La inversión de la conciencia abre en primer lugar y de entrada expresamente ese entre (dia), dentro del que toma la palabra el diálogo entre la conciencia natural y el saber absoluto. En cuanto skepsis, la inversión también abre hacia la absolutez de lo absoluto todo el campo a través del que (dia) la conciencia recoge su historia en la verdad completada y la conforma de este modo. La inversión de la conciencia pone luz al doble dia del doble legesthai. La inversión conforma en primer lugar y en general el espacio de juego para lo dialéctico del movimiento, bajo cuya forma la experiencia se consuma en tanto que ser de la conciencia. 9501 Heideggeriana: HegelExperiencia
El rótulo «Ciencia de la experiencia de la conciencia» desaparece en favor de uno nuevo: «Ciencia de la Fenomenología del Espíritu». El nuevo rótulo se ha construido siguiendo el mismo esquema exacto. Tenemos que pensar también sus genitivos de manera dialéctico-especulativa. En lugar de la palabra «experiencia» tenemos ahora un nombre ya usual en la filosofía escolar: «fenomenología». La esencia de la experiencia es la esencia de la fenomenología. phainesthai el manifestarse del sujeto absoluto, que es llamado «el espíritu», se recoge al modo de diálogo entre la conciencia óntica y la ontológica. La «-logía», en la fenomenología, es la legesthai en el sentido del ambiguo dialegesthai que caracteriza al movimiento bajo cuya forma la experiencia de la conciencia es el ser de ésta. La fenomenología es el recogerse del doble diálogo del espíritu con su parusía. Fenomenología es aquí el nombre para la existencia del espíritu. El espíritu es el sujeto de la fenomenología no su objeto. La palabra no significa aquí ni una disciplina de la filosofía, ni tan siquiera el nombre para un tipo especial de investigación cuya preocupación es describir lo dado. Como, sin embargo, el recogerse de lo absoluto en su parusía exige esencialmente la presentación, la determinación de ser ciencia forma ya parte de la esencia de la fenomenología, pero no en la medida en que es un representar del espíritu, sino en la medida en que es la existencia, la presencia del espíritu. Por eso, bien mirado, el título abreviado, «La Fenomenología del Espíritu», no cae en lo indeterminado. Obliga al pensar al último recogimiento posible. «La Fenomenología del Espíritu» quiere decir la parusía de lo absoluto en su reinar. Una década después de la aparición de la Fenomenología del Espíritu, la «fenomenología» decayó dentro del sistema escolar de la Enciclopedia (1817) al nivel de una parte estrechamente limitada de la filosofía del espíritu. El nombre «fenomenología» es nuevamente, como en el siglo XVIII, el nombre para una disciplina que se encuentra a medio camino entre la antropología y la psicología. 9539 Heideggeriana: HegelExperiencia
La subjetividad en cuanto ego cogito es la conciencia que representa algo y que – refiere lo representado a sí misma, reuniéndolo de esta manera en sí misma. Reunir es en griego legein. Reunir para el yo y en el yo una multiplicidad se dicen en voz media legesthai. El yo pensante reúne lo representado atravesándolo de punta a punta y elucidando su ser en este movimiento. “A través de algo” se dice en griego dia. 13693 Heideggeriana: HegelGregos
Con otras palabras: nuestra conversación no se propone la tarea de desarrollar un programa fijo. Pero quisiera esforzarse por preparar a todos aquellos que toman parte en ella para un recogimiento (Sammlung) en el que nos interpele lo que llamamos el ser del ente. Al nombrarlo, pensemos en lo que ya Aristóteles dice: “El Ser-ente (seiend-Sein) viene de múltiples maneras al brillo del aparecer”. to on legesthai pollachos 12523 Heideggeriana: QueFilosofia
“En Brentano”. Piensa usted en que el primer escrito filosófico que desde 1907 he vuelto asiduamente a trabajar fue la disertación de Franz Brentano: De la múltiple significación del ente en Aristóteles (1862). En la página titular de su escrito puso Brentano la sentencia de Aristóteles: to on legesthai pollachos Traduzco: “El ente adviene manifiesto (a saber, en vista de su ser) de muchos modos”. En esta sentencia se esconde la pregunta que determina mi camino de pensamiento: ¿cuál es la simple y unitaria determinación de ser cuyo dominio atraviesa todas las múltiples significaciones? Esta pregunta suscita las siguientes: ¿qué, pues, se llama ser? ¿Hasta dónde (por qué y cómo) se despliega el ser del ente en los cuatro modos que sólo son constantemente establecidos por Aristóteles, pero que él dejó sin determinar en su común procedencia? Basta con sólo nombrarlos en la lengua de la tradición filosófica para ser asaltados por la evidencia de algo que, a las primeras, aparece inconciliable: ser como propiedad, ser como posibilidad y realidad, ser como verdad, ser como esquema de las categorías. ¿Qué sentido de ser habla en estos cuatro títulos? ¿Cómo se los puede llevar a un acorde comprensible? 609 Heideggeriana: CartaPrologo