Tomemos, por ejemplo, una proposición como aquella con la que comienza el segundo volumen de la Lógica de Hegel, proposición que Heidegger, en su ancianidad, discutió con sus tampoco ya jóvenes discípulos con ocasión de la celebración del Quinto Centenario de la Universidad de Freiburg: «Die Wahrheit des Sein ist das Wesen» (La verdad del ser es la esencia). Semejante proposición puede ser entendida como el retorno en sí mismo del Ser inmediato y el tránsito que va desde el Ser a la metafísica de la Esencia —y esto sería incluso correcto en el sentido de Hegel. La filosofía de Platón y Aristóteles, que está basada en el logos, surge de la inconclusión del «ser» parmenídeo y realiza el tránsito a la esfera de la reflexión, donde los conceptos clave son (143) esencia y forma, sustancia y existencia. Y la historia que expone Hegel de la filosofía antigua aquí, de hecho, representa una especie de comentario a esta transición que va del pensamiento presocrático al platónico y aristotélico. Sin embargo, ninguno de los términos conceptuales de esta proposición, ni Wahrheit, ni Sein, ni Wesen, se restringe al horizonte conceptual de la metafísica, la cual, en conceptos latinos y tras su subsecuente elaboración y diferenciación, proporciona el fundamento lingüístico para la traducción de Hegel en italiano, español, francés e inglés. La traducción «veritas existentiae est essentia» expresaría un absoluto sinsentido. Se olvidaría en ella el movimiento especulativo expresado en las palabras alemanas vivas y las relaciones que guardan entre sí. Con la palabra «Wahrheit» (verdad), de «Wahrheit des Seins» (verdad del ser) se oyen una multiplicidad de cosas que no están implicadas por veritas: autenticidad, patencia, legitimidad, verificación, etc. Del mismo modo, «Sein» (ser) definitivamente no es existencia (Existenz) ni es ser-ahí (Dasein), ni ser algo en particular (Etwassein), sino precisamente, es Wesen (esencia), mas en un sentido en que ambos, Sein y Wesen tienen el carácter temporal de verbos que se han nominalizado, pero que, al mismo tiempo, evocan el movimiento capturado en el «Anwesen» (presencia) de Heidegger. No en vano Heidegger seleccionó esta proposición para su discusión sobre Hegel. Pues lo hizo con la intención evidente de comprobar si Hegel deja de escucharse a sí mismo, y en su lugar introduce, dentro de la lógica metódicamente rigurosa del desarrollo dialéctico, lo que el lenguaje le sugiere y revela como percepción más profunda. Está claro que si se deja hablar al lenguaje y se escucha lo que dice, no solamente se oye algo distinto de lo que Hegel fue capaz de conceptualizar en el todo de su dialéctica, en la Lógica, pues, inmediatamente salta a la vista el hecho de que la proposición en cuestión no es tanto un enunciado sobre la esencia (Wesen), sino que más bien habla el lenguaje de la esencia misma.
Gadamer (1994) – Sein – Wesen
- Gadamer (VM): capacidade de conhecimento
- Gadamer (VM): caráter hermenêutico
- Gadamer (VM): Celan
- Gadamer (VM): ciência da hermenêutica
- Gadamer (VM): ciência da natureza
- Gadamer (VM): ciência natural
- Gadamer (VM): ciências da compreensão
- Gadamer (VM): ciências da natureza
- Gadamer (VM): ciências naturais
- Gadamer (VM): círculo da compreensão