculables es el control [o comando] [Steuerung]. El control de un proceso por otro está mediatizado por la transmisión de una noticia a través de la información. En la medida en que, el controlado proceso, por su parte, notifique de vuelta a quien lo controla y, de ese modo, le informe, tiene el control el carácter de la retroalimentación de las informaciones. Heideggeriana: ArtePensar

¿Qué sucede con el arte dentro de la sociedad industrial, cuyo mundo ha comenzado a devenir uno cibernético? ¿Se convertirán los enunciados del arte en algún tipo de información en y para este mundo? ¿Se irán a determinar sus producciones por el solo hecho de que satisfagan el carácter procesual del círculo regulador industrial y su constante cumplimiento? Si así fuera el caso, ¿puede la obra seguir siendo obra todavía? ¿No se hallará su sentido moderno acaso, en el quedar rezagado, de antes, ya, al servicio de la ejecución continua del proceso creativo, el cual sólo se regula desde sí mismo y, de ese modo, continúa estando encerrado en él mismo? ¿Se presenta el arte moderno como una retroalimentación de informaciones en el círculo regulador de la sociedad industrial y del mundo científico-técnico? ¿No recibirá incluso desde allí, la muy mentada “industria cultural” [Kulturbetrieb] su legítima fundamentación? Estas preguntas nos acosan como preguntas. Y se reúnen en una única, que dice: ¿Qué pasa con la reclusión del hombre en su mundo científico-técnico? ¿No impera en esta reclusión, quizá, la reserva del hombre [Verschlossenheit des M.] frente a aquello que envía al hombre recién a su determinación más propia, para que éste se apreste a lo justo [s. in das Schickliche fügen], en vez de disponer en forma calculadora, y técnico-científicamente de sí mismo y su mundo, de sí mismo y la propia fabricación técnica de sí mismo? (¿No es la esperanza – si pudiera ser considerada ésta como un principio – el absoluto egoísmo de la subjetividad humana?) Heideggeriana: ArtePensar